We see a different frontier

WSADF-cover-3Tenía mucha curiosidad por leer esta recopilación de relatos que versan sobre el postcolonialismo desde el punto de vista de los “colonizados” y aunque la portada es de las que podría participar y ganar fácilmente cualquier concurso a la más fea del año, eso no me echó atrás a la hora de adquirirla.

El tono general de los relatos es mucho más pesimista de lo que me esperaba, si bien es cierto que la homogeneización cultural que estamos sufriendo todos bajo el “rodillo hollywoodiense” es palpable en cualquier lugar, parece que a veces miramos hacia otro lado al afrontar este hecho. Sin embargo, los escritores de esta selección no dudan en mostrarnos en toda su crudeza el sufrimiento de la asimilación a la que se han visto abocadas muchas culturas. Y la mayor prueba de esta cultural genérica es que escriben en inglés, el mismo idioma que está unificando las culturas.

The arrangement of their parts de Shweta Narayan

Este corto relato con toques cyberpunk  es un buen comienzo para la antología, mezclando dos historias con un final muy similar.

Pancho Villa’s Flying Circus de Ernest Hogan

Mezclar a Pancho Villa con Tesla es una idea original, pero el relato se queda solo en eso.

Them ships de Silvia Moreno-García

En esta historia se ve cómo la colonización afecta de forma distinta a quienes ya daban todo por perdido. Muy previsible.

Old domes de J.Y. Yang

Este relato sí que me ha gustado. La idea de que la renovación urbanística de las ciudades requiere “asesinar” los espíritus guardianes de los antiguos edificios que van a ser derruídos es muy original.

How to make a time machine do things that are not in the manual o The Gambiarra Meethod de Fabio Fernandes

Un relato de viajes en el tiempo siempre es una buena oportunidad para contar una historia, y aunque este relato empieza muy bien, con el descubrimiento de una máquina del tiempo en un ascensor con realidad virtual, al final se acaba deshaciendo sin llegar a buen puerto. Una lástima.

A bridge of words de Dinesh Rao

Este es el relato que más sobresale de la antología, ya que trata acertadamente temas de gran calado como la pérdida de la identidad de los pueblos y la problemática del mestizaje, de no pertenecer a ningún pueblo y ser un extraño en todas partes.

Droplet de Rahul Kanakia

Esta historia de traiciones y tradiciones resulta algo confusa. ¿Han de seguir los hijos los pasos de los padres?

Lotus de Joyce Chng

A Joyce la conocemos más en este blog por su alias J. Damask y sus obras YA “Wolf at the door” y “Obsidan Moon, obsidian eye”, pero también se defiende bien en distancias más cortas.

En esta ocasión, nos encontramos en un mundo postapocalíptico en el que la vida se desarrolla de manera errante en barcos. ¿Habremos aprendido la lección o seguirá el egoísmo controlando nuestras vidas?

Dark continents de Lavie Tidhar

Lavie escribe con una facilidad envidiable, pero el estilo de sus historias siempre es rebuscado, a veces de forma excesiva. En este caso se mezclan la reubicación de los judíos tras la Segunda Guerra Mundial con distintas líneas temporales  posibles. Un relato complejo.

A heap of broken images de Sunny Moraine

Hacer visitas turísticas guíadas al escenario de un genocidio es algo muy duro, sobre todo cuando el guía es de la raza exterminada y los visitantes de la raza culpable. Este relato es difícil y exigente.

Fleet de Sandra McDonald

Quizá esta historia pierde parte de su fuerza por el protagonista, ya que el hecho de ser una mujer en el cuerpo de un hombre desvía la atención sobre los implantes de los que hace gala y de la propia narración. A lo mejor si hubiera estado más centrado me hubiera gustado más.

Remembering Turinam de N.A. Ratnayake

De nuevo la pérdida del lenguaje propio como herramienta utilizada para la asimilación por los colonizadores es el hilo conductor de este interesante relato.

I stole the D.C.’s eyeglass de Sofía Samatar

Esta mezcla entre magia, tradición y la relación entre dos hermanas me ha parecido fallida.

Forest of the night de Gabriel Murray

Pequeño relato con toques de terror e intriga que de tan previsible resulta perfectamente olvidable.

What really happened in Ficandula de Rochita Loenen-Ruiz

Lejanísimamente inspirada en un suceso real, esta historia de resistencia y sacrificio es de las más poderosas de toda la recopilación.

La recopilación me parece más importante por subir a la palestra el postcolonialismo y la asimilación cultural que por la calidad de los relatos en sí, que aunque existe no es especialmente destacable salvo algunos destellos.

ACTUALIZACIÓN : No sé como, pero se me ha pasado comentar este relato,

Vector de Benjanun Sriduangkaew

El año pasado en las nominaciones a los Hugo voté una historia de Benjanun porque me pareció espectacular (Courtship in the country of machine-gods). Aunque este relato no llega a este nivel, es bastante bueno también.

Una nueva aproximación a la intoxicación cultural de los colonizados que se expande como un virus. Pero también se puede luchar de la misma forma.

Obsidian Moon, Obsidian Eye

obsidianEn “Obsidian Moon, Obsidian Eye” continuamos con las vivencias de Jan Xu, a la que conocimos en “Wolf at the door”, escrito por Joyce Chng bajo el pseudónimo J. Damask.

En esta ocasión el conflicto implica a otros seres fantásticos pertenecientes a la Myriad, a la vez que la autora profundiza en el mundo espiritual que rodea Singapur.

En el libro vemos como las rencillas del pasado son las semillas de los conflictos del futuro, aunque en ningún momento la autora pretenda dar lecciones de moralidad ya que se tiene claro desde el principio que los personajes tienen claroscuros, sus necesidades y sus fallos son reales. La principal preocupación de la protagonista es su familia, pero como líder de los lobos tiene que mantener un difícil equilibro entre la vida doméstica y la organización del clan.

Del mismo modo, Joyce tiene que manejar varias tramas en la historia, dos de ellas temporales (el presente y el pasado que fue la causa de los problemas) pero además añade una nueva dimensión espiritual que aunque es fundamental para el desarrollo de la trama acaba por resultar confusa. La autora no consigue salir totalmente airosa de este malabarismo y el ritmo de lectura se resiente cuando la narración pasa al plano místico.

El entorno en el que se desarrollan las “aventuras” por así llamarlas de Jan Xu es espectacular, la mezcla de personas, formas de vida, naturaleza y urbanismo en el crisol que es Singapur tiene un reflejo estupendo en el libro, al igual que es destacable la utilización de la mitología asiática que tan poco conocemos por estos lares.

Aunque la lectura es entretenida, creo que le falta algo más de empaque a la narración y claridad en la exposición para acabar de ser redonda. Aún así, no dejaré de darle otra oportunidad a la autora con su trilogía Rider.

Nota : en esta edición se ha incluído un utilísimo apéndice con las expresiones en diversos idiomas o dialectos (singlish, cantonés) que se utilizan en el libro. No dejéis de utilizarlo porque facilita mucho la comprensión del relato.

The Atrocity Archives

the_atrocity_archivesMezclar la computación con el fin del mundo no es nada nuevo, solo hay que recordar el estupendo relato “Los nueve billones de nombres de Dios” de sir Arthur C. Clarke para ver que este recurso se ha utilizado desde los comienzos de la ciencia ficción. Sin embargo, si añadimos unos toques de fantasía muy oscura y algo de horror lovecraftiano, el resultado es menos previsible.

Esto es lo que hace Charles Stross en sus Atrocity Archives y lo debe hacer bastante bien ya que va por la cuarta entrega de la serie “The Laundry Files”, que el año pasado ganó el Locus de Fantasía.

El autor cuenta con sólidos conocimientos informáticos de los que hace gala en el libro, aunque están aderezados con toques chtulianos, nazis malvados y en general, cualquier bicho con demasiados tentáculos dispuesto a sorbernos el seso (la traducción es mía pero es casi literal). Esto tiene su gracia, sobre todo cuando todo el planeta está envuelto en una trama conspiranoica para que no conozcamos esta terrorífica realidad y podamos seguir viviendo nuestras vidas como si nada. El protagonista de los dos relatos es Bob Howard, un administrador de sistemas de “The Laundry”, agencia hipersecreta del gobierno británico destinada a lidiar con horrores cósmicos que pretenden devorarnos en cuanto nos despistemos. Bob se aburre de su trabajo de oficina, y quiere trabajar como agente de campo, con los riesgos que ello conlleva.

Parece que una novela de espías por fuerza ha de tomar como referencia a James Bond, cuando se supone que el trabajo de un espía es pasar desapercibido. Stross no cae en ese error, aunque la parafernalia de armas, amuletos y gadgets variados de los que tiene que hacer uso Howard no tiene nada que envidiar de cualquier producto de la imaginación de M.

Los dos relatos de esta primera entrega (“The atrocity archives” y “The concrete jungle”) están plagados de referencias que harán las delicias de cualquier persona con curiosidad por conocer las fuentes de inspiración del escritor. El primer relato en particula hablar de Wolfenstein y es innegable la influencia del famoso videojuego en toda la trama, aunque el desarrollo sea incluso más macabro. ¿Y qué decir de la ironía de llamar a su superior Angleton, como James Jesus Angleton?

Mi favorito sin embargo es “The concrete jungle”, porque me parece algo más terrenal (sin serlo en demasía) y porque trata un tema muy polémico desde un óptica (nunca mejor dicho) distinta. ¿La proliferación de cámaras de televisión en todas partes pone en peligro nuestra intimidad?

Tampoco todo van a ser alabanzas, la prosa del autor es un poco enrevesada y utiliza en demasía los mismos recursos, por ejemplo Bob pierde más el conocimiento que Homer usa la cortinilla de estrella., y las quejas sobre la burocracia y el presupuesto, aunque divertidas, pueden llegar a resultar cansinas.

En resumen, un libro divertido que no pasará a la historia de la ciencia ficción, pero que tampoco es lo que pretende.

Martian Sands

martian-sands-En 1941, antes del ataque de Pearl Harbour, un extraño personaje se materializa ante el presidente de los EE.UU. y le ofrece la posibilidad de terminar con la guerra de forma rápida mediante ayuda militar del futuro.

Con esta premisa tan interesante comienza “Martian Sands” en la que el autor israelí mezcla varias líneas temporales y realidades alternativas dando rienda suelta a su imaginación. Aparecen sus temas fetiche, como los nazis, las historias de detectives, los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial pero aún así no me acaba de convencer.

Otras buena idea que aparecen en la narración es la “crianza” de forma biológica de las Inteligencias Artificiales, denominadas the Others, que tienen una relación casi simbiótica con algunos humanos, a pesar de la profunda incomprensión mutua. ¿Y qué decir de los simulacros de antiguos políticos israelís para el gobierno?

En esta compleja novela de Lavie Tidhar tenemos elementos que recuerdan al Dick más conocido (como en “Ubik”), pero aunque la prosa es de bella factura y las ideas originales, al final no se exponen claramente, de forma que el libro se queda en un intento fallido de uso de los universos paralelos. Aunque el material de partida podría haber dado más de sí, al final no me fue posible saber cuál era la finalidad de la novela. Es posible que con una relectura me quedaran las cosas más claras, pero no es un esfuerzo que desee realizar.

No return

no-return-by-zachary-jerniganMe siento a escribir esta reseña con sentimientos encontrados, ya que aunque las ideas de las que hace gala Zachary Jernigan son muy llamativas y su prosa está trabajada hasta extremos insospechados, me parece que en esta su primera novela peca un poco de ambición (quizá el mejor pecado para un escritor), y desea abarcar tanto que acaba sufriendo problemas de ritmo, desembocando en un final abrupto.

La historia tiene dos líneas con protagonistas claros, quizá destinadas a encontrarse en algún momento futuro de la acción pero sin interacción clara entre ellas.

Por una parte, se va a celebrar un torneo de lucha entres las distintas facciones religiosas que pueblan el mundo (divididas principalmente en Adrashi, a favor del dios Adrash; y Anadrashi, en contra) y vemos como tres personajes (Vedas, Berun y Churl) de origen muy distinto y motivaciones aún más variopintas aúnan sus fuerzas para el largo viaje que les queda por delante hasta llegar al lugar del torneo (no me digáis que no os recuerda a Goku y su torneo de artes marciales porque no me lo creo). Los combates están recreados en toda su crueldad, rozando a veces el gore, algo que también está presente en las escenas, muy explícitas; de sexo.

Por otra parte, asistimos a las luchas de poder entre los magos de la Universidad, cuyas capacidades les permiten viajar al espacio y sobrevivir en el vacío en su búsqueda de conocimiento sobre el dios Adrash, que habita en este medio.

Zachary Jernigan pone sobre la mesa temas muy controvertidos como las creencias religiosas y el sexo de una forma deshinibida y atractiva. Define el sistema monetario basándose en el intercambio de partes del cuerpo de los antiguos habitantes del planeta, ya que poseen propiedades mágicas. Existen incluso constructos con capacidad de raciocinio, una suerte de robots programables recargables mediante energía solar. El libro por tanto es una mezcla de elementos fantásticos y de ciencia ficción que puede recordar a “Illium” de Dan Simmons o aviso spoiler la tetralogía de “La espada de fuego” de Javier Negrete.

Este despliegue de ideas y temáticas resulta apasionante, al mismo nivel que la historia que se desarrolla en ambos hilos, pero el problema está en el ritmo. Un relato de viajes ha de verse salpicado forzosamente de anécdotas o pequeñas aventuras para no caer en la repetición, y aunque el autor lo intenta, no consigue que todo el desplazamiento resulte igual de interesante. La historia de los magos sí que está más equilibrada y la existencia de conspiraciones dentro de conspiraciones hace que sea de lo más adictivo del libro.

Sin embargo, el mayor escollo con el que nos encontramos es un final abierto, que podría ser bienvenido si se tratase de una serie de novelas, pero que con un epílogo poco claro deja abiertas más incógnitas de las que resuelve y nos hace ver que quizá todo lo que hemos vivido con los personajes no es sino un pequeño esbozo de la crisis que se avecina. ¿Se cumplirán las expectativas? Tendremos que esperar a la siguiente entrega.

Wunderwaffe

Wunderwaffe_front_cover-03_mlCuando leí la primera entrega del Apollo Quartet de Ian Sales, “Adrift on the Sea of Rains” dije que:

En la Luna se estaban llevando a cabo una serie de experimentos con un artefacto nazi llamado The Bell — Utilizando este recurso pero sin explicarlo (lo cual es mejor para la credibilidad de la historia)

Lo que no sabía entonces es que ya existía un relato corto que también giraba entorno al uso de The Bell por parte de los nazis, llamado “Wunderwaffe”, pero en cuanto estuvo en mi poder, no tardé nada en leerlo.

En esta ocasión, Sales nos sorprende con un relato menos apegado a la historia de lo que nos tiene acostumbrados, aunque de nuevo en el entorno de la realidad alternativa en el que tan a gusto parece encontrarse. Conjungando elementos tan variopintos como la Sociedad Thule, las conspiraciones mágicas nazis y las investigaciones en física más avanzada de la época logra construir una historia autoconclusiva en un tono más ligero del habitual pero que también se agradece.

Del mismo modo, la utilización de personajes que existieron en la realidad pero cambiando el desarrollo de su vida consigue despertar el interés por conocer más de la vida de estas personas.

“Wunderwaffe” es una buena oportunidad para conocer la obra de Ian Sales y acercarnos a este autor tan interesante.

Excesión

BanksexcesiónLe tengo un especial cariño a este libro de Banks porque fue el primero que compré de este autor, aunque no el primero del que tuve noticia ya que antes me habían dejado algunos de la editorial Martínez Roca.

Si habéis estado leyendo los interesantísimos artículos de Cris sobre la Cultura, sabréis que la principal amenaza para las Mentes es el hastío, ya que cuando se acumulan tantos y tantos conocimientos estos entes no saben qué hacer con su tiempo.

La premisa de esta obra, sin embargo, es que no es posible conocerlo todo. Así que cuando en un remoto lugar de la galaxia aparece la Excesión, algo imposible según los conocimientos de la Cultura y otras civilizaciones, el premio es demasiado jugoso como para no arriesgar la vida a la hora de aprehender lo ignoto. Se desencadena por lo tanto una carrera llena de trampas y zancadillas por ser el primero en llegar.

El reparto es coral y se nota la buena mano de Banks al asignar el tiempo necesario a cada personaje para que conozcamos sus motivaciones y entendamos su proceder. Lo cierto es que se nota especialmente el cariño que tenía el escocés por sus naves, no solo por la ironía de sus nombres, si no por que la parte del león de la historia se la llevan ellas. Y de paso, como quien no quiere la cosa, nos deja entrever distintas escisiones que ha tenido la Cultura (como las naves elenquistas) que podrían dar para muchas historias muy interesantes y que aquí aparecen como simples elementos para que avance la trama. La profundidad de su imaginación no deja de asombrarme.

La trama se complica con conspiraciones y traiciones a muy largo plazo que solo están al alcance de Mentes superiores, que quedan resueltas de manera más o menos elegante al final. Un interesante punto de vista es la inclusión de la Afrenta, una civilización alienígena basada en la superioridad del más fuerte que repugna y al mismo tiempo atrae irremisiblemente a la Cultura.

“Excesión”, a pesar de que toca temas serios como la crueldad sin sentido de toda una raza y la privacidad de los propios pensamientos, es también divertido porque el autor Banks parece no tomarse muy en serio a sí mismo ni a su “utopía”. Las conversaciones entre los distintos vehículos de sistemas me hicieron sonreir en más de una ocasión y esto es muy meritorio. Por lo que dice @leemaslibros Banks muestra su vis cómica en todo su esplendor en “Raw Spirit”.

La novela tampoco está exenta de crítica social, con un fuerte antagonismo hacia la tendencia del primitivismo, del “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor”.

Por desgracia, la traducción al español no acompaña el trabajo del escritor. Por poner sólo dos ejemplos, hay naves que cambian de nombre… ¡en el mismo párrafo! (Tiempo de matar y Hora de matar) Y cuando estaba leyendo una escena en la que una nave acelera, el texto se refería a la velocidad como años luz. No me podía creer que Iain cometiera el error de utilizar una medida de distancia como si fuera de velocidad e investigando,dimos con el párrafo original:

As it approached the Dreve system, the Plate class GSV Sleeper Service was travelling at its usual cruising speed of about forty kilolights.

Y la traducción.

En su aproximación al sistema Dreve, el VGS de clase Placa Servicio durmiente viajaba a su velocidad estándar de crucero de unos cuarenta mil años luz.

Según explica este enlace, el “luz” es una unidad de velocidad. ¿No ha tenido este dato en cuenta el traductor?

Estos fallos me hacen pensar en lo que me he podido estar perdiendo por haber leído en español otros libros de Banks que he disfrutado muchísimo . Creo que no volveré a cometer ese error.

The shambling guide to NYC

ShamblingEn una interesante iniciativa apoyada por su editorial Mur Lafferty puso a libre disposición durante un tiempo limitado su obra “The shambling guide to New York City” en formato podcast. El libro ya me llamaba la atención, el hecho de que Lafferty ganara el John W. Campbell me incitó aún más a su lectura, pero este ofrecimiento supuso el empujón definitivo.

No sabía cómo iba a entender la historia, la única vez que me acerqué a un audiolibro con anterioridad había acabado en un rotundo fracaso, pero tras escuchar los primeros capítulos me enganché y no pude dejarlo.

Mur es quizá más conocida por su labor como podcaster que por sus escritos, es por esto que los valores de producción del audiolibro son muy altos. La claridad en la dicción es impecable, no hay ruido ambiente y la entonación ayuda mucho al disfrute del audio. Quizá esto es un estándar en los audiolibros, pero yo no estoy acostumbrada, solo escucho podcasts más de “andar por casa” y se agradece el cambio.

La idea de que compartimos nuestras vidas y ciudades con todo tipo de monstruos y seres mágicos pero sin percatarnos de ello no es nueva, pero la originalidad de “The shambling guide to New York City” es el tono humorístico de todo el libro. Zoe ha salido malparada de su relación con su anterior jefe, así que decide empezar de nuevo su vida en Nueva York y busca trabajo como editora de guías de viajes. Cuando responde a un anuncio de forma muy insistente a pesar de las reticencias del dueño de la empresa sobre su posibilidad de encajar en el puesto de trabajo, descubrirá todo un nuevo mundo del que no tenía constancia.

La narración es muy ágil en todo momento, algo a lo que contribuye que cada capítulo finalice con un extracto de la propia Shambling Guide en la que está trabajando la protagonista. El elenco de personajes también está muy bien escogido, porque la presencia de íncubos, vampiros, zombies… cada uno con sus fuerzas y sus debilidades hace que el ritmo se mantenga alto durante todo el libro.

Lo que no me ha gustado tanto ha sido el final, los últimos capítulos me han resultado un tanto embarullados. Paradójicamente las escenas de acción podrían haber sido mejores con algo más de calma. Otro hecho que no me ha gustado es que la propia autora planta un spoiler a mitad del libro que no viene a cuento, pero esto es una apreciación muy personal.

En definitiva es un libro muy divertido, aconsejable para pasar un buen rato. El podcast sigue disponible para su descarga hasta el 15 de diciembre, así que no dejes de escucharlo. A mí me ha convencido para leer la siguiente entrega, “Ghost train to New Orleans”.