Portada de Rogue Protocol

El mundo editorial se mueve muy rápido. No hace tanto que comentábamos la primera entrega de la Murderbot Series y ya tenemos aquí la que será portada de la tercer entrega, que se publicará en agosto del año que viene.

Un pequeño adelanto:

SciFi’s favorite crabby A.I. is again on a mission. The case against the too-big-to-fail GrayCris Corporation is floundering, and more importantly, authorities are beginning to ask more questions about where Dr. Mensah’s SecUnit is.

And Murderbot would rather those questions went away. For good.

Aunque es innegablemente más impersonal que las anteriores, me gusta esa sensación de grandiosidad que transmite. ¿Qué os parece?

The Bohr Maker

¡Por fin! Por fin he leído un libro de Linda Nagata que me convence. Probablemente sea debido a que sus últimos trabajos han derivado hacia la ciencia ficción militarista, un subgénero que no es de mis favoritos, pero siempre me parecía que le faltaba algo a esta autora para convencerme. Sin embargo, con The Bohr Maker, a pesar de no estar exenta de fallos, el final de la película ha sido muy distinto.

Siempre me ha llamado la atención el uso de la biotecnología en las novelas de ciencia ficción, ya que parece un camino verosímil hacia el futuro de la humanidad. En este caso, el “objeto de deseo” sobre el que gira toda la novela es la posesión del llamado Bohr Maker, una obra maestra de la nanotecnología que permite la modificación del propio cuerpo para adaptarse y autoevolucionar, si se me permite la expresión. Ya sea para utilizarlo o para destruirlo, todos los personajes del libro pelean por él, menos la receptora, que se encuentra inmersa sin comerlo ni beberlo en esta lucha de poder.

El principio de la novela es un poco sorprendente, porque Nagata nos coloca en un escenario donde no parece haber nada de tecnología. Y digo parece porque de soslayo nos muestra una avance que haría las delicias de cualquier ecologista actual, algún tipo de nanomaquinaria que transforma toda la contaminación de los ríos en alimento para los humanos.

También me parece muy conseguido la idea de interactuar con otros seres humanos a través de una presencia “fantasmal” en sus cerebros. Poder viajar entre localizaciones cambiando de cuerpo y utilizar a otros seres, no necesariamente humanos, como “porteadores”.  Aunque estas ideas ahora no resultan tan originales, en un libro del año 95 no eran conceptos tan trillados.

Sin embargo, lo que más me interesa de la novela es su situación temporal. La narración nos deja en un punto anterior a la Singularidad, que se vislumbra en el futuro pero que el gobierno intenta impedir a toda costa. Y es que trabar el desarrollo y la investigación en la tecnología es como ponerle puertas al campo, una labor fútil condenada al fracaso. Más aún cuando la propia policía hace uso de esta tecnología para impedir los delitos. Nagata utiliza de una forma muy inteligente la hipótesis Gaia para explicar la resistencia al cambio de una parte de los humanos, escudándose en la inteligencia de la propia Tierra para compensar los desvaríos de sus hijos, al tiempo que da voz mediante el primer posthumano a los abanderados del cambio. La novela es un diálogo con argumentos a favor y en contra de esta evolución.

Los personajes, aunque bien caracterizados y perfectamente distinguibles, adolecen de falta de empatía. Phousita sí es capaz de despertar sentimientos en el lector, pero los demás son demasiado fríos y cerebrales para conseguirlo. Cumplen su función perfectamente de exponer las ideas de la autora, pero en conjunto se les notan un poco los hilos con los que los va moviendo Nagata, con unas transiciones poco naturales y cierta ofuscación con sus obsesiones personales.

Un libro definitivamente recomendable, uno de los mejores de este #leoautorasoct en el que estoy embarcada.

Portadas de Mary Robinette Kowal

“The Lady Astronaut off Mars” consiguió ganar el premio Hugo en la categoría novelette y la autora ha escrito dos nuevos libros en el mismo mundo que se publicarán en verano del año que viene. Estos libros, The Calculating Stars y The Fated Sky, serán precuelas a la historia.

Se han dado a conocer las portadas de estas dos nuevas historias, aquí os las traigo a ver qué os parecen. Son de Jamie Stafford-Hill.

Al ser dos novelas sobre el mismo hecho desde distintos puntos de vista, me parece brillante la elección de un tema similar cambiando el color de fondo para crear contraste. ¿Qué os parecen a vosotros?

Cinco razones para compartir lecturas

Últimamente se ha hablado sobre la creación de clubes de lectura, así que al final me he decidido a hablar de mi experiencia personal compartiendo lecturas. No sé si estos comentarios serán directamente extrapolables a la participación en un club de este tipo, pero quiero aportar mi granito de arena a la causa de fomentar la lectura.

Animación a la lectura

Ciertamente, a mí nunca me ha hecho falta que me hagan palmas a la hora de leer, pero entiendo perfectamente que haya personas a las que les haga falta un empujoncito para ponerse con un libro ya que la competencia en el ocio es brutal. Si tienes la suerte de dar con alguien que comparta parte de tus gustos, pero no todos, estarás deseando leer para comentar la jugada. Y también disfrutarás planificando tu próxima lectura compartida.

Nuevos puntos de vista

Cuando ya llevas algo de tiempo leyendo, ciertas ideas te parecerán más trilladas que si acabas de lanzarte a la piscina lectora. Si bien es cierto que el sentido de la maravilla sigue estando presente en los libros, quizá afrontar la lectura con gente que tiene otro bagaje te facilitará volver a sorprenderte con ideas que ya habías visto. Y si eres un lector novel, el lector más veterano te podrá referenciar otras obras en las que seguir explorando eso que te ha maravillado.

Salir de la zona de seguridad

A veces nos cuesta mucho trabajo aventurarnos a explorar obras distintas de las que ya conocemos por miedo al aburrimiento, al “esto no me va a gustar”. Sin embargo, con estos prejuicios estamos perdiendo la oportunidad de encontrar nuevos autores y nuevos mundos que explorar, que pueden volver a maravillarnos y que sin duda ampliarán nuestros “horizontes lectores”. Esta novedad puede venir de la mano de una recomendación de lectura compartida y si compartimos cierta afinidad con la persona que nos lo recomienda, la mayoría de las veces será un acierto.

Ayuda en la comprensión

Leer sigue siendo una actividad muy personal y relativamente difícil de compartir. Al fin y al cabo estás a solas con tu libro y la interpretación que darás a cada párrafo será la tuya personal. No obstante, si estás compartiendo tu lectura, se abrirá ante tí un nuevo abanico de posibilidades, en las que quizás no habías reparado. Por ejemplo, si tu formación académica es informática como es mi caso, puede que alguna referencia literaria se te escape, pero podrás entender a qué se refiere un autor cuando habla sobre la tercera forma normal. Si la persona o personas con quienes estás compartiendo la lectura no tienen esa formación específica, agradecerán tu ayuda. Y sin duda, estarán dispuestos a ofrecerte su conocimiento cuando el tema del libro esté fuera de tu área de experiencia. Esta ayuda se multiplica cuando la lectura es en un idioma distinto al tuyo,  ya que siempre resulta más difícil llegar a entender todas las estructuras que puede llegar a utilizar el autor.

Por puro placer

He dejado al final la que quizá sea la razón más importante. Y es que, ¿a quién no le gusta hablar de su afición favorita? Si encuentras a una persona o personas con quien comentar tus libros, no volverás a sentirte el “rarito de la biblioteca”. Esta es una de las razones de ser de los VerdHugos, poder hablar y compartir aquello que nos apasiona.

Y vosotros, ¿compartís vuestras lecturas? ¿Os gustaría hacerlo?

Libro gratis : Radix

En este enlace está disponible en la modalidad paga-lo-que-quieras el libro Radix de A.A. Attanasio.

A young man’s odyssey of self discovery in a world eerily alien, yet hauntingly familiar.

Set thirteen centuries in the future, A. A. Attanasio meticulously creates a brilliantly realized Earth, rich in detail and filled with beings brought to life with intense energy.

In this strange and beautiful world, Sumner Kagan will change from an adolescent outcast to a warrior with god-like powers and in the process take us on an epic and transcendent journey.

 

Autonomous

Mucha gente me había recomendado este libro y no me extraña. Se trata de una novela bastante verosímil, fácil de leer y con trasfondo sociológico que hará las delicias de los aficionados a la ciencia ficción de futuro cercano, con títulos como Nexus de Ramez Naam o Homeland de Cory Doctorow.

La narración se divide en dos puntos de vista en el mismo momento temporal (uno de ellos con flashbacks) condenados a encontrarse. Por un lado, tenemos a una activista en contra de las patentes de medicamentos y drogas, que hace ingeniería inversa de estos productos para sacar versiones libres al mercado. Por otro, a una pareja de agentes que protegen la propiedad intelectual. El punto de unión, una nueva droga para que los trabajadores  “disfruten” de su trabajo en la que algo sale mal.

La prosa es bastante funcional y no tiene florituras, pero es que no las necesita. Sería injusto decir que la autora se dedica a poner una palabra detrás de otra, porque me he encontrado con algunas frases bastantes potentes en cuanto a contenido, como esta:

But everyday, she felt her mother´s judgment, as if her mitochondrial DNA contained a list of everything that was wrong with her.

O esta:

The sky rained pixels and the market awnings expelled cool mist as fine as smoke.

La parte especulativa me parece muy apegada a la realidad, a veces incluso demasiado. Sería de esperar que en más de un siglo de avances científicos la biología hubieran avanzado más cuando en otros campos como el desarrollo de inteligencia artificial el salto es espectacular.  Obviando este hecho, que quizá ni siquiera es tan importante, la narración consigue conjugar con éxito los robots con las drogas de diseño haciendo una afilada crítica social.

Este apartado de crítica es el que me parece más destacable. Aparte de enarbolar la bandera del “conocimiento libre”, Newitz habla sobre la esclavitud a la que se ven resignados las personajes de origen pobre. En analogía con los robots, que deben cumplir un periodo de trabajo obligatorio para “compensar” a la empresa que los crea antes de ganar su libertad, los humanos pueden y muchas veces deben “venderse” para poder subsistir. Este símil con la sociedad actual, es aún más demoledor cuando las víctimas de esta trata de blancas legalizada son niños. La brecha creada por la desigualdad económica es prácticamente insalvable.

El libro tiene a mi entender una pequeña pega estructural, porque las dos tramas se encuentran cuando el libro está muy avanzado, quizá demasiado. Es casi como si estuviéramos leyendo dos historias separadas que se podrían sostener por sí mismas perfectamente, pero a las que les falta un elemento cohesionador.

En cuanto a la discusión sobre la autonomía, parece que por definición un robot no puede tener libre albedrío, ya que siempre dependerá de los programas que rigen su comportamiento. No sé si estoy totalmente convencida de la explicación mediante la cual los robots consiguen su “libertad” mediante una clave que les permite acceder a esos mismos programas, pero estoy dispuesta a conceder el beneficio de la duda para ver cómo sería el nacimiento de una inteligencia artificial.

En definitiva Autonomous es un libro que dará mucho que hablar. ¿Lo habéis leído? ¿Qué os parece?