Along the Saltwise Sea

Continúan las aventuras de Avery y Zib, que tendrán lugar esta vez en un barco pirata pero como en Over the Woodward Wall lo importante no es solo el escenario, si no la capacidad de maravillarnos de Seanan McGuire con su imaginación desbordada.

De nuevo nos encontramos ante un obra más infantil, con claras referencias a los cuentos clásicos como los zapatos de hierro, pero en un formato bastante corto y asequible, de forma que se puede leer y disfrutar en un pispás.

Aunque la idea de ambos protagonistas es volver a casa, su ruta por la carretera improbable cada vez les lleva por derroteros nuevos que no parecen acercarles a su objetivo. McGuire es una maestra en esto de estirar las tramas y parece que la serie The Up-and-Under va a seguir los mismos pasos que otras de la autora. Es de agradecer que al principio de la obra se haga un pequeño resumen dentro de la propia trama del libro para volver a colocarnos en situación.

Por avatares de la vida, los personajes se ven obligados a trabajar durante una semana en el barco pirata en pago de una deuda que no sabían que estaban contrayendo. Los trabajos parecen ser bastante livianos, pero algunos chocan frontalmente con la propia naturaleza de los niños, así que les resultará extremadamente difícil llevarlos a cabo. Se pueden extraer ciertas lecciones de las vicisitudes de los niños que parecen ser el objetivo último de la narración, pero está bien mezclado con la propia aventura, de forma que no parece un discurso prefabricado.

Seguiremos conociendo la pobladísima fauna y flora de este mundo fantástico y además la autora está preparando un encuentro que puede decidir el futuro de Avery y Zib, pero nos queda la duda de si los niños están preparados para esto. Se les ve madurar conforme pasan las páginas y también cómo se va consolidando su amistad, pero es innegable que todavía les falta muchísima información para tomar decisiones en las que está en juego su propia vida.

La nueva entrega de esta serie estará disponible a finales de año, así que pienso seguir disfrutando de las andanzas de estos pequeños.

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