La Aritmética del Caos

Eduardo Vaquerizo es un autor con un amplio registro, que va desde la ucronía de Danza de Tinieblas a la crítica social de Nos Mienten pasando por otros estilo como La Última Noche de Hipatia. Desde que supe de la publicación de La Aritmética del Caos estuve interesada en leerla y en este año que comienza encontré el momento adecuado.

La voz de tres personajes vertebra la narración de este libro. Un funcionario jubilado, un joven que sufre alucinaciones y una asesina despiadada. Tres vidas aparentemente inconexas, pero que están condenadas a cruzarse.

La prosa que utiliza Eduardo es afilada como una navaja cuántica, utilizando en muchas ocasiones la sinestesia para las descripciones. Desarrollando un escenario conocido como las calles de Madrid nos muestra una historia alucinógena y cruel con algo de intención admonitoria.

Creo que La Aritmética del Caos toma el pulso de la actualidad socioeconómica y lo subvierte para mostrarnos otra realidad. Pero creo que este ejercicio necesita de la complicidad implícita del lector algo que el autor no siempre consigue. El interés de los varios puntos de vista es bastante desigual aunque el parte final del libro (que por otra parte es bastante breve) consigue aunar de forma brillante a los tres personajes.

Hay ciertos toques de fría violencia que a mí personalmente me repugnan, aunque entiendo la parte que forman de la narración, frisando en el terror. En contraste, me llama mucho la atención la diversidad de personajes imaginarios que desfilan por las páginas del libro, cada uno exponiendo un punto de vista interesante, quizá no el esperado por lo que la figura representa.

En cuanto a la edición, me he encontrado con algunos fallos llamativos pero que me parece serían fácilmente subsanables (utilizar onceava en vez de undécima, cambiar el nombre de una ciudad en apenas dos párrafos, algunos laísmos…). La portada me parece muy en consonancia con la historia.

Nos mienten

Nos-mienten_g-671x1024Escribo esta reseña con sentimientos encontrados. Me parece que la ambientación de Nos mienten, en ese Madrid abocado a la destrucción está muy conseguida. Las escenas de acción están bastante conseguidas y he leído el libro en dos sentadas, lo que da idea de lo entretenido que es.

Situado en un futuro cercano, el escenario en el que se desarrolla la novela resulta terrorífico, por lo verosímil. Las clases medias de la sociedad han desaparecido, las hipotecas han asfixiado a miles de familias que malviven entre los escombros. Los pocos que aún tienen empleo se sienten privilegiados, aún cuando todo es un espejismo, ya que trabajan hasta la extenuación para el beneficio de las dinastías que controlan el mundo. De un plumazo se puede perder todo lo conseguido. En este aspecto la crítica social aparece casi en cada párrafo, parece escrito ex profeso para remover conciencias y abrirnos los ojos.

Sin embargo, la última obra de Eduardo Vaquerizo también tiene defectos. La mayoría de las ideas que aparecen pecan de falta de originalidad (el transfondo de la historia recuerda poderosamente a un relato de Greg Egan) y esto lastra la narración, ya que los giros de guión a veces se ven venir.

Mi principal problema con Nos mienten, no obstante, es gramático. Y es que el texto tiene muchos, muchísimos laísmos y a mí en particular me sacan de la lectura. Creo que una corrección más exhaustiva le hubiera sentado muy bien a la novela.

Me gusta la idea de que la protagonista sea una mujer, que pueda tomar sus propias decisiones y aceptar las consecuencias. No me siento identificada con ella, pero puedo entender algunas de sus acciones, no como actos copiados de una contrapartida masculina, si no como elecciones propias.

En definitiva, me alegro de haber leído esta obra y solo me queda preguntarle a Eduardo: ¿para cuándo la siguiente?

Terra Nova 3

Terra-Nova-3-PortadaOtro año más (esperemos que nunca falte a su cita) tenemos con nosotros Terra Nova, el proyecto de Mariano Villarreal que tantas alegrías nos está dando. Terra Nova nació para cubrir un hueco que en España se iba haciendo cada vez mayor. Y es que no tenemos apenas acceso a la ficción corta de género en nuestro idioma, una auténtica lástima. En esas distancias es donde los autores se foguean y pueden arriesgar para crear algo nuevo.

La selección de este año está muy equilibrada en cuanto a traducciones y obras escritas originalmente en español. Sobre las traducciones, hay que agradecer el esmerado trabajo llevado a cabo, con nombres conocidos como Manuel de los Reyes y Pilar San Román, quizá los puntos álgidos de la antología, Pero no adelantemos acontencimientos.

“El jugador” de Paolo Bacigalupi
Un comienzo realmente espectacular, jugando con conceptos aparentemente no relacionados como la inmigración y las tendencias en internet. De forma elocuente, Bacigalupi nos habla sobre las guerras de noticias en busca del último clic que consiga atraer publicidad e ingresos, mientras que los reportajes más trascendentales quedan ocultos entre el sensacionalismo.

“Mono no aware” de Ken Liu
Ken Liu es un fijo en las antologías de Mariano Villarreal y lo seguirá siendo mientras siga produciendo relatos de calidad, como este “Mono no aware”. He de reconocer que no es de mis favoritos de este autor, ya que a veces me parece que recurre demasiado al sentimentalismo, pero no por ello deja de ser una lectura recomendable.

“La Cuerda es el mundo” de China Miéville
Que no me mate Cristina Jurado, pero éste es el primer texto que leo de China Miéville. No sé si es representativo de su obra, me ha parecido muy bien escrito pero se queda corto en cuanto a historia.

“La próxima vez que se desate la tormenta sobre nosotros” de Emilio Bueso
No le he terminado de encontrar el sentido a esta historia, que busca asombrar con su uso del lenguaje pero que en mi caso no lo consigue. Esa tormenta que no acaba de descargar, esa intriga que no se acaba de resolver… me parece que le falta algo más de profundidad para que el relato sea interesante

“M34” de Eduardo Vaquerizo
El escenario en el que se desarrolla la historia, apenas esbozado, daría lugar para una historia más larga que esta. Sin embargo, la búsqueda del monstruo exterior cuando no conocemos al que habita entre nosotros da mucho juego, así como el límite entre lo que es humano y lo que no lo es.

“Prolang” de Ricardo Montesinos
En el transcurso de la MirCon tuve la oportunidad de conocer a Ricardo, y en una breve charla con él descubrí que los dos referentes que yo había asociado con “Prolang” (“¿Quién necesita el panglós?” y algunos relatos de Yoon Ha Lee) le eran desconocidos, lo cual hace que su relato sea más meritorio. El lenguaje es un tema explorado en la ciencia ficción, pero la mirada de Montesinos, que lo aúna con la paternidad, le da el toque justo para crear un gran relato.

“¿Quién cuidará de los dioses?” de Liu Cixin
No sabría si definirlo como el relato más arriesgado de la antología por su procedencia, pero está claro que se trata de uno de los mejores de los seleccionados. El modo oriental de entender la vida y el respeto por los antepasados se mezcla de forma cautivadora con la idea de “mundos seminales”. Aunque ya había leído este relato en inglés, no hay que dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo en su traducción directa desde el idioma original. Y no puedo dejar de celebrar la decisión de Mariano de añadir a Cixin Liu a su plantel de autores. ¿Veremos más obras suyas en el futuro? Deseo fervientemente que sí.

“Policía del karma” de Jorge Baradit
Con un estilo demasiado arriesgado para mí y una sucesión de imágenes muy impactantes, este relato no me ha convencido.

“La decisión” de Paul McAuley
Curiosa historia donde vemos la vida en las islas británicas tras la subida del nivel del mar, que provoca que sus habitantes sean aún más “isleños” de lo que son ahora. A pesar de algunos fallos de ritmo, resulta de lectura agradable. Mención aparte merece el trabajo del traductor Raúl García Campos que ha debido estudiar muchos términos naúticos para estar a la altura del relato.

“Ánima” de Sofía Rhei
Este relato de Sofía Rhei resultó ganador del concurso abierto que se llevó a cabo para Terra Nova 3. La idea subyacente, tener “hijos por encargo” es algo que está a la orden del día. Realmente, desconocemos el alcance que las manipulaciones genéticas pueden tener en nuestro futuro, por eso esta historia pretende ser un toque de alerta sobre jugar a ser Dios.

“La epopeya de los amantes” de Miguel Santander
Estupenda historia de un autor al que tengo intención de seguir. Mezclar mitos antiguos con la biografía de Tesla no está al alcance de todos y hacerlo de forma que la lectura resulta natural, tampoco. Se podría leer de forma complementaria con otra historia en la que conocemos algo de la vida de Tesla, pero vista desde otros ojos, los de Mark Twain.

Terra Nova 3 vuelve a ser un firme candidato para ganar varios Ignotus el año que viene y no puedo dejar de recomendarla.

Danza de tinieblas

danzaAl escribir una ucronía el autor siempre corre un riesgo. Si se es demasiado fiel a la historia “real”, puede decepcionar a los lectores que esperan algo más arriesgado. Si se es demasiado “inventivo” puede considerarse que no pertenece al género. En todo caso, es una distinción que depende tanto del lector como del autor y que puede dar lugar a jugosas conversaciones que seguramente resultarán baldías.

En este caso Eduardo Vaquerizo opta por seguir un delicado equilibrio. Según sus propias palabras:

“El arte es engaño, mentira y ficción que aspira a decir la verdad”

Nos dice que el punto de inflexión de su historia alternativa es la muerte de Felipe II y la conquista del poder por parte de Juan de Austria, pero leyendo el texto vemos que el cambio que puede sustentar toda la trama no es éste, si no que los Reyes Católicos no expulsaron a los judíos de España.

La historia transcurre en la década de los veinte del siglo pasado, pero la moda, por ejemplo, parece no haber evolucionado mucho a pesar de haber transcurrido siglos. Sin embargo, vemos que existen máquinas de Cábala judía, que en una suerte de máquina de Babbage funcional ayudan a la administración del Imperio. Existen autocoches y pistolas, pero la estructura de la sociedad sigue estando sometida al designio del emperador. Una alquimia difícil, pero exitosa.

Me gustaría hacer especial hincapié en el uso del lenguaje, que podríamos llamar castizo, por parte de los personajes. Es muy acertada la utilización de palabras inventadas mezcla de términos antiguos y modernos, ya que al fin y al cabo la historia es distinta a la que conocemos, por lo que el lenguaje debe haber evolucionado por otros vericuetos. Aún así, se respira en cada frase ese aroma “del foro” que los que hemos vivido en Madrid hemos llegado a conocer. Todo un acierto por parte de Vaquerizo.

El protagonista, Joannes Salamanca, debe proteger a un inquisidor en la investigación de una serie de asesinatos entre la comunidad judía sin más relación aparente que la violencia ejercida sobre los fallecidos. En el transcurso del esclarecimiento de los casos, vemos los distintos estratos de esta sociedad tan distinta, pero en algunos puntos tan parecida a la nuestra.

En un momento dado los hechos se precipitan y la trama se convierte en una huida hacia delante que no por ser más acelerada deja de ser entretenida, aunque en algunos momentos se recurre a la casualidad para conseguir que avance la trama, algo que no me ha gustado mucho. No obstante, no veo con malos ojos la presencia de elementos mágicos en la narración, pequeños pero importantes, que hacen que la novela se pueda leer como una parte de la historia del fantástico español.

En resumen, Danza de tinieblas me ha parecido un libro muy bien llevado, y a fe mía que no habrá de pasar mucho tiempo para que lea Memoria de tinieblas.