Estación Niebla

El cyberpunk es un movimiento que tuvo su momento álgido hace años, pero que tras esta época de esplendor se ha mantenido presente en la ciencia ficción, si bien no tan en boga como antes. Estación Niebla es una novela cyberpunk, escrita originalmente en catalán, pero afortunadamente traducida al castellano para que podamos disfrutarla.

Se podría decir que Enric Herce toca todos los puntos que se pueden considerar propios del género, como las drogas que alteran la conducta, las megacorporaciones que rigen los destinos de los seres humanos o las modificaciones biológicas que nos transforman en cyborgs. Creo que no se deja nada en el tintero. Y consigue ofrecerlo de una forma atractiva eligiendo el modo que mejor se adapta a este ritmo frenético para la exposición, en una novela sin capítulos que se condensa en una lectura sin pausas.

Enric aprovecha el libro para realizar una aguda crítica al futuro al que parece que estamos abocados, pero que le sirve como espejo para asistir sin tapujos a las injusticias de las sociedad actual. El mensaje antimilitarista quizá es demasiado contundente, poco sutil con sus referencias al enemigo y a los ataques terroristas indeterminados que llevan a una sociedad contradictoria a cargarse de cadenas en busca de la libertad, pero sin duda consigue su objetivo. También se ve reflejada la corrupción policial, aunque de una forma un tanto ingenua, justificada por las circunstancias.

Me gusta especialmente el tratamiento de la memoria de los humanos y la búsqueda de la trascendencia, exponiendo varios métodos que nos podrían llevar al transhumanismo, aunque también es cierto que se queda un poco en la orilla sin llegar a explorarlo exhaustivamente (quizá no era el objetivo del libro).

La utilización de flashbacks de la vida del protagonista nos sirve para ponernos en situación y entender cómo Max ha llegado a la situación en la que se encuentra en la actualidad. Tenemos atisbos del mundo actual gracias a transcripciones de noticias y telediarios, así que de una forma muy inteligente que soslaya el infodump el autor nos pone en situación.

Los personajes están bien construidos y la longitud de la obra favorece una lectura rápida y satisfactoria.

La novela se publicó originalmente en catalán y ha sido traducida por el propio autor. La edición de RedKey es muy buena, un libro ligero que se adapta a una lectura rápida.

Mil desiertos

Vaya por delante que la autora de esta recopilación, Cristina Jurado, es muy amiga mía así que es muy probable que esta amistad influya en la valoración del libro. No obstante, he intentado ser lo más imparcial posible en la valoración, porque creo que es lo justo para quien lea esta reseña buscando hacerse una idea sobre las virtudes y defectos de esta obra.

Mil desiertos es una recopilación de parte de la obra corta de Cristina Jurado, seleccionada por la propia prologuista de la obra, Teresa López-Pellisa. En un formato muy manejable recopilan 9 relatos que nos dan una idea de lo variada que es la producción de Jurado, ya que tenemos cuentos que se pueden enmarcar dentro del terror, el humor, ciencia ficción ecológica y varios más. Sabemos que la autora es muy polifacética y uno de los pilares de la difusión del género en España, pero quizá por su labor como editora se conoce menos su parte creativa, que como digo es envidiable.

Los cuentos que forman parte de la recopilación también nos permiten atisbar su evolución como escritora, aunque falten algunos de los más recientes como “Abrazar el movimiento”. Pero es que no estamos ante una recopilación exhaustiva, si no ante una selección que puede servir como carta de presentación de la obra de la autora.

“Hambre”

Un buen comienzo para la recopilación, un relato con ese tono de denuncia que puede ser el hilo conductor de toda la antología.

“Inchworm”

El mensaje no tan oculto de este relato es tan obsceno que te deja marcada tras su lectura.

“Vertedero”

Crítica social sobre un mundo al que nos estamos abocando inexorablemente, con un pequeño componente sobrenatural que compacta el relato y le da más empaque.

“Marea Verde”

El ecologismo ligado a la investigación científica con un añadido feminista que le sienta estupendamente.

“Un cuento de abducciones”

El “tapado” de esta antología, que nos muestra un característica apenas presente en el resto de su obra, pero que nos deja ver cómo Cristina es capaz de desenvolverse con el humor en la ciencia ficción de manera muy divertida. No es nada fácil tener tanta gracia sin caer en el esperpento o la burla, pero ella lo consigue.

“Huevos”

El relato que más me ha impactado, sin duda influida por el momento actual que estamos viviendo respecto a las leyes del aborto.

“La segunda muerte del padre”

Tan terrorífico que soy incapaz de leerlo sin descansar casi entre cada página.

“Vanth”

Me desagrada sobremanera el hilo conductor de esta historia, pero aún así me fascina el mensaje que transmite.

“Lamia”

Cuando la víctima se convierte en verdugo, aunque conozcamos las causas de sus acciones no por ellos se puede racionalizar el dolor que causa la venganza.

A pesar de que hay relatos que me cuesta sobremanera leer por mis propias carencias como lectora, hay que reconocer que Mil desiertos está destinado a ser un imprescindible para los lectores de género en español. Estás tardando en hacerte con esta obra si aún no se encuentra en tu estantería.

La máquina de los deseos

Llegué a este libro gracias a la recomendación de @mangrii, que siempre tiene a mano una buena sugerencia para cualquier lector. Esta obra de Sofía Rhei recopila varios relatos suyos de marcado carácter metaliterario.

“Su peso en humo”

No sé si clasificar el relato como apología del tabaquismo, pero me parece maravilloso como Sofía dota de poesía al disfrute de las historias personales, aunque sea por un medio de consumo poco habitual.

“La máquina de los deseos”

Me encanta el desarrollo y la conclusión de este relato metaliterario con una autora que ha escrito un libro que se considera demasiado realista y da pie a una situación rocambolesca.

“El crujido de la cereza al romperse”

Con tintes weird y con un título que es toda una declaración de intenciones, la autora narra una historia de adicción sensorial con un final inesperado.

“Techt”

Sigue teniendo la misma fuerza y vigencia que cuando lo seleccionamos para el primer volumen de Alucinadas.

“El libro pequeñito”

Sofía es una autora que siempre te sorprende, te crees que un relato puede ir por un camino, pero luego cambia totalmente de dirección y te deja sorprendida. La relación de la protagonistas de este relato con sus muñecas puede parecer normal, pero los descubrimientos que hará al respecto son totalmente inesperados.

“Las puertas secretas de Barcelona”

Me gustan los juegos metaliterarios en los que Rhei hace partícipes y protagonistas de sus historias a otros autores fantásticos. Además, en esta ocasión el escenario ucrónico en el que sitúa a Joan Perucho me parece excelente. Un relato por el que merece la pena el libro.

“Sándwiches de pepino en pan sin corteza”

No sé si perdonarle a Sofía Rhei que haya matado a Connie Willis para esta sátira de la navidad, pero creo que lo haré por lo mucho que me he divertido descifrando las claves que iba dejando caer a lo largo de la lectura.

“¡No puedes cargarte a Frownyflute!”

Una historia que es un excelente remate para la antología, con un discurso de muchas capas sobre la creación literaria supedita a los intereses comerciales, el fenómeno fan y en general la intrahistoria de las grandes sagas de fantasía que se vuelven tan complejas que es difícil prever las consecuencias de una decisión tomada a la ligera.

La máquina de los deseos me parece una antología más que recomendable donde poder conocer las inquietudes y la obra de Sofía Rhei.

La sabiduría de las multitudes

Hoy se pasa por el blog uno de nuestros colaboradores más queridos, Pablo Bueno, para darnos su opinión sobre La sabiduría de las multitudes, el último libro publicado por Joe Abercrombie.

Hace poco terminé La sabiduría de las multitudes, de Joe Abercrombie, tercer y último título de la Era de la locura, publicado por el sello Runas. Pero fue casi en cuanto empecé a leerlo cuando tuve claras, al menos, dos cosas: la primera, que me apetecía muchísimo comentar esta historia (evitando los spoilers, eso sí) y la segunda, que había echado tanto de menos esta trilogía que, de hecho, era el libro que más había estado esperando en los últimos tiempos, así que estaba claro que había que dedicarle una reseña.

Realmente la historia comienza hace la friolera de seis libros, con La primera ley, su primera trilogía, que ya me dejó con los ojos a cuadros varias veces. Ya en esos momentos veíamos escenas descarnadas, diálogos chispeantes, reflexiones magníficas, crudeza sin anestesia previa y otros elementos que son la marca de la casa. La terminé con esas sensaciones que te dejan a veces lo que te llega tan adentro que, en un principio, ni siquiera eres capaz de valorarlo. Pero sí, me había gustado. Mucho. Luego vinieron sus tres libros independientes y cronológicamente posteriores (La mejor venganza, Los Héroes y Tierras rojas), que me encantaron también. Algunos de ellos, aunque no tanto como la obra completa de La primera ley, más si los comparamos con alguno de los volúmenes aislados. Y después cayó Filos mortales, que me pareció distinto y muy disfrutable, pero que solo consiguió dejarme esperando su próxima obra con el ansia propia de un yonqui.

Y así llego Un poco de odio, que daba inicio a este nuevo ciclo que, digámoslo ya, es casi sin dudas su mejor obra en conjunto. Y esto no era fácil por varios motivos. El primero que, habiendo dejado el pabellón tan alto con sus anteriores libros, satisfacer a los gourmets de las letras era algo realmente complicado. El segundo que, con semejantes personajes tan idolatrados, tan carismáticos como Glokta o Nueve, era casi imposible que los nuevos estuvieran a la altura y cautivaran a los lectores. Pero lo hicieron con creces. En algunos casos, y esto es para sacarse el sombrero, en apenas un par de párrafos.

¿Cómo ha conseguido esto Abercrombie? Pues sin duda porque, como ya decía la última vez que hablé del tema, ha depurado su estilo, su método, su prosa, su ingenio y su agudizada sátira cuando habla de lo más bajo del ser humano. Pero también porque el mundo que nos presenta en esta nueva trilogía es apasionante. Para cualquiera que llegue a ella, pero, quizá especialmente, para los que conocíamos sus orígenes.

En el tiempo que se tomó en escribirla, el Mar Circular siguió contando olas; la evolución tecnológica no se detuvo; los personajes que ya conocíamos siguieron con sus vidas, con sus familias, con sus obsesiones o sus obligaciones.

Sin spoilers, lo prometo, pero hay que señalar el paralelismo que traza en estos tres libros entre nuestra propia historia de las revoluciones y lo que sucede en sus tramas. Si ya en anteriores reseñas comentábamos que al principio de esta Era de la locura veíamos tintes (raspones tiznados en las paredes, más bien) de la revolución industrial, ahora vemos un reflejo de otras revoluciones, en este caso no tanto tecnológicas, sino sociales (si es que la anterior no lo fue). Lo cual nos lleva de nuevo a hablar de la naturaleza del hombre en su faceta más cínica, hipócrita, egoísta o descarnada.

Los personajes, una de sus bazas literarias más fuertes, nos muestra a unos supuestos “buenos” que son indolentes o egoístas. Los “malos” también tratan de salvar a los suyos o de lograr un bien mayor a través de medios que, para ellos, son aceptables. Abercrombie es experto en hacer brillar los grises.

Algo que también me llamó mucho la atención fueron los finales y más finales que nos regala La sabiduría de las multitudes. Un efecto que, en parte, viene provocado por la tremenda inercia con la que se llega al final de la lectura y que parece necesitar una deceleración muy progresiva para que no nos estrellemos emocionalmente. Pero también debido a que Abercrombie remata (en su caso esta palabra siempre es peligrosa) con puntadas magistrales casi todos los hilos que quedaban colgando. Lejos de abandonarse a lo lacrimógeno o a recrearse en su obra, nos muestra muchos de los engranajes que habían estado operando por detrás de la historia. Nos muestra el destino final de (casi) todos los personajes. Y, para alguien que valora tanto que las historias vayan al grano, el hecho de haber disfrutado tanto esta última parte da buena muestra de su interés. Ni siquiera un primer tercio de la novela más tranquilo y centrado en lo político consiguen hacerle perder ritmo.

Ya para ir concluyendo, tengo que reconocer también la excelente traducción de Manu Viciano, que continuamente me hace dudar de si Abercrombie no nos habrá tenido engañados todo este tiempo y en realidad habrá nacido dos manzanas más allá de mi casa.

Así, que haciéndome eco de esa gran pregunta que nos lanzan algunos de los lectores que todavía no conocen a este autor: con todo este material, ¿por dónde se empieza a leer a este monstruo consagrado? (Algo contradictorio, no lo niego, pero seguro que no es exagerado). La respuesta es sencilla: por aquí. Si para los que empezamos con sus novelas más antiguas fue increíble ir hacia adelante, sin duda para los que abran boca con esta nueva trilogía será igual de satisfactorio ir descubriendo de dónde venimos.

Espero que os haya gustado el artículo de Pablo, que expone muy claramente su pasión por el autor y su obra.

Carcoma

Ni un día me ha durado esta novela corta, así de inmersiva me ha resultado. Se trata de una historia durísima, principalmente por los posos de realidad que fueron su origen. Layla Martínez ha conseguido retratar de forma fehaciente el horror rural de unas vidas condenadas al sufrimiento y la rabia sin posibilidad de huida.

Me ha atrapado con esa mezcla de cristianismo rancio y creencia en los rezos mientras con la otra mano se busca la colaboración de las sombras. La envidia que anida en cada corazón, el desprecio a los demás, la altanería de los más pudientes que no dudan en pisotear a aquellos que están por debajo en la escala social… Carcoma es un grito desesperado contra las desigualdades sociales y el status quo inamovible de las áreas rurales, donde los señoritos siguen campando a sus anchas.

La narración de los capítulos se va alternando entre una joven y su abuela, condenadas ambas a malvivir en la casa familiar, que oculta secretos oscuros tras cada puerta. Es una historia cruda en la que cada frase es un puñetazo al estómago del lector, en la que cada alusión a la genealogía de las narradoras apuntalará el momento presente y sus condiciones. El mal no se circunscribe a la familia, ya que de pasada seremos conscientes de cómo unos hermanos abandonan a su hermana a su suerte cuando ha dejado de ser útil cuidando a su madre, por ejemplo, o como las maledicencias de la gente se enquistan y crean pozos de podredumbre en las almas de los habitantes del pueblo.

La historia se remonta incluso a antes de la Guerra Civil, porque los recuerdos de la abuela llegan hasta entonces, tenemos casi un siglo de dolor concentrado en algo más de 100 páginas, con un prosa eficiente y muy cercana, con diferencias sutiles pero palpables en cada capítulo, donde se nota que la formación de la nieta, aunque insuficiente, es algo mayor que la de abuela, que tuvo que servir desde su más tierna infancia.

Tampoco se puede dejar de lado el machismo imperante en la sociedad, que condena desde el principio de sus días a la desdicha a las habitantes de la casa, una casa que también juega un papel protagonista en la historia.

Carcoma me parece una historia tan visceral como necesaria.

Deja que el viento se lleve mis cenizas

Estoy descubriendo pequeñas joyas del fantástico español gracias a las recomendaciones de lectores más avezados que yo en esto. Si hace poco leí Lo que ruge, hoy os traigo otra colección de relatos de una autora española que merece mucho la pena, Inés Arias de Reyna.

“Galletas de chocolate”

La recopilación de relatos comienza con uno dulcísimo sobre cómo afrontar el duelo, sobre la necesidad de cuidados que también a veces requieren los cuidadores principales, el amor de un padre que es capaz de volver de la escena de su naufragio para orientar a su hija, con un toque fantástico leve pero imprescindible.

“Arrorró”

Este cuento sobre el amor de una abuela capaz de superar todas las distancias me ha llegado al corazón, como sin duda llegará a todos aquellos que por las cuestiones que sea están criando a sus hijos sin la presencia constante de sus abuelos, una influencia tan benefactora que resulta imposible suplirla de otra manera.

“Me llamo Tormes”

Un relato narrado a dos voces sobre un encuentro imposible que deja con ganas de más, de conocer la historia de la ninfa del río que se presenta ante un humano por curiosidad y quién sabe si por otras razones ocultas.

“Escarcha”

El recuerdo de un amor prohibido en un cuento que juega con las atmósferas y con los sentimientos enterrados unidos a la danza.

“Trenzas en la niebla”

Mezclando el horror sobrenatural de la Santa Compaña y el horror cotidiano del maltrato, Inés nos hace una reflexión sobre esa violencia íntima a la que tanta gente hace caso omiso hasta que es demasiado tarde.

“Arderás conmigo, canalla”

Una mujer condenada a arder por los actos perversos de su marido. De nuevo la autora escribe sobre una de sus obsesiones, esta vez utilizando como recurso contar la historia de atrás hacia delante.

“El silencio de las hayas”

Los últimos relatos de esta recopilación están fuertemente cargados de mensaje contra la violencia doméstica, aunque no hace falta que sea física, ya que la violencia psicológica es también muy cruel. En este caso, la única salida que encuentra la protagonista es el cambio total de su naturaleza.

“El bosque más antiguo del mundo”

La autora nos envuelve en una ambientación feérica amenazada por su mayor enemigo, el fuego. Me gusta mucho la sensación de urgencia que la autora logra imponer en la historia y la esperanza que también nos llena en su conclusión.

“Querido verde irisado”

Quizá el relato más largo de la colección y uno de los más duros, una metáfora sobre el maltrato infantil con seres que no se describen como humanos pero que se podrían aceptar perfectamente como tales por sus acciones.

No tengo duda de que la próxima vez que Inés publique algo, ahí estaré yo esperando para disfrutarlo.

Lo que ruge

Me ha gustado mucho la recopilación Lo que ruge, de Izaskun Gracia Quintana, publicada por Ediciones El Transbordador. Se me ha hecho muy corta la lectura de estos relatos que exploran la condición humana con un tono oscuro y bastante desesperanzador, como una llamada de atención al lector para que abra los ojos ante el mundo en que vivimos.

El gran día

Este relato de pura ciencia ficción asistiremos al proceso de decadencia de una colonia que basa su supervivencia en las capacidades reproductivas de sus Madres, un esquema que nos recuerda poderosamente al de ciertos insectos terrestres pero que se trasforma para estudiar la condición humana. Es un poderoso cuento para iniciar esta lectura, para que al lector no le queden dudas del tono de los contenidos y de la dureza de lo que se expone. La descripción de la rígida sociedad jerárquica, el encorsetamiento de las labores que debe realizar la protagonista incluso el horror de su cuerpo convertido en una masa de nutriente son un comienzo excelente para Lo que ruge.

Lo que está por venir

El aire derrotista de este cuento con mensaje ecologista no hace si no verse aumentada por la otra amenaza a la que se hace referencia en sus pocas páginas, una presencia que por conocida no resulta menos aterradora.

La llamada” 

“La llamada” me ha parecido el más convencional de los cuentos incluidos en esta recopilación y quizá por ello es el que menos me ha convencido. Una historia contada con dos niveles de lectura, pero bastante previsible.

“La granja”

Un nuevo alegato ecologista, en este caso vegetariano, cargado de ironía y denuncia contra los excesos consumistas de la sociedad actual.

“Naveciudad”

En esta ocasión nos encontramos en lo que muchos trabajadores alienados reconocerán como su particular día de la marmota laboral, encontrándose siempre con las mismas personas en los mismos recorridos hacia sus puestos de trabajo intrascendentes. Izaskun nos propone una variación y comienza a explorarla, pero me temo que se queda a medio camino en su especulación.

“La sombra”

“La sombra” es un potentísimo artefacto para explorar el duelo y el sentimiento de pérdida, cómo afrontarlo si es que eso es posible y cómo te dejará marcado para siempre.

“Natividad”

Muy deudor de la ciencia ficción más antigua de monstruos alienígenas y BEM, con un toque pulp que le viene como anillo al dedo, esta crítica al mesianismo impuesto también tiene su toque de terror.

“La victoria de la insania”

El horror de la guerra mezclado con la deshumanización necesaria para sobrevivir se mezclan de forma perfecta en el relato más largo de la recopilación, que sirve como un gran colofón para un libro más que recomendable.

Recomiendo mucho Lo que ruge, los relatos brillan a un gran nivel medio y hay algunas joyas que hacen de este libro una de las revelaciones de 2021.

Afterland

Afterland está publicada en español por RBA con traducción de Pilar Ramírez Tello, que hace un trabajo excelente, como siempre.

Leer un libro sobre una pandemia global en medio de una pandemia global no es una situación muy reconfortante. Ya me pasó con Sue Burke y su Immunity Index, aunque he de reconocer que esa lectura me impactó mucho más, por el momento en que lo leí.

Lauren Beukes sitúa su libro en un mundo pandémico, pero en esta ocasión la enfermedad a la que nos enfrentamos tiene una altísima tasa de mortandad entre los hombres, tanta que los muertos se cuentan por millones y la sociedad ha tenido que cambiar por ello. Los varones se han convertido en un preciadísimo recurso, pero es que además se ha establecido una ley que prohíbe la reproducción humana hasta que se de con una solución para el virus.

La escritora sudafricana no ha escogido una idea totalmente original (ahí tenemos Y, the last man sin irnos muy lejos) y se centra más en el thriller que en la propia especulación de lo que sería la sociedad tras un acontecimiento de esta magnitud. Quizá me resulte más interesante en la lectura del libro los atisbos que se ven de cómo se organizaría el mundo tras la catástrofe que la propia historia de los protagonistas. Aunque, como digo, Beukes da algunas pinceladas que hacen que te quedes con ganas de más.

La historia está centrada en una madre y un hijo, inmune al virus y por lo tanto, valiosísimo. La familia es sudafricana aunque la pandemia les atrapó en unos Estados Unidos que se están volviendo aún más totalitarios en los lugares donde hay una semblanza de ordenación por parte del gobierno. Cole y Miles, que camufla su género como Mila para huir de miradas indiscretas, pasarán por uno y mil trances en su intento de volver a su país.

La autora traza de una manera muy atractiva distintas posibilidades con las que las supervivientes harían frente a una civilización tan cambiada. Desde una comuna hippie hasta una nueva institución religiosa, pero siempre perseguidas y en peligro de revelar sus secretos. El aspecto más cuidado es el de la sensación constante de riesgo, de traición a la vuelta de la esquina, encarnada en la existencia de Billie, la hermana de Cole que también tiene interés propio en el futuro de Miles.

La relación madre hijo me parece que está muy bien representada, hay amor pero también hay recelo, hay sobreprotección y agobio, búsqueda de libertad mal entendida y en general, las complicaciones inherentes a cualquier relación de este tipo, corregidas y aumentadas por una pandemia mundial y una persecución desesperada.

La edición en español tiene una portada horrenda para mí gusto, pero si le das una oportunidad al libro te puedo asegurar que pasarás un rato entretenido y te dará algo que pensar.

La anomalía

La anomalía recibió el premio Goncourt en el 2020 y lo tenemos disponible en español gracias a la traducción de Pablo Martín Sánchez. Se trata de una novela indudablemente de ciencia ficción, pero que prefiere fijarse más en las consecuencias del evento al que denomina anomalía en los seres humanos que en la especulación sobre la causa que lo puede haber provocado.

La anomalía es una novela coral, que va cambiando de punto de vista en cada capítulo para presentarnos a los personajes que se ven afectados por el suceso, una variopinta colección que le sirve a Hervé Le Tellier para varios propósitos: cambiar de registro, darle ritmo al libro, presentar conflictos muy diversos y sus resoluciones (o falta de ellas) algo que hace de forma brillante.

Quizá a nivel especulativo y de justificación del punto sobre el que gira la historia es donde se queda un poco más corto, porque todas las hipótesis que menciona el equipo de expertos asignados para su estudio son el pan nuestro de cada día para un lector de ciencia ficción con cierto bagaje aunque como el libro está publicado en una editorial generalista es más que probable que quienes lo lean no sean particularmente aficionados a este género.

Hervé Le Tellier explora las implicaciones del suceso desde varios niveles: económico, filosófico, científico, religioso… La anomalía acaba formando un collage que nos permite ver mejor la escena si nos alejamos un poco de las particularidades de cada personaje para abarcar una visión más general. El autor ha sabido dotar de interés a las personas afectadas por la anomalía, pero sin darle el protagonismo a ninguna de ellas en particular, haciendo un ejercicio de equilibrio bastante correcto.

En esta ocasión he podido disfrutar de la versión en audiolibro narrada por Alberto Mieza con una voz exquisita que sin duda ha contribuido a mi disfrute personal de la lectura.

Guía de lectura de Ignotos Mayores

Aunque cuando salió esta bella edición de la Guía de lectura de Ignotos Mayores de la mano de El Transbordador corrí a comprarla, todavía no había encontrado el momento para leerla, algo que afortunadamente he podido subsanar.

El libro como tal es un compendio sobre el Tarot desarrollado por Ferran para su mundo, así que no es de esperar que tenga trama ni nada parecido, pero aún así es perfectamente disfrutable como se puede disfrutar la lectura del lore de un RPG que nos guste, descubriendo pequeños detalles que relacionar con otras lecturas que ya hayamos realizado. Es por esto mismo que como elemento individual se queda un poco corto, mientras que como complemento para conocer más en profundidad el mundo de Hann es estupendo.

Es importante resaltar la labor realizada por el ilustrador Manuel Gutiérrez, que aporta un gran impacto visual a lo que Ferran comenta. El diseño es fantástico, la paleta de colores genera unos contrastes muy llamativos y creo que navega en la ambigüedad que el propio Varela constata en la interpretación de las cartas.

Es difícil comentar el contenido del libro en sí, por tratarse de una guía de uso, pero si lo pretendiéramos usar para su cometido original, hay que reconocer que está bastante bien explicado. Imagino que los manuales de Ted Chiang en su labor como escritor profesional de manuales de software tendrán este toque que también le sabe dar Varela, dando ritmo a la no ficción.

La edición que tengo incluye la baraja de cartas por separado con un gramaje bastante bueno, dan ganas de enfundarlo para protegerlas del exterior. Viene en una caja de cartón más grande que el libro en sí, que tiene formato de bolsillo. Me gustaría hacerle una fotoreseña, pero he de reconocer que para esto de las fotos tengo muy poca gracia, así que casi mejor que os la enseñe un experto.