HWJN

HWJNSi sois seguidores de Fantástica Ficción, recordaréis que hace unas semanas estaba disponible para su descarga gratuita el libro HWJN de los autores Ibraheem Abbas y Yasser Bahjatt.

Empecé a leer el libro movida por la curiosidad. El autor formaba parte del panel de la LonCon3 de ciencia ficción árabe al que asistimos y contó una anécdota muy curiosa sobre el libro. Fue detenido por el departamento Antimagia de la policía (sic) de su país (Arabia Saudí) porque se decía que en HWJN se hablaba sobre magia negra. Tuvo que demostrar a la policía que en el libro no aparecía una sola frase en contra del Corán y así pudo salir con bien del trance, incluso con una carta de alabanza y recomendación del libro, que vendió 15000 copias en un país donde la media de lectura es de “una página por persona al año” (sic).

Centrándonos ya en la obra propiamente dicha, se trata de una novela juvenil con bastante tópicos, lo cual resulta chocante viniendo de donde viene. La historia de amor entre una mujer y jinn que triplica su edad a pesar de ser muy joven para su raza y los impedimentos con los que se encuentran para poder vivir su amor son la base de cualquier romance paranormal que se precie.

Las peripecias por las que pasan los protagonistas y la forma de sortear los obstáculos gracias a Alá tampoco son muy originales, pero la historia se salva con esos toques orientales que la diferencian de las demás. También resulta interesante la categorización que ofrece de los jinns y algunas explicaciones sobre la lengua árabe de la que yo soy una total desconocedora.

Mi problema principal con la novela es el marcado tono paternalista con el que se refieren a las mujeres en general. Las mujeres, a pesar de tener virtudes, necesitan la guía masculina para poder culminar sus vidas, generalmente casándose con sus primos. Los autores no dejan pasar oportunidad para igualar a mujeres adultas con niñas que necesitan a su padre o a su marido para saber qué hacer, que lloran ante la adversidad o que pueden ser manipuladas para creer lo que es correcto. Es por esta razón que no puedo sugerir que se lea HWJN, aunque estoy de acuerdo con el trabajo realizado por los autores para llevar la ciencia ficción y la fantasía al mundo árabe.

El mundo de SIC

mundosicEsperaba con impaciencia esta última entrega de Cybersiones, la estupenda serie de relatos de ciencia ficción de Santiago García Albás que tan buenos ratos me está haciendo pasar. Las reseñas de las entregas anteriores las podéis consultar en estos enlaces (1, 2 y 3).

Lo cierto es que me he sentido un poco decepcionada con esta historia sobre realidades virtuales. La acción se sitúa en el futuro en una estación espacial donde el único entretenimiento cuando se acaba el turno de trabajo es un simulador de batallas muy inmersivo. Estas batallas recrean acontecimientos históricos, enfrentamientos de muy diversa índole (desde las guerras napoleónicas a batallas espaciales) donde el autor vuelve a poner de manifiesto su conocimiento de la historia militar, algo de lo que ya hizo gala en una entrega anterior de Cybersiones y que dota de profundidad al escenario.

Hasta aquí, nada muy distinto de un World of Worldcraft elevado a la enésima potencia. Tras cada combate las puntuaciones dirimen quiénes ocuparán los cargos de más responsabilidad en  la batalla siguiente. Un sistema aparentemente justo que impide a los jugadores perpetuarse en el poder y que premia la valía de los subalternos. Aparentemente.

Me parece destacable el humor con el que el autor ha sabido impregnar los principios de la narración. También se puede observar cierta crítica social, sobre todo en lo referente a los trabajos en el Mundo Real TM, quizá como contraste con las apasionantes vivencias del juego.

El desarrollo de la historia no me ha parecido tan coordinado como las historias anteriores y diría que existen ciertos problemas en la trama. En ocasiones las reglas son tremendamente rígidas y en otras no tanto, en una suerte de deus ex machina que permite arreglar las situaciones de la forma más beneficiosa para el protagonista. También la separación entre mundos, que se supone inviolable, actúa como una membrana osmótica en vez de como una barrera.

La mezcla de mundo real y mundo virtual es un terreno bastante explorado por la literatura de ciencia ficción, lo cual no quiere decir que no se puedan encontrar obras novedosas al respecto. Mi problema es que El mundo de SIC recorre caminos ya transitados y no me aporta nada nuevo. Sin embargo, hay otras personas que no opinan lo mismo que yo. Por ejemplo, Miquel ve muchos más aspectos positivos que yo.

¿Cuál es tu opinión sobre El mundo de SIC? ¿Y sobre Cybersiones?

Iris

irisIris ha significado para mí un reto lector, pero he de decir que el esfuerzo ha valido la pena. Me encuentro fascinada por la amplitud de recursos estilísticos utilizados en esta novela.

La primera dificultad con la que nos encontramos es el lenguaje utilizado. Edmundo crea una nueva forma de hablar, una suerte de spanglish escrito casi fonéticamente. Aunque no llega a los extremos de Banks con El artefakto, es necesaria una inmersión considerable por parte del lector para entrar en el juego de alusiones y sentidos velados que propone el autor.

Una vez soslayado este primer obstáculo, podemos disfrutar de las distintas perspectivas desde las que asistimos al desarrollo de la trama. En cada uno de los cinco capítulos en los que se divide Iris cambia el punto de vista, y en consecuencia, la forma de escribir y de exponer los hechos. Vemos como la prosa va cambiando, es más o menos sofisticada dependiendo de quién lleva la voz cantante. Asímismo, cambia la longitud de los capítulos, con lo que la lectura va variando el ritmo, algo que se agradece.

Los dos pilares en los que se sustenta el libro son la religión y las drogas. Me gusta en especial cómo la zona colonizada mantiene una dura pugna religiosa con las creencias importadas por los invasores, en una lucha desigual. La dualidad religión-droga es imperante en toda la novela, en algunos momentos me ha parecido que el verdadero hilo conductor de la historia eran las distintas reacciones a las muchas drogas presentes en Iris, cada una con un efecto distinto sobre el cuerpo humano.

También resultan especialmente impactantes las imágenes que se nos presentan cuando los personajes están bajo los efectos de estos viajes alucinógenos. La principal herramienta para hablar del pasado son estas distintas sustancias (jün, danshen, paideluo…) que se utilizan como vía de escape de estos horribles hechos que han desencadenado la huida a Iris, un lugar del que no se vuelve.

Es en esos flashbacks donde se muestra la parte más descarnada y vil del ser humano. El pasado de muchos personajes rebosa rencor y odio, provocando que esas almas torturadas acaben en Iris, quizá buscando una salida, una mejora. Lo que acaban encontrando, sin embargo, no es lo que esperaban.

Un tema que se trata también en esta gran novela es el racismo, en varias vertientes. El desdén con el que se trata a los naturales de Iris, superado por el desprecio a los nacidos de la mezcla de sangres es similar al que se siente por la presencia de artificiales, cyborgs indistinguibles de los humanos base.

¿Es esta una nueva visión sobre el colonialismo? Para mí sí, aunque no lo parezca es el tema principal de la narración. Quizá nos distraigan los fuegos de artificio de las sustancias psicotrópicas que emanan del libro. El escenario en el que se utiliza a los nativos para extraer los bienes de sus tierras en beneficio de los opresores nos es sobradamente familiar. No obstante, la utilización de forma mayoritaria del punto de vista de los opresores contrasta con las tendencias actuales de dar voz a los colonizados, como en We see a different frontier.

Definitivamente, ésta es una gran obra que hay que leer.

Solaris Rising 3

solarisrising3Las Solaris Rising suelen ser antologías muy variadas y de buen gusto. Afrontaba la lectura de esta recopilación con bastante ilusión y he de decir que me ha gustado bastante. A continuación podéis leer mi opinión sobre cada uno de los relatos que la componen.

When we harvested the Nacre-Rice de Benjanun Sriduangkaew

No hay recopilación de relatos que se precie que no cuente con alguna historia de Benjanun y éste es otra estupenda muestra de la razón de la frase anterior.

Encontrar el cuerpo inanimado de una persona y cuidarla puede tener consecuencias terribles para el bienhechor.

The goblin hunter de Chris Beckett

Otra buena historia donde se intenta proteger a los alienígenas de un mundo cuyo único sistema de defensa telepático es sacar lo peor de cada persona y provocar sus peores pesadillas. El autor se recrea quizás de forma excesiva en la truculencia de la historia, pero así consigue que el efecto sea más duradero.

Homo Floresiensis de Ken Liu

Lo último que he leído de este autor tendía hacia la fantasía clásica con raíces asiáticas, así que agradezco este cambio donde nos sigue mostrando su amplísimo repertorio.

Un estudio antropológico puede dar lugar a un descubrimiento sensacional, pero el precio que se deberá pagar puede ser demasiado alto.

A taste for murder de Julie E. Czerneda

Otro relato muy bueno con una investigación policial de fondo en un mundo donde las modificaciones genéticas están a la orden del día, según la tendencia marcada por las figuras de referencia. Realmente recomendable con un final espectacular.

Double blind de Tony Ballantyne

Inquietante historia sobre pruebas médicas a voluntarios. El autor consigue crear una atmósfera inquietante que deviene en un claustrofóbico entorno en los sobrecogedores compases finales del relato.

The mashup de Sean Williams

Descontrolada historia sobre vigilancia que no me acaba de convencer, quizá porque no la he entendido completamente.

The frost of Jade Buds de Aliette de Bodard

Las relaciones familiar son extraordinariamente importantes en la ficción de Aliette de Bodard y estas relaciones incluyen las que las capitanas mantienen con sus naves espaciales, que forman parte de la familia. En este relato la autora explora una nueva posiblidad : una nave que no corresponde con este patrón. Una lectura muy interesante, que no hace si no acrecentar mi interés en el universo de Xuya.

Popular images from the first manned missions to Enceladus de Alex Daily MacFarlane

La forma de contar este relato es bastante original, basándose en los distintos carteles propagandísticos que el gobierno de turno iba creando en referencia a las misiones tripuladas a Enceladus. El autor hace algo de trampa porque también desarrolla algo más aparte de la descripción de los carteles y quizá en esa parte es donde falla el relato.

Red Light and rain de Gareth L. Powell

Viajes en el tiempo y vampiros, con gotas de espionaje en una historia no muy novedosa pero entretenida.

They swin through sunset sears de Laura Lam

Un relato de primer contacto magníficamente escrito con un ambiente cerrado y una amenaza subacuática constante.

Faith without teeth de Ian Watson

Una crítica al sistema comunista con una premisa no muy comprensible que quizá sirva para poner de manifiesto la sinrazón de los regímenes absolutistas pero que a mí me ha dejado indiferente.

Thing and sick de Adam Roberts

Otra historia claustrofóbica situada en una sede científica antártica. El desarrollo acaba resultando confuso.

The sullen engines de George Zebrowski

Absurda historia criticando la invasión automovilística de la que somos víctimas.

Dark harvest de Cat Sparks

Lo que parece ser una típica historia espacial protagonizada por mercenarios sobre una colonia minera (aunque lo que se explota son plantaciones) que tiene un giro muy extraño al final.

Fift and Shria de Benjamin Rosenbaum

Difícil de entender, este relato se ajusta a los parámetros en boga en la actualidad de cambiar el género de los protagonistas.

The howl de Ian R. MacLeod y Martin Sketchley

Una historia que no deja mucho poso sobre colonización espacial.

The science of chance de Nina Allan

El relato que más me ha gustado de Solaris Rising ha sido esta pequeña joya de Nina Allan, que se postula con fuerza para el premio Sidewise del año que viene (ya veremos si se confirman mis sospechas).

En una Rusia alternativa donde aún se recuerda la detonación de la bomba y sus consecuencias radiactivas aparece una niña abandonada, que no es lo que parece. ¿O sí?

Espléndidamente escrito, Allan consigue mantener la tensión y la incertidumbre hasta el final del relato e incluso después.

Endless de Rachel Swirsky

La historia final de esta antología trata sobre la postsingularidad desde un punto de vista original, ¿qué nos puede seguir haciendo humanos cuando ya se han superado las necesidades de la carne y la muerte?

En resumen la antología es notable, contiene algunos relatos realmente excepcionales y algunos que no son tan buenos, pero ninguno es malo. Si te gusta la ciencia ficción esta es tu oportunidad de hacerte con una gran recopilación.

Space Opera

spaceoperaLa space opera fue un género denostado que hace algunos años, gracias al impulso de figuras como Iain M. Banks, ha tomado nuevos bríos. La interesante, aunque muy breve introducción que hace Rich Horton a este volumen me ha abierto los ojos a obras que yo no consideraba pertenecientes al subgénero o que directamente no conocía (aumentado mi ya de por sí exuberante pila de libros que quisiera leer).

Sin embargo, el relato corto pone unas restricciones en el tratamiento de la space opera que hacen que a priori sea más difícil prodigarse en esa longitud. Las aventuras espaciales parecen demandar páginas y páginas de descripciones de razas alienígenas y viajes incesantes. Con esta duda (¿se adaptará bien la space opera al formato corto?), comencé la lectura de la antología.

“The knight of chains, the deuce of stars” de Yoon Ha Lee

Existe un lugar en el que se almacenan todos los juegos que alguna vez han existido, desde los más simples hasta los de complejidad planetaria. El lugar está protegido por un guardián con un arma que nunca falla, así los peregrinos llegan pero no obtienen lo que buscan. Hasta que llega una muy especial.

No sé si la historia está planteada como un homenaje a Iain M.Banks y su Player of Games, aunque podría serlo perfectamente. Me gusta mucho cómo escribe esta autora y esa mezcla de sus temas fetiche (música, matemáticas, lenguaje y guerra) también está presente en este relato, que constituye una buena forma de empezar la antología.

“The wreck of the godspeed” de James Patrick Kelly

Una historia que quiere ser trascendente pero que se mezcla con impulsos juveniles y algunas gracietas insulsas quedándose a medio camino de todo. La colonización de nuevos mundos mediante naves exploradoras que van a un tercio de la velocidad de la luz pero a las que se pueden teletransportar humanos en cualquier momento no es una buena base para un relato, ya que no tiene mucho sentido.

“Saving Tiamaat” de Gwyneth Jones

Confusa historia repleta de pseudónimos en la que Gwyneth Jones nos presenta a unos mediadores en conflictos de razas pseudohumanas con capacidades casi sobrenaturales.

Resulta muy difícil seguir el hilo de la historia y la moraleja final es previsible. No me ha convencido.

“Six lights off green scar” de Gareth L. Powell

Una pequeña historia de redención tras un acto de cobardía. El relato es muy apresurado y no deja poso.

“Glory” de Greg Egan

Las bases que utiliza Greg Egan para un relato darían para muchos libros, de eso estoy segura. En “Glory”, solo el primer capítulo está dedicado a explicar un viaje casi a la velocidad de la luz para que dos exploradoras puedan investigar los resultados matemáticos de una raza extinta. Y hay ocho capítulos, así que imaginad lo que se nos viene encima.

A pesar de no ser de sus mejores cuentos (no resiste la comparación con muchos de los incluídos en Axiomático) no deja de ser interesante. Ahora bien, no me entra en la cabeza que a esto se lo considere space opera. Me temo que Rich Horton y yo tenemos una definición muy distinta para el término.

“The mote dancer and the firelife” de Chris Willrich

Mezclar el dolor por la pérdida de un ser querido con una historia de fantasmas parece bastante adecuado, pero hacerlo con un más allá alienígena es un poco extremo. La idea de los equipos guerreros formados por Don Quijotes (línea de ataque) y Sancho (escudero) es buena, aunque está desaprovechada en este relato. Y podría seguir con los fallos y aciertos de Willrich pero en definitiva, mezclando algunas cosas buenas con otras no tanto lo que obtenemos es un resultado irregular.

“On rickety thistlewaite” de Michael F. Flynn

Con unos pequeños toques galácticos para hacerlo ciencia ficción, pero realmente ésta es una historia de fantasía sobre la pesada responsabilidad del gobierno y cómo no todo el mundo está preparado para ello. Algunas frases son realmente jocosas, pero por lo demás, es un relato del montón.

“War without end” de Una McCormack

Una historia sobre el revisionismo histórico y si merece la pena remover viejas heridas con el fin de que la verdad vea la luz. McCormack deja a nuestro juicio la decisión.

“Finisterra” de David Moles

Aunque la historia no está relacionada, no he podido evitar acordarme de The algebraist y sus habitantes de los gigantes gaseosos cuando estaba con “Finisterra”. Nos encontramos con una novela de aventuras con algo de ingeniería y diversas religiones, una mezcla que no acaba de resultar buena.

“Seven years from home” de Naomi Novik

Me ha gustado bastante esta historia de una guerra en el mismo planeta. El punto de vista es el de un agente imperial enviado por una fuerza extraplanetaria para intentar prolongar el enfrentamiento y conseguir que los adversarios se anexionen al imperio por puro agotamiento. Lo más llamativo es la forma de desarrollar la guerra por parte de uno de los bandos, basada en la evolución de la propia biosfera, pero el mensaje de fondo que yo veo es la asimilación de la cultura por parte del agente a fuerza de convivir con los habitantes del planeta.

Pretender cambiar al otro puede llevarte a tu propio cambio.

“Plotters and shooters” de Kage Baker

Imagina la típica historia de instituto americano con los atletas y los empollones enfrentados.

Sitúala en una plataforma de seguimiento y eliminación de meteoritos. Introduce un elementosorpresa y tendrás esta historia de Kage Baker. No pasa de un simple entretenimiento.

“The muse of empires lost” de Paul Berger

Dotar de personalidad y vida a los orbitales y naves espaciales creadas por el hombre como si fueran criaturas sentientes es lo mejor de esta historia, que lamentablemente se queda corta después, cuando finaliza de forma precipitada. Aun así, merece la pena leerlo.

“Boojum” de Elizabeth Bear & Sarah Monette

Cuando las naves espaciales son seres vivos con sus propias necesidades, utilizarlas para una vida de piratería espacial no parece lo más adecuado, pero este es el principal uso que tienen las naves Boojum de Bear y Monette. No está mal como historia pero no es memorable.

“Lehr, Rex” de Jay Lake

En este complejo juego de trampas mentales y subterfugios es el lector el principal implicado ya que cada uno dará una interpretación distinta a lo que ha leído. Me gustaría conocer la vuestra, porque yo no lo tengo claro.

“Cracklegrackle” de Justina Robson

Muchas ideas muy bien llevadas a cabo para narrar una historia dura sobre la pérdida y cómo afrontar el dolor y también sobre el racismo. Me parece especialmente interesante la existencia de una criatura capaz de verlo todo provista de la circuitería mental necesaria para interpretarlo, aunque esto sea una tecnología tan avanzada que sea casi indistinguible de la magia.

“Hideaway” de Alastair Reynolds

Una historia por la que merece la pena la antología. Esto sí es space opera con mayúsculas.

Una raza perseguida a través de años luz, tecnologías alienígenas que se han de estudiar para seguir adelante, conocimientos del pasado que se pueden utilizar en el futuro, un toque hard que se agradece mucho. Alastair en su máxima expresión. Imprescindible.

“Isabel of the fall” de Ian R. MacLeod

En esta fábula aparecen elementos de alta tecnología que han caído en la incomprensión pero que se siguen usando como artefactos religiosos que permiten seguir con el funcionamiento de la vida. A modo de hagiografía, conocemos las distintas versiones sobre Isabel, que no tenía nada de especial pero que cambió el mundo. Me ha gustado sobre todo la forma de tratar el sentimiento religioso y los enfrentamientos entre las distintas iglesias. Los castigos que sufren aquellos que van en contra de lo dictado superan la crueldad del más encallecido torturador.

“Precious mental” de Robert Reed

Compleja y absorbente historia. Las décadas pasan como suspiros cuando se dispone de la inmortalidad, pero las cuestiones metafísicas siguen acechando a cualquier ser de la galaxia.

“Two sisters in exile” de Aliette de Bodard

En este corto relato tenemos un atisbo del universo de Xuya creado por la autora francovienamita. Aunque no es tan excelente como los que escribe habitualmente, ver cómo afrontan la pérdida dos civilizaciones siempre resulta interesante.

“Lode stars” de Lavie Tidhar

Cada vez que leo algo de Lavie Tidhar me quedo con una sensacion agridulce. Me parece que escribe con una prosa muy llamativa pero me resulta muy confuso. Con esta historia de posibles viajes a través de horizontes de sucesos me sucede exactamente lo mismo.

“Silent bridge, pale cascade” de Benjanun Sriduangkaew

Creo que ésta fue una de las primeras historias que leí de Benjanun (la primera fue Courtship in the country of the machine-gods) y me fascina el tratamiento que hace esta autora con la ciencia ficción. La idea de una hegemonía capaz de reescribir las memorias de cada persona resulta inquietante contrastando con el desarrollo subyacente de la historia, tan delicado. Imprescindible.

“The tear” de Ian McDonald

En este relato se combinan ideas tan interesantes como las personalidades múltiples y las persecuciones a través de milenios luz para llevar a cabo una venganza. La propia grandiosidad del escenario creado y la increíble longitud temporal de la historia juegan en su contra. La trama interactúa directamente con nuestro sentido de la maravilla exigiendo al lector una concentración tan alta que en ocasiones llega a divagar.

En resumen, el tomo recopilatorio Space Opera contiene algunos relatos muy buenos, que sin embargo no entran dentro de la definición más conocida del término. También ha dado cabida a relatos que no tienen la calidad necesaria. El tamaño de la antología hace recomendable su lectura en pequeñas dosis para no empachar, pero no es un libro que de fácil lectura y no lo recomendaría a todo el mundo.

Echopraxia

echopraxiaAbrumador. Éste es el calificativo que me viene a la cabeza tras finalizar Echopraxia.  Durante la lectura me he sentido superada por momentos, el caudal de ideas y de conocimiento que se me venía encima supera la capacidad de cualquiera. Más de una vez he tenido que dar por concluida la sesión de lectura para dedicarme a buscar términos y referencias científicas para entender lo que Watts decía.

Echopraxia es una suerte de continuación de Blindsight, una obra que ya me dejó estupefacta en su momento (la leí en español y es muy de agradecer la estupenda labor realizada por Manuel de los Reyes para acercarnos esta novela nominada, entre otros premios, al Hugo).

Si Nexus nos ofrecía una visión optimista sobre el transhumanismo, Watts nos muestra la otra cara de la moneda:  las mejoras pueden dar lugar a que dejemos de ser humanos para ser otra cosa.

A la presencia de vampiros traídos del Pleistoceno por sus capacidades computacionales (a pesar de sus instintos predatorios) que ya conocimos en la anterior novela, se unen los zombies cuyas únicas reacciones se basan en tres respuestas básicas fight/flight/fuck. Los denominados “humanos base” son una especie en extinción. Quizá el grupo más llamativo de los que nos muestra el autor son los Bicamerals, una orden religiosa que forma una mente colmena y que a través de su contacto con Dios consiguen avances sorprendentes en sus conocimientos científicos.

No me he equivocado en la frase anterior, gran parte de lo que se expone en el libro trata sobre la existencia de Dios, no como un ente superior si no como un proceso, o incluso un virus.

El narrador de la historias es Daniel Brück, un biólogo sin mejoras que se ve envuelto en un viaje sin un destino claro, con la supervivencia como único objetivo. Pero la pregunta de fondo sería, ¿la supervivencia de quién? La trama no deja de ser una excusa para que el escritor canadiense exponga sus ideas sobre temas tan interesantes como Dios, el futuro de la humanidad, algo de exploración espacial, el transhumanismo y más. Es por estos temas que la lectura debe ser pausada y tranquila, yo incluso diría que con una segunda lectura el libro ganaría mucho.

Exigente, sin duda, pero también gratificante.

Scale-Bright

scaleLa nominada a los premios Campbell Benjanun Sriduangkaew puede que jugara en desventaja en esta categoría por no haber escritor ninguna novela, mientras que los demás contendientes sí que lo habían hecho. Tenía un vivo interés por conocer su obra en distancias más largas, ya que en el relato corto había demostrado un caudal de ideas y de buen hacer exquisito.

La historia ante la que nos encontramos es una modernización de un mito chino desconocido para mí, con lo que el punto de la originalidad ya lo había conseguido. ¿Conseguiría mantener el interés en un formato menos condensado? La respuesta, afortunadamente, es sí.

Del mismo modo que en “Courtship in the country of Machine-Gods” los personajes que nos muestra la autora son homosexuales, pero se trata el tema con tanta naturalidad y de forma tan espontánea que no causa extrañeza en ningún momento que una mujer se refiera a su pareja como su esposa. Esto es gracias al tratamiento respetuoso de la autora para con la sexualidad de sus personajes. Incluso las escenas más subidas de tono son delicadas.

Otra de las aficiones de Benjanun, como podéis ver en esta entrevista es el maquillaje. También aparece en el relato y de nuevo introducido de un modo natural, no forzado e incluso relevante para el desarrollo de la trama. Es bueno hablar y escribir de lo que se conoce y la autora hace gala de ello.

La narración gira en torno a la historia amor entre un demonio y un humano, cómo los opuestos se complementan y cómo el valor puede demostrarse de formas menos llamativas que el enfrentamiento directo, pero no por ello menos aguerridas. Tenemos apenas un atisbo del panteón mitológico chino, pero solo conocer a algunos de estos dioses merece la pena y hace que esté deseando bucear en este terreno desconocido pero de apariencia apasionante.

Personalmente, prefiero a esta autora en escenarios de ciencia ficción más que de fantasía, pero hay que reconocer que se maneja bien en ambos géneros. Con esta novella de reciente publicación Benjanun da un salto de calidad que espero que a lo largo del año se vea consolidado con nuevas publicaciones y quién sabe si con alguna novela. Yo, desde luego, seré la primera en la cola para leerla.

Mundos en el abismo

mundos en el abismoTenía muy abandonada la ciencia ficción en español y de alguna forma quería reparar este error imperdonable. Con la edición 25 aniversario de Mundos en el abismo podía intentar subsanarlo y de paso seguir el consejo de alguien más experto que yo en estos lares. La recomendación no ha podido ser más exitosa, Mundos en el abismo es una lectura imprescindible para cualquier aficionado a la ciencia ficción.

Entrar en la dinámica de una obra de ciencia ficción hard requiere una implicación por parte del lector. Además, cuando se utilizan palabras en sánscrito la barrera de entrada es más alta. Es por esto que al principio resulta difícil entrar en el juego propuesto por los autores. Sin embargo, una vez superado este impedimento inicial, nos podemos dejar llevar por ese indefinido sentido de maravilla que tan relacionado está con la ciencia ficción y que abunda en esta obra.

Con el transcurrir de las páginas se van tocando diversos temas del género (space opera, ciencia ficción militar, especulación religiosa…) todos en su justa medida y de forma, si no original, al menos si novedosa y refrescante. Incluso otros, que no puedo mencionar aquí por que sería destrozar la sorpresa, pero que dan un giro final muy adecuado, dejando la puerta abierta a más visitas Akasa Puspa. Hay más historias situados en este universo  y me apetece mucho ponerme con ellas.

Solo algunos pequeños fallos empañan este más que recomendable libro. Por una parte, resulta chocante que siendo tan puntillosos con los detalles científicos, ignoren por completo el retroceso de las armas que se utilizan y las funestas consecuencias de la utilización de proyectiles en un entorno cerrado y estanco como es una nave espacial. Tampoco es lógico que una nave espacial se vea obligada a girar 180 grados en su trayectoria cada cierto tiempo para recibir las señales que les mandan desde el origen del viaje para comunicarse. Otro tema curioso, que no considero un fallo si no que representa al libro como hijo de su tiempo es la presencia de ¡ceniceros! en las salas de espera. Hace 25 años en España nadie podía haber previsto la ley antitabaco.

Estos son solo meros detalles. Realmente por Mundos en el abismo no pasan los años y no dudo de que saldrá en la charla sobre ciencia ficción española en la Loncon.

PD : No dejéis pasar este interesante artículo sobre la parte hard de Akasa Puspa. Muy clarificador.

Axiomático

axiomaticoSi sois lectores habituales de este blog, estaréis acostumbrados a reseñas pormenorizadas de cada relato de las antologías que voy leyendo. Hacerlo así me sirve tanto para aclararme las ideas como para ver la obra como un todo formado a partir de sus partes.

Sin embargo en esta ocasión he decidido romper con esta norma no escrita para elaborar este artículo. La estupenda impresión que me ha causado Axiomático lo merece.

La lectura de estos relatos no es fácil. El nivel de especulación científica es muy alto y no resulta raro tener que volver a releer párrafos para captar lo que Egan nos quiere decir. Incluso podría decirse que hacen falta unos sólidos conocimientos de varias ramas de la ciencia para llegar a comprender todas las ideas que el australiano vuelca en los relatos. Esta dificultad, unida inextricablemente a la prosa seca y en ocasiones árida del autor hace que el esfuerzo necesario para leer Axiomático sea grande.

Ahora bien, una vez que superamos estos obstáculos nos encontramos ante un puñado de relatos de pura especulación que harán las delicias de los lectores que den primacía al fondo frente a la forma. El autor se mueve con soltura con temas tan espinosos como la recombinación genética, universos múltiples, posibilidad de enviar información al pasado y muchos temas más.

Algunos relatos podrían tener lugar en un futuro no muy lejano si se desarrollara la tecnología adecuada, lo cual no deja de ser inquietante si vemos los finales de “El virólogo virtuoso” o  “El foso”.

Las disquisiciones metafísicas a las que llega Greg Egan son el fruto de la aplicación de la lógica a escenarios posibles científicamente y nos pueden dar mucho que pensar, especialmente en el terreno religioso, algo que parece ser de gran importancia para él. Nos enfrenta a preguntas como qué define a un ser humano o cómo es la realidad que interpretamos a través de nuestros sentidos. Desarrolla sus ideas de forma que no quedan cerradas si no que siembran las semillas que darán lugar a la especulación que el lector quiera llevar a cabo tras la lectura.

Si quieres conocer uno de los máximos exponentes de lo que es la ciencia ficción hard, te recomiendo  que te hagas con un ejemplar de este libro. Y hay más gente que está de acuerdo conmigo.

The lives of Tao

livesoftaoLos extraterrestres están entre nosotros desde el principio de nuestra existencia y han manejado los hilos de nuestro destino. Con esta premisa, digna de Cuarto Milenio o inspirada por von Daniken, Wesley Chu nos presenta una novela de acción y espías, un auténtico pasapáginas que hará las delicias de los seguidores de teorías conspiranoicas.

Tao es uno de estos alienígenas, extraordinariamente longevos, que establecen relaciones simbióticas o parasitarias (depende del punto de vista) con sus envoltorios humanos. A veces el receptor será una persona preparada con tiempo y entrenada por los Quasing para esta tarea, pero en The lives of Tao este “honor” recaerá sobre Roen Tan, un ingeniero informático gordo y aburrido que pasaba por allí. Su vida cambiará tras este encuentro fortuito.

La principal baza del libro son los momentos divertidos del entrenamiento de Roen para convertirse en un agente de campo. Su nostalgia por una buena pizza será comprensible para cualquier persona que haya pasado por una dieta y las agujetas y tirones que sufre mientras se está poniendo en forma tampoco serán ajenos a cualquiera de nosotros.

Los conocimientos del autor sobre artes marciales se hacen patentes en las escenas de acción de libro, aunque a veces resultan un poco confusas. Es difícil caminar por la estrecha línea que separa una pelea creíble de una coreografía y por norma general Chu lo consigue. El resultado es bastante cinematográfico.

Esta inspiración cinematográfica es aún más patente en los escenarios que se plantean, que parecen sacados directamente de las películas de Bond. El submarino, el hotel de lujo, la fortaleza aislada de origen nazi… Topicazo tras topicazo, es innegable, pero aun así es divertido.

En este sentido la obra de Wesley Chu es una visita más al héroe de las mil caras y una no excesivamente original.  Además, le habría hecho falta una revisión de estilo ya que algunas veces tiene repeticiones innecesarias. Se echa en falta una visión más profunda de los distintos huéspedes que han cobijado a Tao a lo largo de su vida, no sé si será idea del autor explorar esta posibilidad en las siguientes entregas.