The mad’s scientist guide to world domination (II)

Debido a la longitud de la reseña, he tenido que dividirla en dos. Aquí tenéis la primera parte.

The space between de Diana Gabaldón

Parece que la temática del “científico loco” se le quedaba corta a JJ Adams para completar la antología, por que por mucho que quiera este relato no encaja con la idea que inspira la recopilación ya que lo que mueve la historia es la magia y no la ciencia.

El relato en sí me ha parecido lento y previsible.

Harry and Marlowe meet the founder of the Aetherian Revolution de Carrie Vaughn

Una historia steampunk que se ajusta perfectamente a la temática de la antología, corta, sencilla y entretenida.

Blood and stardust de Laird Barron

Este relato, inspirado claramente en Frankenstein, triunfa en la creación de una atmósfera opresiva en la que los detalles de la brutalidad de los personajes pueden pasar desapercibidos en la historia. Este escenario está increíblemente bien descrito, pero el desencadenante del final de la historia parece un poco traído por los pelos. Es una lástima que esa parte no se haya pulido un poco más.

A more perfect union de L.E. Modessit, Jr.

Aplicar la ciencia a las elecciones para obtener los resultados deseados es el sueño de todo político, pero no así de todo ciudadano.

Rocks Fall de Naomi Novik

Una conversación al borde de la muerte entre un superhéroe y un supervillano que da a entender que no todo es blanco y negro. Se queda en poca cosa, creo que podría haber dado más de sí.

We interrupt this broadcast de Mary Robinette Kowal

Ese aire retro de tarjetas perforadas y cálculos matemáticos a mano es lo que hace especial este relato ambientado en la guerra fría. De los mejores de la antología.

The last dignity of man de Marjorie M. Liu

La premisa de esta historia es interesante, en el mundo real existe una multimillonario de la familia Luthor al que su madre nombre Alexander. Como una profecía autocumplida, dedica sus recursos a parecerse a Lex Luthor cuando no es esa su verdadera forma de ser. Creo que la historia pretende tener un mayor calado moral del que yo soy capaz de extraerle, pero no descarto una relectura.

The Pittsburgh Technology de Jeffrey Ford

A Jeffrey Ford lo descubrí gracias al estupendo blog Cuentos para Algernon, y tengo el firme propósito de investigar más su ficción corta. Esta historia, que parte de una premisa tan interesante como la oportunidad de cambiar tu vida mediante el uso de la tecnología y que está muy bien escrita, no llega a acabar de convencerme. Creo que el autor juega a no dejar clara la verdad, pero no llega a rematar el relato.

Mofongo knows de Grady Hendrix

Por alguna extraña razón, los gorilas inteligentes son un recurso bastante utilizado en los superhéroes, especialmente en los del sello DC. En este relato, Grady Hendrix homenajea a estos tebeos de la eda dorada de los tebeos y también a los relatos puros de aventuras como “Las minas del Rey Salomón”. A su vez, es un recordatorio de nuestro paso temporal por este mundo, tengamos las capacidades que tengamos. Por desgracia, la prosa y la historia no están a la altura de las ideas que se pretenden plasmar.

The food’s taster boy de Ben H. Winters

Esta irregular historia pone fin a la antología. Aunque el transfondo pretende inculcarnos la necesidad de seguir teniendo metas para que la vida tenga sentido, la ejecución no me ha gustado, aunque la resolución si.

En general, la antología me ha parecido de menos calidad que otras recopiladas por John Joseph Adams, quizá debido a que la premisa en la que se basaba era demasiado restrictiva y las historias han sido repetitivas o fuera del ámbito de la colección.

The mad’s scientist guide to world domination (I)

madDebido a la longitud de la reseña, he tenido que dividirla en dos.

Dentro del pack que el editor John Joseph Adams pone a disponsición de los votantes a los Hugo, ha incluído “The mad’s scientist guide to world domination” una recopilación de relatos que me ha dejado un gusto agridulce.

Professor incognito apologizes : an itemized list de Austin Grossman

El tema de esta antología parece creada ex profeso para Austin Grossman, el autor de la divertida “Muy pronto seré invencible”.

En este relato la novia del villano en cuestión (Professor Incognito) accede a su sancta sanctorum secreto y se dispara un programa en el que un holograma se disculpa por los fallos de su relación… y otras cosas.

Divertidísimo.

Father of the groom de Harry Turtledove

Otro relato de eso que te tienen con la carcajada al alcance de la siguiente línea. Un científico loco mezclado con los planes de boda de su hijo. Es gracioso aunque se queda solo en el chiste.

Laughter at the academy : A field study in the genesis of schizotypal creative genius personality disorder (SCGPD) de Seanan McGuire

Parece que el tono general de la recopilación es humorístico, ya que este tercer relato también tiene esa tendencia, aunque no tanto como los anteriores. De una forma sutil, Seanan equipara las ciencias sociales con las ciencias puras, algo que se ha intentado con anterioridad. En este relato detecto ciertos paralelismos con la comparación entre la ciencia ficción hard y soft, aunque seguramente sea una interpretación mía y no la intención de la autora.

Letter to the editor de David D. Levine

Poco a poco va cambiando el tono de esta antología y aunque no se pueda decir que “Letter to the editor” sea un cuento serio, sí que es cierto que expone la carrera de un científico loco desde un punto de vista novedoso. Aunque no llega a ser de estilo epistolar, el cambio del típico narrador omnisciente le viene muy bien.

Instead of a loving heart de Jeremiah Tolbert

La metáfora del hombre de hojalata del mago de Oz como ayudante robot del científico loco de turno le permite a Tolbert hablar sobre temas como la dualidad irreconciliable entre el arte y la ciencia, e incluso vislumbrar la Singularidad. A pesar de estos temas tan interesantes, la historia es demasiado corta para ir más allá de la simple anécdota. Aunque salgan nazis malvados, algo que siempre es de agradecer.

The executor de Daniel H. Wilson

Este relato sobre una IA que gestiona la herencia de una familia a la que hay que vencer para tener acceso a la riqueza está un poco metido con calzador en la recopilación, ya que no hay “científico loco” como tal.

Con clarísimos tintes anime, es más interesante el entorno que vemos en algunos retazos de la historia que la narración en sí.

The angel of death has a business plan de Heather Lindsley

Retomando un poco el tono humorístico con el que empezaba la antología, en este relato se hace uso de una figura algo rebuscada, un consejero para supervillanos, que les ayuda con los problemas habituales : monólogos interminables que permiten al adversario escapar, fijación por la destrucción del archienemigo…

El relato es gracioso y además la línea final le da un último giro que lo completa.

Homo perfectus de David Farland

David Farland explora en este relato las repercusiones de la investigación farmacéutica llevada a su extremo. Dividido en varias partes como si se tratara de un menú de restaurante, el resultado final es una inquietante historia que da mucho que pensar sobre nuestro origen animal controlado por feromonas y nuestro futuro.

Ancient equations de L.A. Banks

Otro relato que se puede encajar difícilmente dentro del marco del “científico loco”. Un genio se autoimpone un ascetismo desmesurado para evitar la contaminación de las grandes compañías, pero que no es capaz de superar su soledad y recurre a métodos arcanos para encontrar compañía. Del montón.

Rural singularity de Alan Dean Foster

Si te dicen que no toques algo en el laboratorio de un científico loco, lo mejor es que no lo toques. Pero la curiosidad periodística supera cualquier precaución.

Me gusta la idea del entorno rural en el que se desarrolla la historia y es divertida.

Captain Justice saves the day de Genevieve Valentine

Otra aproximación a la idea Heather Lindsey, en la que los científicos necesitan ayuda para tareas tan comunes como la logística de aprovisionamiento de materiales. Pero hay que saber siempre a quien se contrata.

The mad’s scientist daughter de Theodora Goss

Este relato se aprecia aún más por salirse de la tendencia semihumorística que tiene toda la recopilación y es que la tristeza está presente en todas sus páginas. Las hijas de los científicos malvados más célebres han de pagar en su vida del día a día por los pecados de sus padres.

A pesar del nombre, no tiene nada que ver con la novela “The mad’s scientist daughter” de Cassandra Rose.

Ancillary Justice

ancillary“Ancillary Justice” está en boca de todo el mundo en esta temporada alta de nominaciones a premios en la que nos encontramos. Aparece en la lista de lecturas recomendadas por Locus, está nominada a los premios Kitschies y se la menciona en muchos más sitios, por lo que decidí leerla para ver si cumplía las expectativas que se habían creado en los mentideros de la ciencia ficción.

En el univeso del libro las naves espaciales funcionan como algo a medio camino entre la mente colmena o colaborativa y la inteligencia distribuida, ya que la propia nave controla muchísimos cuerpos humanos que ejecutan labores propias de la tripulación. Estos cuerpos, los “ancillaries” son los vencidos en las guerras de conquista del imperio Radch.

Si os suena de algo este modelo de esclavitud futurista no es de extrañar, porque es uno de los muchos aspectos para los que la autora se ha basado en la estructura del imperio romano. La división de los ejercitos en centurias y decurias, por ejemplo, así como la necesidad de continuas guerras de anexión para obtener los recursos con vistas a mantener la calidad de vida de los ciudadanos del imperio. El propio concepto de ciudadanía sigue el ideal romano, así como la adoración a los dioses propios y la asimilación de los dioses extranjeros asemejándolos a los que ya existen en su panteón.

Todo esto no nos debe llevar a confusión. Es útil tomar como referencia a los romanos para sentar las bases del imperio, pero lo realmente interesante del libro es la idea de una nave de la que su tripulación es parte intrínseca y qué ocurre cuando se rompe está conexión, así como explorar las posibilidades que esta comunicación y esta ubicuidad da a las naves (y a otros personajes).

El tema principal del libro es, en palabras de Odo de Sense of Wonder, “La multiplicidad en la unidad y la unidad en la multiplicidad”. Con este mecanismo, la autora puede llevar esta novela y las siguientes a explorar temas muy profundos como lo que es “ser una persona” en contraposición a “formar parte de un colectivo”.

Un recurso estilístico que ha creado bastante polémica es el hecho de que siempre se utilice el pronombre femenino para referirse a cualquier persona, ya que en la cultura de origen de la protagonista no existe diferenciación entre sexos, pero fuera de ella le resulta difícil saber de qué forma dirigirse a un hombre o a una mujer, algo fundamental. Aunque otras personas lo consideran acertado para mí no pasa de simple anécdota.

Pensando sobre este tema recordé una reciente lectura, la antología “We see a different frontier” donde mediante una aproximación distinta se tratan temas similares, como la expansión anexionista de los imperios (cultural o material) y las grandes diferencias lingüísticas entre los conquistadores y los conquistados.

La novela no está exenta de fallos, aunque se disimulan si estás interesado en ver en qué acaba la historia, como ha sido mi caso. Hay muchas casualidades que hacen avanzar la trama. Un arma que resulta ser fundamental en la trama me recuerda poderosamente al libro “Jack Glass”. En ocasiones resulta confuso saber quién está hablando y con quién, aunque quizás esto sea un efecto buscado dada la multiplicidad de caracteres que se aúna en algunos personajes. La escala de tiempo es muy grande en ocasiones, las naves pueden vivir miles de años pero la finalización es un poco apresurada para dar pie a una continuación que quizá no hacía falta, pero que creo que la leeré para ver si Leckie ha pulido estos defectos en la que, no lo olvidemos, es su primera novela.

We see a different frontier

WSADF-cover-3Tenía mucha curiosidad por leer esta recopilación de relatos que versan sobre el postcolonialismo desde el punto de vista de los “colonizados” y aunque la portada es de las que podría participar y ganar fácilmente cualquier concurso a la más fea del año, eso no me echó atrás a la hora de adquirirla.

El tono general de los relatos es mucho más pesimista de lo que me esperaba, si bien es cierto que la homogeneización cultural que estamos sufriendo todos bajo el “rodillo hollywoodiense” es palpable en cualquier lugar, parece que a veces miramos hacia otro lado al afrontar este hecho. Sin embargo, los escritores de esta selección no dudan en mostrarnos en toda su crudeza el sufrimiento de la asimilación a la que se han visto abocadas muchas culturas. Y la mayor prueba de esta cultural genérica es que escriben en inglés, el mismo idioma que está unificando las culturas.

The arrangement of their parts de Shweta Narayan

Este corto relato con toques cyberpunk  es un buen comienzo para la antología, mezclando dos historias con un final muy similar.

Pancho Villa’s Flying Circus de Ernest Hogan

Mezclar a Pancho Villa con Tesla es una idea original, pero el relato se queda solo en eso.

Them ships de Silvia Moreno-García

En esta historia se ve cómo la colonización afecta de forma distinta a quienes ya daban todo por perdido. Muy previsible.

Old domes de J.Y. Yang

Este relato sí que me ha gustado. La idea de que la renovación urbanística de las ciudades requiere “asesinar” los espíritus guardianes de los antiguos edificios que van a ser derruídos es muy original.

How to make a time machine do things that are not in the manual o The Gambiarra Meethod de Fabio Fernandes

Un relato de viajes en el tiempo siempre es una buena oportunidad para contar una historia, y aunque este relato empieza muy bien, con el descubrimiento de una máquina del tiempo en un ascensor con realidad virtual, al final se acaba deshaciendo sin llegar a buen puerto. Una lástima.

A bridge of words de Dinesh Rao

Este es el relato que más sobresale de la antología, ya que trata acertadamente temas de gran calado como la pérdida de la identidad de los pueblos y la problemática del mestizaje, de no pertenecer a ningún pueblo y ser un extraño en todas partes.

Droplet de Rahul Kanakia

Esta historia de traiciones y tradiciones resulta algo confusa. ¿Han de seguir los hijos los pasos de los padres?

Lotus de Joyce Chng

A Joyce la conocemos más en este blog por su alias J. Damask y sus obras YA “Wolf at the door” y “Obsidan Moon, obsidian eye”, pero también se defiende bien en distancias más cortas.

En esta ocasión, nos encontramos en un mundo postapocalíptico en el que la vida se desarrolla de manera errante en barcos. ¿Habremos aprendido la lección o seguirá el egoísmo controlando nuestras vidas?

Dark continents de Lavie Tidhar

Lavie escribe con una facilidad envidiable, pero el estilo de sus historias siempre es rebuscado, a veces de forma excesiva. En este caso se mezclan la reubicación de los judíos tras la Segunda Guerra Mundial con distintas líneas temporales  posibles. Un relato complejo.

A heap of broken images de Sunny Moraine

Hacer visitas turísticas guíadas al escenario de un genocidio es algo muy duro, sobre todo cuando el guía es de la raza exterminada y los visitantes de la raza culpable. Este relato es difícil y exigente.

Fleet de Sandra McDonald

Quizá esta historia pierde parte de su fuerza por el protagonista, ya que el hecho de ser una mujer en el cuerpo de un hombre desvía la atención sobre los implantes de los que hace gala y de la propia narración. A lo mejor si hubiera estado más centrado me hubiera gustado más.

Remembering Turinam de N.A. Ratnayake

De nuevo la pérdida del lenguaje propio como herramienta utilizada para la asimilación por los colonizadores es el hilo conductor de este interesante relato.

I stole the D.C.’s eyeglass de Sofía Samatar

Esta mezcla entre magia, tradición y la relación entre dos hermanas me ha parecido fallida.

Forest of the night de Gabriel Murray

Pequeño relato con toques de terror e intriga que de tan previsible resulta perfectamente olvidable.

What really happened in Ficandula de Rochita Loenen-Ruiz

Lejanísimamente inspirada en un suceso real, esta historia de resistencia y sacrificio es de las más poderosas de toda la recopilación.

La recopilación me parece más importante por subir a la palestra el postcolonialismo y la asimilación cultural que por la calidad de los relatos en sí, que aunque existe no es especialmente destacable salvo algunos destellos.

ACTUALIZACIÓN : No sé como, pero se me ha pasado comentar este relato,

Vector de Benjanun Sriduangkaew

El año pasado en las nominaciones a los Hugo voté una historia de Benjanun porque me pareció espectacular (Courtship in the country of machine-gods). Aunque este relato no llega a este nivel, es bastante bueno también.

Una nueva aproximación a la intoxicación cultural de los colonizados que se expande como un virus. Pero también se puede luchar de la misma forma.

Obsidian Moon, Obsidian Eye

obsidianEn “Obsidian Moon, Obsidian Eye” continuamos con las vivencias de Jan Xu, a la que conocimos en “Wolf at the door”, escrito por Joyce Chng bajo el pseudónimo J. Damask.

En esta ocasión el conflicto implica a otros seres fantásticos pertenecientes a la Myriad, a la vez que la autora profundiza en el mundo espiritual que rodea Singapur.

En el libro vemos como las rencillas del pasado son las semillas de los conflictos del futuro, aunque en ningún momento la autora pretenda dar lecciones de moralidad ya que se tiene claro desde el principio que los personajes tienen claroscuros, sus necesidades y sus fallos son reales. La principal preocupación de la protagonista es su familia, pero como líder de los lobos tiene que mantener un difícil equilibro entre la vida doméstica y la organización del clan.

Del mismo modo, Joyce tiene que manejar varias tramas en la historia, dos de ellas temporales (el presente y el pasado que fue la causa de los problemas) pero además añade una nueva dimensión espiritual que aunque es fundamental para el desarrollo de la trama acaba por resultar confusa. La autora no consigue salir totalmente airosa de este malabarismo y el ritmo de lectura se resiente cuando la narración pasa al plano místico.

El entorno en el que se desarrollan las “aventuras” por así llamarlas de Jan Xu es espectacular, la mezcla de personas, formas de vida, naturaleza y urbanismo en el crisol que es Singapur tiene un reflejo estupendo en el libro, al igual que es destacable la utilización de la mitología asiática que tan poco conocemos por estos lares.

Aunque la lectura es entretenida, creo que le falta algo más de empaque a la narración y claridad en la exposición para acabar de ser redonda. Aún así, no dejaré de darle otra oportunidad a la autora con su trilogía Rider.

Nota : en esta edición se ha incluído un utilísimo apéndice con las expresiones en diversos idiomas o dialectos (singlish, cantonés) que se utilizan en el libro. No dejéis de utilizarlo porque facilita mucho la comprensión del relato.

The Atrocity Archives

the_atrocity_archivesMezclar la computación con el fin del mundo no es nada nuevo, solo hay que recordar el estupendo relato “Los nueve billones de nombres de Dios” de sir Arthur C. Clarke para ver que este recurso se ha utilizado desde los comienzos de la ciencia ficción. Sin embargo, si añadimos unos toques de fantasía muy oscura y algo de horror lovecraftiano, el resultado es menos previsible.

Esto es lo que hace Charles Stross en sus Atrocity Archives y lo debe hacer bastante bien ya que va por la cuarta entrega de la serie “The Laundry Files”, que el año pasado ganó el Locus de Fantasía.

El autor cuenta con sólidos conocimientos informáticos de los que hace gala en el libro, aunque están aderezados con toques chtulianos, nazis malvados y en general, cualquier bicho con demasiados tentáculos dispuesto a sorbernos el seso (la traducción es mía pero es casi literal). Esto tiene su gracia, sobre todo cuando todo el planeta está envuelto en una trama conspiranoica para que no conozcamos esta terrorífica realidad y podamos seguir viviendo nuestras vidas como si nada. El protagonista de los dos relatos es Bob Howard, un administrador de sistemas de “The Laundry”, agencia hipersecreta del gobierno británico destinada a lidiar con horrores cósmicos que pretenden devorarnos en cuanto nos despistemos. Bob se aburre de su trabajo de oficina, y quiere trabajar como agente de campo, con los riesgos que ello conlleva.

Parece que una novela de espías por fuerza ha de tomar como referencia a James Bond, cuando se supone que el trabajo de un espía es pasar desapercibido. Stross no cae en ese error, aunque la parafernalia de armas, amuletos y gadgets variados de los que tiene que hacer uso Howard no tiene nada que envidiar de cualquier producto de la imaginación de M.

Los dos relatos de esta primera entrega (“The atrocity archives” y “The concrete jungle”) están plagados de referencias que harán las delicias de cualquier persona con curiosidad por conocer las fuentes de inspiración del escritor. El primer relato en particula hablar de Wolfenstein y es innegable la influencia del famoso videojuego en toda la trama, aunque el desarrollo sea incluso más macabro. ¿Y qué decir de la ironía de llamar a su superior Angleton, como James Jesus Angleton?

Mi favorito sin embargo es “The concrete jungle”, porque me parece algo más terrenal (sin serlo en demasía) y porque trata un tema muy polémico desde un óptica (nunca mejor dicho) distinta. ¿La proliferación de cámaras de televisión en todas partes pone en peligro nuestra intimidad?

Tampoco todo van a ser alabanzas, la prosa del autor es un poco enrevesada y utiliza en demasía los mismos recursos, por ejemplo Bob pierde más el conocimiento que Homer usa la cortinilla de estrella., y las quejas sobre la burocracia y el presupuesto, aunque divertidas, pueden llegar a resultar cansinas.

En resumen, un libro divertido que no pasará a la historia de la ciencia ficción, pero que tampoco es lo que pretende.

Martian Sands

martian-sands-En 1941, antes del ataque de Pearl Harbour, un extraño personaje se materializa ante el presidente de los EE.UU. y le ofrece la posibilidad de terminar con la guerra de forma rápida mediante ayuda militar del futuro.

Con esta premisa tan interesante comienza “Martian Sands” en la que el autor israelí mezcla varias líneas temporales y realidades alternativas dando rienda suelta a su imaginación. Aparecen sus temas fetiche, como los nazis, las historias de detectives, los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial pero aún así no me acaba de convencer.

Otras buena idea que aparecen en la narración es la “crianza” de forma biológica de las Inteligencias Artificiales, denominadas the Others, que tienen una relación casi simbiótica con algunos humanos, a pesar de la profunda incomprensión mutua. ¿Y qué decir de los simulacros de antiguos políticos israelís para el gobierno?

En esta compleja novela de Lavie Tidhar tenemos elementos que recuerdan al Dick más conocido (como en “Ubik”), pero aunque la prosa es de bella factura y las ideas originales, al final no se exponen claramente, de forma que el libro se queda en un intento fallido de uso de los universos paralelos. Aunque el material de partida podría haber dado más de sí, al final no me fue posible saber cuál era la finalidad de la novela. Es posible que con una relectura me quedaran las cosas más claras, pero no es un esfuerzo que desee realizar.

No return

no-return-by-zachary-jerniganMe siento a escribir esta reseña con sentimientos encontrados, ya que aunque las ideas de las que hace gala Zachary Jernigan son muy llamativas y su prosa está trabajada hasta extremos insospechados, me parece que en esta su primera novela peca un poco de ambición (quizá el mejor pecado para un escritor), y desea abarcar tanto que acaba sufriendo problemas de ritmo, desembocando en un final abrupto.

La historia tiene dos líneas con protagonistas claros, quizá destinadas a encontrarse en algún momento futuro de la acción pero sin interacción clara entre ellas.

Por una parte, se va a celebrar un torneo de lucha entres las distintas facciones religiosas que pueblan el mundo (divididas principalmente en Adrashi, a favor del dios Adrash; y Anadrashi, en contra) y vemos como tres personajes (Vedas, Berun y Churl) de origen muy distinto y motivaciones aún más variopintas aúnan sus fuerzas para el largo viaje que les queda por delante hasta llegar al lugar del torneo (no me digáis que no os recuerda a Goku y su torneo de artes marciales porque no me lo creo). Los combates están recreados en toda su crueldad, rozando a veces el gore, algo que también está presente en las escenas, muy explícitas; de sexo.

Por otra parte, asistimos a las luchas de poder entre los magos de la Universidad, cuyas capacidades les permiten viajar al espacio y sobrevivir en el vacío en su búsqueda de conocimiento sobre el dios Adrash, que habita en este medio.

Zachary Jernigan pone sobre la mesa temas muy controvertidos como las creencias religiosas y el sexo de una forma deshinibida y atractiva. Define el sistema monetario basándose en el intercambio de partes del cuerpo de los antiguos habitantes del planeta, ya que poseen propiedades mágicas. Existen incluso constructos con capacidad de raciocinio, una suerte de robots programables recargables mediante energía solar. El libro por tanto es una mezcla de elementos fantásticos y de ciencia ficción que puede recordar a “Illium” de Dan Simmons o aviso spoiler la tetralogía de “La espada de fuego” de Javier Negrete.

Este despliegue de ideas y temáticas resulta apasionante, al mismo nivel que la historia que se desarrolla en ambos hilos, pero el problema está en el ritmo. Un relato de viajes ha de verse salpicado forzosamente de anécdotas o pequeñas aventuras para no caer en la repetición, y aunque el autor lo intenta, no consigue que todo el desplazamiento resulte igual de interesante. La historia de los magos sí que está más equilibrada y la existencia de conspiraciones dentro de conspiraciones hace que sea de lo más adictivo del libro.

Sin embargo, el mayor escollo con el que nos encontramos es un final abierto, que podría ser bienvenido si se tratase de una serie de novelas, pero que con un epílogo poco claro deja abiertas más incógnitas de las que resuelve y nos hace ver que quizá todo lo que hemos vivido con los personajes no es sino un pequeño esbozo de la crisis que se avecina. ¿Se cumplirán las expectativas? Tendremos que esperar a la siguiente entrega.

Wunderwaffe

Wunderwaffe_front_cover-03_mlCuando leí la primera entrega del Apollo Quartet de Ian Sales, “Adrift on the Sea of Rains” dije que:

En la Luna se estaban llevando a cabo una serie de experimentos con un artefacto nazi llamado The Bell — Utilizando este recurso pero sin explicarlo (lo cual es mejor para la credibilidad de la historia)

Lo que no sabía entonces es que ya existía un relato corto que también giraba entorno al uso de The Bell por parte de los nazis, llamado “Wunderwaffe”, pero en cuanto estuvo en mi poder, no tardé nada en leerlo.

En esta ocasión, Sales nos sorprende con un relato menos apegado a la historia de lo que nos tiene acostumbrados, aunque de nuevo en el entorno de la realidad alternativa en el que tan a gusto parece encontrarse. Conjungando elementos tan variopintos como la Sociedad Thule, las conspiraciones mágicas nazis y las investigaciones en física más avanzada de la época logra construir una historia autoconclusiva en un tono más ligero del habitual pero que también se agradece.

Del mismo modo, la utilización de personajes que existieron en la realidad pero cambiando el desarrollo de su vida consigue despertar el interés por conocer más de la vida de estas personas.

“Wunderwaffe” es una buena oportunidad para conocer la obra de Ian Sales y acercarnos a este autor tan interesante.