El mapa del caos

mapacaosDe forma resumida, El mapa del caos es un estupendo colofón a una trilogía de ciencia ficción que puede ser de las más importantes de literatura patria. Pero claro, si seguís conmigo durante unas cuantas líneas más, quizá pueda explicar algo más mi opinión sobre este libro que, a pesar de su longitud; he devorado en pocos días.

La prosa de Félix J. Palma continúa embelesando a sus lectores. El gaditano la utiliza para hacer prestidigitación con unos personajes y tramas complejas, que en manos de otro autor menos ducho podrían habernos deparado algún que otro quebradero de cabeza. Si bien es cierto que los cambios de puntos de vista, e incluso de universo en determinados tramos de la narración resultan un tanto bruscos, puede que este sea un efecto buscado por el autor para que sintamos el caos que tan apropiadamente titula la novela.

Los personajes están trazados con mano firme y, aunque se nota el especial cariño de Palma por H.G. Wells (que será protagonista de toda la trilogía), el resto del elenco no queda a la zaga. Incluso se permite un guiño final que hará las delicias de los lectores de fantasía más avezados. La aparición de Lewis Carroll es corta pero imprescindible para el desarrollo de la novela aunque me gusta especialmente Arthur Conan Doyle, transformado en una fuerza de la naturaleza que arrasa con todo lo que se interpone en su camino. Las vivencias por las que pasan los personajes son acordes con algunas de las anécdotas que conocemos de la vida real de los famosos escritores, lo que dota de más profundidad a una historia ya de por sí muy completa.

El ambiente es algo que también cabe destacar en la novela. La época victoriana tiene algo que atrae a muchos autores, quizá sea la fe en el progreso de la que se hacía gala en aquel momento o tal vez el imperialismo. El caso es que, además de ser el gérmen del steampunk; ofrece muchos recursos que facilitan al autor la tarea de situar al lector en la acción.

Sobre la edición del libro me gusta mucho la inclusión de ilustraciones en su interior, obra de Claudio Sánchez Viveros y que podéis ver en este enlace. Hay alguna que otra errata suelta, que resulta incluso graciosa, pero por lo general la edición es bastante correcta.

Se ha hablado bastante sobre el orden de lectura de los libros, y una vez que ya los he acabado creo que el adecuado es el de publicación. Aunque Palma intenta no desvelar los secretos de las entregas anteriores, es indudable que el disfrute será pleno si no tenemos conocimiento previo de la historia. El mapa del caos es el adorno final de esta trilogía victoriana.

Algo que no me ha convencido del todo es el ritmo de la novela. A pesar de comenzar con una historia que podríamos tildar de steampunk y que es un muy buen inicio, rompedor y desafiante, la intensidad decrece por momentos. Afortunadamente en los instantes finales de este encaje de bolillos en que se ha convertido nuestro mapa del caos, el autor consigue cerrar las tramas de forma acertada e imbuir de sentido de maravilla la historia. La complejidad intrínseca a la novela, con muchos caminos y vericuetos que cartografiar en nuestra ruta, no debería ser impedimento para el disfrute de una lectura exigente pero gratificante.

The royals : Masters of War

royalsEl guionista Rob Williams y el dibujante Simon Coleby han unido sus esfuerzos para crear este The royals : Masters of War.

La premisa de la historia y la ubicación temporal parecían hechas a medida para mí. No es la primera vez que leo sobre la Segunda Guerra Mundial, incluso hay series enteras dedicadas a la acción de los superhéroes en el conflicto armado (recuerdo por ejemplo la JSA). Lo original de este cómic es que los superpoderes solo los poseen las familias reales, cuanto más pura la sangre, mayor poder.

Esto nos deja con un teatro de operaciones del enfrentamiento muy distinto al que estamos acostumbrados a ver. EE.UU. nunca ha tenido una dinastía poderosa, mientras que los monarcas de Japón y Reino Unido pueden remontar sus árboles genealógicos durante siglos. La situación en la Rusia postzarista también es distinta.

Sin embargo, un pacto de no agresión por parte de las dinastías principales coloca la guerra en un status quo del que no parece que se pueda salir.

Es una lástima que con una premisa tan interesante, la historia se pierda en fuegos de artificio y conflictos morales poco interesantes. Los giros y sorpresas de la trama son totalmente previsibles y el desarrollo, pobre. El enfrentamiento entre los hermanos herederos del trono británico es, directamente, risible.

En el apartado gráfico, resulta impresionante el detallismo de Coleby a la hora de retratar las caras más conocidas de la historia como Churchill y Hitler, así como la labor de documentación sobre la tecnología de la época. La composición de las páginas, sin embargo, da lugar a algunas escenas algo confusas.

El resultado final es un tebeo del montón con el que pasar el rato, pero que no merece mucho la pena.

Relatos seleccionados para Alucinadas

Me es muy grato anunciar cuáles han sido los relatos escogidos para formar parte de Alucinadas y el relato ganador. Aquí los tenéis, en orden alfabético:

1. Nieves Delgado – Casas Rojas
2. Yolanda Espiñeira – El método Schiwoll
3. Felicidad Martínez – La plaga
4. Layla Martínez – Bienvenidos a Croatoan
5. Laura Ponce – La Tormenta
6. Teresa P. Mira de Echeverría – La Terpsícore
7. Sofía Rhei – Techt
8. Lola Robles – Mares que cambian
9. Carme Torras – Memoria de equipo
10. Marian Womack – Black Isle

El relato ganador, escogido tras muchas deliberaciones, ha sido :

Teresa P. Mira de Echeverría – La Terpsícore

También me complace anunciar que como extra contaremos con la presencia de toda una gran dama de la ciencia ficción como es Angélica Gorodischer. Desde aquí queremos agradecer su increíble disposición y accesibilidad.

El prólogo lo ha escrito una editora de tanto renombre internacional como es Ann Vandermeeer, que en todo momento se ha implicado en el proyecto, leyendo los relatos en español y ayudando a las editoras con su buen hacer.

Como curiosidad, aquí os dejo dos gráficos en los que se resumen los datos de participación por países y categorías.paises temática

Libro gratis : WOM

womDurante el día de hoy se puede descargar de forma gratuita el libro WOM.

Aquí os pongo la sinopsis:

Un gerente corrupto, un informático fan de Star Wars que sueña con comprarse una Harley, un ladrón filósofo y sus amigas actrices, una alumna de bachillerato y su lejano amigo digital, un político al borde de la úlcera, un policía insomne, un videojuego… y ese problema que existe para cada solución.

Los premios Ignotus: 1991 – 2000

ignotus91Tenía muchas ganas de leer esta recopilación de relatos premiados con el Ignotus y he de decir que no me he sentido defraudada en absoluto. Los artículos que acompañan a la ficción son también muy acertados, escritos desde el punto de vista de grandes conocedores de la materia como son Juanma Santiago (modo Abuelo Cebolleta ON) y Mariano Villarreal. También incluye unas estadísticas de las votaciones que resultan fundamentales  para un volumen de estas características.

1991: La estrella, Elia Barceló

La confrontación entre la nostalgia por el tiempo pasado y la necesidad de avanzar hacia el futuro se encuentran reflejadas en este relato. Visitar el origen de la humanidad siglos después de haberlo abandonado por la radiactividad puede dar lugar a hallazgos increíbles.

Me gustan las dos narraciones paralelas y complementarias que utiliza Barceló para desarrollar el relato. Aunque el tono onírico de una de ellas no me acaba de convencer entiendo que es para forzar la idea de “lo extraño” y cohesionar la narración.

1992: A tumba abierta, Rafael Marín

Este relato podría haber sido perfectamente el precursor de Battle Royale (1999) o se puede considerar inspirado en Los inmortales (1986), entendiendo la historia como un enfrentamiento en el que solo puede quedar uno.

Si bien la base no es excesivamente original, el desarrollo es tan envolvente y lleva el ritmo de una manera tan fluida que lo único que quieres es ver quién consigue proclamarse victorioso en esta lucha a muerte. Los habituales guiños de Marín (por ejemplo, protagonistas con nombres de dibujantes de cómic…) también están presentes. Un aspecto que destaca es la crudeza de las descripciones, que el gaditano lleva a extremos insospechados, quizá buscando una mayor respuesta emocional por parte del lector. En ocasiones llega a ser repugnante.

1994: Estado crepuscular, Javier Negrete

Por cuestiones de derechos no se ha podido incluir en la recopilación* el relato ganador de 1994. En su lugar se ha publicado otro relato de la misma época del autor, donde vemos reflejados algunos de sus temas favoritos que luego desarrollaría en obras posteriores, como los “dioses” que juegan con estados cuánticos o la marcada influencia de la cultura griega.

El relato en sí me parece sin embargo poco llamativo, el amor más allá de las fronteras de la mortalidad y el desafío al poder son temas muy vistos.

1995: Castillos en el aire, Rodolfo Martínez

Sabemos que Rudy es fan de Isaac Asimov. Este hecho, aunque se pone de manifiesto explícitamente en el relato del año 1996, también se puede intuir en “Castillos en el aire”. Con una historia corta de base científica que recuerda a algunos cuentos del buen doctor.
Me gustaría saber qué piensan los habitantes de Tabernas sobre este relato.

1996: El robot, Rodolfo Martínez

Para alguien que haya disfrutado los cuentos de robots de Asimov y sus disquisiciones sobre las Tres Leyes de la Robótica, esta historia le vendrá como anillo al dedo, pues se trata de una nueva vuelta de tuerca sobre las posibilidades de libre albedrío que estas leyes permiten a los robots.

1997: El bosque de hielo, Juan Miguel Aguilera

Ya había leído este relato en la Antología de ciencia ficción española, pero una segunda lectura me confirma las buenas sensaciones que recuerdo de aquella vez. Ciencia ficción dura jugando con escalas temporales muy diferentes.

1998: Mi esposa, mi hija, Domingo Santos

Este cuento me parece el más flojo de la recopilación, porque me resulta inconcebible pensar en la clonación con los fines que tiene el protagonista. No sé si el premio sería también un agradecimiento a la carrera de Domingo Santos, pero no creo que el cuento sea destacable.

1999: El decimoquinto movimiento, César Mallorquí

Con una prosa trabajada que fluye con una naturalidad envidiable, Mallorquí nos relata un enfrentamiento que trasciende el tiempo, en una partida de ajedrez en la que importa menos el resultado final que la partida en sí.

2000: En las fraguas marcianas, León Arsenal

Esta narración sobre una expedición en un Marte colonizado hace tiempo tiene un cierto regusto a western, a historia de la frontera que le viene bien. La duda sobre si se deben respetar las tradiciones de otras culturas es algo que se nota en toda la trama. Aunque no es mi favorita, se trata de una lectura agradable.

Recopilar la narrativa breve que ha sido premiada con el premio de género más longevo de la ciencia ficción y fantasía española era un trabajo necesario que hay que agradecer a Sportula. Este volumen es historia viva de nuestro género y hay que recibirlo como tal.

* En la recopilación en ebook. En la versión impresa sí que está incluída.

La onda Septimus

septimusLos tebeos de Blake y Mortimer me han acompañado desde hace tanto tiempo que ya no recuerdo cuando leí por primera vez La marca amarilla. Acostumbro a hacerme con las nuevas entregas de estos personajes cuando son publicadas, pero en esta ocasión se me adelantaron y me la regalaron para mi cumpleaños (parece que me conocen).

Sobre el tebeo en sí, el trabajo gráfico de Antoine Aubin y Étienne Schréder comienza de forma espectacular. Increíblemente fiel al trabajo original de Edgar P. Jacobs, las primeras páginas son un derroche de talento y da gusto regodearse en algunas imágenes muy detalladas, en los gestos expresivos de los personajes o los fondos trabajados. Sin embargo, conforme avanza la lectura del álbum (bastante extenso, ya que llega a las 70 páginas) el dibujo empieza a fallar. No sé si habrá sido debido a los plazos impuestos por la editorial o a alguna otra razón, pero hay algunas páginas que no sé si merecen pertenecer a esta serie icónica.

Con todo, lo peor no es el aspecto gráfico. El guión deja mucho, pero que mucho que desear. Un desvarío detrás de otro, una nave espacial oculta en el más profundo subsuelo, una plaga que se expande sin causa clara… Es una auténtica lástima que con este despropósito se quiera continuar uno de los mejores tebeos de Blake y Mortimer, cercenando la posibilidad de seguir una historia que merece mucho la pena.

Me hubiera gustado poder hablar de alguna de las referencias metaliterarias que aparecen en La onda Septimus o de la relación con otras entregas como El secreto del espadón, pero por desgracia todo queda empañado por el pésimo guión.

Tiempo de sembrar piedras

sembrarpiedrasA pesar de haber leído casi todas las novelas publicadas por el escritor Tim Powers, he de reconocer que su ficción breve era una gran desconocida para mí. Con ocasión de la recopilación publicada por Gigamesh decidí poner remedio a este fallo con la colección de los que, según afirma el propio autor, “son sus mejores relatos”.

Dondequiera que se oculten

Aunque Powers es principalmente conocido por su faceta fantástica, también tiene algún relato que se puede considerar ciencia ficción o que al menos contiene elementos de ciencia ficción.  El tratamiento de los viajes en el tiempo para cambiar la historia es corriente en estas historias, pero la ambientación y el “anclaje” del viajero me parecen muy interesantes.

Un alma embotellada

Curioso relato en el que el autor vuelve a exponernos algunas de sus obsesiones (presencias fantasmales, escritores malditos, influencia del alcohol en lo sobrenatural). Me encanta que el protagonista se gane la vida con la compra venta de libros antiguos que rebusca por los mercados de ocasión y que este hecho sea pertinente para la narración. Muy recomendable.

El camino de bajada

El precio de la inmortalidad es arrancar el alma de un nonato para ocupar su lugar. Un precio que algunos elegidos están más que dispuestos a pagar para continuar su existencia a lo largo de los siglos. Éste es el terrorífico punto de partida del relato “El camino de bajada” donde tiene lugar una reunión de estos seres, parásitos de los efímeros humanos.

La historia está muy bien llevada, con algunas escenas de miedo psicológico, sobre todo por la depravación de estos seres y su utilización como simples carcasas de los humanos.

El reparador de biblias

Dejar a los seres queridos atrás es siempre una acción muy difícil, pero apegarse a los recuerdos es aún peor. En este relato se nos ofrece condensado el modus operandi del autor estadounidense en su relación con los fantasmas pero también una ventana de esperanza para superar los miedos a la muerte.

Salvación y destrucción

De nuevo el protagonista es un experto en libros antiguos, que recibe el legado de una escritora que se suicidó años atrás. Cuando se pone en contacto con la albacea de la obra, comprenderá que en esta ocasión este negocio es distinto a los que está acostumbrado.

Me gusta  la idea de las distintas líneas temporales  y la posibilidad de futuros dispares según las acciones que se realicen en el presente que afectan al pasado.  Es fascinante que la traducción conlleve consecuencias tan terribles para el traductor, pero desgraciadamente la longitud de la obra no da pie a que se explore en profundidad la naturaleza mágica de los viajes en el tiempo o de las obras sumerias que se mencionan, por lo que la historia queda demasiado esquemática.

No tengo muy clara la traducción del título del relato, originalmente “Salvage and demolition” como “Salvación y destrucción”.

Tiempo de sembrar piedras

Situado en el tiempo que transcurre entre The stress of her regard y Hide me among the graves, gracias a este relato podemos conocer la historia de Trelawny y su esposa, mencionada en la segunda obra (recientemente traducida al español).

Es precisamente por esta relación tan estrecha con los otros dos libros que no se disfruta de la lectura totalmente si no se conoce toda la mitología del autor respecto a los nefilim. Pero si se han leído las otras obras, esta pieza encaja perfectamente en el puzle del autor, resultando en una lectura agradecida y no muy exigente.

En conclusión, esta breve antología es un complemento perfecto para los lectores a los que ya guste Tim Powers, pero no sé si la recomendaría como una puerta de entrada a la obra de este autor. Sus mayores virtudes (y algunos defectos) son más visibiles en obras de mayor extensión, que conforman el grueso de sus trabajos publicados.

El mundo de SIC

mundosicEsperaba con impaciencia esta última entrega de Cybersiones, la estupenda serie de relatos de ciencia ficción de Santiago García Albás que tan buenos ratos me está haciendo pasar. Las reseñas de las entregas anteriores las podéis consultar en estos enlaces (1, 2 y 3).

Lo cierto es que me he sentido un poco decepcionada con esta historia sobre realidades virtuales. La acción se sitúa en el futuro en una estación espacial donde el único entretenimiento cuando se acaba el turno de trabajo es un simulador de batallas muy inmersivo. Estas batallas recrean acontecimientos históricos, enfrentamientos de muy diversa índole (desde las guerras napoleónicas a batallas espaciales) donde el autor vuelve a poner de manifiesto su conocimiento de la historia militar, algo de lo que ya hizo gala en una entrega anterior de Cybersiones y que dota de profundidad al escenario.

Hasta aquí, nada muy distinto de un World of Worldcraft elevado a la enésima potencia. Tras cada combate las puntuaciones dirimen quiénes ocuparán los cargos de más responsabilidad en  la batalla siguiente. Un sistema aparentemente justo que impide a los jugadores perpetuarse en el poder y que premia la valía de los subalternos. Aparentemente.

Me parece destacable el humor con el que el autor ha sabido impregnar los principios de la narración. También se puede observar cierta crítica social, sobre todo en lo referente a los trabajos en el Mundo Real TM, quizá como contraste con las apasionantes vivencias del juego.

El desarrollo de la historia no me ha parecido tan coordinado como las historias anteriores y diría que existen ciertos problemas en la trama. En ocasiones las reglas son tremendamente rígidas y en otras no tanto, en una suerte de deus ex machina que permite arreglar las situaciones de la forma más beneficiosa para el protagonista. También la separación entre mundos, que se supone inviolable, actúa como una membrana osmótica en vez de como una barrera.

La mezcla de mundo real y mundo virtual es un terreno bastante explorado por la literatura de ciencia ficción, lo cual no quiere decir que no se puedan encontrar obras novedosas al respecto. Mi problema es que El mundo de SIC recorre caminos ya transitados y no me aporta nada nuevo. Sin embargo, hay otras personas que no opinan lo mismo que yo. Por ejemplo, Miquel ve muchos más aspectos positivos que yo.

¿Cuál es tu opinión sobre El mundo de SIC? ¿Y sobre Cybersiones?

Iris

irisIris ha significado para mí un reto lector, pero he de decir que el esfuerzo ha valido la pena. Me encuentro fascinada por la amplitud de recursos estilísticos utilizados en esta novela.

La primera dificultad con la que nos encontramos es el lenguaje utilizado. Edmundo crea una nueva forma de hablar, una suerte de spanglish escrito casi fonéticamente. Aunque no llega a los extremos de Banks con El artefakto, es necesaria una inmersión considerable por parte del lector para entrar en el juego de alusiones y sentidos velados que propone el autor.

Una vez soslayado este primer obstáculo, podemos disfrutar de las distintas perspectivas desde las que asistimos al desarrollo de la trama. En cada uno de los cinco capítulos en los que se divide Iris cambia el punto de vista, y en consecuencia, la forma de escribir y de exponer los hechos. Vemos como la prosa va cambiando, es más o menos sofisticada dependiendo de quién lleva la voz cantante. Asímismo, cambia la longitud de los capítulos, con lo que la lectura va variando el ritmo, algo que se agradece.

Los dos pilares en los que se sustenta el libro son la religión y las drogas. Me gusta en especial cómo la zona colonizada mantiene una dura pugna religiosa con las creencias importadas por los invasores, en una lucha desigual. La dualidad religión-droga es imperante en toda la novela, en algunos momentos me ha parecido que el verdadero hilo conductor de la historia eran las distintas reacciones a las muchas drogas presentes en Iris, cada una con un efecto distinto sobre el cuerpo humano.

También resultan especialmente impactantes las imágenes que se nos presentan cuando los personajes están bajo los efectos de estos viajes alucinógenos. La principal herramienta para hablar del pasado son estas distintas sustancias (jün, danshen, paideluo…) que se utilizan como vía de escape de estos horribles hechos que han desencadenado la huida a Iris, un lugar del que no se vuelve.

Es en esos flashbacks donde se muestra la parte más descarnada y vil del ser humano. El pasado de muchos personajes rebosa rencor y odio, provocando que esas almas torturadas acaben en Iris, quizá buscando una salida, una mejora. Lo que acaban encontrando, sin embargo, no es lo que esperaban.

Un tema que se trata también en esta gran novela es el racismo, en varias vertientes. El desdén con el que se trata a los naturales de Iris, superado por el desprecio a los nacidos de la mezcla de sangres es similar al que se siente por la presencia de artificiales, cyborgs indistinguibles de los humanos base.

¿Es esta una nueva visión sobre el colonialismo? Para mí sí, aunque no lo parezca es el tema principal de la narración. Quizá nos distraigan los fuegos de artificio de las sustancias psicotrópicas que emanan del libro. El escenario en el que se utiliza a los nativos para extraer los bienes de sus tierras en beneficio de los opresores nos es sobradamente familiar. No obstante, la utilización de forma mayoritaria del punto de vista de los opresores contrasta con las tendencias actuales de dar voz a los colonizados, como en We see a different frontier.

Definitivamente, ésta es una gran obra que hay que leer.