Space Brooms!

Esta reseña forma parte del tour online que Angry Robots ha organizado para el lanzamiento de Space Brooms!

Quizá el título que escogió A. G. Rodríguez no sea el más llamativo de las baldas de ciencia ficción, aunque tiene su aquel. Space Brooms! es una novela sobre familia encontrada con toques de ciencia ficción, aunque solo sea por el entorno en que se desarrolla con viajes a través del sistema solar, que podría ser perfectamente trasladable a una road movie por la ruta 66.

Johnny Gomez es limpiador en la estación espacial Kilgore. Quizá cuando salió de la Luna aspiraba a algo más, pero su vida ha acabado siendo un continuo desfile de excrementos y secreciones que frotar. Todo cambiará cuando encuentra entre toda la mugre un valioso chip que le puede catapultar a una vida de lujo y riquezas… si es capaz de sobrevivir al viaje en el que se embarcará.

Space Brooms! es una novela bastante simple que cumple su función de entretener de forma pasajera perfectamente. Los personajes están bien definidos y acabas por cogerles algo de cariño, aunque el viaje de autodescubrimiento que comienza Johnny es bastante previsible y se basa en convertirse en el punching ball de los mercenarios de todos los lugares por los que va pasando, interesados en obtener la misma riqueza que él ansía, pero de una forma algo más directa, violenta y sangrienta.

El tono de la novela es bastante ligero, así como el ritmo de la misma, de forma que la ruta se transforma en una serie de paradas bastante arquetípicas (el sitio donde todos los vicios están permitidos… por un precio, la gasolinera donde repostar con más éxito de todo el sistema…) que sirven como puntos para el proceso de maduración que afronta Johnny, enfrentándose en último lugar a su propio pasado.

Quizá merecería la pena destacar que el oscuro objeto de deseo por el que se arma todo este pifostio pero lo dejo para que lo descubráis vosotros mismos. Una novela disfrutona y perfectamente olvidable.

The Mercy of Gods

Una nueva serie de ciencia ficción de los aclamados James S.A. Corey era algo que no iba a dejar pasar, aún más cuando se anunció su publicación en español por parte de Nova con traducción de David Tejera. Aunque The Mercy of Gods tiene una premisa muy atractiva, me temo que los autores se han pasado de frenada esta vez, con un volumen demasiado introductorio que no quita las ganas de leer los siguientes, pero tampoco aviva las llamas de las expectativas.

El libro parte de una premisa a priori bastante atractiva, como es la llegada de una raza alienígena a un planeta habitado por humanos. La primera acción que llevarán a cabo los Carryx es diezmar (vale que no es diezmar exactamente, matan a 1 de cada 8, pero bueno) a la población humana y llevarse con ellos a los miembros más destacados de la comunidad para utilizarlos no se sabe muy bien con qué fin. El hecho de que el libro se base principalmente en los estudios que llevan a cabo estos científicos que tampoco tienen muy claro que están compitiendo con otras razas alienígenas ralentiza bastante la trama, quizá hay un poco de sobrexposición de bata blanca y probeta, y se añora algo más de acción.

Los autores no dejan de lado su gran capacidad imaginativa, dando lugar a muchas razas distintas cada una con sus peculiares características que harían las delicias de cualquier xenólogo que se precie, pero le falta algo de cohesión en la exposición de los hechos y, sobre todo, continuidad en el ritmo.

Es una historia de supervivencia, sí, pero está escrita de una manera que le da más importancia a las probetas que los que las manejan, si me permitís la comparación. El elenco de personajes es bastante plano y la interacción con los demás aliens es poco sutil, cuando no directamente basta. El conflicto mayor al que se hace referencia queda un tanto velado y siguen sin estar claras las intenciones de los Carryx o al menos la estrategia que pretenden seguir para esquivar sus problemas.

En resumen, me ha parecido más el prólogo alargado de una serie que puede estar bien, pero que se queda un poco cojo como entrega única.

Last Chance to Save the World

La serie Chaotic Orbits de Beth Revis ha sido todo un descubrimiento, ciencia ficción palomitera con algo de mensaje ecológico en un formato corto, de consumo muy rápido.

Aunque con la segunda entrega me llevé un pequeño chasco, una vez finalizada la lectura de Last Chance to Save the World y pudiendo analizar la trilogía de forma completa, se puede apreciar cómo ha ido preparándolo todo para los fuegos artificiales finales. Queda para la reflexión pensar qué hubiera sido de esta historia si en vez de leerla por entregas se hubiera unificado en una sola novela, algo posible y quizá recomendable.

Revis retoma la historia justo dónde la dejó y sigue manteniendo esa tensión sexual no resuelta entre la protagonista y Ryan, el agente de la ley que quiere detenerla aunque no antes de que salve a la Tierra, una vez más. Entrará en juego un elemento inesperado que acaba dando bastante cohesión a la historia, una figura materna que habrá moldeado, al menos en parte a la Ada Lamarr. Es cierto que hace falta un ejercicio de suspensión de la incredulidad bastante elevado, pero aquí hemos venido a jugar y, una vez aceptadas estas reglas del juego, estamos preparados para una lectura muy divertida.

Aunque la autora vuelve a utilizar el recurso de las notas a pie de página como contrapunto jocoso a los documentos oficiales, es cierto que no abusa de este formato. Uno de los puntos más interesantes de la narración, el monólogo interior de Ada, alcanza su momento culminante en esta última entrega. No deja de ser cierto que el final no es excesivamente sorprendente, aunque la tensión que se va acumulando durante el golpe es más debida a cómo oculta la información la autora que al nivel de peligro real que se percibe.

Ahora bien, me encanta el momento visionario que tuvo la autora cuando imaginó un megamillonario que utiliza un proyecto gubernamental para su propio beneficio manipulando una buena idea para enmierdar (como diría Cory Doctorow) la operación y seguir cobrando cuotas so pena de eliminar el proyecto por completo. ¿En quién se habrá inspirado?

¿Queremos leer más sobre Ada Lamarr? Sin duda, pero me gustaría que fuera en un formato algo más largo con más hincapié en el timo que en las relaciones interpersonales. Desconozco si la autora tienen intención de continuar con el personaje, pero creo que ha dejado intencionadamente la puerta abierta para secuelas.

Red Sonja: Consumed

No tengo recuerdo de haber leído ningún tebeo de Red Sonja, aunque me suena el personaje. Pensaba que era una versión femenina de Conan, pero hablando con gente que sí lo conoce me han sacado de mi error. Así que, cuando empecé a leer Red Sonja: Consumed esperaba leer un libro de espada y brujería, y aunque tiene algunos detalles que se suelen asociar con este subgénero, no es menos cierto que también se puede etiquetar como fantasía épica. Este libro no tiene el carácter episódico de la obras de Robert E. Howard, pero sí que se centra más en las pequeñas luchas que en el eterno combate entre el bien y el mal. También tiene pequeñas dosis de erotismo, monstruos que escapan a la comprensión del cerebro humano y combates muy bien narrados.

No me cabe duda de que Gail Simone es una guionista de cómic muy reconocida, sin embargo, el paso a escribir novelas sin tener el apoyo visual que tanta importancia tiene en el cómic podría ser arriesgado. La autora se desenvuelve sin ningún problema en este otro formato, por lo que Red Sonja: Consumed, a pesar de ser la primera entrega de una serie, se sostiene perfectamente por sí mismo.

La estructura que Simone ha escogido para la novela se adapta muy bien a lo que quiere contar, ya que con la información previa de cada capítulo va tejiendo una construcción de mundo que servirá a los novatos para situarse y sonará familiar a los lectores más versados en este universo. El equilibrio era difícil de conseguir, pero creo que en este aspecto la autora ha tenido éxito.

Hay algunos elementos que sí que chocan en la narración de la aventura de Sonja, principalmente la facilidad con la que cae presa de enemigos aparentemente inferiores, pero quizá lo que más me ha llamado la atención es que llamen Sonjita a una persona capaz de ir rebanando pescuezos antes de desayunar como el que se toma una pastilla reconstituyente. Por otra parte, me encanta la relación que tiene con su caballo, educado perfectamente para la batalla y fiel hasta la extenuación.

Red Sonja: Consumed es una novela de fantasía que da lo que promete, acción y una protagonista carismática y sensual. Una actualización al lector moderno de un personaje que merece seguir en el imaginario colectivo.

One Level Down

Lo mismo que hay tropos de la ciencia ficción que parecen pozos inagotables de tramas y novelas, hay otros que han pasado a un segundo plano bastante discreto, quizá por que sea difícil innovar con ellos o por que ya está todo dicho. Mary G. Thompson ha decidido basar su novela One Level Down en uno de ellos, el de las simulaciones de mundos virtuales, pero la verdad es que entre lo corta que es la obra y lo simplista de su aproximación, me parece que hubiera salido mejor parada escogiendo otro inicio.

Ella está atrapada en el cuerpo de una niña de cinco años a pesar de tener casi sesenta, todo por capricho de su padre, dueño y señor de la simulación a la que se reduce su vida y a de los demás ex colonos del planeta Bella Inizio. Los límites de su mundo son los que son y mientras su padre siga teniendo las claves para la programación de la realidad nunca podrá crecer ni cambiar. Este punto de partida, que puede parecer interesante, se queda en eso, un inicio prometedor que pronto se disuelve de la manera más desafortunada en una serie de casualidades que precipitarán los acontecimientos. Y ya está, el libro no tiene más. Me gustaría decir que se nota la inspiración de la autora en uno de los cuentos más célebres de Ursula K. Leguin cuando se supedita la felicidad de la comunidad y su bienestar al sufrimiento de un niño, pero es que ni eso está bien conseguido.

Lo que pretende ser un relato aleccionador sobre los riesgos de la tecnología cuando esta cae en malas manos, se convierte en una broma pesada. Las elipsis que separan diversas partes el relato son tan exageradas como innecesarias, como si se estuviera dejando para otras publicaciones parte de lo que aquí quería contar. Además de lo difícil que me resulta aceptar una simulación que sea manipulable hasta extremos increíbles “dentro de la propia simulación”.

Me temo que One Level Down tiene más agujeros de guion que un hotel de termitas y es por esto que no puedo recomendarlo.

Where the Axe is Buried

Han pasado ya muchos años desde que asistí una mesa redonda en la que participaba mi querido amigo Elías Combarro titulada “La reseña es política”. Si esta afirmación es cierta de por sí, aún lo es más cuando hablamos de un libro con una carga política tan importante como Where the Axe is Buried.

Esta es una novela sobre refugiados, sobre poder, sobre sistemas que se perpetúan a sí mismos pero, sobre todo, es una novela sobre resiliencia. No se dan nombres sobre los países en los que están basados la federación, la ciudad-estado y los distintos regímenes donde tiene lugar el relato, pero no hace falta, porque todos sabemos a quiénes se refiere Nayler. Es un libro tremendamente frío y cerebral, lo cual hace que sea un poco difícil entrar en él, pero el mensaje que nos hace llegar es tan duro como certero, avasallador como un derrumbamiento.

Desde distintos puntos de vista asistiremos al desarrollo de los acontecimientos en un futuro cercano, donde el poder de casi todos los países está en manos de Primeros Ministros que son Inteligencias Artificiales que aplican sus despiadados algoritmos para hacer más eficiente el sistema, en una especia de extrapolación de la inteligencia artificial marítima que ya vimos en The Mountain in the Sea, pero con mayor capacidad de influir en las vidas humanas. La resistencia es fútil. Y qué decir del Presidente que se perpetúa en el poder a través de clones convenientemente cambiados para que parezca que hay progreso, cuando solo hay inmovilismo. Se ha llegado a esta situación por la pasividad de las masas y también por cierto hartazgo con los sistemas probados hasta entonces, con los que nadie estaba contento.

Ray Nayler es un gran conocedor de la situación geopolítica actual, especialmente de Rusia y sus exrepúblicas socialistas y no pierde la oportunidad de hacernos ver que el sistema actual es corrupto y se tambalea, pero no sabemos cuál sería la solución más idónea. Como digo, los personajes mediante los que expone sus ideas muestran una apatía casi contagiosa, han bajado los brazos a base de darse cabezazos contra la pared. No se puede decir que el libro ofrezca esperanza ni respuestas, por que no lo hace, pero sí que nos da material para la reflexión. Si me permitís la exageración, es un libro con mucha más ciencia que ficción, con unas importantes reflexiones sobre el camino que estamos tomando con las inteligencias artificiales, pero también con especulación sobre dónde nos están llevando los políticos en la actualidad. Creo que se trata de una lectura imprescindible y está llamado a ser una de las obras del año.

A Drop of Corruption

Uno de los mejores libros del año pasado fue The Tainted Cup, de Robert Jackson Bennett, así que tenía poquísimas dudas sobre si iba a leer la continuación. Lo único que no sabía era cuándo, pero la respuesta ha sido fácil: conforme ha caído en mis manos.

En esta ocasión su labor como investigadores del Imperio lleva a Ana Dolabra y Dinios Kol a Yarrowdale, una zona feudal que no pertenece al Imperio propiamente dicho, ya que el reino está pendiente de su incorporación tras la firma de unos tratados hace décadas. Allí ha tenido lugar un asesinato aparentemente irresoluble pero que todos sabemos que Dolabra diseccionará concienzudamente.

El libro sigue el esquema del anterior, con Kol destinado como avanzadilla para allanar el camino de Dolabra, realizando una valioso trabajo previo sobre el terreno. Pero, en esta ocasión, quizá por el hecho de conocer la dinámica o por que es más difícil sorprender con una segunda parte, he de reconocer que tanto la investigación como la resolución del misterio ha sido menos sorprendente y satisfactoria. Esperaba que la llegada del Moriarty de turno avivara la intriga y no negaré que la figura de los augures (humanos aumentados para prever el desarrollo de los acontecimientos con muy pocos datos de los que extrapolar la tendencia) resulta fascinante, pero creo que el autor en esta ocasión ha dejado demasiadas pistas para que el lector pueda dilucidar por dónde van a ir los tiros (o los flechazos).

No sé si lo que más me gusta es la construcción de mundo que ha llevado a cabo el escritor o el elenco de personajes que nos muestra, lo cual es una clarísima muestra de lo trabajada que está la novela. El sistema mágico-científico sobre el que se basa el relato es consistente y a la vez apela al sentido de maravilla que tanto gusta al lector de género. Todo el entramado gubernamental de apoyo a la investigación del enemigo a las puertas para aprovechar sus recursos mágicos resulta sencillamente fascinante. Pero este trabajo de zapa no sería igual de disfrutable si la historia y los personajes que lo utilizan no fueran igualmente arrebatadores, incluso los nuevos secundarios que Jackson Bennett presenta en esta entrega y que no cabe duda tendrán su importancia en un futuro. Un delicado equilibrio, una apuesta de la que el autor residente en Texas sale ganador.

No es menos cierto que A Drop of Corruption tiene una vena de crítica social contra las autocracias y los regímenes autoritarios que ya pudimos atisbar en otra obra del mismo autor, Vigilance, aunque un poquito más sutil. También resulta inquietante la dosis de body horror que nos cuela así como quien no quiere la cosa en el transcurso de la investigación.

No negaré que el epílogo aumenta las ya de por sí elevadas ganas que tenía de leer los siguientes episodios de la saga, que seguro que nos proporcionarán horas y horas de entretenimiento. Ojalá nos llegue esta saga en español en algún momento.

White Cat, Black Dog

Siempre he pensado que Kelly Link escribe muy bien, pero sus historias se van un poco demasiado al camino weird para que me acaben de convencer. White Cat, Black Dog está compuesto de siete relatos que reinventan cuentos clásicos, pero con ese toque de surrealismo que es una de sus características principales aunque estén situados en el mundo moderno. Están escritos de una manera exquisita y tanto si conoces como si no conoces los originales en los que están basados, creo que merece la pena leerlos. Además, cuenta con la ventaja de que la longitud de la obra completa no llega a las trescientas páginas y ya se sabe que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Recopila historias publicadas originalmente en otros lugares, lo que hace que no tengan un hilo conductor entre ellas, más allá del propio retelling.

Como en toda antología de relatos, los hay que gustarán más y menos al lector, pero creo que en esta ocasión la autora ha sabido mantener un nivel bastante alto en todos ellos. Se notan ciertas pautas en las adaptaciones, principalmente el uso de sustancias alucinógenas y en especial, ese aura de irrealidad que convierte lo mundano en extraordinario cuando se le da un toque fantástico. Los escenarios también están trabajados de una forma que atrapa al lector, como esa compañía ambulante en un mundo postapocalíptico que ejerce las funciones de correo a la vez que entretiene a los supervivientes o esa mansión alejada de todo y de todos que recibe extraños visitantes. Cada relato es una pequeña perla que se engarza en el imaginario del lector.

No voy a desgranar cada relato porque, sinceramente, creo que es mejor adentrarse en la lectura sin saber muy bien qué te vas a encontrar.

Bringer of Dust

Mira que la primera entrega de la trilogía The Talents ya me pareció oscura y macabra, pero creo que J.M. Miró se ha ido guardando escenas aún más terroríficas para Bringer of Dust, la lectura se ha convertido en todo un reto, por lo torturadas que están las almas de los protagonistas y sus adláteres.

El leit motiv la novela es el rescate de Marlowe de la situación en que quedó al final de la primera novela pero también se descubrirá un cadáver cubierto del polvo corrupto que tantas desgracias ha causado, pero cuyo poder todos ansían. El foco pasará del Reino Unido a París, Sicilia y algo de España, en una suerte de ampliación de escenario que creo que le viene muy bien a la trilogía.

Mención aparte merece la aparición de Mojácar en el libro, un municipio costero almeriense que la verdad era lo último que me esperaba encontrar en una novela de este tipo.

Con algunos personajes nuevos de pasado más que reprobable, el autor nos lanza sin contemplaciones a una novela coral y algo enrevesada, pero que sigue manteniendo el interés que ya despertó con la primera obra. Aunque la impresión que puede quedar es que deja abierta la puerta a la entrega final de una manera algo tramposa, lo cierto es que el interés por conocer el devenir de todos no deja de aumentar a lo largo de la lectura. Quizá porque Miró los hace más creíbles o porque después de dos novelas comenzamos a desarrollar cierta empatía por ellos, pero en Bringer of Dust parece que están mejor construidos, más “densos”. Esto, acompañado por una atmósfera agobiante y perfectamente conseguida, introduce al lector tanto en este simulacro de época victoriana que resulta difícil salir del libro indemne.

No es menos cierto que se trata de una obra bastante larga y algunos capítulos no llegan a ser de relleno, pero sí que despiertan menos interés. Es innegable el toque dickensiano, sobre todo en la aparición de los hermanos huérfanos cuya crueldad no conoce límites, como no tuvo límites la que sufrieron desde su más tierna infancia.

Mi impresión es que, si bien Ordinary Monsters ya tenía sus momentos de terror, en Bringer of Dust ya se desata totalmente. No digo que esté mal, solo que hay que estar preparado para lo que se va leer. Espero con interés la tercera parte de la trilogía.

The Tomb of Dragons

The Tomb of Dragons es la tercera entrega de la saga The Cemeteries of Amalo, el spin-off de The Goblin Emperor con el que Katherine Addison sigue narrándonos las vicisitudes de Thara Celehar como Testigo de los Muertos.

El libro sigue la línea ya marcada en las anteriores novelas, con un tono extremadamente pausado, que puede llegar a desesperar a algún que otro lector. Addison ha creado un mundo de tremenda cortesía y miramiento, tanto que a veces te dan ganas de coger de las solapas a más de uno a ver si espabilan un poco. En contraste con esta educación y esta reverencia, hay asesinatos, encubrimientos y traición por doquier. Creo que esta yuxtaposición de elementos tan dispares es el principal atractivo de la saga.

Como ya estamos en el tercer volumen de la saga, no debería sorprendernos ni el vocabulario inventado por la autora, que tampoco es que se entretenga en crear un glosario para facilitarnos la labor, ni en la gran cantidad de personajes con nombres enrevesados que pululan por sus páginas. Esta es una de las características definitorias de la serie.

Thara Celehar sigue siendo una persona apocada que se atribuye tan poco valor que no deja de sorprenderse cada vez que algún amigo intenta ayudarlo. The Tomb of Dragons es un libro que da casi la misma importancia a los remiendos de un abrigo que a la existencia de dragón no muerto que amenaza la existencia de los mineros. Capaz de poner a descansar a un ghoul y acto seguido preocuparse por no poder pagar el ticket del servicio de transporte, Celehar parece que va madurando un poco o al menos abriendo algo los ojos a lo que tiene alrededor. Quizá por esto el libro también tiene cierto gusto a despedida.

Katherine Addison también aprovecha para contentar a los seguidores de la serie con algunos cameos que están especialmente dirigidos a los que comenzaron la saga desde un principio, con la aparición estelar del propio emperador goblin.

The Tomb of Dragons es un libro denso y pausado, pero quizá por esa misma razón su lectura deja un poso en el ánima que tarda en irse.