In the Watchful City

In the Watchful City es una novela corta que sirve como muestrario de las virtudes como escritore de S. Qiouyi Lu, ya que se trata de recopilación de relatos aunados por un hilo conductor un tanto laxo. Asistiremos a un despliegue de prosa que me ha recordado por momentos a Benjanun Sriduangkaew, entrelazando estilo muy variado, ya que algunos de los cuentos son epistolares, poemas… Cada uno distinto y evocador.

El entorno en el que se desarrolla la historia es ciencia ficción, con toques biocyberpunk como el propie autore indica en los agradecimientos. Le protagoniste de la historia es un ser humano modificado que ejerce como guardián en una ciudad, tomando posesión de las diferentes bestias y animales que la habitan para así controlar lo que va sucediendo, mientras su cuerpo real está limitado a existir en un baño de nutrientes. El detonador del relato es la aparición de otra persona, cuya misión en la vida es ir recopilando los relatos de los demás en forma de mementos. El resto de la novela es el intercambio de estos relatos entre les dos personajes, hasta llegar a la conclusión final.

Hay que tener en cuenta el uso que hace le autore de muchos pronombres “exóticos” para definir a los personajes, algunos de ellos es la primera vez que me los encuentro. No dificultan la lectura una vez que te acostumbras a ellos.

Una de las principales características de estos relatos es la emotividad que desprende cada uno de ellos, haciendo especial hincapié en las relaciones entre personas, el amor en diversas facetas y el sentido de pertenencia al grupo. Son cuentos para hacerte reflexionar.

El interés de cada relato será variable según las experiencias previas del lector y me hubiera gustado que hubiera algo más de conexión entre ellos aunque solo fuera para que el caleidoscopio de imágenes que nos ofrece le autore fuera más consistente, pero no por ello voy a dejar de recomendar una lectura muy interesante para quien guste del formato corto en el género.

A Spindle Splintered

La verdad, no sé qué tienen Alix E. Harrow y sus libros, son más adictivos que las pipas. A Spindle Splintered es una novela corta, apenas 3 horas de audiolibro, pero es que encima parece menos de lo entretenida que estás mientras lo escuchas.

Esta publicación es la primera entrega de una saga titulada Fractured Fables, que tiene una pinta parecida a la de Wayward Children de Seannan MacGuire, con múltiples posibilidades para expandir el mundo. En este caso, por que Harrow puede ir escogiendo cuentos tradicionales a los que darle una vuelta.

A Spindle Splintered podría parecer un retelling de La Bella Durmiente, pero es algo más que eso. Cierto que utiliza esta historia como base, pero es solo eso, la base para presentar un multiverso realmente atractivo que puede dar mucho juego. Lo primero que llama la atención del libro es el humor que desborda cada página, quizá un tanto macabro en algunos puntos porque al fin y al cabo la protagonista es una joven que por una enfermedad degenerativa sabe que su vida no será muy larga, pero es prácticamente imposible escuchar o leer esta obra sin tener una sonrisa en los labios.

Me gustan especialmente los temas que trata, la lucha contra la resignación ante un futuro impuesto, la sororidad y cómo algunas veces el amor que nos profesan los demás puede llegar a ser sofocante cuando intentan protegernos a toda costa. ¿Una novela de paso a la madurez? Posiblemente, pero con un tono marcadamente feminista y reivindicativo.

Además, la interpretación que hace Amy Landon en el audiolibro es perfecta, solo me parece un poco peor la interpretación de las voces masculinas, demasiado impostadas. Es cierto que da la impresión de habérselo pasado genial mientras estaba en el estudio de grabación.

La relaciones de amistad entre varios de los personajes son muy creíbles, al ver sus destinos entrelazados inexorablemente por las maldiciones que pueden ir sufriendo. Este movimiento llega a ser irrefrenable cuando es necesaria la colaboración de muchos personajes como una fuerza de la naturaleza desbocada.

Y aunque el libro es perfectamente disfrutable como entidad aislada, lo mejor es que ya sabemos que tendremos al menos otra entrega para seguir disfrutando de Alix E. Harrow. No os lo penséis mucho más y dadle un tiento a A Spindle Splintered, que seguro que no os defraudará, aunque como yo seáis incapaces de pronunciar el título en voz alta.

Blood of the Chosen

Django Wexler continúa su estupenda serie Burningblade y Silvereye, con un volumen que si bien adolece del síndrome del segundo libro, consigue mantener el interés en la historia de estos dos hermanos separados y enfrentados por el devenir de la vida, con una serie de añadidos que amplían el mundo que ya conocíamos y dejan el camino expedito para nuevas entregas.

La trama continúa exactamente donde se quedó en Ashes of the Sun, pero Django se toma la molestia de hacernos un resumen del volumen anterior, cosa que yo le agradezco profundamente porque ya no tengo la capacidad de retención que tuve en tiempos pasados y no recuerdo todos los detalles de los libros anteriores.

Por un lado tenemos a Maya que tiene que cumplir una serie de misiones con Beq y Varo que parecen un poco inconexas entre sí pero que conforme van avanzando las páginas vemos que son las baldosas con que el autor va creando el camino que le llevará a un nuevo encuentro con su hermano. La parte de Gyre es más interesante al principio, sobre todo por la parte de la relación con los ghouls y cómo va recuperando sus aliados anteriores, aunque luego se embarca en un viaje bastante anodino hasta llegar al punto álgido de la historia.

Me gustaría resaltar el humor con el que el autor se burla de la desorganización de la resistencia, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera bajo qué bandera luchar. Son muchas facciones con intereses encontrados que desesperarán a Gyre pero que harán reír al lector en más de una ocasión. Y qué decir de los hilarantes diálogos de Kit, un personaje que ha tenido que cambiar mucho por el final del primer libro pero que aún sigue afrontando su existencia como una aventura constante. Ese toque sirve como contrapunto al giro más hacia la oscuridad y al terror con la aparición de nuevas versiones de los seres de la plaga y sobre todo con un nuevo personaje que no es lo que parece.

Se trata de un libro de transición, sin duda alguna, pero tiene ciertos detalles que hacen que merezca la pena leerlo.

Light from Uncommon Stars

Creo que Light from Uncommon Stars es uno de los libros con las premisas más extrañas que he leído y sin embargo su autora consigue hacerlo funcionar, hablando de temas muy importantes como la inmigración y la propia identidad. Trata de manera exquisita lo que significa ser transgénero para una de las protagonistas, sin por ello dejar de mostrar la crudeza de todo lo que ha sufrido por ser quién es.

Hay dos historias que se entrecruzan en esta novela, una de fantasía bastante tradicional con un pacto fáustico relacionado con la música y otra realmente alocada de ciencia ficción, con una familia alienígena que viene a la Tierra a montar una tienda de donuts (lo digo en serio).

Las tres protagonistas principales son mujeres asiáticas, como la propia autora. Katrina es una joven trans que huye de un hogar en que la maltratan de forma constante y tiene la suerte de encontrarse en su deambular con Shizuka Satomi, una profesora de violín apodada la Reina del infierno porque todos sus alumnos alcanzan el éxito para luego perecer en las peores circunstancias. Lan Tran es una alienígena que huyó a la Tierra para escapar de una guerra intergaláctica, que también tendrá relación con Katrina y Shizuka.

Una de las cosas que más me ha marcado durante la lectura es la descripción descarnada de la vida torturada e incomprendida que ha tenido que llevar Katrina, desde su familia a sus compañeros, empujada a ser una trabajadora sexual para poder mantenerse con vida, pero aún así humillada por sus características, siempre en el filo de la navaja. A Ryka Aoki no le duelen prendas en describir el infierno por el que ha tenido que pasar Katrina, que a pesar de todo sigue afrontando la vida con valor y entereza. Su disforia de género, que la lleva a odiar sus enormes manos e incluso su propia voz está excelentemente representada.

También resulta interesante la descripción de la fiereza de la competición en el mundo musical, algo que quizá no está tan a la orden del día pero que también se muestra aquí con gran crudeza, con jóvenes que no tienen problema en vender su alma literalmente para alcanzar el estrellato.

Me resultan mucho más interesantes los temas que trata la autora que la historia en sí, sobre todo por la extrañeza que causa la presencia de estos aliens en la Tierra que a lo único a lo que se dedican es a vender donuts. Es cierto que tienen un plan oculto que resulta bastante inocuo, pero no es menos cierto que la autora necesita su presencia para completar tanto la imagen que tenemos de Shizuka como el final al que se encamina la novela.

Es una narración que también tiene su parte dulce, no solo por el glaseado de los donuts, si no por cómo se van desarrollando las relaciones entre los personajes. Katrina evoluciona de una manera sorprendente al sentirse al fin aceptada, Shizuka se rebela contra la maldición que la persigue y Lan comprende que es necesario que los mayores se vayan retirando en cierta manera para dejar paso a las nuevas generaciones, para que puedan madurar e ir haciéndose cargo de nuevas responsabilidades. No quiero dejar pasar la oportunidad de hacer hincapié en las descripciones de comida que realiza la autora, que hace que se te haga la boca agua mientras vas leyendo y que es algo que no muchos autores tienen en cuenta en sus historias. Sin embargo, en ocasiones los cambios de perspectiva en la historia son un tanto bruscos y el lector tendrá que estar prestando mucha atención para seguir el hilo.

Es un libro que me resulta difícil recomendar porque es un libro difícil de clasificar.

Among Thieves

Se abre el telón y aparecen una mercenaria, un trilero, un maestro del disfraz, una contrabandista y una exmilitar… ¿Cómo se llama el libro? Pues Among Thieves, una novela que nos presenta diversos puntos de vista para narrarnos la preparación y ejecución de un robo aparentemente imposible de llevar a cabo, con una recompensa que excede los sueños de riqueza de todos los implicados pero que requiere enfrentarse al ser más poderoso del mundo.

Me gusta el tono un poco oscuro pero bastante humorístico que la autora ha utilizado para su libro, con una estructura muy típica pero que utiliza muy bien todos los recursos de los que dispone para tejer una aventura ligera y divertida. La construcción de mundo es algo restringida geográficamente pero está bastante bien pensada, con la existencia de los sensers y los kinetics, seres con capacidades superiores a los demás pero en su mayoría con el cerebro lavado de forma que están totalmente a disposición de los caprichos de sus dueños. Además, el submundo en el que se mueven los protagonistas, con toques de yakuza japonesa y otras bandas criminales nos resultará curiosamente familiar, a pesar de tratarse de una novela de fantasía en mundo secundario.

Lo más entretenido del libro es ver cómo se va desarrollando la trama y se van desvelando las intenciones ocultas de los protagonistas, así como los misterios de su pasado que les ha llevado a estar en la situación actual. Aunque la autora trabajó en la novela como una entrega única, es innegable que deja camino abierto para una posible continuación, que podría venir a resolver algunas de las dudas que se van planteando durante la lectura. Si a esto añadimos un sistema mágico indudablemente atractivo, ya tenemos la diversión servida, aderezada con algunos ligeros toques grimdark.

La prosa de la autora es bastante fluida, lo cual era un requisito imprescindible para este tipo de narración, en el que las condiciones de contorno de la misión son cambiantes conforme se van encontrando nuevas dificultades por el camino o van perdiendo miembros de la misión. El discurso se va adaptando a cada situación de una manera muy bien llevada, especialmente para ser una novela de debut.

Among Thieves es el típico libro que puede pasar desapercibido si no lo vas buscando de forma expresa, bien sea por esa portada un tanto genérica o porque no conozcas a la autora, algo de lo más normal al ser su primera novela. Y sería una lástima dejarlo pasar, porque no viene a revolucionar el género, pero es una novela entretenida y ágil con su toque de intriga y traición de esas que gusta leer.

The Actual Star

Creo sinceramente que The Actual Star puede ser uno de los lanzamientos del año. Monica Byrne nos relata una saga multigeneracional en un solo libro con una estructura que parece engañosamente simple pero que luego se descubre como algo más intrincado y complejo de lo que pensábamos.

El libro presenta tres momentos separados por siglos pero que poco a poco iremos viendo que están relacionados. En el pasado, asistimos a la decadencia de un reino maya en lo que sería la actual Belice. En el presente o al menos en el momento contemporáneo, seguiremos los pasos de una adolescente en 2012, en plena fiebre del fin del mundo maya. Y en el último punto de vista, nos iremos al futuro lejano, con una sociedad totalmente cambiada por el cambio climático y que a mi entender es la parte más atractiva del libro, aunque el conjunto está bien compensado.

Y es que esta historia futura aporta muchas ideas interesantes. Los humanos son modificados genéticamente antes de nacer para ser hermafroditas, viven de manera nómada para aprovechar mejor los recursos que provee la Tierra tras el cambio climático, aunque ayudados por una tecnología bastante avanzada que no se especifica pero que está presente en todo momento. La definición de una persona se basa en tres ejes: genera, manera y prefera, dando lugar a todo un mundo de posibilidades para saber cómo dirigirte a la persona con la que estás hablando. Que todo el idioma hablado sea con género femenino es casi lo de menos.

Esta forma de vida nómada, llamada “la viaja”, está basada en los preceptos que sentó uno de los personajes de la rama de 2012, En esta vertiente del libro, una adolescente viaja a Belice, la patria de su casi desconocido padre para buscar sus raíces y su propia identidad. Al visitar los restos maya de una cueva tendrá una revelación, casi un síndrome de Stendhal. Es interesante la elección de una nación relativamente joven como es Belice para situar este punto de la novela, porque asistimos al paso a la madurez de la protagonista casi a la vez que el paso a la madurez del propio país.

La cueva que visitan en 2012 es dónde transcurren algunos de los hechos del otro punto de vista de la novela, con dos hermanos gemelos que son los mandatarios de un pequeño reino maya que se va hundiendo en el olvido, lejos de los momentos álgidos de sus antepasados. En esta parte de la trama toma mayor importancia la fantasía y la magia, los sacrificios humanos y las tradiciones mayas que nos han llegado hasta ahora, o bien que nos imaginamos que fueron así porque hay muy pocas referencias. La autora admite haber seguido la documentación existente pero es cierto que también ha tenido que recurrir a la imaginación.

Lo mejor del libro para mí sobre todo es la parte especulativa del futuro, pero hay que reconocer que al estar enraizada en las otras líneas temporales todas tienen cierta importancia. También os digo que el hecho de utilizar indistintamente inglés y español, a veces sin traducir este último, puede llevar a confusión a un lector anglófono, pero a mí me resultaba bastante cómodo, excepto con la utilización de algunas palabras con género cambiado porque sonaban raras en mis oídos.

El libro también tiene algunos puntos menos brillantes. Uno de los que más me ha llamado la atención es la traducción de the actual star en inglés como la estrella actual en español, que entiendo es un false friend , y me extraña mucho que se haya dejado pasar cuando se ha puesto tanto cuidado en otros aspectos. Según una conversación mantenida con la autora, cuando hace referencia a the actual star se refiera a la estrella en ese momento, así que he sido yo la que ha malinterpretado la referencia. Hay una cierta fijación con las autolesiones que pueden estar justificadas, por decir algo, en alguno de los puntos de vista por la cultura imperante, pero en los otros no me lo parece. Relacionado con lo anterior, hay cierta querencia por describir exhaustivamente algunas escenas especialmente violentas, pero no llega a resultar inquietante.

Por cierto, el libro lo he escuchado y es estupendo el trabajo de los varios narradores, Carolina Hoyos, Kareem Ferguson y Gisela Chipe, cada uno encargado como es lógico de un punto de vista. La edición física del libro trae mapas y glosarios de los que no he podido disfrutar, pero no por ello se ha visto entorpecida la lectura.

Espero ansiosa que podáis leer esta obra para comentarla con vosotros.

For the Wolf

Se ha puesto de moda narrar los cuentos de hadas más tradicionales con algún que otro cambio, quizá otra localización o intercambiando el género en los personajes. For the Wolf sigue esta tendencia, si bien la portada es un tanto engañosa porque parecería relacionado con Caperucita Roja, pero en el interior vemos que no es así, que es otra forma de contar La Bella y la Bestia.

El ritmo del libro es pausado, casi parsimonioso, mientras la autora nos va explicando la historia de dos hermanas mellizas de estirpe real condenadas a un futuro muy dispar por su orden de nacimiento. Entrelaza la leyenda con la situación real de manera muy acertada y rodea toda la narración de un halo de atemporalidad que le sienta bien a la fábula, aunque hay que hacer un pequeño ejercicio de suspensión de la incredulidad precisamente por ese desigual fluir del tiempo.

Desde tiempos inmemoriales la primera hija de la realeza heredará el trono, mientras que la segunda será entregada en sacrificio al Lobo. Este hecho marca la infancia y la vida de Neve y Red, modificando tanto su relación con los demás a la vez que fortalece los vínculos entre ellas. Cuando Red llega a los 20 años y ha de ofrecerse al Lobo, lo ve casi como una liberación, como la culminación de lo que lleva esperando toda la vida. Su hermana intenta retenerla y no cejará en su empeño de recuperarla, pero no todo es lo que parece y las leyendas aúnan mentiras y medias verdades que nadie ha sido capaz de descifrar.

Hannah F. Whitten ha escrito una novela muy deudora de los cuentos tradicionales, no solo por la trama si no también por las herramientas utilizadas para su elaboración. La novela es de desarrollo lento y de forma pausada seremos testigos de la relación entre Red y el Lobo, y de cómo una figura monstruosa no ha de ser necesariamente quien cometa los actos más despreciables. Como digo es un libro pausado y tranquilo, y quizá por ello se ha quedado un poco en terreno de nadie en cuanto a promoción y difusión. Es una fantasía que parece un poco antigua a pesar de haberse publicado este mismo año, si me permitís la comparación.

De hecho, al tratarse de la primera novela de una duología, me resulta muy llamativo que la novela acabe como lo hace, porque deja el camino expedito a la continuación pero tampoco hace que estés deseando leerla, es un final satisfactorio por sí mismo. Creo que esta novela de debut se ha quedado un poco a medio camino de lo que pretendía conseguir y no sé si leeré la segunda parte.

La casa al final de Needless Street

Hoy tenemos la suerte de acoger en el blog a Pablo Bueno en su faceta como reseñador, contándonos sus impresiones sobre La casa al final de Needless Street. Muchas gracias por tu colaboración, Pablo.

“Vaya viaje”. Ese podría ser el resumen más sintético y sincero de mi experiencia con este libro: menuda montaña rusa plagada de subidas inciertas, descensos vertiginosos, bucles y giros inesperados (esto último no es metafórico).

Catriona Ward nos presenta aquí una obra que es sorprendente y engañosa a varios niveles. Resulta muy difícil hablar de la premisa de partida sin entrar en el desagradable reino del spoiler, pero digamos que comienza con la desaparición de una niña y con un personaje inquietante y sospechoso que tiene una extraña forma de razonar. Baste añadir que tanto los temas que se tratan como todo el elenco en sí están destinados a darnos más de una sorpresa. Este es, quizá, el punto más fuerte de la novela y lo que más he disfrutado. Hacía mucho tiempo que no tenía tan claro de qué iba lo que estaba leyendo para luego caer en una incertidumbre de la que no se termina de salir casi hasta el final. Para mí, ya lo he dicho alguna vez, esa incertidumbre es una de las sensaciones más agradables cuando me enfrento a cualquier tipo de historia, venga en la plataforma que venga. Y por cierto que, aunque en algún caso he visto que se la está relacionando con el género del terror, yo hablaría más de ese tipo de obras inquietantes un poco a lo Stephen King que no pretenden del todo activar nuestros miedos pero sí una excitante sensación de peligro.

La narración de Ward es también sobresaliente, con una capacidad descriptiva que se acomoda a las percepciones y a las voces de los distintos personajes como un guante. Esas voces, por cierto, son otro de los elementos que más destacan del libro. Únicamente necesitamos leer las primeras líneas de cada capítulo (cada uno de ellos narrado siempre por un solo personaje) para meternos no solo en el ambiente que él percibe, sino en su propio funcionamiento mental.

Estas descripciones y abundantes elementos subjetivos podrían resultar cargantes, pero lo cierto es que la narración se hace ágil y adictiva. Y, por si no fuera así, cuando parece que la trama se está deteniendo, como si dudara hacia dónde dirigirse, llega una mazazo que nos hace abrir mucho los ojos y nos pone de nuevo en movimiento sin poder dejar de pasar páginas.

La única excepción a esto es el final, que tras el momento cumbre de la trama resulta un poco más lento e incluso meditativo, aunque está justificado, como recalca la autora en las últimas secciones del libro, ¡que BAJO NINGÚN CONCEPTO deben leerse antes que la historia!

En conclusión, estamos ante una obra que vuela entre nuestras manos, que nos sorprende enormemente (y no solo una vez) cuando parece que va a encaminarse hacia los derroteros más trillados. Además, una vez acabada, todavía nos espera una honda reflexión que permanece mucho más allá de su lectura.

Weave the Lightning

De manera esporádica surgen libros de fantasía con inspiración rusa y he de reconocer que llaman mi atención, como por ejemplo los de Peter Higgins de la serie Wolfhound Century. Así que no es de extrañar que tuviera Weave the Lightning en el punto de mira, con sus personajes de circo que a la vez que artistas son espías para la resistencia contra el estado opresor.

Esta primera entrega de la trilogía The Bourshkanya, nos sirve para ponernos en contexto y conocer a los dos personajes principales de la historia, Celka y Gerrit. La narración se basa mucho en la contraposición de ambos, de extracción muy diferente y sin embargo con muchos puntos en común. Celka es artista de circo junto con su familia y a la vez ejerce de correo para la resistencia, aunque comienza a realizar cada vez tareas de mayor implicación en este movimiento reformistas. Gerrit es el hijo del General Supremo del régimen, pero a diferencia de sus hermanos, no es capaz de contentar a su padre con sus esfuerzos para controlar la magia de la tormenta.

Lo que quizá debería ser más ilusionante de la novela, el sistema mágico, es sin embargo lo que la condena a no destacar. Y no porque no parezca atractivo, si no porque no está bien explicado. Se entiendo que hay unas tormentas especiales que ocurren cada cierto periodo de tiempo de las que ciertas personas con capacidades especiales son capaces de extraer magia. Pero, como digo, la explicación es muy confusa y no solo por la profusión de términos eslavos (al fin y al cabo, cuando leo en inglés tampoco es que los términos anglófonos que se inventan los autores me resulten especialmente intuitivos) si no por que no se entiende el funcionamiento. Hay una especie de universo paralelo al que los tocados por la tormenta pueden acceder, pero es exclusivo de cada uno como una interpretación del mundo actual. Y como cada uno accede de una manera, tampoco queda claro qué se puede hacer y qué no . Solo después de acabar el libro descubrí que la autora ha colgado en su web una explicación más profunda (a buenas horas, mangas verdes) que a lo mejor me hubiera ayudado a comprender mejor el libro, pero creo que esto tiene que hacerse dentro de la propia novela, para que mientras que estoy leyendo no tenga necesidad de recurrir a fuentes externas.

Este escollo del sistema mágico lastra mucho la evolución de todo el libro. Aunque me gusta sobre todo cómo se utilizan los viejos sistemas de espionaje para transmitir información (buzones muertos, lenguaje de signos, falsificaciones…) al final la rémora de no entender qué está pasando con la magia rompe la inmersión en la lectura.

No sé si seguiré leyendo la serie, porque aunque me interesa ver cómo evoluciona la lucha contra el poder establecido, lo cierto es que no tengo muchas ganas de volver a pelearme con la Bourshkanya y demás parafernalia.

A Declaration of the Rights of Magicians

A Declaration of the Rights of Magicians es una fantasía histórica bastante original en su planteamiento y desarrollo si bien se nota demasiado que es la primera parte de una duología y en ocasiones el ritmo resulta demasiado pausado. Situada en la época de la revolución francesa, cuenta estos sucesos con la diferencia de la existencia de la magia, algo que cualquiera pensaría que habría cambiado de forma más radical el transcurso de la historia, pero excepto la reiterada mención de las Guerras Vampíricas, los demás hitos se asemejan más o menos a lo que conocemos. Y los personajes que poblarán sus páginas son los partícipes de aquella época convulsa, aunque mi desconocimiento de ese pasaje de la historia me impide juzgar si su comportamiento y desarrollo concuerda con la “realidad tal y como la conocemos TM”.

Lo que más me ha llamado la atención de esta novela de H.G. Parry es la profunda importancia que da al thriller político, a las discusiones del parlamento inglés y la asamblea francesa. Creo que en pocas novelas habrá visto esta inmersión en la política en sí, la única que me viene a la mente es la de Baru Cormorant. Me gusta esta importancia que se da al diálogo y a la exposición de ideas y sobre todo, el respeto al adversario político, algo que se ha debido perder con el transcurso del tiempo. El tema de fondo es la libertad sobre el uso de la magia por parte de los comunes, ya que los aristócratas lo tienen permitido y la plebe no, siendo este es el principal detonante de la Revolución Francesa. En realidad es un reflejo más de las desigualdades de la época que crearon el caldo de cultivo para este hito histórico, solo que la autora ha adornado un poco el tema con las distintas magias. Sobre todo me gusta el planteamiento de lucha para la abolición de la esclavitud, algo que costó sudor y sangre eliminar de forma “legal” en estos países.

La presencia de un ente en la sombra que maneja los hilos de la trama está bastante dosificada, pero es imposible dejar de plantearse quién será este ser mágico con extraordinarias capacidades, algo que se desvelará supongo en el siguiente libro. Tampoco se puede negar que de los tres puntos de vista en los que se basa la narración hay uno que sale eminentemente perjudicado en cuanto a relevancia y número de apariciones (el situado en Jamaica) y esto es debido a que se están preparando cosas para el segundo volumen.

No es menos cierto que la longitud de la obra juega un poco en su contra, porque hay momentos de impasse que la autora no ha podido dotar del mismo interés que los momentos álgidos de la historia, como el comienzo del Terror y su odiosa justificación para las huestes francesas o la revolución en las colonias.

Todo esto da lugar a un libro irregular, interesante por algunas razones que sin embargo no acaba de despegar como podría haberlo hecho partiendo de las atractivas ideas expuestas. Es posible que mi valoración varíe cuando lea la siguiente novela, al conocer el sentido completo de la obra.