Tenía muchas ganas de ver cómo podía funcionar una novela de inspiración claramente cyberpunk, pero sin que exista internet en el mundo futuro que nos muestra Jon McGoran. La respuesta simple es “funciona, pero no demasiado bien”, pero para no ser injustos con el autor, mejor si me explayo un poco más en la explicación.
El protagonista de la novela es Armand Pierce, un mensajero del Gremio, que como todos los que llevan a cabo este trabajo, lleva una cadena de titanio fusionada a los huesos de su muñeca. El sistema financiero se tambaleaba tras la caída de internet en las ciberguerras y la vuelta al papel moneda como único medio de intercambio, pero la confianza en los mensajeros nunca ha decaído, ya que se sabe que arriesgarían su propia vida si no llevaran a cabo la entrega. Normalmente lo que se mueve son grandes cantidades de dinero, pero al comienzo de The Price of Everything Pierce descubre que lo que eran fajos y fajos de billetes ahora solo es polvo, y el receptor del paquete decide tomarse la justicia por su mano.
El mundo que nos muestra Jon McGoran parece más una vuelta al pasado donde los gangster campan a sus anchas que una predicción del futuro tras la destrucción de internet, así que funciona más como relato de enfrentamiento entre bandas que como novela especulativa. En ese sentido, sí que se respira ese ambiente noir de peligro constante en cada desplazamiento de Pierce e incluso esa especie de código de honor de la mafia del siglo pasado. No obstante, en la parcela especulativa, la novela se queda bastante corta y los supuestos giros de guion son tremendamente previsibles. La recreación del desastre climático solo aparece cuando le conviene al autor, con zonas inundadas en los momentos adecuados y también como justificación de la cruzada personal del protagonista contra el sistema.
Los personajes carecen de carisma en general y son bastante arquetípicos. Esto tampoco ayuda a la suspensión de la incredulidad para sumergirnos en el relato. Por contra, las escenas de acción sí que están bastante bien narradas y son atractivas. The Price of Everything es una novela normalita que necesita de la ciencia ficción para contarse, pero que opta más por el thriller que por la especulación. Su principal problema es que deja bastante indiferente al lector.