Traveler of Worlds : Conversations with Robert Silverberg

No acostumbro a leer muchos libros de no ficción, aunque debería. Hay algunos divulgadores que me parecen bastante buenos, como James Gleick pero por norma general doy mucha más importancia a la ficción que a la no ficción. Quizá por eso he tardado bastante en leer Traveler of Worlds : Conversations with Robert Silverberg.

Este libro no es un ensayo. Son las transcripciones de una serie de entrevistas (casi charlas) entre dos personas. Pero claro, cuando una de esas dos personas es Robert Silverberg, historia viva de la ciencia ficción, mi interés gana muchos enteros. El otro interlocutor es Álvaro Zinos-Amaro, que consigue entablar un diálogo muy atractivo, con preguntas certeras y guiadas para el lucimiento del Gran Maestro de la Ciencia Ficción.

No hay un hilo que conecte las preguntas unas con otras, aunque si se nota cierta consistencia de temas: la pasión de Silverberg por la comida, su increíblemente inmensa colección de libros, su decisión de dejar de escribir, su visión de futuro… Resulta aleccionador ver cómo se expresa una persona realmente culta, capaz de hablar sobre ópera o civilizaciones antiguas sin despeinarse.

También me gustan especialmente las pequeñas anécdotas que pueblan las páginas del libro, aunque en sus más de ochenta años de vida seguro que ha vivido muchas más. Con la suerte y la capacidad de poder dedicarse desde muy joven a escribir y conseguir una remuneración considerable por ello, Silverberg ha podido viajar a lo ancho del mundo.

Aunque no hace mucho hincapié en su extensísima obra, resalta algunos libros y relatos por encima de los demás, bien porque les tenga más cariño, bien porque le parezcan más redondos. Con una producción tan abultada, la simple gestión de los derechos y de las traducciones requiere mucho tiempo.

Me gusta que esta obra esté nominada a los premios Hugo de este año, creo que el trabajo realizado por Álvaro Zinos-Amaro es encomiable y recomiendo la lectura a cualquier interesado en la ciencia ficción.

The Best Science Fiction and Fantasy of the Year Vol. 11

O el año pasado fue muy irregular en cuanto a relatos cortos, o Strahan y yo ya no conectamos como antes. Esta antología ha resultado ser un tanto decepcionante, con pocas aunque honrosas excepciones.

The Future is Blue, Catherynne M. Valente

Aunque es demasiado surrealista para mi gusto, entiendo los puntos positivos de este relato. La tendencia actual a tratar el cambio climático encuentra aquí una nueva iteración. Me resulta interesante la idea de un viaje iniciático para encontrar tu propio nombre.

Mika Model, Paolo Bacigalupi

Es imposible leer este relato y no acordarse de “Casas Rojas” de Nieves Delgado. Es una aproximación parecida al tema de los robots sexuales, superior en prosa pero menos especulativa.

Spinning Silver, Naomi Novik

Un relato que parece ir por los cauces habituales en cuanto a relaciones con el mundo mágico y las hadas pero con algún que otro cambio intermedio que le permite salirse de lo corriente.

Two’s Company, Joe Abercrombie

Divertidísimo este relato de @LordGrimdark quien de una cosa tan común en la fantasía como cruzar un puente y encontrarse alguien en el camino es capaz de sacar oro.

You Make Pattaya, Rich Larson

Mezclando realidad virtual y filtros a lo que se ve muy del estilo de Crashing Heaven con algún que otro toque de The Wind-Up Girl de Bacigalupi, Larson nos ofrece una historia cyberpunk muy bien llevada.

You’ll Surely Drown Here If You Stay, Alyssa Wong

Una fantasía demasiado oscura para mi gusto. En este western se mezclan las danzas de los muertos con la búsqueda de un futuro.

A Salvaging of Ghosts, Aliette de Bodard

Un relato sobre la nostalgia por los seres queridos que quedaron atrás y cómo superar el dolor. No me parece de los más redondos de la autora, aunque tiene una belleza inherente.

Even the Crumbs Were Delicious, Daryl Gregory

Lisérgico relato en el que no he conseguido entrar. Para mí, un fallo en la selección.

Number Nine Moon, Alex Irvine

Poco que destacar de un relato muy clásico de supervivencia en el espacio.

Things with Beards, Sam J. Miller

Un retrato distorsionado sobre como intentar encajar en una vida que no reconoces como tuya y la aceptación de nuestro monstruo interior. Me interesa más la parte realista que la fantástica.

Successor, Usurper, Replacement, Alice Sola Kim

Un poco fuera de lugar en la antología ya que este relato parece más de terror que de fantasía. Un grupo de amigos reunidos que no pueden salir de un recinto cerrado, una extraña visita…

Laws of Night and Silk, Seth Dickinson

Dickinson busca la respuesta a la pregunta de si merece la pena el sacrificio de los hijos por el bien de los padres, como ya hizo en su momento LeGuin.

Touring with the Alien, Carolyn Ives Gilman

Con un giro final que no me esperaba para nada, una historia sobre la autoconciencia y la comunicación con una entidad totalmente ajena a nosotros. Invita a la reflexión.

The Great Detective, Delia Sherman

Delicioso pastiche holmesiano, mezclando steampunk y fantasmas. Una original aproximación al canon, que podría haber tenido cabida perfectamente en 221 Baker Streets.

Everyone from Themis Sends Letters Home, Genevieve Valentine

Inquietante relato sobre los peligros de la realidad virtual.

Those Shadows Laugh, Geoff Ryman

Ryman utiliza la biología para inventarse una especie “humana” aparte pero la protagonista de la historia falla a varios niveles. Una historia incompleta.

Seasons of Glass and Iron, Amal El-Mohtar

Con un tono marcadamente de fábula, Amal versiona cuentos antiguos para dejar un mensaje feminista. Interesante.

The Art of Space Travel, Nina Allan

Nina Allan es una escritora que mima cada palabra y esto se nota también en este relato, que se sitúa en un futuro no muy lejano, jugando con la percepción de una mente debilitada. Por desgracia, el final un tanto abrupto no le hace justicia.

Whisper Road (Murder Ballad No. 9), Caitlín R. Kiernan

Del mismo estilo “Interstate Love Song (Murder Ballad No.8)” pero con peor resultado. No llega a interesarme esta road movie truculenta.

Red Dirt Witch, N.K. Jemisin

Aunque entiendo y comparto el mensaje antirracista del relato, me ha parecido flojo.

Red as Blood and White as Bone, Theodora Goss

Revisión de un cuento infantil pero modernizado. No me acaba de convencer.

Terminal, Lavie Tidhar

Un relato muy lírico sobre la colonización de Marte. El riesgo y la aventura atraen a almas muy dispares hacia el mismo destino.

Foxfire, Foxfire, Yoon Ha Lee

Aunque me suele gustar el trabajo de Yoon Ha Lee y la premisa de mezclar leyendas antiguas con tecnología moderna me parece interesante, el resultado final es un relato un tanto precipitado. Me gustaría saber más sobres los zorros cambiaformas.

Elves of Antarctica, Paul McAuley

En la introducción Strahan hablaba de la tendencia de la ciencia ficción actual a hablar sobre el cambio climático, pero me parece excesiva la cantidad de relatos sobre el tema que ha incluido en la selección. Este es otro más, que quizá en otro contexto hubiera resultado interesante, pero que tras leer varios me ha parecido más de lo mismo.

The Witch of Orion Waste and the Boy Knight, E. Lily Yu

Yo creía saber hacia dónde se dirigía Yu con este cuento, pero o se queda a medio camino o la idea era otra. Adaptar lo que sería un típico cuento medieval con brujas y caballeros no es excesivamente original, pero según cómo se haga puede dar buenos resultados.

Seven Birthdays, Ken Liu

En una nueva muestra de la amplitud de su capacidad creativa, Liu nos regala una historia con un marco temporal casi inalcanzable capaz de aunar las preocupaciones familiares con el futuro de la humanidad. Espléndido.

The Visitor from Taured, Ian R. MacLeod

Me parece interesante la idea de la narración lineal como algo en decadencia, por que se ve realista en un futuro no muy lejano. El resto de la historia, sin embargo, no me llama la atención.

Fable, Charles Yu

Relato muy muy duro sobre la enfermedad de un hijo, de nuevo envuelto en el manto de un cuento tradicional.

Este año la selección de Strahan no me ha acabado de convencer. A pesar de algunos cuentos brillantes, hay otros que no quedan en la memoria.

Seven Surrenders

Os volvemos a ofrecer una reseña conjunta con el gran conocedor de la ciencia ficción que es Elías Combarro.

Me confieso fascinada por la obra que está publicando Ada Palmer. Si ya con Too Like the Lightning me rendí ante la autora, he de decir que Seven Surrenders es incluso mejor.

Como dice la propia autora, mientras que en la primera entrega se dedicaba a preparar el escenario, con la consecuente curva de aprendizaje y dificultad lectora, en Seven Surrenders recogemos el fruto de todo lo que habíamos sembrado.

En los primeros capítulos del libro empezamos a recordar a todos los personajes y facciones que se presentaban con anterioridad, pero sin necesidad de apartado dedicado a ello, integrándolo exitosamente en la propia lectura. Esto, lejos de ser una tarea fácil, vuelve a darnos un atisbo de la gran capacidad expositiva de la autora.

Los temas sobre los que gira la novela son muy variados. ¿Es una lucha de poder? Indudablemente. ¿Se tratan temas de género? Por supuesto. ¿Queréis un poco de filosofía? Aquí no os faltará. Incluso podríamos establecer un debate sobre si se trata de una obra distópica, ya que los habitantes del mundo creen vivir en una utopía que quizá no lo sea tanto (casi casi la definición de distopía). De hecho, son tan variadas las perspectivas sobre las que se habla que resulta dificilísimo encuadrar el libro en un solo estante.

He oído voces discordantes sobre el tratamiento del género en la saga, ya que aunque la historia se sitúa en un futuro donde no se utiliza un lenguaje sexuado (se supone que no hay diferencias entre masculino, femenino o LGBT) el narrador “fuerza” esta asignación de rol dependiendo de la actitud del personaje, no de sus meras características físicas. No sé si esto es un error o no, pero creo que es especialmente interesante el esfuerzo que realiza la autora sobre el tema. Es una apuesta mucho más arriesgada que la de Ann Leckie en Ancillary Justice, por ejemplo.

El libro, que no es ligero, es sin embargo mucho más asequible que Too Like the Lightning, algo que se agradece. Y consigue evitar el famoso síndrome del segundo libro a base de ideas y una trama muy bien pensada. El protagonismo está repartido entre bastantes personajes y detalles de la entrega anterior juegan un papel importante en esta. Sniper es un atleta olímpico, pero es que la disciplina que practica tiene sentido más adelante. Mycroft Canner es un asesino, pero ¿por qué decidió tomar ese camino? No quisiera seguir adentrándome en estos detalles, por no caer en el espinoso asunto de los spoilers, pero si os puedo decir que te encuentras bastantes momentos pendiente-de-Vin como yo los llamo en la lectura. ¡Y es solo el segundo volumen!

También hay algún problema que considero menor. La utilización tan inteligente del narrador no confiable que tuvo lugar en la primera entrega se diluye un poco en esta segunda, no sé si por que se pierde el factor sorpresa o por que hay que ir aclarando los misterios poco a poco a la vez que se van sembrando nuevas dudas. Se trata de una lectura muy comprimida, pasan muchas cosas en un espacio de tiempo muy corto y a veces hay que mirar atrás para asegurarnos de que lo hemos comprendido bien. (O no, ¿quién sabe?)

¿Y sabéis qué es lo mejor? Que la siguiente entrega The Will to Battle ¡también sale este año!

Ether. La Muerte de la Última Llama Dorada

Ether ha sido una de mis pocas adquisiciones en el Salón del Cómic de Barcelona, pero he de reconocer que estoy muy contenta con haberla comprado.

La colaboración entre David Rubín y Matt Kindt da lugar a un tebeo vibrante y muy animado, aunque no sea excesivamente original en su concepción. ¿Es fantasía, es ciencia ficción? Hay que leerlo para formarse una opinión.

El protagonista es Boone, un explorador interdimensional obsesionado con aplicar el método científico a sus investigaciones de otro mundo, el famoso Ether. Como todo buen multiverso, hay aspectos que nos recuerdan a la Tierra y otros que le son completamente ajenos. En este aspecto, Kindt da rienda suelta a su imaginación, y ante nosotros veremos un desfile de seres extraños pero no por ello menos atrayentes. Es inevitable que vengan a la memoria otros exploradores (en este caso, espacio-temporales) como Valerian y Laureline, pero creo que Kindt consigue separarse de esta y otras ideas, aunque parta del mismo punto. Pero el escenario, aunque atrayente, no es lo más importante de la historia. Todo gira alrededor de la investigación de un asesinato, aplicando el método científico en un mundo mágico.

La paleta de colores utilizada en la parte gráfica para crear el necesario contraste entre la Tierra y Ether es acertada. Mientras que en el mundo alternativo todo son colores muy vivos, en la Tierra predomina la escala de grises. También es importante el hecho de que el tiempo no transcurre de forma similar en ambos mundos, lo que da lugar a desfases que son importantes para la narración. Esto, unido a cierta cantidad de flashbacks, ofrece una historia dilatada en el tiempo y, por tanto, compleja.

Me encanta el trabajo desarrollado por David Rubín, con una estética desenfadada por momentos que recuerda a los años mozos de Hércules en El Héroe, pero en la que se nota una evolución. Me parece muy acertada la inclusión de blueprints (por llamarlo de alguna manera) de algunos de los inventos o seres que aparecerán a lo largo de la historia.

A modo de curiosidad, en las notas finales se incluyen distintos bocetos conceptuales sobre los que Rubín trabajó el apartado gráfico, siempre teniendo en cuenta que Matt Kindt también es dibujante. Es apasionante tener acceso directo al proceso creativo de una obra de esta envergadura, me encantan sus comentarios sobre la simplificación de la imagen para no tener que estar dibujando detalles en cada momento, sobre todo teniendo en cuenta lo completas que resultan las escenas y los personajes. La capacidad de síntesis gráfica del autor es espectacular.

¿Se nota mucho que estoy deseando adquirir el siguiente tomo?

Esta obra ha sido traducida por Santiago García.

The End of the Day

Me he llevado una tremenda decepción con este libro. Creo que he leído y comentado gran parte de la obra de Claire North, incluso escribí un artículo en Supersonic sobre ella y tenía muchas esperanzas puestas en The End of the Day, pero me he encontrado con un libro cansino y que vaga sin rumbo.

Para empezar, la sinopsis del libro es engañosa. Dice que el protagonista, Charie, conoce a todo el mundo, pero solo una vez. Pues va a ser que no, porque anda que no se los vuelve a encontrar. Esto es una menudencia, pero es un granito de arena más en el zapato.

El problema del libro es la falta total y absoluta de trama. No voy a exigir mucho, me basta con un tenue hilo conductor como usó Polansky en A City Dreaming. Pero es que en este caso solo vemos una sucesión de anécdotas y situaciones con intención moralizante, pero muy deslavazada. Durante toda la lectura no sabía adónde quería llegar la autora y lo que es más grave, parece que ella tampoco.

Ante esta tesitura, me quedaba disfrutar de esas imágenes y escenas, algo que tampoco he conseguido. North utiliza muy a menudo la repetición como herramienta de escritura, pero en este caso ha caído en su propia trampa. Para afianzar una idea se pueden utilizar otros métodos, como exponerla desde distintos puntos de vista. En The End of the Day no funciona así, se machaca una y otra vez, como un martillo pilón que siempre golpea en el mismo punto, siendo en este caso este punto la paciencia del lector. Algunas veces llegaba a ser exasperante volver a oir que el personaje llegaba “as a courtesy, as a warning”.

No solo se repiten expresiones, también hay algunas situaciones en las que Charlie se ve envuelto varias veces. No me hubiera extrañado nada verle decir, “¿por qué seré yo tan secuestrable?”.

Reconozco que no todo son puntos negativos en el libro. Al principio, antes de caer en un bucle infinito, el estilo de North tiene un punto poético. Y es cierto también que algunas de las denuncias que hace, principalmente de tipo social, son encomiables. Me gusta especialmente el golpe en plena línea de flotación de la homeopatía por ser un tema candente, pero cuando se trata de repartir estopa no queda títere con cabeza. El Ku Klux Klan, el racismo, la inmigración, el cambio climático… aquí no se libra nadie.  Es una auténtica lástima que el envoltorio de estas ideas quede tan pobre.

La Carrera

He disfrutado muchísimo con esta lectura y como pequeño homenaje he pensado cambiar la estructura habitual de mis reseñas para adaptarla a una auténtica carrera. Y encima he tenido el placer de compartir la lectura con Cristina Jurado, que aquí nos comenta sus experiencias.

Calentamiento y estiramientos

Nina Allan no se anda con rodeos en esta novela y nos suelta directamente en una zona de Inglaterra dañada por los problemas medioambientales del fracking. La curva de aprendizaje es sostenida, pero se sigue incrementando, añadiendo niveles de extrañeza en la lectura.

Salida

La primera instancia de la novela, de carácter claramente ciencia ficcional es una de mis favoritas, por la credibilidad de su futuro cercano. La prosa de la autora es tan hipnótica que consigue centrar nuestro interés incluso en la creación de unos guantes exclusivos, deteniéndose tanto en la elección de la tela como en la creación de patrones. Me gustaría pensar que esto es una analogía sobre cómo afronta su trabajo de escritura Allan, disponiendo cuidadosamente los mimbres con los que tejerá su novela, escogiendo la estructura y enhebrando cada hilo argumental como teselas de un bello mosaico.

Esfuerzo sostenido

No todo es fácil en la novela. La constante inclusión de detalles que entran en contradicción con los datos aportados con anterioridad, los personajes que no sabemos si son los mismos o no, los cambios de perspectiva… exigen un esfuerzo al lector que sin duda se ve recompensado.

Avituallamiento

Como en las carreras, no todo es seguir hacia adelante sin mirar atrás. Hace falta también proveer de alimento intelectual al ejercicio estilístico que la autora dispone ante nosotros. Frases tan profundas y cargadas de significado como “vertedero de inmigrantes ilegales” pueblan las páginas de La Carrera. El mensaje ecologista es patente, pero también aparecen otros temas como la futilidad de la guerra o las dificultades de las relaciones familiares, tanto en un escenario realista como en otros que no lo son tanto.

Sufrimiento

Hay una escena especialmente dura que me ha costado mucho trabajo leer. Creo que es importante para el desarrollo de los personajes de la novela y no sé si se podría haber eliminado de la narración, pero me ha provocado tal repulsa que tuve que dejar la lectura a un lado durante un tiempo, buscando una justificación o al menos intentando entenderla en el contexto.

Sprint final

El final de la novela es aún más espectacular cuando la autora ya no se constriñe a la realidad per se.

Recuperación y estiramientos

Por si fuera poco, los anexos al libro añaden más complejidad y misterios a lo narrado con anterioridad, utilizando estructuras menos habituales pero también manejadas con maestría, como notas periodísticas, comentarios a una exposición… Hubiera sido una hermosa adición al artículo sobre estructuras inusuales de hace unas semanas.

Como bonus especial, también voy a contestar a unas preguntas que me ha hecho Cristina Jurado sobre este libro en el que hemos compartido la lectura.

¿Qué te parece la estructura de La Carrera?

Simplemente me encanta. Creo que se adapta perfectamente a las distintas ideas que tenía Nina Allan en mente y le aporta un grado más de originalidad, por si le hiciera falta.

¿Consideras que se trata de una novela de ciencia ficción?

Para mí, sí. Cierto que tiene algunas partes que se pueden considerar realistas pero creo que tanto el principio como el final de la historias son la parte importante, las que se llevan la parte de león en cuanto a interés. Pero en esto no soy nada imparcial.

La Carrera ha sido traducida por Carmen Torres y Laura Naranjo.

¡Gracias a Ediciones Nevsky por el ejemplar! Y gracias a mi compañero Manuel Urquízar por hablarme sobre las fases de las carreras. Cualquier error, por supuesto, es mío.

The House of Binding Thorns

Como fan declarada de Aliette de Bodard, he de reconocer que esta valoración será bastante subjetiva.

Si bien es cierto que prefiero su trabajo dentro del campo de la ciencia ficción, en el terreno de las novelas la autora francesa escribe principalmente fantasía, así que las únicas oportunidades que tenemos para leerla en formato largo es recurrir a este género.

The House of Binding Thorns está situada en el mismo universo que The House of Shattered Wings, pero no se puede considerar una continuación directa porque aunque comparten algunos personajes la acción se sitúa en otras de las Casas de París, concretamente en Hawthorn.

Se trata de una novela coral, donde de nuevo vamos alternando distintos puntos de vista. Algunos revisten más interés que otros, pero por norma general los cambios de narrador no ocurren de forma abrupta si no ajustada a la narración, dando lugar a pequeños saltos temporales para que avance la trama.

El personaje más fascinante de la novela, a mi entender, es Asmodeus. Dejaré a vuestra elección pensar si esto es una debilidad personal o una opinión generalizada cuando leáis la novela. Lo que parece claro es que la imagen del anti héroe ha evolucionado, hasta el extremo de llamar la atención por la forma en que hace las cosas, no solo lo que hace. En este sentido, la autora sigue explorando las posibilidades de ese París devastado con luchas entre las distintas Casas, con alianzas frágiles y venganzas cocinadas a fuego lento.

Es en este aspecto de entramado político y de negociaciones donde llama especialmente la atención la presencia de relaciones homosexuales. Quizá sea debido a la esterilidad de los Fallen, pero las alianzas que tienen lugar en ningún momento tienen en cuenta el sexo de los implicados, en un entorno normalizado. Me gusta mucho este aspecto de la historia, tratando exactamente igual las relaciones amorosas heterosexuales y homosexuales. ¡Bravo!

En algunas ocasiones Aliette abusa de las descripciones olfativas (no lo he contado, pero la palabra bergamot aparece en muchísimas ocasiones). Entiendo que hay que describir para todos los sentidos para crear una inmersión mayor en la historia, solo que me parece que se le ha ido un poco la mano.

El terreno está preparado para una nueva entrega de la saga Dominion of the Fallen y yo seré la primera interesada en leerla. Pero mientras, ¿por qué no una novela de Xuya?

Seven Wonders of a Once and Future World

Doy gracias a Elías por haberme recomendado esta lectura, ya que he descubierto una recopilación de relatos maravillosa que me ha calado profundamente.

“Five Stages of Grief After the Alien Invasion”

Preciosa historia sobre la aceptación del dolor, con trasfondo de invasión alienígena pero que en el fondo habla sobre cómo seguir adelante tras una pérdida.

“Betty and the Squelchy Saurus”

Con un tono infantil y decididamente aleccionador, esta historia sobre monstruos habituales se deja leer.

“Rock, Paper, Scissors, Love, Death”

Interesante relato collage que mezcla viajes en el tiempo con una relación amorosa.

“The Philosophy of Ships”

Complejo relato sobre personalidades múltiples dentro de personalidades múltiples a modo de matrioska con una cualidad hipnótica.

“Temporary Friends”

¿Como enseñar el dolor de la pérdida cuando la muerte ha dejado de formar parte de nuestra vida? Interesante aproximación al paso a la madurez desde la infancia con un entorno muy distinto al actual. No tengo muy claro quién acaba aprendiendo la lección en este caso.

“A Million Oysters for Chiyoko”

Con un mensaje de fondo en contra del cambio climático, la autora utiliza un arte ancestral como el buceo a pulmón en busca de perlas para mostrarnos otro de sus temas recurrentes, la pérdida de un ser querido y cómo afrontarla.

“Carla at the Off-Planet Tax Return Helpline”

Ya había leído este relato en una de las recopilaciones de Alex Shvartsman pero sigue haciéndome gracia.

“Do Not Count the Withered Ones”

Sencillamente maravilloso. Me encanta el tratamiento cariñoso y delicado de la enfermedad mental que te impide seguir reconociendo a tu familia.

“Pieces of My Body”

Con ciertos toques weird no acabo de entender el significado de este relato.

“Everyone’s a Clown”

Jugar con la percepción humana para que sepamos lo que es realmente ponerse en el lugar de otro.

“Harmonies of Time”

La visita de una inteligencia extraterrestre busca personas que hayan tenido que acostumbrarse a vivir con un nuevo sentido para dotarles de otro. Estupenda historia.

“Stone Wall Truth”

Cuando el conocimiento pasa de manos entre gente no preparada los procedimientos más importantes devienen en costumbres y tradiciones desvirtuadas. Magnífico relato.

“The Little Mermaid of Innsmouth”

Una forma original de tratar el problema de racismo mezclado con los mitos primigenios. Cuando menos, original.

“On the Pages of a Sketchbook Universe”

Posiblemente el mejor relato de la antología, desborda sentido de la maravilla con elementos tan simples como un papel, témperas y lápices.

“Seasons Set In Skin”

Espectacular relato sobre los sinsentidos de la guerra, la protección de la familia y el enfrentamiento sin fin. Hay que cambiar y evolucionar para continuar en el mismo lugar.

“The Carnival Was Eaten, All Except the Clown”

Me recuerda un poco a un relato de Asimov también sobre gente de azúcar, pero con un tono muy diferente.

“Paperclips and Memories and Things That Won’t Be Missed”

Realmente espectacular la capacidad de la autora para en muy pocas palabras despertar tantas emociones. Los fantasmas coleccionistas que se quedan las cosas de los humanos no abandonarán pronto mi memoria.

“Please Approve the Dissertation Research of Angtor”

Tonta y simple variación del experimento de Milgram que consigue arrancarte una sonrisa.

“Grass Girl”

A pesar del tono admonitorio, esta fábula sobre la aceptación de las propias capacidades me parece muy acertada.

“One Last Night at the Carnival, Before the Stars Go Out”

Inevitablemente me recuerda a un relato de Miniatures, pero con un estilo más elegante.

“Honeybee”

Otro relato sobre el cambio climático, pero la solución a la que se llega es cuando menos tramposa.

“Elizabeth’s Pirate Army”

De un tono marcadamente infantil, me parece más flojo que los demás.

“Mother Ship”

Toma una idea parecida a las naves mente de Xuya pero le da un nuevo giro para llegar a una conclusión distinta sobre la colonización de otros mundos.

“Four Seasons in the Forest of Your Mind”

Espectacular relato sobre una especie alienígena y su interacción con los humanos.

“Press Play to Watch It Die”

Me encanta este relato sobre la simbiosis. Se parece a “Five Stages of Grief After the Alien Invasion” pero justo desde el otro punto de vista.

“Ninety-Five Percent Safe”

Ya había leído este relato cuando salieron los relatos mejor valorados por los lectores de la revista Asimov y me sigue pareciendo igual de interesante.

“Seven Wonders of a Once and Future World”

Espectacular final para una recopilación más que recomendable. En el hilo de historias como “Invisible Planets” de Hannu Rajaniemi, que a su vez es homenaje a Italo Calvino.

Creo que Seven Wonders of a Once and Future World es una lectura obligada para cualquier amante del género en su versión corta.

Brother’s Ruin

Esta novella situada en el periodo de la Regencia en una Inglaterra donde la magia es posible resulta ser una excelente puerta de entrada al comienzo de una nueva serie y a la obra de Emma Newman.

El editor ubica esta historia dentro de algo denominado gaslamp fantasy (si, yo también tuve que buscarlo en la Wikipedia) pero si os digo que la ambientación recuerda a Jonathan Strange and Mr. Norrell todo quedará más claro. Con este encuadre lo primero que salta a la vista es que no es excesivamente original, pero es que no le hace falta. Lo que hace lo hace muy bien.

La historia se centra en las andanzas de Charlotte Gunn, una joven de una familia de clase media que es más de lo que aparenta ser. Aúna una carrera secreta como ilustradora de libros bajo pseudónimo masculino con un secreto todavía más peligroso: su capacidad mágica.

Y es que en este mundo inventado por Newman, cualquier persona que pueda realizar magia ha de entrar inmediatamente al servicio del Estado, antes de que pierda el control sobre sus poderes. Familia, trabajo… todo queda atrás.

Respecto a la ambientación las clases de magia posibles están bien planteadas y en general me gusta el tono amable en el que se desarrollan los acontecimientos que no son para nada agradables. Me resulta un poco repetitiva la obsesión de la protagonista por los rizos masculinos y la tendencia de los dedos de sus pies a tener vida propia en presencia de otro de los personajes, pero entiendo que es una forma de reflejar la ingenuidad de la época.

También me gusta el ligero (ligerísimo) tono reivindicativo que tiene Charlotte, en conflicto porque quiere llevar las riendas de su propia vida y a la vez ajustarse a los estándares sociales de la época (algo a todas luces imposible).

En resumen, Brother’s Ruin resulta una lectura agradable y que deja planteado un universo muy interesante en el que desarrollar nuevas historias.

Luna : Wolf Moon

Le estamos cogiendo el gustillo a esto de las reseñas conjuntas. Aquí tenéis la de Antonio Díaz en Sense of Wonder y la de Xavi en Dreams of Elvex.

Sin duda, uno de los títulos más esperados este año es Luna : Wolf Moon la continuación de la exitosa e injustamente ignorada en los premios Luna de Ian McDonald. Es normal tener altas expectativas, pero la pregunta correcta es ¿se han cumplido?

Luna : Wolf Moon es una continuación inmediata de los sucesos acontecidos en la primera entrega de la saga. Con esto quiero decir que no esperes una introducción pausada para volver a acostumbrarnos a los personajes, así que ten a mano la lista de los personajes y las familias de la Luna si tienes mala memoria (repite conmigo Corta, McKenzie, Vorontsov, Asamoah y Sun).

La ambientación sigue estando muy lograda y como ya conocemos los valores por los que se rige la sociedad lunar, podemos pasar perfectamente al desarrollo de la novela, aunque se observan ciertos paralelismos con la primera entrega, como una caída en gravedad lunar que recuerda al vuelo del Eagle of the Moon. Es una forma elegante de recordarnos que las reglas del juego son distintas cuando el escenario cambia. Es cierto que el factor novedoso de la escenografía lunar se diluye un poco, pero para compensarlo visitaremos también la Tierra, quizá la gran olvidada anteriormente.

El enfoque de la novela, que ya era coral, se amplia aún más, pues empezamos a conocer a miembros de las otras familias dominantes de nuestro satélite. En el primer libro estudiábamos a fondo a los Corta, pero ahora los distintos puntos de vista nos permitirán conocer la perspectiva de las cinco casas nobiliarias selenitas. Si bien es cierto que se agradece la diversidad, pocos de los nuevos personajes me han dejado una huella tan profunda como Adriana Corta. En este sentido algunos de los protagonistas han medrado a la sombra de sus mayores pero no consiguen llenar sus zapatos. De hecho, la más interesante a mi juicio de las nuevas incorporaciones sigue siendo una Corta.

Tenía mucho interés por descubrir a qué se refería el autor cuando hablaba de los lobos de la Luna y la explicación, aunque coherente, me ha decepcionado un poco.

En otro orden de cosas, el sexo en muchas de sus variantes sigue presente en la narración, como poderosa fuerza que es. Me temo que nada tan impactante como la sesión que se marca Ariel y que el propio McDonald leyó en el Celsius (me dicen por el pinganillo que no lo leyó, solo afirmó “haber escrito la mejor escena de masturbación femenina que hay en la ciencia ficción.”), pero tampoco es escaso. La variedad de términos con la que es capaz de denominar a los órganos reproductores merece una entrada en la Wikipedia.

En algunas ocasiones he dicho que hay autores capaces de hacer interesante una disertación sobre el mundo de las barbas pero el británico no se queda atrás con una dilatada disertación sobre la física y la química implicada en la elaboración de pasteles en la Luna.

A pesar de que me estaba gustando el libro se encaminaba a una valoración menor que el primero, quizá por la pérdida de novedad. No obstante, McDonald en el último tercio comienza a pisar el acelerador a fondo. Las intrigas políticas y las rencillas familiares alcanzan un punto de tensión del que parece no va a haber vuelta atrás. Y vuelve a dejarnos con la miel en los labios y en espera de la continuación.

Como hace tiempo que no acompañaba las reseñas con alguna infografía, aquí os traigo una que sirve como resumen para tener a mano en un solo vistazo los clanes familiares de Luna. Espero que os guste.