Leviathan Wakes fue nominado a los premios Hugo de este año, junto con Among Others, Danza de Dragones, Embassytown y Deadline. Solo por esto ya merecería tener una reseña en este blog. Pero, si además se puede encuadrar en un género tan propio de la ciencia ficción como es la space opera, se convierte en un libro cuya lectura parece casi obligada.
Bajo el seudónimo de James S.A. Corey se ocultan dos autores relativamente noveles como son Ty Frank y Daniel Abraham. El hecho de no conocer su otras obras hace que me sea imposible compararlas, pero parece que lo normal es que la escritura “a cuatro manos“ de resultados mediocres (siendo el último ejemplo de esto Rapture of the Nerds, de Cory Doctorow y Charles Stross).
La acción se situa en el sistema solar que ha sido parcialmente colonizado por los humanos, ya que la Tierra, Marte y el cinturón de asteroides están habitados. La distancia entre los hábitats y la diferencia de la vida desarrollada en los pozos gravitatorios de los grandes planetas y las pequeñas colonias de las lunas y asteroides establecen un caldo de cultivo perfecto para que surja el conflicto cuando se descubre abandonada una nave de los mundos exteriores que parece haber sido atacada por marcianos.
En este escenario se encuentran los dos personajes que narran la historia, Miller y Holden. Miller es un policía de Ceres, que se obsesiona con un trabajo de “rescate” de Juliette, una joven que huyó de casa de sus padres en la Luna y a la que estos quieren raptar para que vuelva al hogar. Es un personaje amargado, alcohólico y que se encuentra en pleno descenso a los infiernos, pero al que esta misión puede redimir. Holden en cambio es el segundo al mando del carguero espacial que encuentra la nave abandonada. Su idealismo y confianza en que la gente puede tomar la decisión adecuada si dispone de toda la información puede provocar mayores conflictos que los que pretende resolver.
Con este comienzo la historia da un giro inesperado cuando encuentran a Juliette y a lo que lleva con ella. Megacorporaciones sin escrúpulos investigando vida alienígena con una posible guerra interplanetaria de fondo.
Este libro es un homenaje a la ciencia ficción “de la vieja escuela”, ya que tiene toques de Heinlein (con la mención de unidades familiares con varios padres y madres) o física precisa como la de Asimov (las armas que se utilizan en el espacio no tienen retroceso ya que son los propios proyectiles los que están autopropulsados). Sin embargo, también tiene ciertos toques de horror que me recuerdan a Sturgeon y de pura novela negra. Una mezcla que podría ser interesante pero que no acaba de funcionar.
Para mí, la causa de que esta no sea una novela redonda es la caracterización de los personajes, que no dejan de ser arquetípicos y que varias de las ideas que aparecen en ella ya las he visto antes y mejor contadas. (Sin entrar en spoilers, el final me ha recordado mucho a cierta historia de Tom Strong).
Leviathan Wakes es entretenido, divertido por momentos y de fácil lectura, pero no llega a ser más que un libro recomendable. Para leer excelente space opera, lo aconsejable es escoger cualquier libro de “La Cultura” de Banks, aprovechando su 25 aniversario.
Muy interesante! Mucho éxito en tus lecturas y tus comentarios, ¡te seguiremos atentos!
Gracias, tus consejos me sirven de mucho.
Me apunto de lo de La Cultura de Banks. Este tipo de libros del espacio me encantan. Muy buena crítica!!!!!!!
Sigue asi.
Gracias. Los de Banks te van a encantar. Puedes empezar con Pensad en Flebas o El jugador.
La verdad es que a mí Leviathan Wakes me decepcionó bastante. No es que sea un libro malo, pero me parece muy poco original y totalmente prescindible.
Ya oí vuestra opinión en los verdhugos. Si hubiera una clasificación se podría decir que es del montón. Pero siempre intento sacarle lo bueno a los libros que leo, es una manía.