Escape Velocity

La primera novela que leí de Victor Manibo, The Sleepless, me pareció una especulación muy sólida sobre una sociedad en la que cambiaba un parámetro determinado, en este caso la necesidad de dormir, para ver qué consecuencias traería consigo. Así que cuando se puso a tiro Escape Velocity tampoco lo pensé mucho y lo leí enseguida, aunque por desgracia no me he encontrado lo mismo en esta novela, que también tiene puntos fuertes pero muchos más débiles.

La acción tiene lugar en una hotel espacial de súper lujo, donde se celebrará una reunión por el aniversario de la graduación de uno de los institutos más selectos y elitistas del mundo. Los que pasaron por las aulas de Rochford son ahora los dueños de inmensas fortunas y gestionan las empresas más importantes del mundo. Todos ellos se reúnen, entre orgía y orgía (no es muy sutil el autor en esto), para conseguir su máxima aspiración en este momento, un billete para colonizar Marte. Pero un asesinato del pasado que no quedó suficientemente esclarecido y las maniobras políticas entre los candidatos no dejarán disfrutar de los lujos del cosmos a los asistentes.

Manibo ha escrito un libro que utiliza el misterio en habitación cerrada (o en estación espacial cerrada que para el caso es lo mismo) mezclado con la reivindicación social, pero no consigue equilibrar el interés entre ambas tramas. El misterio del pasado, cuyas consecuencias penden aún hoy sobre los protagonistas es bastante banal y con un conclusión para nada sorprendente. Y los tejemanejes del presente son previsibles y manidos.

No sé si ahora es temporada alta de meterse con los ultramillonarios o es que da la casualidad de que de eso van varios de los libros que he leído últimamente, pero es muy fácil hacer personajes abominables por sus acciones cuando son de una extracción tan diferente al “humano medio” que consideran al 99% de la población infrahumanos. No se salva ni uno. Me gusta que reciban su merecido, pero como me importaba tan poco sus problemas y rencillas, no se puede decir que la lectura me haya entusiasmado.

Curioso, cuando menos, que la escala para medir la idoneidad para colonizar Marte se llame MERIT, como el sistemas de familias de The Blighted Stars. Que ya sabemos que la meritocracia es un cuento chino cuando en una carrera de fondo hay quien empieza con kilómetros de ventaja, pero tampoco pasa nada si se es un poquito más sutil en la crítica.

Escape Velocity es una novela entretenida y reivindicativa, pero poco más.

Alien Clay

Aunque hay varios libros de ciencia ficción que giran en torno al tropo de la gestalt, desde en fundacional Más que humano a los más recientes como Unity de Elly Bangs, creo que Adrian Tchaikovsky labra su propio camino al utilizar la gestalt como motor de evolución de todo un planeta. Es un planteamiento biológicamente rompedor que el autor utiliza como vehículo para servirnos en bandeja un drama carcelario que puede recordar por momentos a su estupenda Cage of Souls pero que deja de lado el tinte ecologista que tenía esta obra para lanzar un mensaje mucho más reivindicativo y social.

Arton Daghdev es un académico y activista político que acaba con sus huesos en una penitenciaría extrasolar con billete solo de ida. Su delito, conspirar contra el Mandato, el hegemónico poder que rige con mano de hierro el destino de la Tierra y las colonias. Arton es el narrador de la historia, en una primera persona de la que no nos podemos fiar desde un principio y que a veces chirría un poco en el disfrute de la novela.

El planeta del exilio de Arton es Kiln, un caldo de cultivo exuberante de flora y fauna que haría las delicias de cualquier estudioso exobiólogo. Pero hete aquí que lo que se va descubriendo sobre el planeta no cuadra con la estricta doctrina del Mandato, dando lugar una pantomima de investigación que resulta exasperante para cualquier científico que se precie de serlo.

El planeta es tremendamente inhóspito, pero no lo son menos los militares destinados al control de los convictos y la aplicación estricta de un tardocapitalismo que ha convertido a la fuerza de trabajo en meros elementos intercambiables que se desecharán antes el más mínimo problema o inconveniente que pueda descuadrar los asientos contables.

Tchaikovsky no da puntada sin hilo, y aprovecha también la flexibilidad de la vida en el planeta para introducir algún que otro ejemplo de body horror a la mezcla, porque se ve que le parecía poco todo lo que incluía la novela.

Leer a Adrian Tchaikovsky suele ser una apuesta segura, pero creo que con Alien Clay ha vuelto a subir un peldaño en el escalón de la ciencia ficción, más que recomendable.

Cubierta y sinopsis de Interstellar MegaChef

Otra cosa no, pero la nueva novela de Lavanya Lakshminarayan tiene pinta de que nos va a hacer reír. La publicará Rebellion el 7 de noviembre.

Esta es la sinopsis:

Stepping off a long-haul star freighter from Earth, Saras Kaveri has one bag of clothes, her little flying robot Kili… and an invitation to compete in the galaxy’s most watched, most prestigious cooking show. Interstellar MegaChef is the showcase of the planet Primus’s austere, carefully synthesised cuisine. Until now, no-one from Earth―where they’re so incredibly primitive they still cook with fire―has ever graced its flowmetal cookstations before, or smiled awkwardly for its buzzing drone-cams.

Corporate prodigy Serenity Ko, inventor of the smash-hit sim SoundSpace, has just got messily drunk at a floating bar, narrowly escaped an angry mob and been put on two weeks’ mandatory leave to rest and get her work-life balance back. Perfect time to start a new project! And she’s got just the idea: a sim for food. Now she just needs someone to teach her how to cook.

A chance meeting in the back of a flying cab has Saras and Serenity Ko working together on a new technology that could change the future of food―and both their lives―forever…

Mi traducción:

Al salir de su largo viaje en un carguero de la Tierra, Saras Kaveri tiene una bolsa de ropa, su pequeño robot volador Kili y una invitación para competir en el show de cocina con más audiencia y más prestigioso de la galaxia. Interstellar MegaChef es la muestra de la cocina austera y sintetizada del planeta Primus. Hasta ahora ningún terráqueo, donde son tan primitivos que todavía cocinan con fuego, ha podido rozar sus cocinas de metal fluido o ha podido sonreír incómodo a sus cámaras dron.

La prodigio corporativo Serenity Ko, inventora del exitoso simulador SoundSpace, se ha emborrachado en un bar flotante, ha escapado por los pelos de una masa enfurecida y tendrá dos semanas de libranza forzosa para conseguir equilibrar su vida y su trabajo. ¡El momento perfecto para empezar un nuevo proyecto! Y tiene una idea estupenda: un simulador de comida. Ahora solo necesita que alguien le enseñe a cocinar.

Un encuentro casual en la parte de atrás de un taxi hará que Saras y Serenity Ko trabajen juntos en una nueva tecnología que puede cambiar el futuro de la comida y de sus vidas para siempre.


Esta es la cubierta:

Lake of Souls

El año pasado tuve la suerte de entrevistar a Ann Leckie en el Festival 42 y entre otras cosas, me recordó a esa señora mayor que te da un tupper de croquetas porque te ve desmejorado. Pues bien, siguiendo con este ejemplo os diría que, por desgracia, las croquetas-relatos de esta recopilación están un poco revenidas.

Las obras recopiladas en Lake of Souls se dividen entre bloques: las independientes, las del universo de Radch y las del universo de Raven Tower.

Las del universo de Radch son lo más salvable que tiene la recopilación, pero claro, esto puede ser debido a que conozco el contexto y no a la propia calidad de los relatos. Por desgracias las del universo de Raven Tower, que no he leído, se basan todas en la misma idea de que los dioses no pueden mentir porque todo lo que dicen se tiene que cumplir y quizá no tengan poder para hacer realidad lo que dicen. Además el poder de los dioses se basa en cuántos seguidores tienen, una percepción muy mercantilista pero nada original, ya que sin irnos muy lejos ahí tenemos la Craft Sequence de Max Gladstone o la saga The Tyrant Philosophers de Adrian Tchaikovsky. Lo del uso del lenguaje pues puede tener gracia como recurso en una relato, pero no en todos los del universo, se acaba haciendo muy cansino.

Y ya el remate del melonar son los relatos independientes, que es que no hay por dónde cogerlos. Aunque el que da título a la colección y es el primero que leemos tiene cierto interés, recuerda demasiado a The Long Game, la contribución de la autora a la recopilación Far Reaches. A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos. “Footprints” es tan corto como innecesario, “Hesperia and Glory” recurre a unos trucos muy burdos para justificarse, “The Endangered Camp” tiene un pase porque lo protagonizan dinosaurios y todo es mejor con dinosaurios aunque sea un relato sobre exploración espacial justo cuando cae el meteorito que ya conocemos… para cuando llegamos a “The Sad History of the Tearless Onion” lo que apetece es llorar sin cebollas de por medio.

No puedo recomendar para nada el libro, que para mí ha sido una tremenda decepción.

Bethany Jacobs gana el Philip K Dick con These Burning Stars

Se ha anunciado la ganadora del premio Philip K Dick de este año, Bethany Jacobs con These Burning Stars, con mención especial del jurado para The Museum of Human History de Rebekah Bergman.

Recordemos que el premio reconoce a la ciencia ficción publicada originalmente en rústica en Estados Unidos y que está esponsorizado por la Philadelphia Science Fiction Society.

El jurado este año lo han formado: Nicky Drayden, Gordon Eklund, Christopher Rowe, Kali Wallace y Lisa Yaszek.

Cubierta y sinopsis de The Galaxy Game

Dentro de nada sale a la venta The Galaxy Game, la nueva novela de Karen Lord que publicará Gollancz este mismo mes.

Esta es la sinopsis:

For years, Rafi Delarua saw his family suffer under his father’s unethical use of psionic power. Now the government has Rafi under close watch but, hating their crude attempts to analyse his brain, he escapes to the planet Punartam, where his abilities are the norm, not the exception. Punartam is also the centre for his favourite sport, wallrunning – and thanks to his best friend, he has found a way to train with the elite. But Rafi soon realises he’s playing quite a different game, for the galaxy is changing; unrest is spreading and the Zhinuvian cartels are plotting, making the stars a far more dangerous place to aim. There may yet be one solution – involving interstellar travel, galactic power and the love of a beautiful game.

Mi traducción:

Durante año, Rafi Delarua vio cómo su familia sufría bajo el abuso por parte de su padre de sus poderes psiónicos. Ahora el gobierno controla a Rafi, pero huyendo de los bastos intentos que llevan a cabo para analizar su cerebro, escapa al planeta Punartam, donde sus habilidades son la norma y no la excepción. Punartam también es el centro neurálgico de su deporte favorito, el correparedes y gracias a su mejor amigo ha conseguido entrenar con la élite. Pero Rafi pronto se dará cuenta de que están jugando a un juego muy distinto, pues la galaxia está cambiando: el desasosiego se expande y los cárteles Zhinuvianos conspiran, convirtiendo las estrellas en un lugar muy peligroso. Puede que haya una solución que involucra viajes interestelares, poderes galácticos y el amor a un precioso juego.

Esta es la cubierta:

Django Wexler anuncia una nueva serie de novelas cortas

La verdad, al leer serie de novelas cortas de ciencia ficción y aventuras de Django Wexler a mi se me encienden todas las alarmas de diversión. Así que espero con interés la publicación de Last Stop, la primera entrega de la saga The Diamond Knife, que verá la luz el 8 de octubre.

Esta es la sinopsis:

From the author of the epic Shadow Campaigns saga comes a new action-adventure sci-fi series set in a dangerous world in which one must fly—or die . . .

When his older sister, Quedra Sa-Yool, was brought down by her political enemies, ne’er-do-well and pilot extraordinaire Zham followed her into exile. Quedra, a military genius once known as the Diamond Knife, now commands the mercenary airship Last Stop and its motley crew, and Zham leads its tiny air wing—when he’s not roistering in bars and dodging moneylenders, that is.

The one thing keeping this ragged outfit together (besides Quedra’s blistering stare) is everyone’s desire to survive on the edge, even if that means smuggling, battling pirates, and flying too close to the solid floor of clouds known as the Layer, below which the merciless insectoid mantids hold sway. Indeed, few who dare to venture there ever return . . .

But when the Last Stop is enlisted to search for a lost expedition that may have discovered a haven for humans beneath the Layer, it’s the chance of a lifetime. What awaits Zham and team at the end of this dangerous mission might just change their lives—and their world—forever. Then again, it might mean the end of both.

Mi traducción:

Del autor de la saga épica Shadow Campaigns llega una nueva serie de acción y aventuras de ciencia ficción en un peligroso mundo donde uno debe volar o morir.

Cuando su hermana mayor Quedra Sa-Yool fue destruida por sus enemigos políticos, el extraordinario piloto pero mediocre persona Zham la siguió al exilio. Quedra, una genio militar conocida como del Cuchillo de Diamante, ahora dirige la nave aérea mercenaria Última Parada y a su variopinta tripulación, mientras que Zham dirige su pequeña nave, cuando no está peleando en bares o esquivando prestamista, claro está.

Lo único que sigue uniendo a los miembros de la tripulación aparte de la imponente mirada de Quedra es el deseo de todos de sobrevivir al filo, incluso si esto requiere recurrir al contrabando, pelear con piratas y volar demasiado cerca del suelo de nubes conocido como la Capa, bajo el que las mantidas insectoides campan a sus anchas. Pocos de los que se aventuraron por allí han vuelto…

Pero cuando contratan a la Última Parada para buscar una expedición perdida que puede haber descubierto un puerto seguro para los humanos más allá de la Capa, se encontrarán ante la oportunidad de su vida. Lo que le espera a Zham y su equipo en esta peligrosísima misión puede cambiarles la vida y su mudo para siempre… o acabar con ellos.


Esta es la cubierta:

The Wings Upon Her Back

Samantha Mills nos ofrece una historia futurista sobre abusos y creencias religiosas, muy pero que muy conseguida en el aspecto desasosegante de ser testigos del maltrato psicológico de las figuras de poder, pero no tanto respecto a la propia historia en sí.

La acción se sitúa en una ciudad cuya población está dividida estrictamente en castas según indicaron en su momento los dioses a los que idolatran pero que ahora se han retirado de la escena. Los guerreros, los ingenieros, los agricultores… todos desempeñan una labor clara y no hay apenas movimientos entre grupos, aunque sean posibles. Una sociedad bastante rígida y dividida en estratos que respeta más las tradiciones antes que mirar al futuro, en la que Zenya abandonará a su familia de estudiosos para cumplir su sueño de pertenecer a la casta guerrera y volar con sus propias alas.

Mills nos ha ofrecido una historia incómoda de leer y quizá ese sea su mayor mérito, porque el resto del libro no deja de ser bastante convencional, con dos narraciones situadas en distintos momentos en el tiempo, cuentos de revolución y agitación y luchas de poder tanto internas como externas. Pero la relación de Zenya con su superior, cómo la moldea desde la juventud para adaptarla a sus necesidades como si fuera arcilla en sus manos, cómo se refleja esa situación de abuso de poder es tremendamente realista y, por lo tanto, difícil de aguantar estoicamente. Me costó mucho trabajo seguir leyendo ciertos pasajes cuando vemos que la pupila es capaz de recurrir a drogas para seguir contentando a la maestra, en una espiral descendente hacia los infiernos de la abstinencia y de la necesidad extrema de aprobación por parte de la figura maternal y de superioridad a la vez. Es tremendamente retorcida la forma en que Zenya va madurando, abocada a una vida de servidumbre y constante entrega a quien no lo merece.

También es importante el tratamiento de los fanatismos religiosos en The Wings Upon Her Back, con la salvedad de que los dioses SÍ estuvieron presentes en el origen de la ciudad, pero es su retirada posterior lo que deja sin guía ni consuelo a sus seguidores. Un poco como en “El infierno es la ausencia de Dios” de Ted Chiang, salvando las distancias, por supuesto.

Lo que falla es la historia que cuenta la autora, no los medios utilizados para mostrarla. Y es que las conspiraciones y los planes de sublevación son demasiado inocentes y los personajes bastante banales en sus conversaciones y motivaciones. Es una lástima porque The Wings Upon Her Back tenía los mimbres para ser una mejor novela de lo que ha acabado siendo.

Erewhon publicará rekt de Alex González

Erewhon sigue desvelando su plan editorial y ha anunciado la publicación en primavera de 2025 de rekt, ciencia ficción de futuro cercano.

Esta es la sinopsis:

Once, Sammy Dominguez thought he knew how the world worked. The ugly things in his head—his uncle’s pathetic death, his parents’ mistrust, the twisted horrors he writes for the Internet—didn’t matter, because he and his girl, Ellery, were on track for the good life in this messed-up world.

Then a car accident changed everything.

Spiraling with grief and guilt, Sammy scrambles for distraction. He finds it in shock-value videos of gore and violence that terrified him as a child. When someone messages him a dark web link to footage of Ellery dying, he watches—first the car crash that killed her, then hundreds of other deaths, even for people still alive. Accidents. Diseases. Suicides. Murders.

The host site, chinsky, is sadistic, vicious, impossible. It even seems to read his mind, manipulate his searches. But is chinsky even real? And who is Haruspx, the web handle who led him into this virtual nightmare? As Sammy watches compulsively, the darkness in his mind blooms, driving him down a twisted path to find the roots of chinsky, even if he must become a nightmare himself…   

Mi traducción:

Sammy Domínguez pensaba que conocía el mundo en el que trabajaba. Todo lo malo que habitaba en su cabeza (la patética muerte de su tío, la desconfianza de sus padres, los horrores que escribe en internet) no importaban porque él y su chica, Ellery, estaban encaminados a una buena vida en este mundo tan complicado.

Pero el accidente de coche lo cambió todo.

Abrumado por el dolor y la culpa, Sammy busca cualquier distracción y la encuentra en los vídeos gore y violentos que le horrorizaban de pequeño. Cuando alguien le hace llegar un enlace en la dark web con metraje de la muerte de Ellery, él mira, primero el accidente de coche que la mató y luego cientos de otras muertes, incluso de gente todavía viva. Accidentes. Enfermedades. Suicidios. Asesinatos.

El sitio web chinsky, es sádico, retorcido, imposible. Parece leerle la mente y manipular sus búsquedas. Pero, ¿existe realmente? Y, ¿quién es Haruspx, que le trajo a esta pesadilla virtual? Mientras Sammy no puede dejar de mirar, la oscuridad de su mente aflora, llevándole por un camino retorcido en busca de las raíces de chinsky, aunque deba convertirse en una pesadilla él mismo…

The Ministry of Time

No negaré que leí este libro impulsada por la polémica que se desató en redes cuando se anunció tanto su publicación como su adaptación televisiva. Lo cierto es que a pesar de lo desafortunado del nombre, el libro no se parece a la serie española homónima por lo que al menos parte de esas críticas eran infundadas. Nada de viajar al pasado para ir cambiando cosas y mantener la línea temporal, toda la novela se narra en el mismo futuro cercano asediado por el cambio climático y los refugiados. Otro cantar es que ojalá se pareciera, porque la obra de Kaliane Bradley es muy mejorable en diversos aspectos.

La idea de la que parte la novela es que tras “descubrir” (en una forma muy en línea con la tendencia británica a quedarse con lo que se encuentra) una máquina para viajar en el tiempo, el gobierno británico decide extraer a cuatro personajes del pasado cuando están a punto de morir y traerlos al presente para ver si sobreviven, si influyen en el continuo espacio-temporal y en general, para experimentar con ellos. Estos cuatro personajes tendrán asignado un enlace, un bridge encargado de ir enseñándoles el mundo actual y algo de historia, pero de una manera sosegada y medida para no provocar crisis.

Aunque los viajeros en el tiempo como digo son cuatro, el libro está muy centrado en solo uno de ellos, un explorador del ártico llamada Graham Gore, del que se nota a la legua que la propia Kaliane Bradley está enamorada. Todo el libro gira alrededor de la relación de Gore con su bridge y aunque en principio podríamos pensar en la novela como una comedia romántica con los típicos malentendidos de una pareja que se atrae pero que no se conoce, la autora no deja de lado las conspiraciones y las luchas de poder.

Por desgracia, el conjunto no acaba de cuajar. La trama amorosa es tan previsible que clama al cielo y en cuanto a los viajes en el tiempo, brillan por su ausencia. Hay una parte dedicada al espionaje y al robo de secretos, pero no os engaño si os digo que se basa más en la inocencia y en la inutilidad de los funcionarios asignados al departamento correspondiente que a la perseverancia y la astucia de los saboteadores.

No negaré que el choque cultural entre los cuatro expatriados (por no decirle extiempados), sobre todo al principio del libro, tiene cierta gracia, como por ejemplo la difícil asimilación de la caída del Imperio Británico, la liberación de la mujer y muchas otras temáticas, pero este recurso del chiste facilón se desgasta con demasiada rapidez como para aguantar toda la novela.

A expensas de conocer cómo será la adaptación, he de decir que la novela basa más su fama en la polémica creada que en sus virtudes intrínsecas, pues no deja de ser una más del montón.