Vossoff and Nimmitz: Just a Couple of Idiots Reupholstering Space and Time, de Adam-Troy Castro

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Vote Beeblebrox, de la banda sonora original de la película The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy (SpotifyYoutube).

Adam-Troy Castro no es sólo uno de los escritores de relatos cortos más interesantes de la actualidad, sino que, además, posee una versalitidad realmente asombrosa. Se desenvuelve con igual soltura en la ciencia ficción pura y en el terror clásico, y en cualquier combinación intermedia que a uno se le pueda ocurrir. Pero una de las constantes que se pueden encontrar en casi todas sus obras es el humor. Absurdo a veces, muy negro en otras, pero siempre fresco e inteligente. Buena muestra de ello son, por ejemplo, la divertidísima“My Wife Hates Time Travel” o la ácida The Totals”, y, cómo no, la colección de relatos que hoy nos ocupa: Vossoff and Nimmitz, Just a Couple of Idiots Reupholstering Space and Time.

Este libro recopila las ocho historias que Castro ha escrito protagonizadas por Vossoff and Nimmitz, un par de personajes que vienen a ser los Laurel y Hardy del espacio. Vossoff, en concreto, sería El Gordo: siempre ideando planes supuestamente brillantes que no logran más que meter a ambos en un lío tras otro, mientras que El Flaco (es decir, Nimmitz), pese a su escasa inteligencia, ve venir el desastre a las primeras de cambio.

Al menos ése es el esquema que siguen las tres o cuatro primeras historias. A partir de ahí, Castro (con muy buen tino), decide introducir nuevos personajes y cambiar un poco el estilo de historia, algo que se agradece y aporta frescura. Son estas historias centrales del volumen las que mejores chistes y juegos de palabras tienen, además de contar con personajes mejor definidos y tramas más interesantes.

El libro, como es de esperar, está repleto de sentido del humor y de situaciones absurdas. Aunque la ambientación es de ciencia ficción, las distintas tecnologías con las que se encuentran los protagonistas (y sobre las que giran la mayor parte de las tramas) son totalmente disparatadas, muy al estilo de lo que uno se puede encontrar en las obras de Robert Sheckley (autor en el que Castro reconoce haberse inspirado) o Douglas Adams.

El tono, por tanto, es ligero e intrascendente, muy adecuado para pasar un rato divertido, pero puede resultar un poco cansino si se leen varios de los relatos seguidos, por lo que recomiendo intercalarlo con otras lecturas diferentes. Además, como uno se puede imaginar, las historias dependen casi exclusivamente de las ocurrencias y la chispa del autor, por lo que unas funcionan bastante mejor que otras y el resultado global acaba siendo algo irregular.

No quiero acabar la reseña sin señalar un problema que he encontrado en la edición en ebook de la editorial Jabberwocky que yo he leído: está repleta de erratas. Palabras repetidas; comas donde deberían ser puntos y puntos donde deberían ser comas; problemas de maquetación; errores tipográficos… Sinceramente, da la impresión de que no ha tenido ningún tipo de proceso de revisión ni de corrección. Un desastre imperdonable, máxime cuando el libro no es especialmente barato.

En definitiva, y a pesar de esos problemas metaliterarios, un libro entretenido y divertido, con momentos realmente graciosos. Lo recomiendo especialmente a seguidores de autores como Sheckley Adams o a todo a aquel que busque unos cuantos relatos con los que pasar un buen rato sin más pretensiones.

Nota: Esta reseña, publicada originalmente en Sense of Wonder, forma parte del Especial Humor organizado por El Fantascopio y Cuentos para Algernon.          

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