The Wrong Stars

Aunque ya venía sobre aviso, la decepción que me he llevado con The Wrong Stars ha sido importante, porque un autor con un gran cartel que se adentra en uno de mis subgéneros favoritos podía haber sido una lectura interesante. Por desgracia, no ha sido el caso.

Y lo peor es que el escenario promete. No es que sea el culmen de la originalidad, pero algunas buenas ideas sí que tenía Pratt. Pero cuando se pone a explorarlas, tanto el ritmo como el interés de la novela cae en picado.

Una de las principales pegas que se le puede poner al libro es la falta de sutileza, tanto en las relaciones interpersonales como en la exposición. El hecho de que a dos de los personajes que se acaban relacionando sentimentalmente lo único que les falte para demostrar su interés mutuo desde el principio es un campeonato de lanzamiento de lencería es solo un ejemplo. También la forma de exponer la información cae en el infodump o en el “como-ya-sabes-Bob”. De nuevo poca sutileza.

Un recurso que utiliza bien es el de información parcial. Los humanos se relacionan con el resto del universo a través del conocimiento adquirido exclusivamente de una raza alienígena, por lo que pueden ser víctimas de cualquier engaño. Esta efecto de visión de túnel, esta especie de narrador no confiable que tanto juego podría haber dado es despachado en apenas dos párrafos y lo que es peor, es utilizado de nuevo en la relación de la que hablaba antes, dando un resultado bastante tosco ante la reiteración de la misma idea sin ningún cambio.

En la narración se nota cada puntada de las costuras. No digo que el autor no se tenga que preparar el terreno para las “sorpresas” finales, pero son bastante predecibles y algunas reacciones de los personajes son directamente contrarias a la lógica.

Algunas partes se pueden salvar, como esa raza alienígena tan variada y tan inconstante, a la que sin duda se podría haber sacado más provecho. El escenario del sistema solar recuerda un poco a 2312 sin nada de rigor científico (ni jerga técnica) o también a The Expanse. También tiene referencias nada sutiles a Iain M. Banks o a algunas obras de Robert Heinlein y puede tener un interés anecdótico encontrarlas.

Es necesario hacer un gran ejercicio de suspensión de la incredulidad para disfrutar de The Wrong Stars y es algo que yo no estaba dispuesta a hacer.

Infinity Engine

Cuando por fin le he podido hincar el diente a Infinity Engine, el final de la trilogía Transformation de Neal Asher me  he encontrado un libro complejo como esperaba pero con mucho menos ritmo que las dos entregas anteriores.

Para esta valoración menos entusiasta que las anteriores se han dado varias circunstancias, pero la principal es que la historia se ralentiza mucho en su nudo central. No son libros ligeros, pero al menos la acción estaba medida para aparecer cuando la lectura se volvía excesivamente lenta, algo que Asher no consigue en Infinity Engine.

La trama es sin duda interesante y la capacidad de planificación del autor brilla como una supernova cuando todas las piezas que Penny Royal ha ido moviendo durante décadas encajan inexorablemente. Sigue habiendo trampas dentro de trampas y resulta aleccionador ver cómo el papel de los humanos, por muy mejorados que estén, no deja de ser meramente anecdótico ante la extraordinaria capacidad de cálculo y de previsión de las que son capaces las IA, las auténticas eminencias grises de la Polity.

Si en la segunda entrega tuvimos escenas de sexo prador, el autor decide que en este final de trilogía también tenemos que ver algo de sexo humano, pero mi impresión es que es un añadido posterior y no veo que aporte mucho al libro.

Infinity Engine pretende ser una novela sobre redención y perdón empeñada en mostrarnos a Penny Royal bajo otra luz. Los hechos fundacionales del personaje, así como la comparativa con the Brockle son la herramienta que utiliza Asher para este cambio de perspectiva, un poco a lo Jaime Lannister.

A pesar de este problema de ritmo en la parte central del libro, también es justo reconocer que las escenas finales son de las que se quedan grabadas en la memoria.

Como obra aislada, esta última entrega de la trilogía Transformation no hace justicia completamente a toda la pirotecnia desplegada en el primer y segundo volumen y hace que baje la valoración del conjunto. No obstante, los dos primeros libros son tan entretenidos que sería una lástima dejar de leerlos solo porque el final no sea tan convincente.

The Ruin of Angels

Creo que no será ninguna novedad para un lector habitual del blog que Max Gladstone es un autor que me encanta. En algún programa de VerdHugos he recomendado sus libros y realmente me haría muy feliz que alguna vez sus obras llegarán a ver la luz en español, por que creo que lo merece.

Por todo lo anterior no será sorprendente que esta reseña de The Ruin of Angels sea muy elogiosa, pero es que puede que nos encontremos ante la mejor entrega de su Craft Sequence.

La novela comienza con un tono de humor muy marcado, aprovechando  situaciones incómodas cotidianas revestidas de una pátina de fantasía, que permite acomodar al lector en un mundo que no conoce pero en el que se encuentra con problemas habituales, como cuando el pasajero de delante en un vuelo comercial se dedica a reclinar el asiento sin pensar en tu comodidad. Pero claro, si en vez de un avión normal estamos hablando de un dragón, la cosa cambia. ¿O no?

Este tono ligero es una pequeña trampa del autor, para pronto lanzarnos a una espiral de acción. De nuevo los personajes callejeros cobran una vital importancia en la historia, como ya sucedió en Two Serpents Rise, algo que podría llegar a entenderse como una marca personal del autor. Pero esto es solo un detalle más en el elenco de protagonistas que desfilan ante nuestros ojos. Y he aquí un detalle que quiero resaltar. Prácticamente todos los personajes son mujeres, de una u otra orientación sexual y en ningún momento parece forzado. Aquí me podéis responder a lo George RR Martin y decirme que como las mujeres son personas es normal que las describa bien, pero no por ello voy a dejar de alabarle el gusto y el trabajo que se ha tomado.

Dentro de esa habilidad para mezclar lo corriente con lo fantástico, se encuentra la idea sobre la que gira la novela. Una ciudad dentro de la misma ciudad no es nada nuevo, ya lo sé. Ahí está The City and The City de Mièville sin ir más lejos. Pero que en un mundo de fantasía se deje entrever que se puede navegar entre ambas ciudades gracias al colapso de la función de onda me parece un hito destacable. Y no puedo comentar más en profundidad por no entrar en el azaroso tema de los spoilers, pero el proyecto sobre el que trabajan algunos de los personajes es verdaderamente revolucionario.

La variedad de temas que se tratan en el libro es grande, desde el amor casi reverencial a los libros antiguos a las adicciones y sus consecuencias pasando por su marchamo habitual de crítica contra el capitalismo desenfrenado. Pero me interesa también detenerme en la relación fraternal de Kai y Ley. Una relación totalmente creíble, basada en el amor pero que necesita distancia para florecer, capaz de enfrentarse a las adversidades y en la que se puede confiar contra viento y marea.

Un problema que tiene The Ruin of Angels es que es la sexta entrega de la secuencia y aunque Max ha intentado que cada una sea de lectura más o menos independiente, me temo que el bagaje que portamos los que hemos leído los libros anteriores nos permite disfrutar muchísimo más de este. No quiero decir que sea una novela que no se pueda leer de forma independiente (el departamento de marketing de Tor.com ya se ha encargado de ello al cambiar el título y el estilo de las portadas) pero no lo recomiendo. Hay otras novelas que me parecen una puerta de entrada mejor a esta serie, como por ejemplo Three Parts Dead.

Libros gratis : Double Star y Soulmates

Ya está aquí la Navidad como quien dice y con ella se duplica la oferta Phoenix Book. En esta ocasión son dos libros los que ofertan en la modalidad paga-lo-que-quieras:

Double Star

Many of Heinlein’s fans consider the novels he wrote in the fifties amongst the author’s strongest work; when he was at the peak of his talents. Double Star is considered by many to be the finest of his titles. Brian Aldiss called it his “most enjoyable novel.”

Whether it is the simplicity of a lively tale, the complexity of the situation, or the depth of characterization, the book has developed a loyal following. It also won Heinlein his first Hugo.

The story revolves around Lawrence Smith—also known as “Lorenzo the Great”—a down-and-out actor wasting the remainder of his life in bars.

When he encounters a space-pilot who offers him a drink, before he knows what is going on, he is on Mars involved in a deep conspiracy with global consequences. He is given a mission where failure would not only mean his own death, it would almost certainly mean an all-out planetary war.

“Heinlein’s novels of the 1940s and 50s shaped every single science fiction writer of my generation and everyone currently writing science fiction. Or making science fiction movies … and Double Star is an excellent example of all the reasons why.”—Connie Willis

Soulmates

“This book will be remembered as one of the major collections of the decade.”Robert J. Sawyer

“…a satisfying sampler of solid stories from a team that rarely disappoints.”Publishers Weekly

Multiple award-winning authors, Mike Resnick and Lezli Robyn, get to the heart of the matter in Soulmates, which showcases all the words they have penned together over their years as collaborators (with a bonus solo piece by each). Whether a robot, alien, some kind of supernatural being or human, rising above our prejudices and ignorance allows us to make emotional connections that can have a profound effect on our lives.

Each of these stories examine a facet of the simple, yet incredibly complex, concept of companionship. They will make you laugh; will make you cry…but most importantly they will make you look at the very basic notion of soul-mates in a different light.

“Standouts include…Mike Resnick and Lezli Robyn’s beautifully sad “Benchwarmer,” which takes us into the world of imaginary friends, and introduces us to one friend who simply can’t let go of the boy who created him.”io9

“That’s [Soulmates] the second story that will be considered by me for next year’s Hugos; this one in the Novelette category.”SFRevu

“In a classic example of cognitive estrangement, we learn the absurdity of our own cultural norms as seen by those on the outside…effectively played to humorous effect.” (on :”Report from the Field”)SFSignal

The Sisters of the Crescent Empress

Aunque la primera entrega de la duología Waning Moon tenía sus defectos, también sentía la curiosidad suficiente como para emprender la lectura de este The Sisters of the Crescent Empress.

La prosa utilizada por Likitalo sigue estando adaptada a la narración. El proceso de maduración de las hermanas en su exilio siberiano está llevado a cabo de manera soberbia, pero la historia vuelve a transitar por caminos conocidos, demasiado frecuentes. Reconozco que se me ha hecho pesada por momentos, quizá por la impaciencia por llegar al final, pero principalmente porque para ser una novela corta la noto algo inflada. La estructura de un capítulo dedicado a cada hermana es un acierto, con los cambios narrativos de cada punto de vista, pero creo que se podría haber condensado más para obtener un resultado más redondo.

A pesar de este inconveniente, en el tercio final de la narración, cuando vemos acercarse el desenlace, el ritmo mejora mucho, aunque no llegue a compensar lo anterior.

El uso de la magia, más insinuado que otra cosa, tiene demasiado de Deus ex machina para mi gusto, favoreciendo el resultado final que buscaba la autora. El mundo en el que se desarrolla la historia está poco definido, poniendo todo el foco de nuevo en los personajes. La relación entre las hermanas mayores, la irrupción de Sibilia que pasa a ser una pieza fundamental de la narración, el eje sobre el que gira la supervivencia de la familia… todas estas interacciones están muy bien descritas. Lo que me lleva a pensar que Leena Likitalo es una autora que nos puede dar alguna que otra sorpresa en el futuro, cuando pula los problemas que existen en este libro y en el anterior.

What makes this book so great

En el podcast de los VerdHugos donde tuvimos la suerte de contar con Álvaro Zinos-Amaro como invitado salió a colación este libro. Y como hacía tiempo que lo tenía en mente pero nunca acababa de empezar a leerlo y me cuadraba para #leoautorasoct,  pues me puse con él. Todo es cuestión del momento.

Jo Walton es una reseñadora que se basa en los sentimientos que despiertan los libros que lee. Por lo tanto, en este libro no encontraremos sesudos análisis sobre las estructuras utilizadas o sobre la prosa utilizada. No digo que no haga referencia a estos u otros recursos literarios, pero los capítulos no se basan solo en esto. Walton es una asidua lectora (deja en pañales mi ritmo de lectura y el de otros muchos) pero también dedica mucho tiempo a releer libros. Esta curiosa costumbre, le permite reflexionar sobre muchos libros de una forma más profunda que las sensaciones tras una primera lectura. Por lo tanto, nos encontramos ante unas reseñas que funcionan a varios niveles.

Quizá la principal característica es la brevedad de cada capítulo. Conviene recordar que estos artículos fueron en primer lugar publicados en Tor.com, por lo que el medio utilizado para su publicación indudablemente influye en la forma de exposición. Son reflexiones rápidas y directas, que invitan al comentario por parte de los lectores. Son esbozos de lo que podría ser un comentario más completo, pero con las líneas maestras que permitirían profundizar en una obra de así desearlo. La autora se adapta muy bien a este medio, destacando los puntos positivos de las obras sin evitar los spoilers pero avisando en todo momento de ellos.

Los artículos, obviamente, son de interés variable. Cuando escribe sobre obras de las que nunca había oído hablar pero que pueden ser interesantes consigue captar mi atención, pero también llega un momento en que se pone a analizar pormenorizadamente una saga fantástica que ni me va ni me viene en que el libro se vuelve pesado. Esta volubilidad, esta inconstancia en el interés es para mí el principal problema de What Makes this Book so Great?, pero me temo que es algo inherente al propio libro.

Quizá la forma de aproximarse a What Makes this Book so Great? debería ser en pequeñas dosis, como estaba pensado en un principio con la publicación semanal en Tor. A mí se me ha acabado atragantanto en algunos momentos puntuales, a pesar de que Walton expone de una forma entretenida sus opiniones sobre los libros, sobre la lectura y sobre el género.

¿Habéis leído este libro? ¿Os ha conseguido acercar a algún libro que no conocíais o releer un viejo amigo?

Ya a la venta Catalysts, Explorers & Secret Keepers

Ya está disponible para su compra en versión digital Catalysts, Explorers & Secret Keepers – Women of Science Fiction, una colección de obras inéditas y reeditadas, escogidas por un equipo editorial liderado por Monica Louzon y conformado por Jake Weisfeld, Heather McHale, Barbara Jasny y Rachel Frederick.

La colección pone el foco no solo en autoras, si no también en personajes femeninos y lectoras de género. Esta es la nota de prensa:

Highlights of the anthology include cover art by two-time Hugo award winning artist Julie Dillon, three new poems by current SFWA Grand Master Jane Yolen and original fiction by Nebula-award winners Seanan McGuire, Pat Murphy, Sarah Pinsker as well as Nebula nominee Bonnie Jo Stufflebeam. Catalysts, Explorers & Secret Keepers also features original stories by Floris M. Kleijne and AJ Lee, which were selected by the project’s editorial team from an open call for submissions.

Other award-winning authors who contributed their works to the anthology were Eleanor Arnason, Catherine Asaro, Monica Byrne, Kiini Ibura Salaam, N. K. Jemisin, Nancy Kress, Naomi Kritzer, Karen Lord, Anthea Sharp, Carrie Vaughn, Sarah Zettel, and Hugo-nominee Betsy Curtis (by way of her heirs).

Por si el plantel no fuera ya de por si lo suficientemente interesante, mirad que portada se ha marcado Julie Dillon.

Mandelbrot the Magnificient

Es sorprendente lograr en apenas un puñado de páginas hablar sobre todos los temas que habla Liz Ziemska en Mandelbrot the Magnificient, aunque mi visión preferida es pensar cómo refleja la magia de las matemáticas.

La autora narra una autobiografía fictica escrita por el propio Mandelbrot que, ya anciano, rememora su infancia inmerso en la segunda guerra mundial. Las creencias judías de su familia y la experiencia previa de su madre en el guetto de Varsovia les permiten prever la situación de peligro extremo en que los sitúa la subida de Hitler al poder y huyen a Francia anticipándose a la invasión de su país. La situación en París, no obstante, sigue siendo peligrosa y consiguen irse a otro municipio francés buscando el anonimato.

Aunque el contexto histórico es importante, lo que me fascina del libro es el amor por las matemáticas que se puede ver en cada frase. Está escrito de una manera muy bella pero es que la relación entre la magia y las matemáticas es simple y compleja a la vez, al igual que el conjunto de Mandelbrot se puede generar con una sencilla fórmula pero es infinitamente complejo (frase de @odo). Lo mismo que el joven Mandelbrot se enamora de las matemáticas por las conversaciones que mantiene con su tío sobre esta ciencia, yo me enamoré de las frases que utiliza la autora para describir el aislamiento del pobre Benoit, que apenas se relaciona con los demás por no delatar su origen no francés pero que también descubre la belleza de la naturaleza y de las funciones gracias a ese aislamiento.

Os pongo un ejemplo para que juzguéis por vosotros mismos la extraordinaria prosa de Liz Ziemska, hablando sobre el conjunto de Mandelbrot y la representación gráfica de cien millones de iteraciones sobre él:

Some people believe it is the thumbprint of G-d, but I prefer to think of it as a geometrical depiction of an eternally existing self-reproducing chaotic and inflationary universe.

La inclusión de estudios sobre la Cábala y su enigmática relación la realidad proporciona una excusa para que la autora hable someramente sobre religión. Y aunque la historia está situada en la mitad del siglo pasado, tiene vigencia en un tema tan actual como es el acoso escolar, que Benoit sufre por su condición sospechosa de ser judío, pero que es agravado por su brillantez. Incluso su madre le pide que haga los exámenes bien pero no demasiado bien.

No sé si comprendiendo las matemáticas subyacentes a la historia el relato se podría disfrutar aún más, ya que yo he contado con la inestimable ayuda de mi amigo Elías para los asuntos más espinosos, pero creo que el libro es maravillosamente disfrutable hasta para un lego en la materia.

Austral

Por norma general, la ciencia ficción que habla de un futuro cercano con tintes ecológicos es eminentemente pesimista. En libros como The Water Knife, las consecuencias del cambio climático hacen aflorar los peores instintos del ser humano mientras lucha por la supervivencia.

Sin embargo, la aproximación que hace Paul McAuley en Austral es diferente. El derretimiento de los casquetes polares, conlleva la aparición de nuevas superficies habitables, que deberán ser acondicionadas para que el ser humano pueda sobrevivir ante temperaturas extremas. Por supuesto que hay problemas, pero también hay gente que se pone manos a la obra para solucionarlos.

Además, Austral es una trama mucho más íntima, en la que el paisaje nevado e inhóspito sirve como marco e influye tanto en los actos como en la motivación de la protagonista sin quitar en ningún momento importancia a los sentimientos de los personajes. Con un pasado y un futuro marcado por las decisiones de su familia, Austral es una husky, una humana genéticamente modificada para adaptarse a la vida en un entorno hostil. Por ello mismo, es una paria en la sociedad, con un gobierno que legisla en contra de su comunidad y que no perdona los errores de su juventud.

Me gustaría hacer especial hincapié en la utilización del lenguaje por parte de McAuley, capaz de utilizar eufemismos como cutlery al referirse a las armas de los matones o vocabulario de origen australiano para “localizar” la obra. Sin embargo, lo que me ha maravillado es la inclusión de la palabra ecopoet. Añadir una connotación a una palabra que ya existe, relacionándola con la ecopoiesis me parece un golpe de genio, capaz de humanizar y cargar de empatía la labor de los biólogos, ingenieros y demás personal especializado que lucha por terraformar la Tierra. La formación como botánico de Paul McAuley le permite hablar con propiedad de las modificaciones que llevan a cabo estos ecopoetas, de una forma consistente y creíble.

Pero es que la parte científica sirve para apoyar algunos de los momentos más emotivos del libro, como cuando Austral encuentra un pequeño pájaro congelado.

La persona a la que Austral dirige sus palabras también ayuda desde el principio a que el lector cree un vínculo emocional con el libro, que recorre la fina línea entre el sentimiento y la razón sin acabar de volcarse en ninguna de las dos áreas.

También le encuentro problemas, por desgracia. La necesidad de volcar información que desconocemos sobre el pasado de la protagonista, hace que el autor incrustre relatos tipo flashback en mitad de la narración, que lastran el ritmo. A pesar de que nos dejan ver la evolución de los ecopoetas y las múltiples decisiones políticas al respecto, me hubiera gustado más que se hubiera utilizado otro recurso para mostrarlo, en vez de este “como ya sabes Bob” modernizado.

Además, la presencia de un libro que parece una versión muy simplificada del de La Era del Diamante de Neal Stephenson me parece un recurso algo tosco, para que la joven que lo utiliza pueda equilibrar el peso de las historias de Austral.

En cuanto a la denuncia sobre las desigualdades, también me parece que podría haber sido un poco más refinada, aunque no negaré que McAuley soslaya la dificultad intrínseca de tratar un tema candente como este de forma elegante y aleccionadora, creando un nuevo tipo de oprimido, el husky del que hablábamos con anterioridad.

En definitiva, recomiendo mucho este libro, que a pesar de sus inconvenientes ha sido una lectura más que entretenida.