Six Gun Snow White

sixgunEste año voy muy retrasada en mis lecturas para los Hugos, pero es que no me llaman mucho la atención la mayoría de los nominados. En la categoría de novella quería echarle un vistazo a este Six Gun Snow White, pero la lectura me ha dejado indiferente.

La propia Valente utiliza el término mythpunk para describir un subgénero de la ficción mítica que se inicia en el folclore y el mito, y añade elementos modernos. Esta historia cuadra perfectamente con esta definición ya conjuga los elementos más famosos del cuento de Blancanieves con el lejano Oeste y los utiliza para hablar sobre mestizaje, pérdida de identidad y nostalgia sobre los tiempos pasados.

Esta contraposición de elementos hace que Encantador no sea un príncipe si no que sea el caballo de Blancanieves o que los siete enanitos sean siete mujeres forajidas de la justicia que dan cobijo a la protagonista.

La novella está muy bien escrita, Valente es una maestra en el uso del lenguaje y ciertamente es menos recargado que otras obras suyas que he leído, lo cual facilita la comprensión. Es curiosa la estructura escogida, con capítulos muy cortos cuyos títulos parecen contar una historia diferente a la de la narración.

Destaca especialmente la crueldad con la que se maneja la madrastra, aunque quizá la clave sea la concepción de Blancanieves como mestiza, hija de una nativa norteamericana y un acaudalado hombre blanco. Este origen mixto permite a la autora hablar sobre el sentimiento de no pertenecer a ningún lugar, de no ser aceptado por nadie. Quizá éste sea el mensaje final del relato, pero es una interpretación que no acaba de casar con el desenlace.

El problema para mí viene cuando lo que se está contando no resulta interesante ni llamativo. A pesar de no tener mucho que ver con el cuento original, la autora no ha conseguido que me importara lo que le pasaba a Blancanieves y sus allegados, lo que convierte a Six Gun Snow White en una lectura que no deja huella.

Delirios de grandeza

deliriosSigo descubriendo a Santiago García Albás gracias a la edición de Sportula de sus Cybersiones.

De nuevo nos encontramos ante un relato que toma como base la percepción de la realidad. En esta ocasión, todo el mundo tiene instalado un filtro cerebral que; mediante paquetes software, permite camuflar la miseria que hay alrededor para que los usuarios crean vivir en un mundo de ensueño. Existen 18 niveles de sofisticación de estas interfaces, los más bajos hacen la vida apenas soportable mientras que los superiores convierten la existencia en un paraíso sensorial.

Las descripciones que nos encontramos durante la lectura son duras y eficaces. Nos invade una terrible sensación de desasosiego y asco cuando conocemos el Mundo Real TM sin ningún tipo de filtro. Aunque algunas veces parece que se recrea en la inmundicia y los más bajos instintos, consigue su propósito de asquearnos. La idea de las fiestas de mendigos es especialmente inquietante pero no es la única.

También hay cosas que no me gustan. Lo peor es la búsqueda efectista de un final apabullante, creo que el mundo que nos plantea este Delirios de grandeza podría haber dado más de sí. También hay una serie de casualidades necesarias para que avance la trama que desmerecen un poco el conjunto y resulta difícil creer que en el estado en el que se encuentran las cosas la sociedad pueda seguir funcionando, aunque sea a trompicones.

Se habla mucho sobre la distopía y creo que este relato entra dentro de los límites de esta etiqueta, entendiéndola como un supuesto estado del bienestar que en realidad oculta una sociedad corrupta y decadente. Para el que haya leído el relato no habrá mucha discusión sobre su denominación como distopía, aunque quizá no siga los canones del subgénero, en el sentido de que no hay una resistencia que luche contra el sistema. De hecho, lo que todos desean es volver al sistema para no sufrir la realidad.

Creo que el autor utiliza su relato para criticar las técnicas más agresivas e intrusivas de la publicidad, al igual que Ramez Naam hace en “Water”, relato con el que veo puntos de conexión en esta narración. Quizá la más clara de estas conexiones sea la publicidad personalizada, adaptada a cada consumidor, que deviene en manipulación del cerebro. La tecnología usada en cada relato es distinta, pero están basadas en implantes cerebrales que modifican la percepción. Mientras que en “Water” se hace hincapié en las feromonas como forma de manejar las emociones, en Delirios de grandeza no se entra en tanto detalle. También es similar la estratificación de las clases sociales, la comodidad y confort a que tiene acceso cada persona está rígidamente diferenciada por el acceso que posea al software. En la obra del egipcio, los ricos no tienen que sufrir el constante acoso de la publicidad mientras que en la del español los más pudientes perciben la perfección en todo lo que les rodea.

Tengo la tercera entrega de Cybersiones, La parte del ángel, preparada en mi libro electrónico y creo que a no mucho tardar estaremos hablando de ella por aquí.

A stranger in Olondria

olondriaSofia Samatar se ha postulado como una firme candidata a ganar el premio Campbell al mejor escritor novel este año gracias a su A stranger in Olondria. Se han oído muchas alabanzas a esta obra, que como formaba parte del Hugo Voter Packet no tardó en caer en mi libro electrónico.

Si hay algo por lo que destaca esta novela es por su prosa. Es de un lirismo que desborda los sentidos. Que la autora es poeta queda claro en cada frase, escogida con mimo y forjada a base de talento. Los paisajes que se recrean en este viaje de ida y vuelta del protagonista son descritos utilizando todos los sentidos, de forma que la atmósfera de la historia nos envuelve y casi somos capaces de oler la plantación de especias en la que comienza.

Cuando comenzamos la lectura es difícil no sentirse identificado con Jevick, que nos relata cómo conoce la existencia de los libros gracias a su tutor extranjero, un nativo de la desconocida Olondria. Los primeros capítulos del libro son un canto de amor a estos, a las sensaciones extraordinarias que provocan sus lecturas. ¿Cómo describir el descubrimiento de la lectura cuando antes no se conocía? Samatar lo consigue evocando recuerdos y sensaciones muy presentes a lo largo de toda la obra.

A pesar de todo esto, la novela no ha funcionado para mí. Me gusta disfrutar de la prosa, y no se me suele hacer larga aunque sea alambicada, pero en A stranger in Olondria me he encontrado con una casi impenetrable jungla de palabras. Se puede leer como un viaje iniciático, como un rito de madurez o incluso como una historia de fantasmas, pero en todos los casos resulta difícil avanzar y la cadencia de la historia, tan pausada que a veces parece inmóvil, lastra el disfrute de la novela.

Un problema estructural menor, pero que da una pista sobre lo que estoy contando, es la forma de introducir la historia del “ángel” del libro. Después de capítulos y capítulos conviviendo con ella, de repente descubrimos toda su historia, que se inserta sin pausa alguna en el libro, dejando colgada la trama principal durante un tiempo que me parece demasiado largo.

Si sois capaces de afrontar el ritmo demasiado lento de la historia y sumergiros en la prosa de Sofía Samatar, no me cabe duda de que disfrutaréis de A stranger in Olondria. Es una pena que yo no lo haya conseguido.

El rey lansquenete

ReyLansqueneteHacía tiempo que un relato no conseguía mantenerme sentada en la silla pasando las página esperando la resolución final, pero hay que decir que Santiago García Albás lo ha conseguido.

Nos encontramos en un futuro cercano, donde la falta de recursos para mantener las prisiones en funcionamiento ha hecho que los delitos se paguen de otra manera menos onerosa : el control mental. Existen tres niveles de castigo: monitorización, distropía y estupor. Cada uno implica un control mayor que el anterior y los reos se encuentran bajo la supervisión constante de la Entidad, todopoderosa inteligencia artificial que es capaz de cambiar lo que perciben a través de sus sentidos para proteger a los demás ciudadanos.

El estilo de escritura es seco y directo, algo que le viene de maravilla a una novela negra como es este El rey lansquenete, en la que en todo momento nos hallamos en la mente de una persona que está planeando un asesinato.

El uso de la segunda persona nos sumerge aún más en la narración, sentimos en nuestras carnes el dolor por la pérdida que hace que el protagonista planifique meticulosamente su venganza. Cada paso está fríamente calculado para conseguir vencer a las ilusiones de las que nos vemos rodeados en un distropía. La atmósfera llega a ser asfixiante en ocasiones, ya que cualquier despiste puede resultar fatal y hemos de enfrentarnos a la supervisión mediante la repetición de hábitos y la alienación de los actos cotidianos. También merece especial atención el hecho de que el libro es prácticamente un soliloquio, con excepciones de breves diálogos que sirven para liberarnos un poco del sentimiento de opresión al que nos vemos sometidos.

Se ha hablado mucho del final, quizá la parte que falla algo en este relato, pero más bien por la forma en que está contada que por el contenido. No sé cómo se podría haber cambiado, pero; a pesar de este tropezón, es una lectura más que recomendada. Con decir que en cuanto lo he acabado he empezado con siguiente entrega de Cybersiones, creo que dejo claro que este autor me ha conseguido entusiasmar.

The weight of sunrise

kaftanUn relato que ha ganado el premio Nebula y el Sidewise y que ha sido nominado al Sturgeon merecía entrar entre mis apretadas lecturas,  aunque solo fuera para saber qué tiene de particular para haber captado la atención de tantos jurados. O tal vez sea porque en el podcast de los VerdHugos me pillaron en un renuncio y he decidido subsanarlo cuanto antes. Tampoco conocía a Vylar Kaftan, así que era una buena oportunidad para leer algo suyo.

La historia alternativa es un subgénero muy atractivo ya que da muchas posibilidades al escritor. Puede escoger cualquier punto de cambio y a partir de ahí desarrollar su narración. En esta ocasión la acción se sitúa a principios del siglo XIX, en un imperio inca que sobrevivió a los españoles pero que cíclicamente se ve sacudido por la plaga de la viruela. A pesar de haber instaurado los principios de la cuarentena, no se ha avanzado nada en la prevención.

Es por esto que cuando llegan unos “americanos” proclamando llevar la cura contra la enfermedad el mismísimo Sapa Inca (máximo dignatario del imperio) muestra su interés. Pero la comunicación es imposible si no se cuenta con los servicios de alguien que conozca los idiomas inca e inglés. Y es aquí donde nuestro protagonista entra en escena, ya que es descendiente de un inglés que le enseñó el idioma en su infancia.

La autora utiliza este choque cultural para explorar las diferentes concepciones que sobre la libertad tiene cada pueblo, el concepto de progreso aplicado a cada sociedad y el valor de la vida humana. Mientras que a los visitantes se les llena la boca hablando de hermandad y de cómo están subyugados por la corona británica, el hecho de poseer esclavos no les provoca el más mínimo desasosiego. Por el contrario los incas, a los que la esclavitud repugna, no dudan en sacrificar humanos para calmar a sus dioses.

Me ha sucedido algo curioso. Mientras leía, la historia me parecía buena, pero luego, cuando me he puesto a reflexionar para escribir este artículo me he dado cuenta de que hay varios detalles que no cuadran. Por ejemplo, el protagonista (le) está contando una historia a su nieto, pero el estilo de “The weight of sunrise” no es oral. Que pueda ejercer su labor como intérprete tras décadas sin hablar en inglés es rocambolesco, al igual que su forma de pensar, que es muy “moderna” para ser un campesino del siglo XIX al que el azar ha elevado a la nobleza. La resolución final me ha parecido algo apresurada, en especial cómo se descubre cierto complot que luego es mencionado solo de pasada.

Sin embargo, todos estos detalles no entorpecen la lectura de esta obra corta. Me encantaría que lo leyerais para comparar vuestras opiniones con las mías, porque como digo durante la lectura no le he visto problemas al relato, las incongruencias las he detectado luego.

Brothers, a tale of two sons

Brothers-A-Tale-of-Two-Sons-Wallpaper-HDEn ocasiones no hacen falta grandes despliegues para que un juego llegue a tu corazón. En apenas unas horas he acabado y disfrutado Brothers, a tale of two sons, un pequeño juego de Xbox 360 que recomiendo especialmente.

Lo primero que llama la atención del juego es el apartado gráfico, ya que es espectacular el trabajo realizado con los paisajes y con el camino que han de seguir los dos hermanos en su aventura. A pesar de no tener una sola línea de diálogo (al menos diálogo entendible), la expresividad de los personajes y lo bellos que son los decorados nos permiten comprender perfectamente la historia. Realmente merece la pena sentarse en los bancos que hay a lo largo del camino y que nos permiten disfrutar de las vistas de este país de fantasía en el que se desarrolla la historia.

two brothers

El juego nos enfrenta a dificultades que aparecen por lo escarpado del terreno o los obstáculos que nos encontramos en el viaje, pero, salvo un caso puntual, no hay combate. Es de agradecer el desarrollo cooperativo. Cada hermano posee unas características particulares que serán de utilidad a lo largo de su peregrinaje y nosotros tendremos que hacer que trabajen a la vez para seguir avanzando en la historia.

La forma de control es curiosa. El mando se divide en dos partes, con el gatillo y el stick izquierdo controlamos a un hermano y con la parte derecha al otro. He de reconocer que esto me ha ocasionado algunos problemas, no sé si por la disposición del juego o por mi propia coordinación, ya que no estoy acostumbrada a jugar de esta manera. A pesar de estos problemas, los retos a los que se enfrentan los hermanos no suponen un desafío demasiado complicado en cuanto le cogemos el tranquillo.

La música acompaña al juego de forma correcta, pero aun así lo que más destaca son las imágenes idílicas en un principio y más oscuras conforme avanza el juego. También la integración de los objetos con los que hay que interactuar con el entorno está bien pensada y el juego con los tamaños de los habitantes del mundo da pie a los desarrolladores para plantear puzles de sencilla resolución.

brothers-a-tale-of-two-sons-soldados-gigantesA pesar de los pequeños problemas de control y de lo corto que es (aunque ya digo que no hace falta que sea más largo) es un juego que se puede disfrutar y mucho. Dadle una oportunidad y no os defraudará.

Fearsome Journeys

fearsomejourneysPara tenerlo en consideración a la hora de votar al mejor editor en formato corto como parte del Hugo Voter Packet venía este Fearsome Journeys de Jonathan Strahan. Aunque nuestros gustos no siempre coinciden, por lo general sus antologías tienen una gran calidad, así que me decidí a leerlo casi en cuanto descargué el HVP.

La nómina de escritores es espectacular, os invito a leer mi opinión sobre cada relato para ver si se han cumplido mis expectativas que ya os digo que eran altas.

“The Effigy Engine: A Tale of the Red Hats” de Scott Lynch

Las mentiras de Locke Lamora fue un libro que me gustó mucho en su momento, se veía que Scott Lynch era un autor muy prometedor. En esta historia tenemos atisbos de lo que nos ofrecía en su primera novela pero debido a su extensión nos quedamos con ganas de más.

Se podría clasificar como perteneciente a la llamada flintlock fantasy, donde en vez del típico escenario medieval fantástico, la tecnología ha avanzado y existen armas de fuego. La combinación entre pólvora y magia da lugar a resultados… ¡sorpresa!… explosivos, todo ello aliñado con el sentido del humor del autor.

La historia me ha gustado mucho por los toques de humor del cronista y por ser una analogía bastante clara de los cambios en las guerras por la llegada de las divisiones acorazadas. Os la recomiendo.

“Amethyst, Shadow, and Light” de Saladin Ahmed

Este relato se encuadra dentro del universo que Saladin creó para Throne of the Crescent Moon, su exitosa primera novela.

La historia del grupo de reclusos unidos a la fuerza para completar una tarea no es original. Es un poco precipitado en su desarrollo, que parece constreñido por la longitud del relato. Y también es previsible, salvo un giro final que lo saca de la rutina.

Podéis leer online otra versión de este mismo relato aquí.

“Camp Follower” de Trudi Canavan

En todas las batallas y guerras han existido personas que ejercen la profesión más antigua del mundo para solaz de los soldados. En este relato, sin embargo, la puta del capitán Reny demuestra ser mucho más de lo que todos pensaban.

La forma de describir la sinrazón de las guerras, la suciedad y el asco que generan hasta en los más curtidos luchadores es muy acertada. Pero la historia de fondo ya la hemos visto muchas veces.

“The Dragonslayer of Merebarton” de K J Parker

Podéis disfrutar de este relato en español gracias a la excelente traducción de Marcheto en Cuentos para Algernon.

Gracias a mis últimas lecturas, veo que resulta muy difícil escribir relatos de humor sin caer en la típica gracieta insulsa. Sin embargo, el misterioso autor K J Parker consigue mezclar humor y drama sin que sobre ni lo uno ni lo otro. Un caballero venido a menos se lanza a la aventura cuando un dragón (resulta que sí existen) asola las tierras de sus vecinos.

Un relato altamente recomendable.

“Leaf and Branch and Grass and Vine” de Kate Elliott

Esta historia, en contraposición con las anteriores, es fallida. Una viuda cuyo marido murió víctima de una guerra civil encubierta se encuentra en la tesitura de ayudar al general que lo llamó a filas.

El viaje en el que se embarca es solo de tres días, pero se me hizo muy largo. Me ha resultado aburrida.

“Spirits of Salt: A Tale of the Coral Heart” de Jeffrey Ford

Esta historia pretende romper con la mitología creada en torno a Ismet Toler, el mejor espadachín de la historia. Y la forma escogida por Jeffrey Ford, la de un estudioso de la figura de Toler es muy acertada, ya que nos permite ver los hechos desde una perspectiva nada edulcorada.

Sin embargo, la narración pronto se pierde con los cambios de estructura, ya que dedica casi más tiempo a hablar de la mentora de Ismet que sobre el propio guerrero. Esto, unido a un final un tanto abrupto, empaña un relato que podría haber dado más de sí, porque tenía ideas interesantes y la prosa resultaba de lectura muy agradable.

“Forever People” de Robert V S Redick

El problema de esta narración es que la ambientación y la leyenda sobre la que gira están bien creadas, pero luego el desarrollo y el final no cumplen las expectativas. También resulta difícil creer en unas elecciones en las que tenga tanto peso el voto de un pueblo alejado de todos los caminos, pero eso es otra historia.

“Sponda the Suet Girl and the Secret of the French Pearl” de Ellen Klages

Dice el refrán que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Bien podría aplicarse a esta historia, donde se mezclan las investigaciones alquímicas con un ladrón buscando su fortuna.

Es muy divertida, la narración está bien llevada y los personajes se hacen querer en unas pocas páginas. De las mejores de la antología.

“Shaggy Dog Bridge: A Black Company Story” de Glen Cook

Guardo un buen recuerdo de los primeros libros de La Compañía Negra, de Glen Cook, donde por primera vez vi la perspectiva de “los malos” en una historia de fantasía.

Por desgracia, este relato no es fácil de entender si no se tiene ese conocimiento de la intrahistoria de La Compañía Negra y no pasa de ser una pequeña escaramuza narrada con pericia, pero poco más.

“The Ghost Makers” de Elizabeth Bear

Con una prosa muy ornamentada pero agradable Elizabeth Bear nos cuenta una historia entretenida de compañeros inesperados que aúnan sus recursos para perseguir un mal mayor.

La ambientación es agradable y la aventura, aunque previsible, es entretenida.

“One Last, Great Adventure” de Ellen Kushner y Ysabeau S. Wilce

El recurso de no utilizar nombres propios para referirse a la mayoría de los personajes, como the Hero o the Elector sirve para que los lectores veamos con cierta perspectiva este relato sobre la decadencia de un mercenario. Acostumbrado a arrasar con todos los impedimentos que le surgen al paso poco a poco la fatiga va haciendo mella en él. Cada día le cuesta más trabajo mover sus poderosos músculos, el cansancio mental le hace desear un retiro que no parece llegar. Aunque quizá su oportunidad esté en esta última misión que le han encomendado en un reino lejano.

“The High King Dreaming” de Daniel Abraham

Relato onírico claramente deudor de los mitos artúricos en el que asistimos a la sucesión de una dinastía a través de los ojos del rey que ha muerto. La evolución de la heredera, el declive del uso de las armas a favor de otros medios para instaurar la paz y la mezcla cultural y racial sirven al autor para reflejar la sociedad moderna. Un buen colofón para la antología.

En general, la antología me ha parecido notable. Empieza con mucha fuerza con el relato de Scott Lynch y luego va bajando un poco el nivel, aunque me gustan mucho los de Ellen Klages y KJ Parker. No hay ningún relato que sea malo, aunque sí ha habido algunos que no han sido de mi gusto. Si quieres ver algo de la fantasía moderna que se escribe en la actualidad, Fearsome Journeys es una buena puerta de entrada.

Unidentified Funny Objects 1

ufocover5001-200x300Por una de esas casualidades que pasan a veces, leí en primer lugar la segunda entrega de este UFO (Unidentified Funny Objects). Como me gustó, decidí leer la primera parte, que ha resultado bastante decepcionante en comparación. A continuación, comento cada relato de la antología recopilada por Alex Shvartsman del que podéis leer una entrevista aquí.

Timber! de Scott Almes

El relato gira en torno a la protección de un bosque de madera mágica y cómo se intenta burlar a los ecologistas para seguir utilizando este recurso. Me parece una forma un tanto fría de comenzar la antología.

The Alien Invasion as Seen in the Twitter Stream of @dweebless  de Jake Kerr

En pocas páginas el autor pasa por encima de los trolls, Twitter y de paso, Nickelback. Tronchante.

Dreaming Harry de Stephanie Burgis

Tener un hijo con una imaginación muy, pero que muy vívida gracias a un experimento es el día a día de la protagonista de esta historia. Tanto que hay que racionarle los libros a los que tiene acceso para que sus padres puedan dormir por las noches.

La base de la historia es buena, quizá basada en el Cortexiphan de Fringe, pero la resolución no lo es tanto porque  la prosa es un tanto embarullada. Aun así, merece la pena.

James Beamon: Fight Finale from the Near Future

Un relato corto y poco llamativo sobre superagentes especiales con la misión de salvar el mundo. Prescindible.

Temporal Shimmies de Jennifer Pelland

Típico relato de paradojas temporales que juega con cambiar el pasado conociendo el futuro. Es previsible y no excesivamente divertido (¿en qué cabeza cabe cambiar la física por la danza del vientre?).

The Day They Repossessed My Zombies de K.G. Jewell

No es la primera vez y creo que no será la última en la que se utilizan los zombies como sinónimo de trabajadores esclavos, pero al menos en esta ocasión lo hacen en clave de humor, con una historia bien pensada y bien cerrada.

Moon Landing de Lavie Tidhar

El israelí parece especializado en utilizar realidades alternativas en sus narraciones, pero en esta ocasión el hecho que provoca los cambios es algo tan simple como lanzar una moneda al aire para decidir quién será el primer hombre en la Luna. La fértil imaginación de Tidhar pone lo demás.

The Last Dragon Slayer de Chuck Rothman

La receta para “The Last Dragon Slayer” es tomar todos los elementos habituales de la fantasía más clásica (el dragón, el héroe por accidente, el rey…) y darles la vuelta en clave cómica para reírnos de los tópicos. A Chuck Rothman le sale realmente bien.

The Venus of Willendorf de Deborah Walker

Un chascarrillo poco ocurrente sobre las personificaciones de los dioses que no me ha gustado.

Love Thy Neighbors de Ken Liu

Un “alegato” ecologista que canta loas y alabanzas a la recombinación genética desde una perspectiva irónica en una entrevista televisiva. Ken Liu y su amplia variedad de registros escribiendo no deja de sorprenderme.

The Alchemist’s Children de Nathaniel Lee

El enfrentamiento entre la ciencia y la magia en un matrimonio puede dar lugar a diferencias irreconciliables. Me ha encantado esta búsqueda de su padre alquimista por parte de una hija que casi no le recuerda tras la separación. De hecho se me ha hecho muy  corto, es una pena que no siguiera explorando las posibilidades de la historia.

The Fifty-One Suitors of Princess Jamatpie de Leah Cypess

La difícil elección entre los candidatos a casarse con la princesa Jamatpie permite a Leah Cypess desmontar todas las teorías sobre el destino manifiesto de la heredera del reino. Un pasatiempo divertido.

If You Act Now de Sergey Lukianenko

La visita de los extraterrestres con intereses negociadores deja claro las prioridades de las naciones terrestres. Me esperaba más del cuento de Lukianenko, que es bastante previsible.

No Silver Lining de Zach Shephard

Muy corto, un chiste sobre competiciones entre criaturas fantásticas con un punto chisposo al final.

Go Karts of the Gods de Michael Kurland

Este relato me parece directamente malo, buscando casualidades se puede justificar cualquier cosa. No tiene ni pies ni cabeza.

My Kingdom for a Horse de Stephen D. Rogers

Utilizando la típica frase de “¡Mi reino por un caballo!”, el autor nos cuenta una anécdota sobre un vendedor de caballos. Prescindible.

Cake from Mars de Marko Kloos

El gobierno religioso en la Tierra impone severas sanciones a cualquier tipo de conducta impúdica, por lo que cuando el padre del protagonista le pide a su hijo como regalo de cumpleaños una tarta de azúcar gigante con una prostituta dentro, el desafío es de dimensiones planetarias. La idea tiene su aquel y las exageraciones hacen que te rías, pero no tiene nada más.

An Unchanted Sword de Jeff Stehman

Un relato muy corto que se mofa de la profusión de armas encantadas en la fantasía con un toque aleccionador.

The Real Thing de Don Sakers

Una llamada a la protección  medioambiental, pero siempre obteniendo un beneficio.

2001 Revisited via 1969 de  Bruce Golden

Ni lo he entendido, ni tiene gracia.

First Date de Jamie Lackey

Si una noche te encuentras con tu hermano que se ha convertido en hombre lobo, lo mejor que te puede pasar es que te salve un cazador de monstrous. Si encima resulta que el cazador es atractivo, es un valor añadido. Esta curiosa primera cita ha conseguido arrancarme una sonrisa, algo que no pueden decir todos los relatos de esta antología.

One-Hand Tantra de Ferrett Steinmetz

Este relato sí que es divertido por lo original de su planteamiento mágico (que no voy a revelar para no destapar la sorpresa) y además por el desarrollo, lleno de guiños y bromas. Muy divertido.

Of Mat and Math de Anatoly Belilovsky

Este es un relato de difícil comprensión sobre matemáticas y ruso. No me ha hecho gracia y creo que eso es lo peor que se puede decir de un relato incluido en esta antología.

All I Want for Christmas de Siobhan Gallagher

Relato muy cortito que queda en una broma passable.

The Velveteen Golem de David Sklar

Basándose en un juego de palabras irreal nos cuentan la historia de un pueblo judía en la Rusia zarista que recurre a un golem para defenderse.

The Working Stiff de Matt Mikalatos

Divertida historia del hijo de Van Helsing que por suerte o por desgracia no puede seguir los pasos de su padre, pero que se sigue enfrentado a vampiros…o ayudándoles, no queda del todo claro. La segunda entrega de sus aventuras está en UFO 2.

Worm’s Eye View de Jody Lynn Nye

Se ve que el editor ha reservado las mejores historias para el final, porque esta antología que no está resultando muy buena si está teniendo un buen remate. En este caso una policía ha de servir como receptáculo para un alienígena en una investigación por asesinato. La segunda entrega de sus aventuras está en UFO 2 y una vez que conoces a los personajes y su trasfondo, la historia mejora.

The Secret Life of Sleeping Beauty de Charity Tahmaseb

En clave similar a la estupenda Fables de Willingham, aquí tenemos la historia de la Bella Durmiente pero algo cambiada para adoptarla a los nuevos tiempos.

El and Al vs. Himmler’s Horrendous Horde from Hell de Mike Resnick

Mike Resnick se deja llevar en esta historia plagada de burlas a los tópicos de la superioridad de la raza aria, pero sin pies ni cabeza. Esperaba más de este autor.

En general me ha resultado una antología menos divertida que UFO 2, aunque tiene algunos momentos buenos que no consiguen elevar el nivel ramplón del libro del que destaca principalmente por los humoristas gráficos Phil Shelby y Mike Jakobsen.

Saturn’s children

saturn_700Cuando se anunciaron los nominados a los premios Hugo el plantel de novelas me pareció decepcionante. Ancillary Justice ya lo había leído, y el resto no me llamaba mucho la atención, a excepción de Neptune’s Brood de Charlie Stross. Aunque supuestamente era de lectura independiente, he preferido leer antes Saturn’s Children.

No sé si llamar a Saturn’s Children homenaje o burla a la etapa tardía de Heinlein en la que escribía bajo los efectos de una enfermedad cerebral, donde las referencias sexuales se hacían cada vez más explícitas. El caso es que en Saturn’s Children el sexo es el puntal sobre el que se estructura toda la sociedad, lo que no deja de ser curioso, ya que los humanos no existen.

Un momento, ¿no hay humanos? ¿Qué sociedad es ésta? El escenario de la novela es un sistema solar colonizado al estilo de 2312 pero los habitantes son los robots que crearon los humanos antes de extinguirse. Estos robots, sujetos a una variación de las leyes de Asimov, siguen con su vida en una especie de sociedad feudal donde los individuos con menos capacidades empáticas esclavizan a los otros. Esta idea es interesante, los robots siguen estando subyugados aunque ya no existan los humanos. También es muy buena la idea de las estirpes de máquinas, ya que de una matriz se pueden crear más y más robots con las mismas características pero cada uno con su propia personalidad. Como la base es la misma, entre hermanos se pueden compartir chips de personalidad y recuerdos.

El comienzo es prometedor, Stross tiene una prosa muy ágil y divertida que consigue arrancar más de una sonrisa, e incluso alguna carcajada al lector. La protagonista, Freya, es una robot sexual creada después de la desaparición del hombre, lo que da un nuevo sentido al término “obsoleto”. Pero no hay problema, ya que el resto de los autómatas tienen todo el equipamiento necesario para compensar esta ausencia. Al principio resulta curiosa y llamativa la importancia del sexo en toda la sociedad robótica (hasta su traje espacial aprovecha la ocasión para tener relaciones con ella) pero luego llega a cansar.

Y éste es el principal escollo de la novela, que llega a resultar repetitiva en su obsesión por las relaciones sexuales como motor de la narración, dejando en un segundo plano una trama de espionaje que podría haber dado más de sí. Además, conforme va avanzando la narración va perdiendo fuelle y lo que debería ser el clímax final se queda en agua de borrajas. Stross quiere llevar tantos hilos por delante, respetando la dilación temporal de los viajes en distancias astronómicas que al final se embarulla y nos confunde. Espero que Neptune’s Brood sea mejor.

Unidentified Funny Objects 2

UFO2cover-200x300El imprescindible blog Cuentos para Algernon va a traducir unos cuantos relatos humorísticos y como nos gusta más una colaboración que a un niño una piruleta hemos decidido hacer un especial sobre el humor en nuestros géneros favoritos. Aquí tenéis la reseña de Unidentified Funny Objects 2, donde se recopilan historias de muy diversa índole pero con un punto en común (y no me refiero al editor, aunque también), el humor como bandera. Pasen y vean.

The MSG Golem de Ken Liu

Ken Liu es un autor capaz de brillar en muchos registros gracias a su sorprendente capacidad de adaptación. Dicen que el humor es un género difícil, pero para él no lo parece.

En una nave espacial rumbo a una colonia de vacaciones, una niña china recibe la llamada de Dios, que le encomienda una importante misión. Lo que no imaginaba es que la niña quisiera cumplir sus instrucciones a rajatabla.

Service Charge de Esther Friesner

Valiéndose de la fantasía y del conflicto constante entre dragones y humanos, legislado levemente mediante acuerdos, Esther Friesner lanza una aguda crítica a uno de los momentos más exasperantes por los que ha de pasar una persona que desee viajar.

Item not as described de J. W. Alden

Todo el que haya tenido una mala experiencia en ebay o similar no podrá dejar de reírse a carcajadas con este intercambio de correos electrónicos tras una compra fallida.

Stranger vs. the malevolent malignancy de Jim C. Hines

Estupenda historia de superhéroes, con toda la ironía a la que puede dar lugar este género, que es mucha. Stranger es un trasunto de Superman, invencible por sus archienemigos, pero que es víctima de un cáncer que va acabar con su vida. Me ha parecido espléndido el uso de todas las figuras típicas de los cómics de superhéroes de DC (el asilo de supervillanos, el genio malvado, la compañera de trabajo de nombre aliterativo…) pero con un giro final que convierte la historia de un mero pasatiempo en un interesante reflexión.

How to feed your pyrokinetic toddler de Fran Wilde

Este relato es muy corto y desternillante para padres primerizos.

A stiff bargain de Matt Mikalatos

Aunque tiene algunos momentos buenos, este relato sobre un Van Helsing vampiro no me ha parecido tan divertido como el resto de la antología. Claro que la temática no es de mis preferidas, eso seguramente ha influido también.

The girl with the dagon tattoo  de Josh Vogt

Otro relato sobre mitos lovecraftianos que no ha resultado de mi gusto.

Improved cubicle door de M.C.A. Hogarth

Claramente basada en la serie Atrocity Archives de Charles Stross, la idea sobre la que gira la historia es la magia utilizada en la oficina y cómo ascender en el trabajo.  Entretenida aunque no sea muy original.

On safari de Mike Resnick

Tengo un libro de Mike Resnick dando vueltas por la casa desde hace tiempo, y es bueno poder decir que este relato ha vuelto a despertar mi curiosidad por el autor. La base de la historia es la imposibilidad de razonar con  máquinas que todo lo reducen a estadísticas, pero tratado de una forma tan divertida como aleccionante.

How you ruined everything de Konstantine Paradias

Los viajes en el tiempo son una de las ideas más explotadas en la ciencia ficción, así que es casi imposible encontrar un relato original que los tenga por base.  A pesar de la falta de originalidad, la diversión está garantizada en “How you ruined everything”, con un giro final que cierra el relato con estilo.

Insider information de Jody Lynn Nye

Una historia de detectives en un futuro cercano (o no tanto) donde los humanos alojamos a visitantes aliens en nuestro cuerpo. Los toques de humor, aunque más escasos que en otros relatos de la antología, están presentes también, sobre todo con la relación con K’t’ank, el extraterrestre que ayuda a la protagonista a resolver el crimen. Bien escrito y bien resuelto.

The haunted blender de K.G. Jewell

El humor absurdo también tiene su lugar en esta recopilación donde con elementos tan dispares como son una batidora maldita y un club de lectura, K.G. Jewell articula una intrascendente historia que tiene sus momentos de humor pero que no impacta.

The retgun de Tim Pratt

Espectacular relato de Tim Pratt plagado de referencias a escritores de ciencia ficción (Banks, Russ, Vance…) con mundos alternativos y un arma capaz de cambiar las circunstancias de cada persona (recuerda vagamente a la pistola vaga de Banks y las implicaciones de “Mercy, Needle…” Yoon Ha Lee). Imprescindible.

The diplomat’s holiday de Heather Lindsley

Cuando tu trabajo es evitar las guerras mediante la negociación, la tensión se va acumulando hasta que llega el momento en que hay que tomarse unas vacaciones de la actividad diplomática y dejarse llevar. Risas aseguradas.

Congratulations on your apotheosis de Michelle Ann King

La autora juega con la idea del aburrimiento cuando todo está al alcance de la mano y hay que buscar nuevos retos, pero claro, cuando esto le ocurre a una diosa, la escala cambia. No me ha gustado el final, pero el desarrollo ha sido entretenido.

One thing leads to your mother de Desmond Warzel

El uso de las sesiones de psicología para extraer de nuestra mente aquello que nos queremos ocultar a nosotros mismo permite a Desmond Warzel construir una historia con un humor sutil y con muchas referencias a la historia de la inteligencia artificial.

Class action orc de James Beamon

Parece que existiera un subgenero de la fantasía basado en contar las historias conocidas desde el punto de vista de los “malvados”. Así a bote pronto se me ocurre “El último anillo” pero hay más. En esta ocasión, un orco ejerce de abogado para mejorar las condiciones humanitarias de la prisión donde se encuentra y de paso, para fastidiar elfos ya que no puede masacrarlos. La lectura es entretenida, pero el juicio final no me parece bien resuelto.

The wiggy turpin affair de Wade Albert White

Si el protagonista de un relato es un asesino profesional victoriano de descanso tras su última misión en la Luna, nos encontramos ante un escenario cuanto menos original. Si encima tiene un ayudante robótico, la cosa va mejorando. Y si tiene que “proteger” a un amigo suyo del ataque de una persona supuestamente muerte, las risas están aseguradas.

Hannibal’s elephants de Robert Silverberg

Creo que este cuento final está incluido por ser el autor quien es. No es que esté mal escrito pero es que no es divertido y se me ocurren otras formas de hablar sobre infidelidades matrimoniales e invasiones alienígenas.

UFO2 es un claro ejemplo de cómo se puede utilizar el humor como recurso estilístico y cuán difícil es hacer reir a todo el mundo. A mí me ha gustado tanto que ya estoy pensando en leer la primera parte.