La vía del futuro

Fue un auténtico placer escuchar las intervenciones de Edmundo Paz Soldán en el festival 42 del año pasado, así que no iba a pasar mucho tiempo sin que me leyera La vía del futuro, su última recopilación de cuentos. Son relatos de un futuro tan, pero tan cercano, que casi podría decirse que los estamos viviendo en la actualidad.

Como toda recopilación de relatos hay cierta variedad pero se puede decir que la calidad de todos ellos es cuando menos notable. Especialmente llamativo es el primero, por el uso del sincretismo del que ya hizo gala en Iris y que ahora se transforma en el centro del relato que da título al recopilatorio, escrito a base de recortes periodísticos que dibujan un collage de creencias relacionadas con las inteligencias artificiales.

Mencionaba anteriormente la inmediatez del futuro planteado por Edmundo y podemos tomar como ejemplo el uso de las criptomonedas en “El Señor de la Palma”, cómo se burla de la falsa meritocracia que hace pensar al trabajador que si se esfuerza lo suficiente logrará prosperar, cuando lo cierto es que la ascensión a la cima ya está viciada de antemano.

Un tema que está menos de moda en la actualidad, o al menos así me lo parece es la ufología, pero el autor lo utiliza también en “Mi querido resplandor” tal vez más como una mirada al pasado que nos ha traído hasta aquí que como una extrapolación de lo que puede pasar en los años venideros. Quizá el tema ovni está más superado en la actualidad por las teorías de “bosque oscuro” o quizá sólo está esperando al revival de turno.

En “La muñeca japonesa” Edmundo nos expone a la deshumanización que los maltratadores vuelcan sobre sus parejas haciendo el paralelismo con el interés que despierta en el protagonista tener siempre el último modelo (pirata o no) de autómata, no necesariamente sexual pero siempre con esa connotación inherente.

Cambiando totalmente de palo, con “El astronauta Michael García” Paz Soldán aprovecha para hacer reivindicaciones de clase, pero el mensaje tal vez se pierda un poco por el final lisérgico y contundente del cuento.

“Las calaveras” me ha recordado en cierta forma el mensaje de Mónica Byrne en The Actual Star y la trascendencia que pueden tener las acciones más cotidianas y las menos habituales también.

La droga ya estaba muy presente en otros trabajos de Edmundo, pero en “En la hora de nuestra muerte” y en el siguiente relato “Bienvenidos al nuevo mundo”, que finalizan la antología, son el punto central. Y en ambos relatos son el detonante de la búsqueda de algo más allá, bien como huida de la situación actual bien como siguiente paso en la evolución.

Recomiendo mucho la lectura pausada de los relatos recogidos en La vía del futuro.

6 preguntas sobre Autonomous

Hoy tenemos un invitado de excepción en el blog. Edmundo Paz Soldán, autor de obras imprescindibles como Iris, ha querido responder a algunas preguntas sobre Autonomous una obra que sin duda dará mucho que hablar en el mundo de la ciencia ficción. Con sus respuestas podremos dar un nuevo enfoque a un libro que cualquier aficionado al género disfrutará enormemente.

Seis preguntas sobre Autonomous a Edmundo Paz Soldán

¿Cuál de las dos tramas que componen la novela es tu favorita y por qué?

La historia del robot militar Paladin me ha parecido fascinante y muy verosímil. Newitz hace un gran trabajo mostrándonos paso a paso cómo es que un robot podría adquirir cierta autonomía, tomar decisiones propias, liberarse de los códigos que se le han programado en el sistema. Hay un buen balance entre el lado técnico y de el lado ético de tal desarrollo.

El libro parece una extrapolación verosímil de la limitación del alcance de los beneficios de la investigación debido al sistema de patentes. ¿Crees que esta limitación seguirá incidiendo en la brecha entre pobres y ricos?

Es inevitable. Vivo en un país (Estados Unidos) en el que el sistema de patentes está muy bien sostenido, de modo que ni siquiera es tan fácil conseguir drogas genéricas de las que son más caras. Al final, como sugiere la novela, la brecha entre pobres y ricos depende en gran medida en gran medida del acceso o no a medicinas de primer nivel. Newitz habla de esto en una novela de ciencia ficción, pero a mí me ha parecido todo muy realista, muy contemporáneo.

La novela también utiliza el sistema de “indenture” (¿esclavitud?) para hacer un paralelismo entre el trabajo de las inteligencias artificiales y los humanos, y cómo pagar su manutención o creación. ¿Qué opinas de este sistema? ¿Crees que es una crítica al capitalismo salvaje?

Me ha parecido una idea muy original. Si todo está en venta, ¿por qué no nuestra individualidad como seres humanos? Así, en la novela se da una paradoja muy bien trabajada: están los humanos que quieren “venderse” para vivir de algo, y están los robots que tienen dueños y buscan liberarse. Al final, Autonomous gira en torno a la propiedad privada y sus excesos. Es una gran novela sobre el nuevo estadio del capitalismo en versión turbo.

¿Qué opinas de la ciencia ficción de futuro cercano? ¿Tiene carácter admonitorio?

La ciencia ficción siempre está dialogando con el presente. Si escribimos sobre clones es porque nos preocupa el lado ético de la experimentación biotecnológica. Me interesa que haya una preocupación moral y social en la ciencia ficción, siempre y cuando esta no se convierta en algo didáctico.

El uso casi indiscriminado de drogas en Autonomous recuerda a tu obra Iris, aunque sin las connotaciones religiosas. ¿Es la exploración de las sustancias estupefacientes casi un subgénero dentro de la ciencia ficción?

Es un gran subgénero: Huxley, Herbert, Dick, etc. La ciencia ficción trabaja con estados alterados de conciencia; explorar el uso y abuso de drogas, la forma en que influyen en una sociedad, es prácticamente inevitable. Me interesó muchísimo la forma en que Newitz relacionó biotecnología con economía, y encontró una metáfora ideal para narrar los excesos del capitalismo tardío a través de una droga que te vuelve adicto al trabajo y te esconde la verdad de las relaciones laborales, de la explotación. Ahora mismo me estoy robando esa idea para un cuento…

En el libro también aparecen los primeros pasos de las inteligencias artificiales autónomas. La explicación de la autora depende de una llave que permite acceder a su propia programación. ¿Puede un robot programado llegar a tener libre albedrío o crees que las inteligencias artificiales tienen otro origen?

Más allá de lo que suceda en la vida real, a mí me interesa que el autor me muestre un mundo original y convincente. Ocurra o no ocurra en la vida real de la manera en que lo muestra Newitz, la forma en que Paladin llega a tener cierto libre albedrío en la novela me ha seducido completamente.

De nuevo agradecer la colaboración de Edmundo, que entre sus muchas obligaciones ha encontrado el tiempo de contribuir a este blog, Muchísimas gracias Edmundo.

Las visiones

edmundo-paz-soldanNuevamente tengo la alegría de presentar esta reseña de forma conjunta con mi amigo y mentor Odo. Aquí podéis leer su artículo.

Me alegré mucho al saber que Edmundo Paz Soldán iba a ampliar el mundo de Iris con una serie de cuentos. La novela me pareció estupenda, así que volver a visitar ese mundo era una oportunidad que no iba a dejar escapar.

El escritor boliviano consigue, en un ejercicio de maestría escritora, que se pueda acceder a la lectura de Las visiones desde diversas perspectivas. Los cuentos no serán iguales para alguien que como yo haya leído Iris o para alguien que no conozca este universo. De hecho, el orden de los cuentos no es cronológico tampoco, de forma que se pueden leer salteados o uno detrás de otros. Esta prestidigitación literaria no está al alcance de cualquiera.

Haciendo un ejercicio de imaginación me podría colocar en la piel de un lector en su primera aproximación a Iris. La lectura le supondrá un reto, del mismo modo que la curva de aprendizaje de la novela no fue nada fácil para mí. Sin embargo, prefiero hablar desde mi propio punto de vista.

Los relatos contenidos en Las visiones (un título excelente) giran en torno a la vida en un lugar colonizado como es Iris, en el que la dualidad religión-droga supedita toda la vida. Los cuentos, muy cortos, conforman un paisaje impresionista. Edmundo, con pequeñas pinceladas nos hace ver cada vez más detalles del escenario en que se desarrolla la historia.

Aunque todos me han impactado en mayor o menor medida, el relato “Artificial” ha sido como un torpedo en mi línea de flotación. En ese momento he tenido que abandonar la lectura para despejar la mente, para apartar de mí una siniestra relación materno filial que me ha dejado marcada. También se pueden destacar otros relatos como “Doctor An” pero prefiero dejar en vuestras manos la elección de vuestro cuento favorito. Hay mucho donde escoger.

También resulta muy interesante leer las notas que el propio autor ha añadido a la edición, mostrándonos dónde se ha inspirado para los relatos (una pregunta que muchos nos hacemos).

No puedo dejar de recomendar este libro junto con Iris. Creo que la lectura merece la pena.

Iris

irisIris ha significado para mí un reto lector, pero he de decir que el esfuerzo ha valido la pena. Me encuentro fascinada por la amplitud de recursos estilísticos utilizados en esta novela.

La primera dificultad con la que nos encontramos es el lenguaje utilizado. Edmundo crea una nueva forma de hablar, una suerte de spanglish escrito casi fonéticamente. Aunque no llega a los extremos de Banks con El artefakto, es necesaria una inmersión considerable por parte del lector para entrar en el juego de alusiones y sentidos velados que propone el autor.

Una vez soslayado este primer obstáculo, podemos disfrutar de las distintas perspectivas desde las que asistimos al desarrollo de la trama. En cada uno de los cinco capítulos en los que se divide Iris cambia el punto de vista, y en consecuencia, la forma de escribir y de exponer los hechos. Vemos como la prosa va cambiando, es más o menos sofisticada dependiendo de quién lleva la voz cantante. Asímismo, cambia la longitud de los capítulos, con lo que la lectura va variando el ritmo, algo que se agradece.

Los dos pilares en los que se sustenta el libro son la religión y las drogas. Me gusta en especial cómo la zona colonizada mantiene una dura pugna religiosa con las creencias importadas por los invasores, en una lucha desigual. La dualidad religión-droga es imperante en toda la novela, en algunos momentos me ha parecido que el verdadero hilo conductor de la historia eran las distintas reacciones a las muchas drogas presentes en Iris, cada una con un efecto distinto sobre el cuerpo humano.

También resultan especialmente impactantes las imágenes que se nos presentan cuando los personajes están bajo los efectos de estos viajes alucinógenos. La principal herramienta para hablar del pasado son estas distintas sustancias (jün, danshen, paideluo…) que se utilizan como vía de escape de estos horribles hechos que han desencadenado la huida a Iris, un lugar del que no se vuelve.

Es en esos flashbacks donde se muestra la parte más descarnada y vil del ser humano. El pasado de muchos personajes rebosa rencor y odio, provocando que esas almas torturadas acaben en Iris, quizá buscando una salida, una mejora. Lo que acaban encontrando, sin embargo, no es lo que esperaban.

Un tema que se trata también en esta gran novela es el racismo, en varias vertientes. El desdén con el que se trata a los naturales de Iris, superado por el desprecio a los nacidos de la mezcla de sangres es similar al que se siente por la presencia de artificiales, cyborgs indistinguibles de los humanos base.

¿Es esta una nueva visión sobre el colonialismo? Para mí sí, aunque no lo parezca es el tema principal de la narración. Quizá nos distraigan los fuegos de artificio de las sustancias psicotrópicas que emanan del libro. El escenario en el que se utiliza a los nativos para extraer los bienes de sus tierras en beneficio de los opresores nos es sobradamente familiar. No obstante, la utilización de forma mayoritaria del punto de vista de los opresores contrasta con las tendencias actuales de dar voz a los colonizados, como en We see a different frontier.

Definitivamente, ésta es una gran obra que hay que leer.