A Wizard’s Guide to Defensive Baking

En esta ocasión la nueva obra de T. Kingfisher está orientada a un público más juvenil que sus series Clockwork o Paladin y se nota. El estilo y el humor está presente, esa sensación reconfortante que me ocasiona la lectura de su obra, pero la trama es más maniquea y simplificada. Esto no quiere decir que sea malo, solo que no es tan bueno como las obras a las que estoy acostumbrada últimamente con esta autora.

La protagonista de la historia es Mona, una joven que trabaja en la panadería de sus tíos y que tiene un don poco común: es capaz de hacer magia con el pan. No solo controla que suba correctamente en el horno, también es capaz de hacer bailar a los muñecos de jengibre y tiene un “familiar” hecho de levadura al que llama Bob. Por desgracia para Mona, su vida dará un giro de 180 grados cuando descubra un cadáver en la panadería.

A Wizard’s Guide to Defensive Baking es una historia simple pero entrañable, que contiene una moraleja que exalta la imaginación y las capacidades de todos, aún cuando se piense que solo los grandes despliegues de habilidad pueden tener importancia. Se basa mucho en el humor al que ya nos tiene acostumbradas la autora, exponiendo lo evidente y provocando la risa, como cuando el fiscal le pregunta a Mona por qué iba tan temprano a la panadería y ella le responde que es que esos son los horarios que se manejan en una panadería. Directo, sencillo, efectivo.

No obstante, la obra presenta problemas de ritmo, porque hay páginas y páginas en las que no sucede nada, por ejemplo mientras Mona se oculta de sus perseguidores y su único contacto con el exterior es a través de un nuevo amigo. Cierto, le sirve para pulir sus habilidades y experimentar, pero es un tiempo muerto que no le sienta bien a la lectura. Tampoco me gusta la delimitación tan clara entre los buenos y los malos, es que no falta por exponer ninguna virtud de los primeros ni ningún defecto de los últimos, comprendo que el público al que está orientado la obra quizá no esté para muchos matices de gris, pero algo de detalle tampoco habría sobrado.

A Wizard’s Guide to Defensive Baking es una obra menor dentro del corpus de T. Kingfisher, pero no por ello deja de ser entretenida. Puede ser una excelente puerta de entrada a la fantasía para un público joven.

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