Last Exit

Por fin tenemos un nuevo libro de Max Gladstone, tras superar el bloqueo que ha tenido estos últimos años. Además, es una estupenda novela que hará las delicias de los aficionados a la fantasía oscura con toques de terror, con un aire a road movie y una esencia muy americana.

He visto definida en redes sociales Last Exit como fantasía oscura cuántica y me hubiera encantado tener yo esa idea porque me parece una definición que le viene como anillo al dedo y además es un subgénero que suena apasionante. La novela está dividida en dos líneas temporales, con casi los mismos protagonistas pero una separación de 10 años entre ellos.

El comienzo es bastante duro, con pensamientos suicidas de la protagonista que en el pasado cometió un error por el que perdió al amor de su vida y se sigue culpabilizando por ello.

La parte fantástica se basa en la posibilidad de la existencia de mundos alternativos allí donde las cosas no están demasiado definidas o no son conocidas por mucha gente, por ejemplo, la magia es muy difícil de realizar en Nueva York, con esas calles conocidas por todo el mundo, pero si estás en esas enormes carreteras estadounidenses, más cosas son posibles, por estar indefinidas. Y se puede saltar entre mundos y encontrar de todo, desde dinosaurios a robots asesinos. De hecho, uno de los aciertos de la novela es utilizar la tecnología para bajar el nivel de incertidumbre y por lo tanto, protegerse contra la magia.

Los personajes están exquisitamente definidos en ambas líneas temporales, en el pasado asistiremos a su paso a la madurez, primero con esa inconsciencia natural de los jóvenes que se sienten prácticamente inmortales, pero a los que el paso del tiempo va poniendo en su lugar, con nuevas cicatrices y heridas donde antes solo había piel tersa. La presentación de los miembros del grupo es absolutamente magistral, conociendo a cada uno por su relación con los demás, desde la médica que cuida a sus pacientes con tanto cariño como a sus hijos como el mecánico que desmonta los coches pieza por pieza capaz de buscar el mejor camino en cada situación. Además, cada uno de ellos tiene un don que le ayudará en su aventura.

La prosa de Max Gladstone también sirve estupendamente para crear esa atmósfera opresiva de persecución, así como un ambiente pre apocalíptico situado en unos EE.UU. abocados al desastre. Que la figura que persigue a la pandilla sea un cowboy tampoco es baladí así como el uso de coches totalmente mecánicos sin preocuparse mucho por la gasolina. Es una novela muy americana, muy western crepuscular.

He tenido la suerte de disfrutar de la narración de Natalie Naudus, que adapta su voz de una forma maravillosa a la historia, al ambiente y a cada uno de los personajes a los que da vida. El audiolibro supera las 21 horas y no se ha hecho para nada largo, en parte por la propia obra y en parte por el desempeño de Naudus.

Last Exit está destinada a ser una de las novelas del año.

Soulstar

Por razones que espero que pronto se puedan hacer públicas, acabé leyendo Soulstar para documentarme sobre el subgénero fantástico llamado fantasy of manners. Ya había leído las dos primeras entregas del Kingston Cycle, pero la última se había quedado huérfana.

En este cierre de ciclo Polk se vuelca totalmente en el aspecto político de la narración, dejando bastante de lado la magia pero consiguiendo que crezca el interés por la resolución de la trama, porque nos encontramos al borde de un cambio de paradigma político, con lo que conlleva respecto a la estabilidad del reino. En este sentido me ha recordado un poco a A Declaration of the Rights of Magicians, pero muchísimo más diluida.

La protagonista es de una extracción social distinta a la de los dos primeros libros, es mayor y ha sufrido mucho más, por lo que el tono es más serio y pausado.

Es interesante el mensaje ecologista, que ya estaba presente en las entregas anteriores pero que ahora es menos velado, ya que se impulsa la creación de una fuente de energía que provea de éter al reino sin tener que recurrir a la esclavitud de la población con capacidades mágicas, en una clara referencia a nuestro mundo actual y su consumo de fuentes no renovables de energía. Esto fue el detonante de la rebelión social que ahora tiene lugar en Aeland, liderada a su pesar por la protagonista de la historia.

He tenido algunos problemas con el formato en audiolibro porque la narradora, Robin Miles, pronunciaba los pronombres de una forma muy marcada y algo extraña para mí . Achaco esto a mi falta de dominio del inglés. No es que me sacara de la lectura, pero me extrañaba esta pronunciación.

Con Soulstar, C.L. Polk consigue remontar el bache en el que a mi entender se metió la serie con la segunda entrega, rematando los hilos que quedaban sueltos para dar un final más que correcto a una serie que hará las delicias de los lectores de esta especie de fantasía costumbrista inglesa.

The Invisible Library

Hay muchas veces que llegas tarde a las series, porque cuando salieron no cayeron dentro de tu zona de atención o simplemente porque estabas en otros menesteres, y luego da mucha pereza intentar ponerse al día porque ya llevan chorrocientas publicaciones y acabas dejándolo de lado.

Pero la verdad es que este año me había propuesto ponerme “al día” con dos series bastante largas, una que todavía mantengo en secreto aunque quizá la podáis adivinar y otra esta The Invisible Library, que parecía hecha a medida para mí.

También es cierto que la posibilidad de escuchar el audiolibro de estas obras es algo que facilita mucho la tarea, al menos para mí, porque lo puedo compatibilizar con otras tareas y así aprovecho más el tiempo. Vamos, que se han conjuntado todos los factores necesarios.

Como primera entrega de una serie The Invisible Library ofrece todo lo que se puede desear. Un mundo muy interesante, unos protagonistas realmente atractivos y un pequeño misterio para tenernos entretenidos mientras vamos conociendo el mundo alternativo en el que se desarrolla la historia.

Por empezar con la parte más floja, el “misterio” con la desaparición de un personaje resulta bastante obvio desde el principio, quizá porque en un mundo donde la magia es posible ya te esperas cualquier cosa o quizá porque no era demasiado intrigante desde un principio. Pero este pequeño fallo se ve de sobra compensado por el entorno, maravilloso para una bibliófila como yo y los personajes, cuyas interacciones son simplemente deliciosas.

La Biblioteca es un lugar donde se almacena todo el saber del universo y los bibliotecarios van cumplimento misiones de “recuperación” de libros en mundos alternativos donde aparecen obras excepcionales que son únicas. La protagonista de este volumen, que creo que seguirá en los siguientes, es Irene, una joven espía-bibliotecaria que realiza estas funciones. La misión que se le encomendará esta vez la llevará a un Londres alternativo donde la magia y la tecnología se juntan de forma muy atractiva, con vampiros, hadas y zepelines. Pero también deberá ejercer como tutora de Kai, su novicio acompañante en esta misión.

La idea de la Biblioteca es fascinante, y también lo es la magia que los bibliotecarios pueden usar en sus misiones, siempre de forma discreta y procurando no alterar los mundos a los que viajan. Es cierto que este Londres alternativo peca de no ser excesivamente original, pero es que está demostrado que determinadas fórmulas funcionan como un reloj para captar la atención de los lectores, así que Cogman juega sobre seguro.

La narración de Kristin Atherton también se alía con la propia historia para ofrecer una experiencia deliciosa. No pasará mucho tiempo sin que empiece la segunda entrega.

A Snake Falls to Earth

Darcie Little Badger se está haciendo poco a poco un nombre en el mundo fantástico. Con su primera novela, Elatsoe ya tuvo varios premios y nominaciones, así que cuando vi que en mi plataforma de audiolibros había algo suyo aproveché la oportunidad. Además, siempre me gusta leer sobre leyendas que se salen de lo habitual y la pertenencia de la autora a la tribu Lipan Apache y su reivindicación de su cultura fue el empujón final para leerla

A Snake Falls to Earth es una obra con un marcado tono ecologista que utiliza las leyendas Lipan Apache para mandar un mensaje sobre las consecuencias del cambio climático. La novela está etiquetada como juvenil, y es cierto que la inocencia que se desprende de la obra y de sus personajes es bastante evidente, pero no por ello deja de resultar atractiva, incluso despierta ternura en el lector.

La novela está narrada desde dos puntos de vista que parecen condenados a encontrarse aunque esto no sucederá en el principio del libro. Por una parte, tenemos la historia de Nina, una niña humana en la Tierra y por otra parte la de Ollie, un cambiaformas serpiente que habita otro mundo. La edad de ambos hace que la novela sea también un rito de madurez, vemos cómo van cambiando en el paso de la infancia y adolescencia.

Es muy atractiva la idea de las localizaciones especiales donde resulta más fácil la comunicación entre ambos mundos, esos lugares de poder que dan lugar a las leyendas. Pero lo que más me gusta es que no nos encontramos ante las típicas historias que ya hemos oído una y otra vez, porque estas leyendas apaches tienen la originalidad de una cultura particular.

También resulta interesante que la cantidad y la salud de las especies de cambiaformas dependa del estado de la especie en la Tierra. Incluso se hace referencia al momento en que los bisontes fueron masacrados y cómo se perdió su contrapartida en el mundo mágico. Esto quizá sea el meollo del mensaje ecologista que nos hace llegar Darcie Little Badger, como las acciones en un plano pueden afectar a la vida en otros muchos lugares.

Existe también una amenaza latente que puede alterar las vidas de los protagonistas de la novela, algo sobre lo que ya se advierte desde el principio del libro pero que se deja más entre bambalinas mientras se desarrolla la narración. Sabemos que hay algo ahí que no es trigo limpio, pero no tiene por qué influir definitivamente en las decisiones de los personajes.

También nos encontramos ante una historia de amistad y lealtad a pesar de las diferencias que separan a Nina y Ollie. El libro tiene esa capacidad de hacernos sentir bien y confiar en las nuevas generaciones, que tendrán sobre sus hombros la responsabilidad de solucionar el desaguisado que les estamos dejando sus mayores.

Los narradores del audiolibro, Shaun Taylor-Corbett y Kinsale Huestor hacen un trabajo bastante bueno, llamando especialmente la atención las distintas voces de los cambiaformas, asociadas a su especie.

A snake Falls to Earth es un libro tierno y emotivo con un mensaje ecologista que puede ser del agrado de muchos lectores.

Engines of Empire

He tenido la oportunidad de escuchar el audiolibro de Engines of Empire, una novela de fantasía épica del autor R.S. Ford. Se trata de una obra monumental, con uno de los elencos de lectores más amplios que me he encontrado hasta ahora en un audiolibro y una longitud nada desdeñable.

La historia está narrada desde cinco puntos de vista diferentes y a cada uno se ha asignado una voz diferente, que es bastante acorde con la personalidad que entrevemos de cada uno de ellos. En este sentido entiendo que la labor del director del audiolibro ha sido extensiva, ya que no debe ser lo mismo buscar una sola voz para narrar que varias que se puedan aunar de forma homogénea. Los narradores son: Alison Campbell, Ciaran Saward, Phoebe McIntosh, Ewan Goddard, Andrew Kingston, Martin Reeve y Stephen Perring, pero por desgracia no puedo identificar a quién pertenece cada voz, intuyo que los nombres están puestos por orden de aparición, pero no he podido confirmarlo.

Se trata de un libro bastante largo pero afortunadamente el cambio entre puntos de vista y por lo tanto de voz que narra hace que sea bastante ameno en su escucha. Por supuesto, el contenido del libro también se presta a ello. Ya puedes poner todas las voces más maravillosas del mundo juntas que si el texto es un ladrillo, el audiolibro acabará siéndolo también.

En cuanto al contenido, se trata de una fantasía épica bastante convencional. Los personajes son los miembros de una misma familia (y un añadido) que pertenecen a uno de los gremios más poderosos del Imperio. Se trata de una sociedad eminentemente mercantil, por lo que lo que se antepone al resto de las consideraciones es el valor pecuniario de las inversiones. La matriarca de la familia, viuda tras un duelo de honor por causas desconocidas, es la hermana del autoproclamado Emperador, y mueve a sus hijos como valiosas piezas en un juego de estrategia. El mayor tendrá que ganar la gloria militar en la frontera, la mediana (con poderes mágicos) está destinada una colonia conflictiva y el pequeño es víctima de una conspiración que también tendrá consecuencias.

Hay que reconocer que el autor ha hecho un sólido trabajo de creación de mundo, con un sistema mágico que si bien no está explicado del todo se ve que puede dar mucho juego y con amenazas tanto externas como internas que son las que mueven todo el engranaje de la novela. No obstante, estos mismos elementos con los que juega Ford no dejan de ser bastante usuales en la fantasía de este estilo, así que no gana puntos por originalidad.

La historia también tiene su parte de culebrón, como debe ser, como la causa del duelo de honor del difunto marido y las dinámicas de la familia, aunque los puntos de vista se separan casi al principio de la narración y transcurren de forma casi independiente durante la mayor parte de la novela.

Quizá la parte más atractiva sea la interacción entre el trabajo de los artificieros y la magia, no me atrevería a llamarlo steampunk por no cargar de un significado erróneo el sistema, pero sí que lo recuerda. De todas formas, no queda muy claro el funcionamiento, supongo que lo iremos viendo en las próximas entregas.

Engines of Empire es una atractiva primera novela que gustará a los seguidores de la fantasía épica, que no ofrece mucha novedad respecto a otras historias del género y que puede resultar demasiado larga para ciertos lectores, pero que deja con intriga y ganas de saber qué pasará en las siguientes entregas.

Termination Shock

El cambio climático es una gran fuente de inspiración para escritores, incluso se ha llegado a denominar un nuevo subgénero que lo trata como clifi. No es de extrañar pues que Neal Stephenson lo haya escogido como el tema principal del que trata su nueva novela, Termination Shock, de más de 700 páginas.

Termination Shock posee las virtudes que gustarán a los seguidores habituales del autor, pero por desgracia, también los defectos que están haciendo más inaccesibles sus últimas obras. No llega a los niveles de Fall, or Dodge in Hell, pero ciertamente tiene muchas más páginas de la que necesita. Es una novela de futuro tan pero tan cercano que casi es pasado mañana. El autor ha conseguido incluso meter referencias al COVID y sus efectos a largo plazo.

El comienzo del libro juega al despiste, ya que veremos a uno de los protagonistas en una persecución vengativa tras un cerdo salvaje que mató a su hija. Y solo con eso ya sabemos que el libro va a tener muchas divagaciones, pero es que eso es marca de la casa del autor.

Desde un punto de vista completamente científico e ingenieril, un millonario tejano pone en marcha un plan para revertir parte del calentamiento global y evitar la subida de los océanos. Pero claro, esta intervención prácticamente unilateral provocará reacciones de todo tipo, ya que algunos países se verán perjudicados por ella y otros beneficiados. En paralelo se va desarrollando otra línea de la historia centrada en otro personaje, que tendrá su protagonismo después. Aquí también vemos varias de la obsesiones del autor, como son las artes marciales y las personas de ascendencia variopinta, aunque esto último está presente en casi todo el “casting” del libro. Las personas cuyos padres y abuelos son del mismo pueblo o ciudad somos demasiado aburridas para el autor.

Que un solo actor, forrado de billetes pero al fin y al cabo solo una persona, sea capaz de actuar de forma “efectiva” contra el cambio climático da que pensar. Se nos llena la boca con la responsabilidad individual, sobre si podemos cambiar o no algo con nuestros actos, y llega Stephenson a poner negro sobre blanco que se pueden hacer cosas que afectan a nivel planetario, tanto para bien como para mal.

Resulta también curiosa la visión del autor sobre la monarquía parlamentaria, en este caso sobre los Países Bajos, pero supongo que extrapolable a los demás países que todavía tenemos ese ordenamiento.

No es un libro que se pueda recomendar alegremente porque como digo, parece destinado a los fans ya habituados a la obra del escritor. Reconozco también que la versión en audiolibro, que supera las 20 horas, es quizá más llevadera por la buena labor llevada a cabo por Edoardo Ballerini. Stephenson tiene un don para explicar los conceptos de una forma que resulta bastante asequible para los demás y es cierto que se puede aprender un poco sobre la lucha contra el cambio climático en estas páginas, aunque en este sentido no le hace sombra al The Ministry for the Future de Kim Stanley Robinson.

Paladin’s Strength

Desde aquí hago un llamamiento público para la publicación de T. Kingfisher en España. El universo en el que tienen lugar tanto las series Clocktaur War y The Saint of Steel, así como las novelas autoconclusivas Swordheart o A Wizard’s Guide to Defensive Baking, es uno de los más atractivos e interesantes de la fantasía actual, con especial hincapié en el humor pero sin dejar de lado la crítica social y colocando en muchas ocasiones en el centro de la acción a personajes femeninos maduros que parece que no tienen lugar en un mundo fantástico, cuando en realidad pueden tener una posición preponderante.

Paladin’s Strength es la segunda entrega de la saga The Saint of Steel, en la que conoceremos las andanzas de Istvhan, uno de los paladines supervivientes a la muerte de su Dios al que conocimos brevemente en Paladin’s Grace. En el transcurso de una misión conocerá a Clara, una madura novicia de la orden de Santa Úrsula con la que compartirá una serie de aventuras y desventuras que prefiero dejar que descubráis vosotros mismos.

Es posible que se critique la fórmula que se utiliza en esta novela porque es similar a la anterior en el sentido de que vemos cómo se desarrolla el romance entre dos protagonistas maduros con mucha vida a sus espaldas, con la típica serie de malentendidos y ofuscaciones que forman la base de muchas comedias románticas, pero es que la fórmula FUNCIONA. Y si funciona, no lo toques.

Me encanta el carisma de ambos protagonistas, la repetición de frases que hacen que sueltes carcajadas cada vez que aparecen (Traducción libre por mi parte:”¡que no soy monja, que soy novicia!”, “tengo que hacer penitencia, penitencia de rodillas”), las referencias sexuales no tan veladas… es que el audiolibro dura casi 16 horas y prácticamente no te das cuenta de que ha pasado el tiempo. Por supuesto la interpretación de Joel Richards influye muchísimo en la valoración del libro, consiguiendo darle el punto justo de seriedad y retranca que le viene como anillo al dedo a la prosa de Kingfisher.

También los personajes secundarios, especialmente Doc Manson (por favor, que salga en las siguientes entregas), están delineados con trazo firme y contribuyen a la historia. Paladin’s Strength es un ejercicio de escritura y lectura maravilloso, una novela que te levanta el ánimo y te hace afrontar el día a día con mayor optimismo. No porque sea débil o sensiblera, también tiene su parte de maldad y sufrimiento, si no porque los personajes consiguen seguir adelante gracias su complicidad, a su apoyo mutuo, incluso a la sororidad de otros secundarios que representan su papel en la obra. Es una obra optimista, divertida, maravillosa… me faltan epítetos para describirla.

A Marvellous Light

No sé qué tienen los libros situados en el Reino Unido en la época de la regencia o victoriana mezclados con magia, que son capaces de distraerme de una forma impecable. Supongo que será por la influencia anglosajona en el género fantástico o la atracción que esa forma de vida llena de boato y conspiraciones ejerce sobre mí, pero A Marvellous Light ha cumplido con todos los requisitos para que siga interesada en la serie. Por que eso sí, nos encontramos ante el primer libro de una serie y deja mucho, pero que mucho meollo para las siguientes entregas.

Las familias de más rancio abolengo disponen en secreto de capacidades mágicas, pero la mayoría de los demás no tienen, así que hay una diferencia importante de clases. Dentro de las propias familias hay vástagos que disfrutan de grandes poderes mientras otros apenas son capaces de encender una lámpara a distancia, por lo que sirven como objeto de mofa de sus allegados más afortunados. En esta situación se encuentran Edwin, un erudito poco talentoso con la magia que ejerce como enlace entre la sociedad mágica y el servicio civil encargado de velar por los intereses del gobierno en relación con la magia. Pero de repente, el cargo de mayor responsabilidad de esta oficina recae sobre Robin Blyth, un noble que desconoce la existencia del mundo mágico. Ambos se verán envueltos en una historia de magia, maldiciones y conspiraciones mientras descubren su atracción mutua.

Creo que el hecho de haber escuchado la versión en audiolibro de esta novela ha favorecido mucho que le haya puesto una puntuación bastante alta, porque la labor de David Thorpe es simplemente perfecta. Es capaz de imbuir a cada personaje de una personalidad propia (ya presente en el texto) adecuando su voz a cada momento. Me ha hecho especial gracia cómo representa los momentos íntimos de la pareja, su interpretación del consentimiento tan importante en la novela, pero en general es una labor muy buena tanto en la interpretación como en la dicción.

Me ha gustado especialmente el desarrollo a fuego lento de la relación, un poco como en Winter’s Orbit, novela con la que tiene alguna semejanza más, especialmente en la relación homosexual. Y no puedo dejar de señalar que hay escenas de sexo explícitas, pero tratada con respeto, cariño y haciendo especial hincapié en el consentimiento, algo que también vimos en Magic for Liars, de Sarah Gailey.

En relación a la parte mágica de la novela, es cierto que la autora no da mucha información sobre la conspiración y la amenaza que provoca todas las persecuciones e intrigas del libro, guardándose la parte más jugosa para las siguientes entregas. No obstante, sí que habla a las caras de la relegación de la mujer a un puesto secundario cuando queda patente que el poder mágico no depende del género. Aunque también he de decir que carga más las tintas sobre el maltrato intrafamiliar, algo fundamental en el desarrollo de los personajes, que se comportan de cierta forma debido a sus interacciones con sus hermanos o sus padres, dependiendo del caso.

La verdad, me ha dejado con bastantes ganas de ver por dónde lleva la historia en un futuro.

A Coin for the Ferryman

Lo mejor que puedo destacar de este libro es que me ha hecho reír, pero como estoy segura de que esa no era la intención original de la autora, me temo que este resultado no es ningún halago para A Coin for the Ferryman, un intento de novela con viajes en el tiempo que roza lo absurdo.

El argumento en el que se basa la novela es bastante manido, utilizar una máquina de viajes en el tiempo en este caso para extraer una figura histórica de su contexto y estudiarla a fondo para luego proceder a devolverla justo al momento en que desapareció, de forma que no se altera el continuo espacio tiempo ni hay posibilidad alguna de paradoja temporal. Si bien un libro escrito con estos fundamentos no ganaría ningún premio a la originalidad, es cierto que dependiendo de la ejecución puede dar lugar a una lectura más o menos interesante.

Me temo que Megan Edwards no lo consigue.

Partiendo de la base de que el viaje en el tiempo y su explicación apenas superan un párrafo de todo el libro, ya tenemos que empezar con un acto de fe. La metáfora que se utiliza es que el tiempo es un bloque de hielo que no se puede cambiar, que lo que ha sido seguirá siendo y ya está. Esto, viniendo de un premio Nobel cuya principal aportación al proyecto es… ser premio Nobel. No creo que a la autora le hubiera venido mal echar un vistazo a Time Travel : A History de James Gleick, aunque solo fuera por darle una pequeña pátina de plausibilidad a la novela.

Vale, A Coin for the Ferryman no va a distinguirse ni por su originalidad ni por su verosimilitud, así que tendremos que recurrir a otra cosa… ¡Rápido! ¡Los personajes! Pues nada, aquí también hemos pinchado en hueso.

El desarrollo de los personajes es rocambolesco en grado sumo. La que se puede definir como protagonista de la narración, Cassandra (menos dos puntos de originalidad por el nombre), es una joven que en su primera noche como escort en Las Vegas se topa con el millonario de turno que a lo Pretty Woman en vez de querer acostarse con ella decide becarla para que estudie clásicas, aprovechando que ella en su juventud dio clases de latín conversacional y parece que se le da bien. Os aseguro que no me estoy inventando nada, que todo esto viene en el libro. ¿Os parece poco? Las carcajadas que se escucharon en casa cuando el plan del premio Nobel por si alguien oye a Julio César hablando en latín resultó ser hacerlo pasar por un señor andorrano que habla un dialecto del catalán todavía resuenan. El millonario que beca a Cassandra resulta ser expiloto de helicópteros en Vietnam, algo que también viene muy a mano en el libro. ¿Os he comentado que en los pocos párrafos dedicados al pasado a Julio César su mujer le llama Juli cuando le va a advertir contra los idus de marzo? Mira, Juli, piénsatelo antes de ir al Senado, que tengo un mal pálpito.

El cúmulo de despropósitos y casualidades del libro se siguen amontonando conforme vas pasando las páginas, o van transcurriendo los minutos de la narración, como es mi caso porque lo escuché en audiolibro. El trabajo de Mark Ashby es encomiable, consigue no reírse con cada ocurrencia de la escritora y eso ya tiene su mérito.

Podría seguir comentando algunas cosas más del libro, pero ¿para qué hacer más sangre? Os recomiendo encarecidamente no acercarse a esta novela a menos de cinco metros. Vuestra cordura me lo agradecerá.

Absynthe

Absynthe es la primera incursión de Bradley P. Beaulieu en la novela de ciencia ficción, aunque antes ya había escrito algún que otro relato. Beaulieu es conocido principalmente por su obra de fantasía, con las sagas Lays of Anuskaya y The Song of the Shattered Sands. Sentía mucha curiosidad por este cambio tan marcado en su carrera, tanto es así que Absynthe está firmado con pseudónimo como Brendan Bellecourt, así que aproveché la oportunidad que ofrecía el propio autor de reseñar la versión en audiolibro de la novela.

En primer lugar diré que se me ocurren pocos nombres que hubieran podido ser más adecuados para el libro. La absenta, esa bebida de artistas que buscan el olvido está inextricablemente unida al despertar de los recuerdos del protagonista, un veterano de guerra con lagunas de memoria. Lo que para otros es la causa de las ausencias para él comienza a ser el principio de la cura.

Nos encontramos en unos Estados Unidos alternativo, en la década de los 20 del siglo pasado, cuando el país se recupera de una guerra contra una coalición formada por Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá. El mundo es diferente al que conocemos, aunque la ambientación del comienzo de la narración sí que recuerda a los “años felices” de nuestra realidad, con cierto toque steampunk. A mi entender aparecen algunas incongruencias como la existencia de autómatas sentientes sin que haya una “infraestructura científica” (por llamarla de alguna manera) que haya podido dar lugar a este desarrollo, aunque más avanzado el libro empezaremos a encontrar explicaciones.

La novela gira en torno a los poderes mentales de sugestión e ilusión, dando lugar a un ambiente tremendamente paranoico que nos retrotrae a la Guerra Fría en su momento cumbre. No sabes de quién puedes fiarte, porque no puedes hacer caso a tus sentidos. En este aspecto, la novela juega de manera muy acertada con las expectativas, o la falta de ellas, del lector. La base científica de la historia recuerda en cierta manera, a Tade Thompson, pero la obra del británico me resulta más sólida.

No obstante, también es cierto que las novelas donde se hace uso de estos juegos de humo y espejos pueden ser un tanto decepcionantes si eres capaz de adivinar el resultado del juego que plantea el autor y en este caso, no sé si por experiencias anteriores o por casualidad, veía venir el final con bastante antelación.

En cuanto a la narración Simon Vance es muy buena. Consigue que la inmersión en la historia sea total, con un tono pausado y una dicción encomiable, aunque en ocasiones pueda sentirse algo fría.

Creo que resulta un buen debut en el género para el autor, que ha conseguido una novela cerrada al contrario de lo que es su costumbre, porque sus obras normalmente siempre se enmarcan en sagas. Espero con curiosidad sus siguientes incursiones en el género, aunque creo que lo siguiente que va a publicar volverá a ser fantasía.