A Coin for the Ferryman

Lo mejor que puedo destacar de este libro es que me ha hecho reír, pero como estoy segura de que esa no era la intención original de la autora, me temo que este resultado no es ningún halago para A Coin for the Ferryman, un intento de novela con viajes en el tiempo que roza lo absurdo.

El argumento en el que se basa la novela es bastante manido, utilizar una máquina de viajes en el tiempo en este caso para extraer una figura histórica de su contexto y estudiarla a fondo para luego proceder a devolverla justo al momento en que desapareció, de forma que no se altera el continuo espacio tiempo ni hay posibilidad alguna de paradoja temporal. Si bien un libro escrito con estos fundamentos no ganaría ningún premio a la originalidad, es cierto que dependiendo de la ejecución puede dar lugar a una lectura más o menos interesante.

Me temo que Megan Edwards no lo consigue.

Partiendo de la base de que el viaje en el tiempo y su explicación apenas superan un párrafo de todo el libro, ya tenemos que empezar con un acto de fe. La metáfora que se utiliza es que el tiempo es un bloque de hielo que no se puede cambiar, que lo que ha sido seguirá siendo y ya está. Esto, viniendo de un premio Nobel cuya principal aportación al proyecto es… ser premio Nobel. No creo que a la autora le hubiera venido mal echar un vistazo a Time Travel : A History de James Gleick, aunque solo fuera por darle una pequeña pátina de plausibilidad a la novela.

Vale, A Coin for the Ferryman no va a distinguirse ni por su originalidad ni por su verosimilitud, así que tendremos que recurrir a otra cosa… ¡Rápido! ¡Los personajes! Pues nada, aquí también hemos pinchado en hueso.

El desarrollo de los personajes es rocambolesco en grado sumo. La que se puede definir como protagonista de la narración, Cassandra (menos dos puntos de originalidad por el nombre), es una joven que en su primera noche como escort en Las Vegas se topa con el millonario de turno que a lo Pretty Woman en vez de querer acostarse con ella decide becarla para que estudie clásicas, aprovechando que ella en su juventud dio clases de latín conversacional y parece que se le da bien. Os aseguro que no me estoy inventando nada, que todo esto viene en el libro. ¿Os parece poco? Las carcajadas que se escucharon en casa cuando el plan del premio Nobel por si alguien oye a Julio César hablando en latín resultó ser hacerlo pasar por un señor andorrano que habla un dialecto del catalán todavía resuenan. El millonario que beca a Cassandra resulta ser expiloto de helicópteros en Vietnam, algo que también viene muy a mano en el libro. ¿Os he comentado que en los pocos párrafos dedicados al pasado a Julio César su mujer le llama Juli cuando le va a advertir contra los idus de marzo? Mira, Juli, piénsatelo antes de ir al Senado, que tengo un mal pálpito.

El cúmulo de despropósitos y casualidades del libro se siguen amontonando conforme vas pasando las páginas, o van transcurriendo los minutos de la narración, como es mi caso porque lo escuché en audiolibro. El trabajo de Mark Ashby es encomiable, consigue no reírse con cada ocurrencia de la escritora y eso ya tiene su mérito.

Podría seguir comentando algunas cosas más del libro, pero ¿para qué hacer más sangre? Os recomiendo encarecidamente no acercarse a esta novela a menos de cinco metros. Vuestra cordura me lo agradecerá.

Absynthe

Absynthe es la primera incursión de Bradley P. Beaulieu en la novela de ciencia ficción, aunque antes ya había escrito algún que otro relato. Beaulieu es conocido principalmente por su obra de fantasía, con las sagas Lays of Anuskaya y The Song of the Shattered Sands. Sentía mucha curiosidad por este cambio tan marcado en su carrera, tanto es así que Absynthe está firmado con pseudónimo como Brendan Bellecourt, así que aproveché la oportunidad que ofrecía el propio autor de reseñar la versión en audiolibro de la novela.

En primer lugar diré que se me ocurren pocos nombres que hubieran podido ser más adecuados para el libro. La absenta, esa bebida de artistas que buscan el olvido está inextricablemente unida al despertar de los recuerdos del protagonista, un veterano de guerra con lagunas de memoria. Lo que para otros es la causa de las ausencias para él comienza a ser el principio de la cura.

Nos encontramos en unos Estados Unidos alternativo, en la década de los 20 del siglo pasado, cuando el país se recupera de una guerra contra una coalición formada por Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá. El mundo es diferente al que conocemos, aunque la ambientación del comienzo de la narración sí que recuerda a los “años felices” de nuestra realidad, con cierto toque steampunk. A mi entender aparecen algunas incongruencias como la existencia de autómatas sentientes sin que haya una “infraestructura científica” (por llamarla de alguna manera) que haya podido dar lugar a este desarrollo, aunque más avanzado el libro empezaremos a encontrar explicaciones.

La novela gira en torno a los poderes mentales de sugestión e ilusión, dando lugar a un ambiente tremendamente paranoico que nos retrotrae a la Guerra Fría en su momento cumbre. No sabes de quién puedes fiarte, porque no puedes hacer caso a tus sentidos. En este aspecto, la novela juega de manera muy acertada con las expectativas, o la falta de ellas, del lector. La base científica de la historia recuerda en cierta manera, a Tade Thompson, pero la obra del británico me resulta más sólida.

No obstante, también es cierto que las novelas donde se hace uso de estos juegos de humo y espejos pueden ser un tanto decepcionantes si eres capaz de adivinar el resultado del juego que plantea el autor y en este caso, no sé si por experiencias anteriores o por casualidad, veía venir el final con bastante antelación.

En cuanto a la narración Simon Vance es muy buena. Consigue que la inmersión en la historia sea total, con un tono pausado y una dicción encomiable, aunque en ocasiones pueda sentirse algo fría.

Creo que resulta un buen debut en el género para el autor, que ha conseguido una novela cerrada al contrario de lo que es su costumbre, porque sus obras normalmente siempre se enmarcan en sagas. Espero con curiosidad sus siguientes incursiones en el género, aunque creo que lo siguiente que va a publicar volverá a ser fantasía.

Null Set

No habla muy bien de una novela que una de las características que más me ha llamado la atención sea un truco de producción del audiolibro, pero es que con Null Set me ha pasado eso. La labor de Lauren Fortgang es muy recomendable en la locución, pero sobre todo me ha encantado esa sensación de eco con la que representan el descenso a la locura de la protagonista, cuando oye voces contradictorias en su cabeza.

Null Set es la segunda entrega de la serie Cas Russell, que comenzó con Zero Sum Game. Por desgracia, lo que llamaba más la atención en aquella primera entrega, la acción trepidante, se encuentra aquí más racionadas y hay más escenas introspectivas que no le hacen ningún favor a la obra. Entiendo que es necesario dar más profundidad al personaje porque si no iba a quedar como un simple mata-mata, pero creo que la autora no consigue su objetivo.

La trama, basada en la manipulación mental y los juicios de valor, es un poco enclenque. Merece más la pena ver cómo el pasado de la protagonista es un abismo al que ni siquiera puede acercarse, por miedo a verse absorbida por él. No obstante, se repite hasta la saciedad un esquema, en el que aparecen personajes que desean ayudarla pero a los que ella misma no les permite acercarse víctima de una inquietante paranoia que está muy bien trazada.

El escenario de partida del libro, provocado por los hechos acontecidos en Zero Sum Game ya deja a las claras que no estamos en Kansas, Totó. Los Ángeles está hundida en un caos de violencia sosteniendo la cordura a duras penas, con los jefes de la mafia dispuestos a enfrentarse por la migaja más pequeña de ganancias. Cas se ha propuesto Acabar con el crimen TM, pero quién sabe si sus acciones son las que terminarán inclinando definitivamente la balanza de un lado u otro. Es necesario desactivar la incredulidad desde muy al principio de la novela, y leer casi con el piloto automático puesto para no ver las contradicciones en las que cae la protagonista.

He perdido el interés en saber cómo sigue la serie y creo que eso es casi lo peor que se puede decir de una segunda entrega.

The Inheritance of Orquídea Divina

A veces hay que salirse de los caminos por los que circulamos normalmente para descubrir historias nuevas. En este caso, un libro adherido al realismo mágico y que representa la tradición sudamericana que nos dará a conocer una saga familiar salpicada de magia.

The Inheritance of Orquídea Divina es una saga familiar, la historia de Orquídea Montoya y sus hijos, que tras cuatro matrimonios os podéis imaginar que no fueron pocos. No obstante, Zoraida Córdova en ningún momento apabulla al lector con el árbol genealógico, salvo en la primera parte de un capítulo, porque aunque la familia es extensa, queda claro desde el principio que los puntos de vista van a ser solo 4 (que tampoco es que sean pocos, pero es una cifra manejable).

Orquídea es la hija bastarda de una joven que la considera un error de juventud y cuando su madre se casa y tiene hijos comprende que nunca tendrá un lugar en su corazón. Partiendo de esta base, busca su destino enfrentándose a las adversidades pero en ocasiones sucumbiendo ante ellas.

Me gusta cómo se vertebra la novela alrededor de este personaje, que parece no saber cómo querer a los demás y vive en constante miedo de que su pasado le alcance. Son numerosos los flashbacks para ir conociendo su historia y están muy bien equilibrados con cómo se desarrolla la historia en el presente, dando al lector información privilegiada de la que los nietos de Orquídea no disponen, presentando ante nosotros un juego asimétrico entre lo que van descubriendo y lo que en realidad se conoce. De hecho, durante la lectura me interesaba más esta parte ya transcurrida que la trama contemporánea.

No obstante, lo que más me ha gustado del libro es el tratamiento casual de la magia como algo inherente a la vida cotidiana. Ya conocía la especial relación de las culturas centroamericanas con sus difuntos, pero el hecho de que algunos aspectos mágicos estén totalmente aceptados en el día a día (la aparición de la noche a la mañana de una mansión, un rosa floreciendo en el centro de la frente de un bebé…) aporta un tono onírico y maravilloso a la realidad más mundana.

Se trata de un libro emotivo y repleto de secretos que no descubre todos sus misterios al lector. Y la interpretación del audiolibro por parte de Frankie Corzo me parece muy adecuada al tono misterioso de raíces iberoamericanas que transluce en toda la obra.

A Spindle Splintered

La verdad, no sé qué tienen Alix E. Harrow y sus libros, son más adictivos que las pipas. A Spindle Splintered es una novela corta, apenas 3 horas de audiolibro, pero es que encima parece menos de lo entretenida que estás mientras lo escuchas.

Esta publicación es la primera entrega de una saga titulada Fractured Fables, que tiene una pinta parecida a la de Wayward Children de Seannan MacGuire, con múltiples posibilidades para expandir el mundo. En este caso, por que Harrow puede ir escogiendo cuentos tradicionales a los que darle una vuelta.

A Spindle Splintered podría parecer un retelling de La Bella Durmiente, pero es algo más que eso. Cierto que utiliza esta historia como base, pero es solo eso, la base para presentar un multiverso realmente atractivo que puede dar mucho juego. Lo primero que llama la atención del libro es el humor que desborda cada página, quizá un tanto macabro en algunos puntos porque al fin y al cabo la protagonista es una joven que por una enfermedad degenerativa sabe que su vida no será muy larga, pero es prácticamente imposible escuchar o leer esta obra sin tener una sonrisa en los labios.

Me gustan especialmente los temas que trata, la lucha contra la resignación ante un futuro impuesto, la sororidad y cómo algunas veces el amor que nos profesan los demás puede llegar a ser sofocante cuando intentan protegernos a toda costa. ¿Una novela de paso a la madurez? Posiblemente, pero con un tono marcadamente feminista y reivindicativo.

Además, la interpretación que hace Amy Landon en el audiolibro es perfecta, solo me parece un poco peor la interpretación de las voces masculinas, demasiado impostadas. Es cierto que da la impresión de habérselo pasado genial mientras estaba en el estudio de grabación.

La relaciones de amistad entre varios de los personajes son muy creíbles, al ver sus destinos entrelazados inexorablemente por las maldiciones que pueden ir sufriendo. Este movimiento llega a ser irrefrenable cuando es necesaria la colaboración de muchos personajes como una fuerza de la naturaleza desbocada.

Y aunque el libro es perfectamente disfrutable como entidad aislada, lo mejor es que ya sabemos que tendremos al menos otra entrega para seguir disfrutando de Alix E. Harrow. No os lo penséis mucho más y dadle un tiento a A Spindle Splintered, que seguro que no os defraudará, aunque como yo seáis incapaces de pronunciar el título en voz alta.

The Actual Star

Creo sinceramente que The Actual Star puede ser uno de los lanzamientos del año. Monica Byrne nos relata una saga multigeneracional en un solo libro con una estructura que parece engañosamente simple pero que luego se descubre como algo más intrincado y complejo de lo que pensábamos.

El libro presenta tres momentos separados por siglos pero que poco a poco iremos viendo que están relacionados. En el pasado, asistimos a la decadencia de un reino maya en lo que sería la actual Belice. En el presente o al menos en el momento contemporáneo, seguiremos los pasos de una adolescente en 2012, en plena fiebre del fin del mundo maya. Y en el último punto de vista, nos iremos al futuro lejano, con una sociedad totalmente cambiada por el cambio climático y que a mi entender es la parte más atractiva del libro, aunque el conjunto está bien compensado.

Y es que esta historia futura aporta muchas ideas interesantes. Los humanos son modificados genéticamente antes de nacer para ser hermafroditas, viven de manera nómada para aprovechar mejor los recursos que provee la Tierra tras el cambio climático, aunque ayudados por una tecnología bastante avanzada que no se especifica pero que está presente en todo momento. La definición de una persona se basa en tres ejes: genera, manera y prefera, dando lugar a todo un mundo de posibilidades para saber cómo dirigirte a la persona con la que estás hablando. Que todo el idioma hablado sea con género femenino es casi lo de menos.

Esta forma de vida nómada, llamada “la viaja”, está basada en los preceptos que sentó uno de los personajes de la rama de 2012, En esta vertiente del libro, una adolescente viaja a Belice, la patria de su casi desconocido padre para buscar sus raíces y su propia identidad. Al visitar los restos maya de una cueva tendrá una revelación, casi un síndrome de Stendhal. Es interesante la elección de una nación relativamente joven como es Belice para situar este punto de la novela, porque asistimos al paso a la madurez de la protagonista casi a la vez que el paso a la madurez del propio país.

La cueva que visitan en 2012 es dónde transcurren algunos de los hechos del otro punto de vista de la novela, con dos hermanos gemelos que son los mandatarios de un pequeño reino maya que se va hundiendo en el olvido, lejos de los momentos álgidos de sus antepasados. En esta parte de la trama toma mayor importancia la fantasía y la magia, los sacrificios humanos y las tradiciones mayas que nos han llegado hasta ahora, o bien que nos imaginamos que fueron así porque hay muy pocas referencias. La autora admite haber seguido la documentación existente pero es cierto que también ha tenido que recurrir a la imaginación.

Lo mejor del libro para mí sobre todo es la parte especulativa del futuro, pero hay que reconocer que al estar enraizada en las otras líneas temporales todas tienen cierta importancia. También os digo que el hecho de utilizar indistintamente inglés y español, a veces sin traducir este último, puede llevar a confusión a un lector anglófono, pero a mí me resultaba bastante cómodo, excepto con la utilización de algunas palabras con género cambiado porque sonaban raras en mis oídos.

El libro también tiene algunos puntos menos brillantes. Uno de los que más me ha llamado la atención es la traducción de the actual star en inglés como la estrella actual en español, que entiendo es un false friend , y me extraña mucho que se haya dejado pasar cuando se ha puesto tanto cuidado en otros aspectos. Según una conversación mantenida con la autora, cuando hace referencia a the actual star se refiera a la estrella en ese momento, así que he sido yo la que ha malinterpretado la referencia. Hay una cierta fijación con las autolesiones que pueden estar justificadas, por decir algo, en alguno de los puntos de vista por la cultura imperante, pero en los otros no me lo parece. Relacionado con lo anterior, hay cierta querencia por describir exhaustivamente algunas escenas especialmente violentas, pero no llega a resultar inquietante.

Por cierto, el libro lo he escuchado y es estupendo el trabajo de los varios narradores, Carolina Hoyos, Kareem Ferguson y Gisela Chipe, cada uno encargado como es lógico de un punto de vista. La edición física del libro trae mapas y glosarios de los que no he podido disfrutar, pero no por ello se ha visto entorpecida la lectura.

Espero ansiosa que podáis leer esta obra para comentarla con vosotros.

No hay lobos en Tesakowa

Descubrir la abundancia de audiolibros de algunas editoriales pequeñas en mi servicio de suscripción y lanzarme a devorarlos ha sido todo uno. Empecé por No hay lobos en Tesakowa, recomendado por Borja Bilbao, a pesar de que la portada de la edición en papel del libro no era precisamente de mi agrado. Pero ha quedado claro que no hay que juzgar un libro solo por su envoltorio exterior, ya que me he encontrado con una obra muy actual y atractiva.

La acción se sitúa en un punto indeterminado en el futuro, con un nuevo orden de gobierno mundial y planetas colonizados que son un Edén en comparación con la vieja Tierra, que ha quedado como campo de pruebas de armas y de la que se siguen extrayendo los cada vez más escasos recursos naturales. La narración recae sobre Basilisa Weise, una comandante del ejército a la que le encargan el desalojo de unos civiles de la zona de Tesakowa para que una enorme empresa pueda proceder a una campaña de fraking. A través de sus ojos veremos el presente y también conoceremos los episodios de su pasado que la han ido forjando hasta convertirla en lo que es hoy.

Mónica Cuartero mezcla de forma muy brillante la fantasía con la ciencia ficción, el entorno futurista con los cuentos tradicionales más ancestrales que se pierden en la noche de los tiempos pero que siguen influyendo en el imaginario popular. Utilizar estos mimbres para urdir un relato ecologista y antibélico no ha debido resultar fácil, aunque una de las cosas que más me maravilla es la atemporalidad del mensaje subyacente,

La narración de Marta Aparicio me ha parecido también estupenda. No negaré que en mi condición de hablante nativa de español aprecio mucho más la musicalidad de mi lengua materna que la del inglés a la que cada vez me voy acostumbrando más, así que es posible que sea un poco parcial en este juicio. Pero es que me ha parecido una interpretación del texto muy pero que muy acertada. Desde los cambios de tono para cada uno de los personajes, en especial los infantiles, al cambio onírico cuando se relatan las ensoñaciones mágicas de Basilisa la voz acompañaba al texto de una forma notable.

Hay otra publicación de la misma autora también disponible para su escucha y no creo que os sorprenda que os diga que no parará mucho tiempo hasta que le eche un oído.

The Golem and the Jinni

A los que piensen que solo leo novedades les diré que tienen toda la razón del mundo, pero también que a veces recupero algún libro que pasara por debajo del radar por la razón que fuera en su momento.

The Golem and the Jinni se publicó en español como Los viajeros de la noche (imaginación al poder), con traducción de Isabel Margelí y quizá no tuvo mucha repercusión dentro del fandom debido a que salió en una colección de literatura generalista, aunque es innegable su adscripción al género fantástico. O sí la tuvo y yo no me enteré, estas cosas pasan.

La novela se sitúa a finales del siglo XIX en la ciudad de Nueva York con dos personajes que por su propia naturaleza desconocen las relaciones humanas, pero se ven inmersas en ellas por casualidad. La autora aprovecha esta circunstancia para hablar sobre la sociedad de la época y sobre las comunidades judía y siria que se establecieron en la Gran Manzana, junto con la llegada de miles de inmigrantes de muy diversos orígenes. También sobre el libre albedrío y el hedonismo, sobre opciones vitales y diferencias entre hombres y mujeres.

Es un libro que está muy bien escrito y sobre todo que engarza de manera maravillosa las historias de los personajes secundarios con la principal. Cada una de estas aportaciones o de los flashbacks sobre el pasado del jinni y el del creador de la golem, son los ladrillos con los que Helene Wecker va creando su historia, sin que haya huecos perceptibles y unidos con la argamasa de la hipnótica prosa de la autora.

En la parte negativa cabe destacar que el libro es bastante largo y a veces el ritmo se vuelve algo pesado, un problema de sobra compensando con las cuestiones filosóficas que ya mencioné anteriormente y que dejan poso en el lector. El uso por parte de la autora de un momento de la historia en el que la inmigración era bienvenida y requerida para el sustento del país contrasta de manera casi dolorosa con la situación actual.

He disfrutado de la versión en audio de la novela, George Guidall hace una labor encomiable dando voz y personalidad a cada uno de los personajes.

Además, durante la lectura de la novela descubrí que ya está disponible la segunda parte, así que no descarto volver a la senda de las novedades con The Hidden Palace.

Meet Me in Another Life

Los caminos de las sugerencias de los sistemas de suscripción a audiolibros son inescrutables, así que cuando entre las recomendaciones salió Meet Me in Another Life de la para mí desconocida Catriona Silvey, pensé que tampoco pasaba nada por darle una oportunidad.

Se trata de una obra que utiliza los tropos de ciencia ficción desde una perspectiva supuestamente “más literaria” de la que estamos acostumbrados, mostrándonos en detalle las distintas vidas que los dos protagonistas van viviendo, con elementos comunes y otros muy distintos. Desde el principio no hay ninguna explicación sobre lo que está ocurriendo, pero el lector que haya tenido cierta experiencia con la ciencia ficción podrá tener una idea aproximada de lo que está pasando. No de toda la explicación, pero sí de la base sobre la que gira toda la novela.

Es una novela que hace mucho hincapié en los aspectos psicológicos de los protagonistas, a los que acabaremos conociendo del derecho y del revés conforme se van desarrollando sus diferentes vidas, aunque advierto que resulta complicado empatizar con ellos. A pesar de los cambios en cada episodio hay ciertos elementos constantes que pueden llegar a resultar irritantes, como la insatisfacción permanente de Thora o la laxitud moral cuando le conviene de Santi. Sin embargo hay otras partes que sí me convencen más. Un libro que veo perfectamente adaptable a un dramón taquillero, con su semilla de ciencia ficción pero su envoltura realista.

La narración del audiolibro por parte de Kristin Atherton es correcta, aunque las partes en español me chirrían un poco es un comentario un tanto injusto por mi parte, son pocas y se entienden.

En definitiva nos encontramos ante un libro que no está dirigido al público habitual de género, y que puede resultar por tanto corto en este aspecto para nosotros.

Paladin’s Grace

No sé si serán un guilty pleasure, pero leer las obras de T. Kingfisher situadas en el universo de Clockwork Boys me llena de tranquilidad y buenos sentimientos. Y eso que en un muy corto espacio de tiempo he leído cuatro historias y se le nota cierto patrón en cada obra, una especie de plantilla en la que la autora va marcando los puntos que caracterizan esta serie: protagonista madura, historia de amor en la que ambos personajes dudan del interés del otro, temas legales, tensión sexual in crescendo… Así que es posible que estas historias no acaben resultando una fiesta de originalidad, pero sí un paseo agradable por un camino conocido que nos reconforta.

La protagonista es Grace, una perfumista que sin comerlo ni beberlo se ve envuelta en una conspiración en contra de un dignatario de visita en la ciudad en la que reside. Me encanta que Paladin’s Grace sea el relato de una persona normal, no un guerrero ni un espía ni nada así, aunque a su alrededor sí que aparezcan estos personajes. Y me parece acertadísima que la mayoría de las descripciones se basen en el sentido del olfato como corresponde a su profesión, algo que no recuerdo haber leído desde El Perfume.

Su contrapartida en el título y en la propia novela es el paladín Stephen, un berserker que desde que murió su dios (hay que ver qué cosas pasan) vive atormentado por la posibilidad de que un desliz de lleve a un ataque de furia que no podrá controlar. En su torturada vida solo vive para servir a los demás, incapaz de comprender que aún habiendo perdido la gracia de su dios todavía quedan otras cosas que hacer durante su existencia. Un encuentro fortuito aunará su destino con el de Grace.

Entiendo perfectamente que todo esto suena a comedia romántica y es que Paladin’s Grace lo es, aunque el entorno sea fantástico. Entre sus mejores cualidades está precisamente el humor del que hace gala la autora, capaz de hacerte sonreír con los equívocos y situaciones absurdas que aparecen en la trama. Pero también hay algo más de trasfondo en la historia, como la trama secundaria en la que aparecen cabezas humanas sin origen claro o el ya mencionado espionaje. Y algunos personajes secundarios son de quitarse el sombrero, como la compañera de piso de Grace o la mandamás de la casa de la Rata, que juegan un papel relevante en la trama.

He podido disfrutar de la narración de la obra a cargo de Joel Richards, con un tono quizá más serio del que se podría presuponer para el contenido, pero que le sienta bastante bien sobre todo a la parte de enredo y malentendidos.

En definitiva nos encontramos ante un libro que no es novedoso, pero que no lo necesita, que nos hace reconciliarnos una vez más con el ser humano.