Beyond the Aquila Rift

aquilariftCreo que ya había quedado claro con anterioridad lo mucho que me gusta Alastair Reynolds, pero por si quedaba alguna duda, después de leer Beyond the Aquila Rift vuelvo a declararme fan irredimible.

Great Wall of Mars

Menuda manera de comenzar la recopilación. Volver a encontrarnos con viejos conocidos de su saga Espacio Revelación es una buena noticia, pero conocer por fin el inicio de la relación entre Clavain, Galiana y Felka es todo un regalo.

Weather

Gracias a esta historia podemos conocer uno de los secretos mejor guardados de los combinados, pero este concepto no resulta tan importante como la relación entre los dos personajes protagonistas de “Weather”.

Beyond the Aquila Rift

Espectacular historia, no me extraña que haya sido elegida para dar título a la recopilación. Utilizando una narración necesariamente fragmentada, se va desvelando un auténtico drama por un fallo técnico. ¿Es la bondad intrínsecamente humana?

Minla’s Flowers

Me encanta el juego de significados que da Reynolds al título del relato, las flores  de Minla pueden ser varias cosas a lo largo de la historia. La estructura del relato, con saltos temporales realizados por un narrador que hiberna cada cierto tiempo se ajusta perfectamente a la intención del autor de mostrarnos la historia de un planeta mediante escenas de la evolución de sus habitantes.

Zima Blue

Quizá menos redondo que los anteriores pero a pesar de todo muy bueno, el autor juega en esta ocasión con la memoria y con la capacidad humana de recordar, ayudada o no por medios externos. Todo esto, mezclado con una reflexión sobre el significado de la existencia y su propósito, da mucho que pensar al lector.

Fury

Con una escala temporal apabullante por su enormidad, un relato que conseguirá sorprendernos a pesar de que desde el principio nos da pistas sobre cuál será su desarrollo.

The Star Surgeon’s Apprentice

Uno de los aspectos que Reynolds utiliza en su obra son toques de terror casi gótico. En “The Star Surgeon’s Apprentice” hace gala de esta característica en una narración algo abrupta pero satisfactoria.

The Sledge-Maker’s Daughter

Al leer este relato no he podido evitar acordarme de Inversiones, la obra de Iain M Banks. Se basa en la misma premisa pero con un ámbito mucho más reducido.

Diamond Dogs

Diamond dogs tiene todo lo bueno que nos puede ofrecer Reynolds, elevado a la máxima potencia. Un objeto de origen desconocido que hay que investigar, algo de humor con referencias a Indiana Jones y la película Cube, algo de gore, acertijos matemáticos… La tensión de la narración va en aumento conforme vamos pasando las páginas y lo único que sigue moviendo a los personajes es el ansia de conocimiento, algo muy en línea con la nueva space opera en la que todas las necesidades están cubiertas, salvo la curiosidad innata al ser humano. Cuando llega el momento de las revelaciones, aunque en parte lo podíamos esperar no deja de sorprendernos. Y, ¿qué decir del final? Un broche de oro. Diamond dogs ha pasado directamente a mis lecturas favoritas de todos los tiempos.

Thousandth Night

Precuela casi directa de House of suns, aunque me temo que no tiene el mismo encanto ni la misma capacidad para asombrarnos, Si la hubiera tomado como una lectura independiente quizá me hubiera gustado más, pero me parece que no se aprovehcan las características de Campion y Purslane.

Troika

Espectacular relato que gira sobre uno de los temas favoritos de Reynolds, la exploración de los Big Dumb Objects, esos puzles intelectuales que otras especies del espacio parecen haber dejado para que los investiguemos. Me gusta también el tono soviético marcado en la narración, que incluso se puede calificar como ucronía.

Sleepover

Me da la impresión de que esta historia podría ser la base para una novela, pero que el autor se quedó en algún lugar del camino. No termina de convencerme en el corto espacio en que se desarrolla y ni parece llegar a ninguna conclusión, aunque la idea de criogenizaciones masivas para ahorro resulta muy interesante.

Vainglory

Gran relato sobre la vanidad del ser humano en sus obras. ¿Preferiríamos la seguridad del anonimato o la fama que conllevaría una gran obra que acabó mal?

Trauma Pod

No cabe duda de que este relato es de ciencia ficción, pero inextricablemente unido al horror. Y ése es un campo que yo no llevo bien.

¿Qué pasa cuando se confunde el humano y la cápsula con la que se le mantiene con vida? ¿Qué separa la humanidad de la inteligencia artificial?

The Last Log of the Lachrymosa

Otro relato incluido en la continuidad de Espacio Revelación, en el que Reynolds utiliza la tensión y el ambiente para crear una atmósfera opresiva y terrorífica. Muy desasosegante.

The Water Thief

De menor interés que otros relatos incluidos en esta antología, pero no por ello exento de mérito. ¿Merece la pena enfrentarse a la autoridad para llevar a cabo lo que creemos que es justo?

The Old Man and the Martian Sea

Con marcado carácter ejemplar, esta pequeña fábula habla sobre proyectos de terraformación y unidad familiar.

In Babelsberg

La verdad es que la historia tiene la longitud perfecta, un desarrollo agradable y un final previsible pero que se puede disfrutar perfectamente.

Como un anexo a la publicación, el autor ha incluido una serie de notas sobre cada historia que añaden un nivel más de comprensión a la obra. Creo que Beyond the Aquila Rift es una lectura imprescindible para el aficionado a la ciencia ficción. ¿A qué esperas para leerlo?

Mientras se descarga el libro que te acabas de comprar, puedes aprovechar para ver esta infografía que he creado mientras lo leía. Ojalá os guste.

beyond

The evolutionary void

Evolutionary-Void-HeaderCon esta última entrega finaliza la Trilogía del Vacío del Peter F. Hamilton, aunque el autor volverá a este escenario en The abyss beyond dreams.

Las dos entregas anteriores, aunque me gustaron, no me llegaron a entusiasmar. Afortunadamente puedo decir que con The evolutionary void, Hamilton consigue colmar mis expectativas.

En primer lugar el autor despacha relativamente rápido la trama de Edeard exponiendo solo algunos sueños (no sin aprovechar para mostrarnos la corrupción del poder absoluto). Así se dedica a lo que mejor sabe hacer : escribir space opera épica de la buena. ¿Razas alienígenas? ¡Las tenemos! ¿Amenazas galácticas? ¡Presentes! ¿Tecnologías gargantuescas? ¡Póngame una docena! Cuando lo que está en juego es la existencia de la GALAXIA toda implicación es poca.

La escala de las acciones que se nos muestran a lo largo de la lectura son tan enormes que nos vemos abrumados. Y la planificación que se ha requerido con anterioridad para que se desemboque en las escenas finales dice mucho de la capacidad de preparación de Hamilton. Personajes y acciones de las primeras entregas de la saga de la Commonwealth ahora cumplen su papel, secundario o no.

En algunas ocasiones parece que el propio autor no se toma muy en serio o busca oportunidades para escribir de una manera diferente, como cuando imita la forma de expresarse de un robot en “modo supervivencia” o cuando aparece un personaje por todos conocidos por su peculiar forma de entender el mundo (y expresarse al respecto). Esta “broma” aparece en el momento adecuado para seguir llevando al lector a través de los capítulos sin que en ningún momento decaiga el interés. Incluso uno de los capítulos está escrito de una forma que podríamos definir casi como poética. Es espectacular la cantidad de matices que el autor puede incluir en su prosa.

Quizá lo que más me ha calado tras finalizar el libro han sido sus implicaciones filosóficas. Lo que significa realmente ser humano, la evolución a la que nos veremos abocados tarde o temprano, el cumplimiento de los objetivos como especie… son temas muy profundos que Hamilton consigue exponer sin imponer (al menos no demasiado) sus convicciones.

Si lees estos libros, no te arrepentirás para nada del tiempo invertido. Lo único malo será el vacío que quedará en tu interior.

Infomocracy

infomocracyLeer Infomocracy durante la campaña electoral española ha sido una casualidad que me ha permitido enfocar la lectura con matices añadidos, que sin duda habrán influenciado mi valoración de la novela.

Infomocracy tiene muchos contrastes. La idea subyacente, es un conjunto de “microdemocracias” en la que los electores son agrupados en grupos de cien mil personas que decidirán que gobierno tendrán. Estos elecciones luego darán lugar a la Supermayoría que gobernará el mundo. ¿No te gusta el resultado electoral de tu grupo? Puede que dos calles más allá puedas vivir en otro grupo electoral con tendencias distintas. La migración entre grupos es un hecho aceptado e incluso promovido, para que cada grupo sea lo más homogéneo posible.

Esta idea, que puede parecer idílica, en realidad tiene unas necesidades masivas de información y conectividad. Para esto existe Information, un ente neutral que gestiona todos los datos de este mundo permanentemente conectado, ofreciendo en cada momento todo lo necesario para tomar desde las decisiones más nimias (¿te apetece cambiar de peinado? Instaura una subasta a ver qué peluquería cercana te ofrece el mejor servicio al mejor precio) hasta las de mayor calado.

Este es uno de los contrastes tan acusados a los que hago referencia. La ingente cantidad de información, de datos, de bits que Information tendría que manejar hipotéticamente es realmente desmesurada. La infraestructura subyacente que puedo llegar a imaginar para este servicio no corresponde en absoluto con la idea de nodos que utiliza Older. Podría obviar esta contradicción si no fuera porque es parte fundamental de la trama que se desarrolla.

También resulta impactante que se siga “respetando” la jornada de reflexión antes de las elecciones (¿no se debería poder tener acceso a la información hasta el último minuto para poder decidir el voto?) pero que se pueda proclamar el ganador por medios oficiales cuando no ha finalizado no ya el escrutinio, ni siquiera el voto por los cambios de horario. Esto roza el esperpento. ¿Acaso esta proclama no influría en los últimos votantes que podrían apostar a caballo ganador?

Estos dos aspectos muy negativos de la trama hacen que baje mi valoración de una novela que sin duda resulta interesante por otros aspectos. Conozco a más de uno y más de dos que matarían por disponer del software de análisis del que se hace uso aquí a diestro y siniestro. El tratamiento de las estadísticas es correcto y aplicable a las situaciones que se presentan. Los personajes son un tanto extremos, pero se agradece la variedad étnica y de género. También me gusta el toque solidario que hay presente, aunque se trate de soslayo. Es innegable la labor de investigación llevada a cabo por la autora, que sitúa muchas escenas en distintos lugares para dar más variedad al libro.

Con thriller político que es, Infomocracy merece la pena. A pesar de sus defectos, que los tiene, es una lectura ágil y divertida.

The temporal void

temporalvoidSigo con la lectura de la Trilogía del Vacío de Peter F. Hamilton. Tras The dreaming void, el interesante aunque algo irregular comienzo de la historia, nos encontramos con The temporal void, que sufre del síndrome del segundo libro y que repite algunos de los errores del anterior, como ahora veremos.

El libro comienza justo donde quedó el anterior, lo que no hace si no reafirmarme en mi intención de leerlos todos seguidos para tener una idea más clara del conjunto. La estructura vuelve a estar dividida en varios puntos de vista, el de Edeard que se desarrolla en Makkathran y el momento “actual” en la Commonwealth. Además, se une a estas dos líneas temporales la de Justine, en un viaje personal que nos permite empezar a sospechar algo de la verdadera naturaleza del Vacío.

Hamilton juega con las cartas marcadas. Hasta casi el final de este libro no entendemos el por qué del fanatismo religioso que da lugar a la peregrinación al Vacío. Estaremos de acuerdo en que la vida en Makkathran, con sus poderes telepáticos, su longevidad y su relativa tranquilidad puede resultar atractiva, pero comparado con la existencia en la Commonwealth, en la que la inmortalidad está prácticamente asegurada mediante los volcados de memoria y con un nivel de tecnología muchísimo más avanzado, no parece lógico. El fervor religioso que despiertan los sueños de Íñigo carecía de base para mí, hasta que se lleva a cabo una revelación que lo cambia todo. ¡Pero el autor ha esperado casi 1500 páginas para hacerlo! Me parece un poco tramposo.

Salvando este detalle, la narración vuelve a estar desequilibrada entre los puntos de vista. Dejando aparte del de Justine, que es prácticamente testimonial, la parte del león se la vuelve a llevar Edeard. Y eso que para mí es la más floja, con intrigas palaciegas muy pero que muy previsibles. La lucha de las facciones de la Commonwealth, la búsqueda del segundo soñador, Paula Myo y sus investigaciones… me resultan mucho más apasionantes que la otra parte de la historia. Así que me encontraba deseando terminar las secciones de los sueños de Íñigo para volver a la “chicha”. Y cuando volvemos a ver a personajes ya conocidos, a viejos enemigos y quién sabe si futuras alianzas… nos quedamos con el corazón en vilo.

Lo que no se le puede negar al autor es que es un maestro de cliffhanging. El final del libro, más que resolver las dudas, deja totalmente abiertas tantas y tantas posibilidades que no nos queda más opción que dejarnos caer en el vacío, una vez más.

Ninefox gambit

ninefoxVaya por delante que Ninefox gambit es una lectura difícil. La curva de aprendizaje para introducirnos en la novela es muy empinada, sin ir más lejos tuve que leer varias veces el primer capítulo para empezar a entender el universo que ha desarrollado Yoon Ha Lee.

Nos encontramos ante una space opera muy rica, con intrigas, batallas, traiciones, jerarquías… todos los ingredientes necesarios para generar un cóctel explosivo. Pero no es sencillo entrar en él. La autoraEl autor nos coloca directamente en este mundo sin concesiones y es labor del lector empezar a manejar las variables para despejar las incógnitas.

El axioma en el que se basa esta demostración de la capacidad creativa de Yoon Ha Lee es que las matemáticas lo rigen todo. No considero que haya entendido todas las ecuaciones e invariantes a los que hace referencia, no tengo capacidad para ello y tampoco creo que ese sea el objetivo de la autora del autor. Creo que su pensamiento es dotar de profundidad y cierto “realismo” a su historia mediante un tema que domina.

Sin embargo, lo que más me ha marcado en la lectura, una vez superado el trauma inicial, han sido los personajes. Cheris y Jedao están muy bien construidos y realmente empatizas con ellos (¿quién no se siente identificado con un sucio bastardo psicópata asesino de masas revivido como esclavo?). El resto de miembros de la flota son menos importantes, en algunos casos se podría decir que perfectamente intercambiables, pero opino que esto es un efecto buscado. Se da prioridad a las características de la “facción” a la que pertenecen que a la propia persona. Las jerarquías están claramente marcadas y las luchas de poder son apasionantes.

En algunos momentos me ha parecido que Ninefox Gambit perdía el ritmo, porque comentar una invasión en tiempo real no es nada fácil y a veces parecía como si la acción y la batalla se detuvieran en el tiempo para dar paso a una escena más introspectiva. Esto es una opinión personal que me gustaría comentar con vosotros cuando leáis este libro.

Me encanta también la atención al detalle mostrada y os pongo un ejemplo. Para intentar descifrar un código enemigo utilizan una vulnerabilidad de la semilla aleatoria, que es entre otras cosas el tiempo entre pulsación de teclas de un operador (una aleatoriedad muy débil). Es este tipo de minucias las que más atrapan a un cierto tipo de lector como yo.

La pena es que todavía no esté disponible el siguiente libro, porque me lanzaría a él sin dudarlo.

House of Suns

House_of_Suns_(Amazon)En un movimiento totalmente desestructurado, varios lectores en los que confío (sí, os estoy mirando a vosotros @dgonzalod y @mertonio) cantaron las alabanzas de House of suns.

Y entonces me di cuenta, con gran sorpresa, que a pesar de tener la edición en español de LFI no lo había leído. ¿Cómo era posible tamaño error? Mi salto al digital había dejado algunas cosas importantes por el camino, así que me decidí a subsanar esta laguna.

House of suns tiene todos los elementos que caracterizan la obra de Reynolds, en grado superlativo. Una aventura en una escala temporal tan enorme que resulta de difícil comprensión para nuestros pobres y limitados cerebros humanos. Rigor científico no reñido con la diversión. Unas gotas de terror gótico para aderezar la mezcla y ¡tachán! nos encontramos ante una SPACE OPERA con mayúsculas.

La estructura de la novela narra dos historias separadas enormemente en el tiempo y el espacio, pero aún así relacionadas. La introducción de cada parte es la historia de  la infancia y juventud de Abigail Gentian, origen de la Gentian Line. El resto de la novela versa sobre la vida de los miembros de la propia Gentian Line. Seis millones de años separan ambas líneas temporales y sin embargo, los instintos propios de la humanidad siguen presentes. Esta capacidad de resiliencia de los humanos, de adaptarse a lo que venga para continuar existiendo es un constante a lo largo de la obra del galés.

Me gusta como Reynolds consigue ir introduciendo durante la lectura conceptos que quizá no parezcan importantes cuando los lees por primera vez (la desaparición de la Galaxia Andrómeda, el Espíritu del Aire…) pero que juegan un papel fundamental en la parte final de la novela.

El principal fallo que le veo al libro es la descripción de los personajes, que en ocasiones parecen totalmente intercambiables. ¿Es un efecto buscado por el origen de la Gentian Line? Sería lógico suponer que no, pues es el tiempo transcurrido las diferencias deberían ser fundamentales, pero esto no se refleja ni en los diálogos y ni en la propia caracterización de los personajes. No obstante, ha sido mientras reflexionaba para esta reseña cuando este defecto ha resultado más evidente. El ritmo y la intriga de la lectura hicieron que pasara por alto este aspecto.

¿Y qué decir de la tecnología? Crear esferas de Dyson para proteger civilizaciones enteras de la explosión de una supernova parece un juego de niños para la Gentian Line y aún así este milagro de la ingeniería es poco más que jugar con bloques de Lego para otras inteligencias presentes en la galaxia. Es difícil hacerse una idea de la escala de las construcciones de este libro, incluso la tan manida unidad de medida “campos-de-fútbol” se queda extremadamente corta.

Aunque personalmente prefiero Pushing Ice, no dudaría en situar House of Suns entre las mejores obras de Reynolds y eso es mucho decir. No cometas mi mismo error y ponte ahora mismo a leerla.

Crashing heaven

crashingHabía oido cosas buenas sobre Crashing heaven, así que aproveché la oferta de Gollancz para hacerme con él. Hasta ahora no había encontrado el momento de leerlo, pero una que vez que lo empecé ha sido imposible dejarlo a un lado.

Imaginaos una novela capaz de revitalizar por sí sola un género que está algo de capa caída como es el cyberpunk y estaréis pensando en Crashing Heaven.

Si sois seguidores habituales del blog, recordaréis la muy grata impresión que me llevé con Cybersiones, con el juego que Santiago García Albas hacía entre realidad y virtualidad. Pues Al Robertson dedica la primera parte de la novela a hacer una cosa muy parecida y también muy acertada. Todos los seres están conectados y ven el mundo a través de los numerosos filtros que tiene implementados. Sin embargo, el protagonista está fuera de esta realidad virtual y solo puede ver lo que existe realmente. El contraste es abrumador y aunque Robertson no se dedica solo a describir este entorno, nos queda una idea muy clara del sistema solar en el que se desarrollará la historia.

Aunque este contraste es un acierto en el libro, para mí el mayor éxito del autor son los protagonistas. En una relación simbiótica/parasitaria, un humano, Jack, y una inteligencia artificial llamada Hugo en forma de títere (sí, sí, de títere) vuelven de la guerra para poder cumplir sus últimas voluntades antes de que Hugo tome posesión del cuerpo de Jack definitivamente.

Hugo es un personaje fascinante, con diferencia el mejor caracterizado del libro. Su sinceridad, su egoísmo casi infantil, su relación amor/odio con Jack… Además, destaca por la evolución que sufre a lo largo de la trama, ya que tras encontrarse con todas las vicisitudes posibles su personalidad cambia, madura. Es una progresión lógica, verosímil, que sirve como hilo conductor de la narración.

También es cierto que hay algunos problemas con esta primera novela. En más de una ocasión la forma de salir del atolladero en las situaciones más complicadas es un deux ex machina en toda regla, ya que al fin y al cabo estamos tratando con corporaciones superpoderosas convertidas en avatares “humanos”. No se puede negar que algunas de las escenas son algo previsibles en su desarrollo.

Me quedo sin embargo con lo bueno. Especialmente, con las críticas no demasiado veladas al software propietario y sus licencias. En un pasaje especialmente revelador se nos muestra un patio de colegio en el que los niños juegan con la realidad virtual durante un rato, y luego no pueden seguir jugando de forma legal porque ha caducado el tiempo libre de la licencia (escuelas públicas con poco presupuesto, ¿de qué me sonará esto?). Y no se atreven a imitar las normas por las multas que podría acarrear. Y estamos hablando de juegos infantiles, pero es extrapolable a otros ámbitos.

En definitiva, es una alegría leer una novela que se cierra, que no deja demasiados cabos sueltos para estirar una trama en otra entrega. Os la recomiendo encarecidamente.

Dark matter

darkmatterA veces hay que arriesgar para leer algún libro fuera de las obras de los autores más conocidos. Es posible que así nos encontremos con un nuevo filón para añadir a nuestras lecturas. Con esta idea en mente comencé a leer Dark Matter, de Blake Crouch.

La novela es una mezcla entre thriller y ciencia ficción, pero no acaba de funcionar en ninguno de los géneros que pretende aunar. Como thriller el comienzo es demasiado lento, casi parsimonioso, algo que no se puede perdonar en una novela que se presume de acción e intriga.

En el apartado que me interesaba más, el de la ciencia ficción, es innegable el esfuerzo del autor por hacer que la teoría de universos múltiples se sostenga. Se trata del motor que hace funcionar a Dark Matter, que comienza con el secuestro de un humilde profesor de ciencias que acaba en un universo paralelo, donde sus investigaciones científicas consiguieron su fruto.

Parte del juego que nos propone el autor es el típico ¿Y si…? al que nos enfrentamos cada día. ¿Y si en vez de casarme y tener hijos me hubiera dedicado en cuerpo y alma a la investigación científica? ¿Y si aquel día que me caí por las escaleras no hubiera salido ileso? Las ramificaciones de lo que pasa en nuestras vidas son infinitas, como infinitas son las decisiones que tomamos a lo largo de la existencia.

Aunque la explicación de la ciencia que permite visitar universos parelelos suena un poco “magufa”, y la estadística está bastante en contra de lo que acaba sucediendo en la novela, en el tercio final de la lectura sí que se alcanza el ritmo que se esperaría de un libro de este tipo.

A pesar de todos estos escollos y de que no haya funcionado para mí, es innegable que le veo un futuro bastante cinematográfico, así que no descarto alguna adaptación como ya sucedió con una obra anterior del mismo autor.

Central Station

centralstationLavie Tidhar es un autor polifacético, no solo por su obra escrita, si no también por su quehacer como editor. Aunque mi última experiencia con él no fue demasiado positiva, cuando Central Station entró dentro del alcance de mi radar lector me dispuse a hacerle hueco cuanto antes.

El libro en cuestión se trata de un fix-up de varios relatos ya publicados y algunos inéditos, si bien es cierto que la reescritura de muchos de ellos hace que sea casi inapreciable la distinta procedencia de muchas de sus partes. Yo no me di cuenta hasta que vi el final del libro, creía que el cambio constante de puntos de vista y personajes era un efecto buscado, un intento de crear una novela coral con distintas pinceladas. Quizá otro lector más experto en la obra del israelí sea capaz de detectarlo nada más abrir el libro.

Este aspecto coral de la novela también se hace presente en la propia Central Station, donde distintas culturas se han entremezclado a lo largo del tiempo dando lugar algo nuevo, a familias con ascendencia de tan distintos lugares que es difícil describirlos con una sola palabra. Me encanta esta idea de Tidhar, esos personajes multirraciales y a la vez fieles a las tradiciones, aunque estas tradiciones sean a su vez tan distintas entre sí.

El propio lenguaje utilizado por el autor es una combinación de idiomas tan bien llevada que resulta agradable al oido, con una cadencia embaucadora. Haciendo malabares con el lenguaje, Tidhar es capaz de sacar de su chistera nuevos vocablos, como mi favorito Schrodingering (os dejo a vosotros descubrir qué significa) o un lugar místico para los jugadores llamado Pacmandú. Tampoco duda en utilizar palabras de otros idiomas cuando se ajustan más a sus necesidades narrativas.

También me gustaría hacer hincapié en el humor, en ocasiones bastante negro, que usa el creador. En una versión corregida y aumentada de las cabinas de suicidio de Futurama, se puede escoger la forma de morir, siendo una de las más populares una montaña rusa.

En Central Station también hay lugar para otra de las obsesiones del escritor, los libros usados. Aún a pesar de vivir en una sociedad tecnológicamente avanzada, que ha colonizado el sistema solar, todavía hay coleccionistas de viejas ediciones pulp de westerns, detectives… si esto no es un mensaje de amor a los libros, no sé qué podría serlo. Sin embargo, la vida conectada es una constante en la historia, todo el mundo (humano o no) tienen un nodo que les permite el acceso a la Conversación (algo así como Internet) pero corregido y aumentado.

Antes he hecho distinción entre humanos o no humanos porque también hay otras presencias, inteligencias artificiales conocidas como The Others que interactúan con los seres humanos. A este plantel se deben añadir robots, cyborgs, vampiros… toda una plétora de personajes que desfilan ante nuestros asombrados ojos.

Resulta bastante difícil describir un libro con tantas y tantas lecturas, así que lo mejor será que aproveches para leerlo tú y te unas a la Conversación. No te sentirás defraudado.

Carta 44, volumen I

carta44Tengo sentimientos encontrados con este tebeo. El guión de Carta 44 es interesante y la intriga se mantiene a lo largo de la lectura, pero el dibujo no está a la altura.

Siempre que un presidente norteamericano comienza su legislatura, recibe una carta de su antecesor. Cuando Stephen Blades la lee, tiene que cambiar todo el sentido de su política porque el contenido de esta misiva es totalmente inesperado: se ha detectado un objeto alienígena en el sistema solar e incluso hay un misión que se dirige al objeto para investigarlo.

Mezclar intrigas políticas con una historia de un primer contacto podría ser una clave para el éxito, aunque en ocasiones desvaríe un poco en el curso trazado. Por ejemplo, la Clarke, la nave que va al encuentro de los extraterrestres parece más bien una comuna hippie que un equipo científico-militar con la misión más importante de la humanidad sobre sus hombres. La variedad de puntos de vista utilizada, sin embargo, compensa algo estas excentricidades. La presencia de un extraño personaje encargado de “arreglar” los problemas con  distintas figuras políticamente relevantes, parece ser que al mejor postor, añade otra capa de misterio a una trama ya de por sí enrevesada.

Mi principal problema es el dibujo, que no acompaña la historia. Hay que reconocer que los objetos tecnológicos sí están bien representados, a mí personalmente me fascina ver el despliegue armamentístico y las distintas maquinarias que aparecen en la narración. Sin embargo, el tratamiento de la figura humana es muy plano, desproporcionado en ocasiones. También tiene algo de maniqueo la representación de los “buenos” frente a los “malos”. Espero equivocarme, pero mucho me temo que el dibujante nos haya dado demasiadas pistas sobre el desarrollo de los acontecimientos.