The Quantum Garden

The Quantum Magician fue una más que grata sorpresa en su momento y después de conocer en persona a Derek Kunsken, no podía pasar mucho tiempo hasta que The Quantum Garden cayera en mi poder.

Esta novela sigue la historia de la primera entrega, así que no hace falta ni presentar a los personajes ni establecer una situación de partida, porque ya los conocemos. En este caso la crisis puede desequilibrar los grandes poderes del universo conocido, porque entra en juego un elemento que hasta entonces no se podía concebir. La posibilidad de viajar en el tiempo puede ser real y hay que actuar en consecuencia.

La aproximación que realiza Kunsken a los viajes en el tiempo es quizá la más conocida, tipo Regreso al Futuro, pero sin la fotografía de familia que va desapareciendo que le servía a McFly para saber si iba por buen camino. En este libro, los protagonistas van a ciegas, ya que apenas tienen información del momento en el pasado al que viajan y pronto verán cosas que pueden quebrantar la causalidad, algo que tendría consecuencias desconocidas.

El autor utiliza estos problemas de causa y efecto de forma bastante clásica, pero aún así consigue ir elevando la tensión con gran acierto conforme van avanzando las páginas. Aunque la resolución final no resulte excesivamente sorprendente, es más que correcta. Es cierto que algunas de las líneas de diáologo y descripción que utiliza tienen algo más de tecnojerga que de especulación cuántica, pero son un vehículo necesario para el desarrollo de los acontecimientos.

Sin embargo, lo que más me ha gustado del libro con diferencia es la aparición del Horto Quantus y la belleza con que se describe su existencia. Creados quiza a través de un accidente espacio temporal y con su existencia pendiente de un hilo por su situación en un planeta que puede sufrir radiaciones asesinas, sirven como contrapunto al resto del libro, a la trama en sí con sus intrigas y sus conspiranoicas acusaciones y en general a la complejidad del ser humano en las múltiples variantes que el autor canadiense ha creado para nosotros. Quizá solo por eso, la lectura merecería la pena, pero estamos hablando de un libro más completo que solo esta característica.

Aunque pierde algo de la chispa que tenía en la primera entrega, The Quantum Garden es una gran secuela que gustará a los aficionados a los viajes en el tiempo, que parecen que vuelven a estar de moda si es que alguna vez dejaron de estarlo.

The Rage of Dragons

Hay que dar oportunidades a nuevos autores y cuando vi que The Rage of Dragons estaba en oferta y leí la sinopsis, decidí que Evan Winter iba a pasar conmigo algunos días.

La novela es una fantasía épica con un mundo secundario muy llamativo de inspiración africana, aunque restringido geográficamente a una penísula no muy grande, por lo que no se trata de una novela de grandes viajes y espacios abiertos.

El reclamo principal, esos dragones de los que habla el propio título, tienen escasa importancia en el desarrollo de la historia, que resulta bastante típica. Una guerra que se perpetúa en el tiempo, una cultura volcada en la guerra que parece destinada a permanecer en un status quo permanente, un protagonista cuya única fijación es la venganza… todo muy trillado. En este sentido The Rage of Dragons no resulta para nada sorprendente.

Y es una pena porque tanto la mitología como las características de la magia son atractivas y podrían haber servido como escenario para una historia mucho más interesante. El autor tenía todos los elementos a su disposición para asombrarnos con un mundo distinto, pero el ámbito de la historia resulta ser tan restrigndio que a pesar del giro final para engrandecer la trama, no consigue compensar el resto del libro que se hace excesivamente largo.

Las escenas de formación en la academia llegan a resultar cargantes, de tanto repetir los entrenamientos y cómo la implicación constante y el entrenamiento puede llevarte a mejorar, cuando estamos hablando de un mundo mágico donde la sangre establece las diferencias entre clases. Cultura del esfuerzo, lo llaman. Aunque hay algo de crítica social contra el clasismo y a favor de la igualdad de oportunidades, las diferencias sociales son tan marcadas que resultan maniqueas en su concepción.

No puedo recomendar este libro, al que le he encontrado más fallos que virtudes.

A Veil of Spears

Sigo con mucho interés la carrera de Brad Beaulieu desde hace tiempo y creo que su obra de fantasía sobre Shattered Sands es tremendamente ambiciosa y atractiva, con un emplazamiento que aunque nos pueda sonar conocido, no es el manido mundo medieval clónico que aparece en muchas novelas de fantasía.

No obstante, la propia ambición de la saga juega en su contra en algunas ocasiones, concretamente en algunas de sus entregas que no consiguen deshacerse de la etiqueta de libros de transición. A Veil of Spears que es el tercer libro de los seis previstos en la saga, aunque tiene momentos muy tensos y revelaciones que son trascendentales, en ocasiones queda falto de ritmo porque el autor tampoco puede desvelar todas sus cartas en este momento de la historia y se alargan algunas escenas de manera innecesaria.

La complejidad de las tramas y los muchos personajes asociados en intrigas palaciegas hacen que sea algo difícil entrar en el libro, quizá por que hace bastante tiempo que leí la segunda entrega y no tenía frescos en la memoria todos los detalles que hace falta recordar para situarnos en el libro. El escritor hace un esfuerzo consciente para volver a presentarnos tanto a los personajes como sus relaciones, pero no lo consigue en todas las ocasiones.

La prosa trabajada y exquisita sigue presente en esta como en todas las obras del autor. Se agradece una historia de fantasía en la que podemos recrearnos con la descripción de un paisaje igual que podemos hacerlo con una cuidada escena de lucha. En este sentido Beaulieu es uno de los autores más cuidadosos con el lenguaje que he leído últimamente.

Lentamente, la omnipresencia de Çeda va cediendo protagonismo a los personajes secundarios que conforman el trasfondo de la historia, transformándose en una novela coral con párrafos y capítulos dedicados a añadir profundidad a una historia ya de por sí extensa.

Estamos hablando de un libro que puede ser cautivador, pero que también es muy exigente con el lector. No sé si una relectura de los episodios anteriores hubiera beneficiado a la propia lectura de este libro y entiendo que una novela, a pesar de ser parte de una historia más larga, debe sostenerse por sí misma. Beaulieu lo consigue con A Veil of Spears, pero rozando una fina línea que no sé si será capaz de esquivar en la siguiente entrega.

The Two of Swords Volumen 1

Tengo el firme propósito de conocer más a fondo la obra de KJ Parker, porque tanto su producción corta como las novelas que he leído me han gustado mucho. Sin embargo, es un autor con una carrera bastante considerable, por lo que es posible que tarde bastante en ponerme al día, si acaso lo consigo.

Para empezar, escogí la trilogía The Two of Swords por una razón simple pero efectiva: mi amigo @mertonio se la iba a leer y siempre disfruto mucho con nuestras lecturas conjuntas, así que la decisión fue fácil.

The Two of Swords es una obra que se publicó originalmente por entregas y eso se nota en la propia estructura de la novela, con capítulos que van cambiando de narrador y por lo tanto de punto de vista, pero que siguen un hilo espacio temporal que poco a poco nos va desvelando la historia que Parker desea contarnos. Quizá por esto los primeros compases del libro pueden resultar confusos, pero superado este pequeño bache inicial, la lectura fluye de una forma muy agradable. Todo parece girar alrededor de una especie de baraja de Tarot que tiene mucha influencia sobre las decisiones de los poderosos en el mundo de la novela.

Cabe también destacar que el mundo donde se sitúa el libro es el mismo que otros relatos del propio autor, ya que los primeros personajes a los que conoceremos, por ejemplo, son nativos de Merebarton.

Parker se puede definir como un escritor muy técnico, en dos aspectos diferenciados, tanto en las herramientas que utiliza para su narración, en este caso con cambios de protagonista pero interrelacionando a los personajes a través de los ojos de los otros como también se puede hablar sobre su parte técncia de una forma más prosaica, con sus descripciones de batallas, equipos de asedio y demás parafernalia militar que hará las delicias de muchos lectores como yo que gusten de estos detalles.

The Two of Swords abunda mucho en la inutilidad de la guerra en general, con un empate técnico casi infinito entre los dos hermanos que dirigen las fuerzas de los imperios que se oponen. A pesar del genio militar de ambos, no son capaces de llegar a sorprender a su familiar, de forma que todas las batallas acaban resultando en una ganancia o pérdida de territorio insignificante, alargando una guerra ya de por si costosa para las arcas de cada uno de los bandos enemigos.

También es importante destacar el humor que impregna las páginas de esta historia y de la obra de Parker en general. Es un humor sutil y que busca más el guiño y la sonrisa del lector que la carcajada estruendosa, pero aún así consigue que temas escabrosos como la mutilación o el secuestro tengan otro cariz.

A pesar de la longitud del libro, en realidad solo estamos empezando a atisbar cuál será el derrotero que seguirán las piezas que se van moviendo por el tablero de juego. Esas cartas que poseen características especiales, como una asombrosa capacidad para el tiro con arco o para el espionaje. Muchos de los detalles que se van sembrando en las primeras páginas sin duda cobrarán importancia en los capítulos posteriores que leeré con gran interés, porque si algo consigue este autor es mantenerme intrigada durante toda la trama.

Between Two Thorns

Aunque conocía la faceta de Emma Newman como escritora de ciencia ficción con su estupenda serie Planetfall, no es menos cierto que la mitad de su producción en novela pertenece a la saga Split Worlds y esa no la había ni empezado.

Between Two Thorns cumple casi religiosamente con los cánones de un libro relacionado con el mundo mágico de las hadas. Tiene sus intrigas cortesanas, sus amores imposibles, trampas y maldiciones de los que no se puede escapar con facilidad y ese ambiente victoriano que se suele asociar a las hadas. En ese sentido, el libro no se puede considerar muy original.

Pero es posible crear un libro con elementos muy conocidos y que aún así el resultado sea satisfactorio, aunque no sorprendente. Newman lo consigue con su elegante prosa y mezclando un misterio de fondo que consigue mantener nuestro interés entre los comentarios sarcásticos y las amenzas veladas de los bailes de la temporada. También me gusta la relación entre el mundo mágico y el “real”, y resulta especialmente llamativo la manera de describir la cruelad intrínseca de unos seres que tratan a los humanos como meros pasatiempos, como muñecas de trapo que en cuanto pierden su atractivo se desechan.

Mención especial merece un personaje que para el desarrollo de su labor ha sido despojado de toda emoción y cómo la autora consigue que esta falta de empatía y de humanidad sea patente en cada una de sus líneas de diálogo.

La novela es la primera entrega de los cinco libros que conforman la serie, así que aunque alcanza una conclusión más o menos satisfactoria, es cierto que quedan pendientes muchos hilos que nos harán continuar con los siguientes volúmenes (al menos yo tengo intención de hacerlo).

The Future of Another Timeline

Los libros de viajes en el tiempo son una de mis debilidades. Me encanta cómo los autores se enfrentan a las paradojas, cómo eligen cuál de las muchas teorías que se pueden tomar como base de partida para “justificar” el viaje en el tiempo y cómo la aplican.

Había mucha expectación con The Future of Another Timeline. Annalee Newitz ya me había convencido cuando escribió Autonomous así que de entrada la novela lo tenía todo para gustarme.

Newitz ha conseguido cumplir mis expectativas. Nos presenta una historia tipo Regreso al Futuro con viajes al pasado para intentar editar los “errores” que puedan dar lugar a futuros distópicos. Con un fuerte componente feminista y unos personajes muy atractivos, las varias líneas temporales que se manejan en la novela confluyen de forma natural y muy estudiada. Pero es que el propio libro ya nos advierte, es el futuro de OTRA línea temporal, así que la situación de partida no es la que conocemos nosotros. Puede que algunas de las referencias que pueblan sus páginas sean basadas en hechos reales o directamente inventadas y queda de nuestra mano realizar alguna investigación para saber qué es verdad y qué no.

Es muy cierto que la novela sufre de un cierto “ombliguismo” en el sentido de que solo parece ser importante la historia de los EE.UU., aún cuando las máquinas que permiten viajar en el tiempo están situadas en varios lugares del mundo. Me hubiera gustado que el alcance del libro hubiera sido mayor, pero me temo que eso sería un objetivo demasiado ambicioso para una sola entrega.

También resulta muy interesante la descripción de la escena punk de principios de los noventa, que influye de manera decisiva en la vida de las dos protagonistas principales de la historia. Ese aire nihilista y subversivo le viene muy bien a la obra.

La autora consigue ser coherente en las distintas “ediciones” que van realizando en la línea temporal, aunque siempre me queda la misma duda en este tipo de libros. Si las máquinas del tiempo siguen funcionando ¿qué impide que el “enemigo” no vuelva a las andadas en cualquier momento y deshaga todo el trabajo realizado? Vale que la existencias de un almacén donde se guarda información a salvo de los cambios temporales provee de una salida de emergencia para mandar información a los posibles futuros, pero no deja de ser un truco sacado de la manga.

Como punto final, destacar precisamente que el alegato feminista es el hilo conductor de toda la novela, con referencias a un futuro aterrador que solo se atisba en algunas conversaciones, pero que puede servir como advertencia para continuar la lucha temporal. Un libro que hay que leer.

A Song for a New Day

Sarah Pinsker es una de las voces más personales que he leído últimamente en la ciencia ficción, con algunos relatos cortos de esos que se te quedan clavados en la memoria y con el divertidísimo “And Then There Were (N-One)” como colofón. Así que cuando tuve la oportunidad de leer su primera novela, A Song for a New Day, no dudé en hacerlo.

A Song for a New Day nos va relatando dos líneas temporales, antes y después de que el temor a atentados terroristas y a infecciones provoque la prohibición de cualquier tipo de reunión. Esto influye en los deportes de masas y sobre todo, en los conciertos en directo, que pasan a ser movimientos clandestinos que se dan a conocer por el boca a boca. Pinsker es música además de escritora y es innegable la pasión con la que hablar de las canciones, de las giras, de la música en general y de los directos en particular. Si asistes o has asistido a conciertos, te hará volver a sentir esa conexión especial que puede dar la música en vivo.

Los dos personajes principales tienen visiones muy distintas de la vida, una desde la perspectiva de alguien que vivió antes de la prohibición (y encima música para más señas) y otra desde la de una joven que solo ha conocido el mundo tal y como es ahora, sin apenas relaciones interpersonales si no son online y con una estricta separación de clases que te impide progresar por más que lo intentes.

Se puede interpretar como una novela con cierto componente distópico, ya que la mayoría de las familias ha ido buscando el aislamiento para protegerse de unos riesgos que tampoco está claro que sigan estando presentes. La sociedad ha cambiado y se prima por encima de todo la conectividad permanente y la inmersión en mundos virtuales, que ofrecen lo que la vida real ya no es capaz de dar.

Es una lectura que da que pensar, comenzando por lo verosímil de la trama, ya que ese aislamiento social está a la orden del día y continuando por el control de una sociedad a la que se le impide reunirse y organizarse, siempre por su bien. Me gusta ver cómo las grandes corporaciones instigan que prosiga el status quo que les reporta pingües beneficios. Quizá la aproximación de Pinsker es un poco ingenua y menos reivindicativa de lo que podría haber sido, pero el mensaje de fondo está ahí para quien quiera verlo.

Falling in Love with Hominids

Tenía esta recopilación de Nalo Hopkinson desde hace tiempo dando vueltas por mi libro electrónico pero nunca acababa de ponerme a leerlo. Mi instinto en este caso tenía razón, pues aunque no se puede negar la imaginación y la variedad de temas sobre los que escribe Hopkinson siempre ha habido algún detalle que me ha impedido conectar con la obra.

Ninguna historia me ha llamado tanto la atención como para destacarla por encima de las demás, aunque son tan distintas entre sí que se hace difícil la comparación. Me gustan las pequeñas notas que la propia autora ha escrito delante de cada relato, para situar en un contexto la siguiente lectura. Se ve, por ejemplo, la capacidad de inspirarse en los más nimios detalles y me ha vuelto a sorprender que en Canadá haya una especia de reality show sobre libros en el que los famosos defienden un libro contra viento y marea, algo impensable aquí.

Nalo Hopkinson toca muchos palos, desde los viajes en el tiempo al terror, pasando por las historias de fantasmas que nos pueden resultar más familiares. El hecho de que algunos de los relatos sean “por encargo” hace que veamos cómo afronta este trabajo una escritora profesional en contraste con los relatos inspirados por otros momentos. De hecho, incluso vemos cómo trabaja en un “universo compartido” una de las cosas que me parecen más complicadas para un autor, ya que tienes que jugar con los personajes y situaciones creadas por otra persona, respetando lo que ya existe pero experimentando para darle tu propio toque.

Es posible que no le haga justicia a una recopilación que ha tenido buena acogida en otros medios, pero tiene cierto toque weird que no me ha acabado de convencer. ¿Lo habéis leído vosotros?

Sea Change

Nancy Kress escribe en esta ocasión sobre un futuro tan cercano y verosímil que llega a resultar realmente inquietante.

Lo primero que llama la atención de Sea Change es su protagonista, una mujer activista de mediana edad con una tragedia en su pasado que además de su trabajo en un despacho de abogados desarrolla una doble vida como parte de una célula clandestina a favor de las modificaciones genéticas. No nos encontramos ante un joven idealista que lucha contra el sistema, en cambio vemos a una señora que ha sufrido mucho y aún así se sigue arriesgando por lo que considera justo. Me encanta este aspecto, y el valor que la experiencia le da a sus intervenciones.

La investigación de modificaciones genéticas de las plantas y animales está prohibida y se considera terrorismo desde que un error dio lugar a una epidemia localizada. No estamos hablando de un virus que se haya extendido y haya acabado con la humanidad, se podría incluso considerar un hecho aislado, pero las repercusiones son muchas, porque sin modificación genética para mejorar los cultivos, hay gente que pasa hambre.

Me gusta la utilización de técnicas de lo más antiguo para el funcionamiento de la célula y de esta forma esquivar la vigilancia online constante. En ocasiones parecía estar leyendo un relato sobre la Resistencia en la Segunda Guerra Mundial.

Además, Kress es capaz de introducir un nuevo elemento que dota de más originalidad a la obra, ya que parte de la novela corta se desarrolla en una reserva india, con sus particularidades tanto legales como culturales. Me ha sorprendido este giro, y también la protesta velada de la autora sobre la injusta situación de este colectivo.

No podía falta el elemento biológico que está explicado con una claridad pasmosa y que puede dar lugar a un debate bastante encendido sobre la necesidad o no de la modificación genética de los seres vivos y ante todo, sobre quién debería llevar a cabo esta investigación. ¿Solo tenemos en cuenta los objetivos económicos? Parece que esta es un camino destinado al fracaso.

En definitiva Sea Change me parece una lectura más que recomendable, escrita con maestría y que deja paso a la reflexión.

A Conjuring of Light

Se ha publicado recientemente en español el final de la trilogía Shades of Magic de V.E. Schwab y como todavía tenía pendiente su última entrega decidí que era un buen momento para ponerme con ella.

A Conjuring of Light tiene todo lo que podríamos esperar del libro final de una historia. Tiene situaciones extremas, sacrificios, aventura y enfrentamientos, así que si la historia consiguió interesarte en las entregas anteriores, sin duda disfrutarás con el final planeado por la autora.

El libro se divide en dos historias separadas a partir de un cierto momento, ya que de una forma bastante típica hay que realizar una búsqueda de cierto elemento mágico que podrá dar una oportunidad para enfrentarse con el invasor. En ese sentido, aunque la autora consigue equilibrar ambas tramas, lo cierto es que resulta más interesante el viaje que realizan los personajes que el asedio al que se ven sometidos los otros. Seguramente será por el cambio de aires o por la novedad de la propia búsqueda, pero los capítulos de la expedición resultan más interesantes que los otros.

Este pequeño inconveniente, no obstante, resulta mínimo comparado con la experiencia con la que va cerrando tramas y relaciones. No digo que sean sorprendentes porque algo nos hemos podido ir imaginando por el camino, pero es divertido ver cómo van encajando las piezas que dejó preparadas al principio del relato.

Este libro viene a constatar que Schwab, a pesar de utilizar elementos poco novedosos, en esta ocasión, es capaz de centrar el interés del lector en lo que está contando, mediante la creación de personajes que inspiran nuestra empatía. Seguro que podría haber pulido algunos detalles y el final no es una sorpresa pirotécnica pero está escrito con oficio y consigue entretenernos mucho. ¿Se puede pedir más? Pues sí, pero tampoco hace falta que todos los libros sean obras maestras.

A Conjuring of Light está publicado en español con traducción de Julieta María Gorlero.