Siempre me han gustado los libros. Pasaba las hojas antes de aprender a leer intentando discernir qué dirían esos garabatos oscuros sobre el papel blanco. Empecé pronto, con cuatro años y desde entonces ya no he podido, ni querido, dejarlo.
La afición por la ciencia ficción y la fantasía fue algo más tardía. Recuerdo la colección completa de Asimov en la edición de Círculo de Lectores quizá como mi primer acercamiento al género. A partir de allí, los clásicos (Heinlein, Bradbury…) y todo lo que caía en mis manos. En la universidad conocí a gente que compartía mis inquietudes, lo cual alimentó aún más mi curiosidad lectora.
La explosión definitiva fue con cyberdark. Esos foros en los que había gente que te aconsejaba libros de los que ni siquiera habrías oído hablar de otra manera y que te descubrían nuevos mundos de fantasía para recorrer con la imaginación. Fueron unos años maravillosos, nunca le podré agradecer lo suficiente a David el favor que nos hizo a tantos creando esa comunidad.
Ahora ha llegado la oportunidad de devolver algo de todo ese caudal de información. Tengo la intención, quizá presuntuosa, de exponer mis comentarios sobre los libros que voy leyendo. No habrá mucha gente que lo lea, pero si consigo que alguien tome entre sus manos un libro porque yo he escrito sobre él, habrá valido la pena.
Después de eschuchar el podcast de los verdHugos y leer este artículo de Odo, y tras pensarlo (pero no mucho) decidí liarme la manta a la cabeza y apuntarme a la nominación de los premios Hugo.
