Esperaba que una obra de un autor coreano me sorprendiera mucho más de lo que lo ha hecho Blood of the Old Kings que tiene demasiado sabor a fantasía convencional y típica y poco a novedosa y original. La obra es de Sung-Il Kim traducida al inglés por Anton Hur.
El Imperio ha conquistado el mundo gracias al poder que de sus generadores mágicos alimentados por los cadáveres de los magos, que se convierten en simples baterías tras su muerte. En vida, ya no estudian conjuros, supeditados siempre a ese futuro funesto. La novela se articula en tres puntos de vista, bastante diferenciados. Loran busca venganza por el asesinato de su familia y llegará a un acuerdo con un dragón para conseguirla. Arienne está predestinada a ser la batería de uno de esos generadores de magia, pero cuando empieza a escuchar la voz de un poderoso nigromante en su mente, todo cambiará. Y Cain sobrevive en las calles de la capital del imperio como buenamente puede, hasta que su mentor amanece asesinado.
La trama es bastante simple y el estilo de escritura, también. Los personajes no tienen suficiente profundidad, en especial Cain que empieza como un interesante trasunto detectivesco, pero que pronto pierde esa cualidad que quizá era la más atractiva. Reconozco que me complace que haya protagonistas femeninas pero no vienen acompañadas de personalidad y el tropo de la “venganza por haber acabado con mi familia” debe ser de los más manidos de la fantasía.
Algo más novedoso, aunque tampoco tanto, es la transformación mercantilista del sistema mágico en una simple central de cogeneración, donde metes un finado con poder mágico y obtienes energía a cambio. De ahí surge la necesidad de proteger los sistemas de mayor potencia, para poder seguir nutriendo al mundo de su electricidad. Lo malo es que, por ejemplo, Adrian Tchaikovsky ya explora esta posibilidad en su saga de los Tiranos Filósofos cuando los Palleseen extraen la magia de los dioses de las demás culturas, así que tampoco es tan novedoso.
. El final es bastante ambiguo, como dejando espacio para las continuaciones que están anunciadas para finales de este año, pero que sinceramente no sé si leeré. No puedo recomendar una lectura que me ha dejado bastante indiferente.