Foundryside

Una de las cosas que más me gusta de la fantasía es descubrir sistemas de magia. Si son atractivos y siguen reglas coherentes me encanta ver cómo el autor va buscando triquiñuelas para forzar las situaciones. El maestro absoluto de este arte es Brandon Sanderson con su famoso cuaderno, pero desde luego Robert Jackson Bennett no le ha ido a la zaga en Foundryside.

La acción tiene lugar en una ciudad dividida entre las zonas acordonadas de las poderosas familias de mercaderes y los barrios bajos que malviven entre los intersticios de los privilegiados, en una suerte de trasunto de las ciudades mercaderes italianas de la Edad Media pero con diferencias fundamentales. La principal, la tecnología basada en ese sistema mágico al que me refería anteriormente, que ha permitido una cuasi revolución industrial. Un poco a lo Las mentiras de Locke Lamora salvando las distancias.

El sistema se basa en unas instrucciones que se graban en los objetos, “convenciéndoles” de funcionar de una manera distinta a la habitual. Por ejemplo, si las ruedas de los carros creen que van cuesta abajo, no será necesaria tracción animal ya que se moverán solas. Esta flexibilidad se ve coartada por otras normas, como que cuanto más extraño sea lo que se le pide a las runas mayor dificultad habrá para crearlas y que el espacio físico para escribir es limitado. El escritor explora algunos atajos que se han ido creando, pero como el conocimiento que dio lugar a esta tecnología ya era fragmentado en un principio, las posibilidades que se esperan de la magia son mucho mayores de lo que se ha conseguido en la realidad.

Lo que más me gusta del libro es este sistema mágico, pero la narración también merece la pena. Aunque los personajes son bastante estereotipados, acabas cogiéndoles cariño porque son muy humanos. En este aspecto, no consigue alejarse de la fantasía urbana más típica, con sus pícaros y sus guardias enfrentados, en una partida de Policías y Ladrones a escala real.

No me gustaría dejar de señalar la labor reivindicativa con la que Robert Jackson Bennet ha creado el libro. Desde la lucha de clases, alegatos contra el esclavismo y la reivindicación de la igualdad de la mujer, todo tiene cabida en Foundryside, aunque no sea su principal objetivo.

La prosa del autor es muy accesible y explica con claridad tanto la magia como la situación social. Me gusta especialmente cómo entrelaza el mundo mágico con el mundo real sobre todo en las escenas de acción, que las hay y son espectaculares (imaginaos una espada que cree que pesa mucho más que su masa real y el daño que podría hacer bien manejada, por ejemplo). En ocasiones las conversaciones que tienen lugar mediante el pensamiento pueden acabar resultando confusas, pero creo que es más por un tema de maquetación que por la labor del propio escritor.

Aunque forma parte de una serie cierra bastante bien las tramas, por lo que no parece que sea imprescindible continuar con las siguientes entregas de la saga Founders. No obstante, me ha despertado la curiosidad y no me importaría seguir leyendo más cosas sobre este universo.

En esta ocasión, he tenido el honor de formar parte de una iniciativa coordinada para la publicación de Foundryside. Aquí tenéis los otros blogs que participan.