Hammajang Luck

¿Un libro sobre un timo en un ambiente de ciencia ficción? ¡Póngame dos! Al menos esta fue mi reacción al leer la sinopsis de Hammajang Luck, la primera novela de Makana Yamamoto. Y la novela responde perfectamente a estos parámetros, en una mezcla muy original con la cultura hawaiana, pero en el espacio.

Edie sale en libertad tras pasar 8 años en la cárcel y a la salida le está esperando la persona que provocó su ingreso en prisión. Angel le ofrece un último trabajo, un último timo para ganar tanto dinero que serán incapaces de gastárselo en varias vidas. Edie, aunque con mucha inseguridad, decide volver a arriesgarse para ayudar a su familia. Y ese es el resumen de la historia, que pivota alrededor de la importancia de la familia real y la encontrada, de cómo volver a recuperar la confianza perdida en otra persona, todo ello aderezado con la planificación y ejecución del robo del siglo al típico millonario insoportable pagado de sí mismo.

Resulta llamativa la inmersión forzosa en lenguaje hawaiano (san Google siempre acude en nuestra ayuda) en dos vertientes, con la inclusión de muchas palabras que desconocía y una especie de slang hablado que al volcarlo al lenguaje escrito dificulta un poco la comprensión. También es destacable la representación de las lesbianas butch, tema sobre el que reconozco mi desconocimiento, integrándolo en la trama de una forma natural (hablando sobre binders u operaciones de pecho ). Me gustaría saber la opinión del alguien con más conocimiento sobre el tema, pero yo creo que está representado de una manera respetuosa.

En cuanto al timo en sí, pues tiene un poquito de todo, como en botica. Asistiremos al reclutamiento de los especialistas, ya que se necesitará tanto músculo como cerebro, hackers y revienta cajas fuertes de toda la vida. La ambientación espacial, pues tampoco es que influya mucho en el resultado, es más atrezo que otra cosa, para darle un regusto a ciencia ficción, pero sería perfectamente extrapolable a otro escenario. La resolución final parece un tanto previsible, pero el trayecto resulta entretenido y amigable, así que es un libro que no te arrepentirás de haber leído.

The Teller of Small Fortunes

A veces hace falta desengrasar un poco el motor lector y dedicar algo de tiempo a un libro agradable que no te haga pensar mucho. Ese era mi objetivo con The Teller of Small Fortunes y de decir que en ese aspecto ha conseguido su objetivo, porque es tan cozy y almibarado que a veces se pasa, pero ciertamente no exige ningún esfuerzo al lector que simplemente puede disfrutar con las pocas vicisitudes que se encuentra en su vida la protagonista, Tao.

Tao vive errante en su carromato, ofreciendo pequeñas visiones del futuro de los aldeanos que se va encontrando, a cambio de un paga también pequeña. Su condición de inmigrante la señala en varios de los pueblos que conforman su ruta, mientras que en otros es acogida entre sonrisas por sus visitas pasadas. En esta vida aparentemente simple y relajada, el conflicto viene de su pasado algo tumultuoso (un poco de marejadilla) y de los compañeros que se va encontrando por el camino, con los que formará un equipo variopinto y entretenido.

The Teller of Small Fortunes tiene un carácter marcadamente episódico, si bien hay dos historias que son las que dan cohesión a todo el relato, el pasado de Tao y la búsqueda de una persona determinada, el resto de los capítulos son perfectamente autoconclusivos. El libro está escrito de forma pausada, como si quisiera pasar por el mundo sin dejar mucha huella. Es difícil sumergirse en la historia porque siempre hay otras cosas en la vida que requieren más nuestra atención. Creo que Julie Leong trata con tanto respeto a sus personajes y al mundo que ha creado que ha conseguido hacerlo prácticamente invisible hacia el lector, algo que no es un acierto. Leong habla del Estudio Ghibli como gran inspiración de su obra, pero, qué queréis que os diga, ese referente es demasiado ambicioso para lo que nos acabamos encontrando. Es verdad que se nota ese aire optimista y colorido, pero solo es atrezo, sin visos de profundidad. Hay temas como el racismo y la xenofobia, pero está todo tan licuado que la verdad, el mensaje queda totalmente difuminado.

Con esto no quiero decir que sea un libro malo, como he dicho anteriormente cumple su función de elevar el ánimo del lector, solo que deja poco poso.

The Fourth Consort

Aunque difícilmente alcanzará la misma repercusión que su Mickey7, sobre todo por la adaptación cinematográfica, Edward Ashton sigue publicando novelas de ciencia ficción, con desigual resultado. En The Fourth Consort abandona el universo de Mickey y el cambio le sienta muy bien a la narración.

El protagonista de la historia es Dalton Greaves, un humano escogido por el movimiento extraterrestre Unity tanto por su carrera militar como por su ingeniería, para expandir esta unidad de culturas allende el espacio. La misión de Dalton es conseguir que los habitantes del mundo al que le han destinado se alíen con la Unity. Pero resulta que hay otro movimiento panestelar, la Assembly, que busca lo mismo y les ha tomado la delantera.

Lo que en principio podría parecer una historia de confrontación, se transforma en un primer contacto divertido a veces y frustrante en otras ocasiones. Me parece todo un acierto reflejar en el relato los problemas de comunicación de las especies, a pesar de la existencia de traductores universales en un claro homenaje a Douglas Adams. Y es que un intérprete necesita contexto, necesita interpretar la cultura así como las palabras, algo muy pero que muy complicado. Es un recurso maravilloso que da lugar a escenas bastante cómicas, pero también que sirve para exponernos la dificultad intrínseca de cualquier comunicación. Ashton explora esta idea de una forma muy atractiva.

La novela tiene un ritmo bastante constante, unos personajes muy bien definidos con interacciones entre socarronas y honorables y recuerda por momentos a uno de mis tebeos favoritos, Los héroes del equinoccio. Quizá le sobran algunos de los pasajes de flashback que nos ayudan a situar al protagonista en referencia a su pasado, pero en general es una lectura muy agradable. No sé si hay alguna posibilidad de verlo publicado en español, pero creo que sería un acierto.

Brighter than Scale, Swifter than Flame

Otra cosa no tendrá Neon Yang, pero desde luego tiene un ojo para poner títulos llamativos a sus obras. Con Brighter than Scale, Swifter than Flame, le autore nos entrega en esta ocasión una fantasía sobre caza dragones bastante típica, sin muchos sobresaltos que se lee (o se escucha como hice yo) con gusto pero sin mucho apego.

La protagonista es Yeva, que en su juventud descubrió su poder para acabar con los dragones, herencia de su padre. Ha tenido una vida recluida, ya que a muy temprana edad la separaron de su familia para formarla como caza dragones. En el transcurso de esta formación y como forma de autodefensa decidió no volver a mostrar su rostro en público (un poquito mandaloriano esto). Sin embargo, ahora la mandan como embajadora a un reino extranjero para investigar sobre la posible presencia de dragones allí, un movimiento un tanto extraño ya que mandar a una guerrera a desplegar una labor diplomática no parece muy lógico. Sin embargo, Yeva dedicará todo su empeño a desvelar los misterios de la reina del lugar, Lady Sookhee.

Brighter than Scale, Swifter than Flame es una novela corta bastante previsible, que no destaca por nada en especial. Neon Yang acostumbra a ofrecer una prosa más elaborada que la que podemos ver en esta Nancy Wu es correcta, pero le falta algo de vida, aunque no os puedo asegurar que sea por la labor de la narradora o por el propio texto de origen, que me ha parecido bastante plano. Entiendo el mensaje que pretende hacernos llegar le autore sobre colonización y pérdida de identidad de los colonizados, así como también un poquito de disforia corporal acrecentada por la excesiva rigidez de sus años formativos, pero creo que el manto en que lo envuelve resulta ser menos atractivo de lo esperado, por la trayectoria de Neon Yang.

La parte romántica también deja cosas que desear, ya que es bastante previsible, como el libro en su conjunto. Espero que la siguiente publicación de Neon Yang vuelva a otros cauces más embaucadores, porque esta historia en particular se borrará pronto de mi mente.

Grave Empire

Con esta nueva trilogía situada en el mismo mundo que The Justice of Kings y secuelas pero dos siglos en el futuro, Richard Swan se afianza como un escritor al que seguir, ya que ha conseguido pulir algunos defectos de sus anteriores novela para ofrecer una lectura inquietante y absorbente, que deja con ganas de más a pesar de las más de quinientas páginas del libro.

La novela compagina diversos puntos de vista, aunque todos giran alrededor del cumplimiento de una antigua profecía denominada el Gran Silencio, cuyo comienzo lo marcan la imposibilidad para hablar con los espíritus de los fallecidos. Swan aprovecha la modernización del entorno para modificar el sistema de gobierno y la aproximación científica hacia los asuntos mágicos, un poco como Joe Abercrombie en la saga de la Era de la Locura. El Imperio del Lobo renunció a la magia en los hechos de los que tuvimos conocimiento en la primera trilogía pero es ahora cuando empieza a pagar verdaderas consecuencias por ello, cuando a su alrededor se han seguido llevando a cabo experimentos e investigación.

Swan no desperdicia la oportunidad para mostrarnos escenas macabras, torturas que escapan a nuestra comprensión. Y lo hace de un modo aséptico, como si desmembrar a personas fuera una consecuencia inevitable del orden del mundo, que hace que las escenas sean aún más terroríficas por su frialdad. La crítica al capitalismo desaforado también está presente en la novela, cuando uno de los personajes pretende hacer uso de la plaga para obtener pingües beneficios, sacrificando a cualquiera que considere inferior a él para progresar en su empeño. Y qué decir del colonialismo y su forma maniquea de ver el mundo como una columna de debe y haber. El mundo académico y sus rencillas también reciben su consideración, si bien es cierto que nos deparan algunas de las escenas más divertidas de un libro bastante sobrio.

A los que hayan leído los libros anteriores les encantará encontrar los guiños que el escritor ha ido dejando para ellos. Y los que, posiblemente decidan enmendar su error.

Un libro muy recomendable, que te deja con ganas de empezar con el siguiente enseguida.

Los diablos

Había muchísima expectación sobre la nueva obra de Joe Abercrombie, que comenzaba un universo nuevo dejando atrás el mundo de la primera ley. Lo cierto es que, a pesar de la incertidumbre, todas mis expectativas se han visto colmadas. Abercrombie se ha sacado del bíceps un inicio de saga estupendo, con unos personajes que rezuman carisma y tan adictivo como el glutamato puro.

Los diablos es el macarrismo transformado en literatura. El entorno que ha creado el autor recuerda muchísimo a Peter Berling, a esa Edad Media en la que el oscurantismo y las plagas acechaban a la vuelta de la esquina. Pero, en un movimiento perfectamente calculado para desestabilizar al lector, la iglesia de Occidente está comandada por una papisa, siendo esta una de las causas del cisma con la iglesia de Oriente.

En esta sociedad feudal, el peligro no lo trae el Islam si no los elfos, que desde el este preparan un nuevo ataque para alimentarse de humanos. De una forma muy perspicaz, esta amenaza incipiente que nunca llega a materializarse pero que se espera casi con expectación marca el futuro de todos los personajes, cual espada de Damocles que pende amenazante sobre cualquier esperanza de mejora.

Lo mejor del libro, con diferencia, son los personajes. El mundo que describe el autor inglés está muy bien, pero apenas es un poco de atrezzo para que podamos disfrutar de la insólita pandilla que desfilará ante nosotros. La Iglesia a veces tiene que recurrir a métodos poco ortodoxos para conseguir sus fines y en este caso hará uso de un grupo de monstruos. Monstruos violentos y divertidos, a veces más humanos que los propios humanos. Bastante en la línea de la Liga de los Caballeros Extraordinarios de Moore, pero con la diferencia de que su presencia no es voluntaria, si no obligada por la voluntad de la papisa, una niña de extraordinario poder de la que se sospecha es la reencarnación de la propia Salvadora.

Podría pasarme párrafos y párrafos en cada personaje y aunque eso es lo que me pide el cuerpo creo que sería mejor para el futuro lector descubrir por sí mismo las peculiaridades de este grupo en apariencia inmiscible, con unas personalidades tan variopintas como poco encajables. La trama de esta primera entrega es todo un viaje por una Europa un tanto alterada, pero sobre todo es un viaje por las relaciones interpersonales del grupo. Cada uno tendrá sus favoritos, aunque me temo que muchos coincidiremos en el personaje más destacado, porque Abercrombie aunque ha querido escribir una novela coral ha creado una “semiprotagonista” que se apodera de cada escena en la que toma parte.

El libro también tiene acción a raudales, pero Abercrombie no sería él mismo si no nos diera una puñalada trapera con una hoja oxidada al final de la lectura. No puedo dejar de recomendar el libro, que me parece una auténtica maravilla.

The Republic of Salt

The Pomegranate Gate, la primera entrega de The Mirror Realm Cycle, me pareció un soplo de aire fresco en la fantasía, con su inspiración judía y semejanzas con el momento histórico de la expulsión de los judíos de la península ibérica. Así que cuando The Republic of Salt se publicó a finales del año pasado, sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que lo leyera.

En esta ocasión Ariel Kaplan no ha conseguido fascinarme tanto como antes. El libro adolece de ciertos problemas de ritmo, con idas y venidas por todo el mapa que no acaban de aportar lo suficiente a la trama. Por ejemplo, hay páginas y páginas de como buscan dentro de la ciudad a uno de los personajes, pero lo único que hacen es dar vueltas en círculo y seguir perdidos. Vale, capto el mensaje, la ciudad es laberíntica y es muy difícil orientarse, ya lo entendí las 10 primeras veces en las que lo dijiste.

Por otra parte, las intrigas políticas que formaban el entramado de la primera novela siguen aquí presentes, pero ya sea por que el mundo lo conocemos y nos sorprende menos o porque la transparencia de los prebostes de las ciudades es tal que sabemos que van a buscar solo su propio interés, los giros de guion no son para nada inesperados. Si bien es cierto que en el tramo final la novela remonta, se puede llegar a hacer muy pesada en ocasiones. Es como la referencia a las lentejas que conforman la base de la alimentación de los Maziks, ya sabemos que son las lentejas lo que se transforma en comida, no hace falta que vuelvas a incidir en el mismo cual martillo pilón.

Las relaciones amorosas tampoco consiguen captar el interés del lector en la novela, ya que parecen demasiado impostadas. Vuelven a ser de especial relevancia las dos mujeres de cierta edad sobre las que ya hice hincapié en la anterior reseña, pero esta vez el protagonismo es más coral. El sistema mágico es poco consecuente y sobre todo los tratamientos médicos que consisten en imponer las manos no me agradan en absoluto. La decisión de que prácticamente la totalidad del libro transcurra en el mundo mágico le quita la fuerza del contraste que era su gran valedor en la anterior novela.

Tengo interés en saber si Kaplan volverá a remontar el vuelo en las entregas siguientes de la saga, porque tiene elementos de gran originalidad e interés, solo que no ha conseguido mantener el nivel en la segunda entrega.

The Book That Held Her Heart

Con The Book That Held Her Heart Mark Lawrence da por terminada la trilogía The Library, que tras el fulgurante comienzo que fue The Book That Wouldn’t Burn ha ido perdiendo fuerza con cada entrega. No es que los libros siguientes sean malos, el problema quizá son las expectativas que despertó en mí como lectora la primera entrega, que no se han culminado en las siguientes.

En el desarrollo de The Book That Held Her Heart los personajes están separados en el espacio y el tiempo, lo cual impide que ahondemos en sus relaciones interpersonales. Si bien el autor abraza totalmente la continuidad de la historia con nuestro propio mundo, estas revelaciones se diluyen un poco en el maremágnum de relatos desde cada punto de vista que nos ofrece, que se antoja excesivo. Es un libro corto para todo lo que Mark Lawrence quería contar y largo para la falta de ritmo que contagia muchos de sus capítulos.

La complejidad de la historia aumenta cuando ya no es solo posible viajar en el espacio y en el tiempo, si no también visitar posibles mundos, what ifs que el autor fuerza un poco indicando que la Biblioteca te lleva a donde necesita llevarte. Es un recurso un tanto forzado y tramposo, que hace que las fronteras entre la fantasía y la realidad se diluyan, sobre todo con la inclusión del personaje Anne Hoffman, una judía en la Alemania donde los nazis van tomando preponderancia, una ambientación muy adecuada para el racismo, tema subyacente en todas las obras de la saga. También está presente la búsqueda de la Otredad del enemigo para deshumanizarlo y justificar cualquier barbaridad.

La Biblioteca es el campo de batalla entre el conocimiento y el olvido y hay que reconocer que eso sí está muy bien representado en las casi 400 páginas del libro, con las distintas facciones empeñadas en llegar al mismo centro. Como final de una trilogía tan ambiciosa como la que nos planteaba el autor, The Book That Held Her Heart quizá se haya quedado un poco corto.

Esperance

Braking Day fue una buena carta de presentación para Adam Oyebanji, al menos para mí, aunque sus obras posteriores ya no se puedan enmarcar en el género. Con Esperance nos ofrece un thriller de investigación policíaca con toques de ciencia ficción, pero aunque consigue mantener constantemente la tensión, lo cierto es que los misterios y sus resoluciones son bastante previsibles.

Esperance está dividida en dos voces narrativas, por un lado la de Ethan Krol, un detective que deberá resolver unos asesinatos aparentemente por ahogamiento en agua salada en mitad de Chicago y por otro lado, Abi Eniola, una extraña mujer que aparece en Bristol y no parece entender nada de lo que sucede a su alrededor, aunque cuenta con recursos y capacidades muy por encima de lo normal. Oyebanji los mantiene separados durante bastante tiempo, aunque al final estarán destinados a encontrarse

Decía Sherlock Holmes que cuando se han eliminado todas las posibilidades, lo que queda, por muy improbable que parezca, tiene que ser verdad. Y este llega a ser el razonamiento de Krol, porque conforme se van a acumulando las víctimas, incluso niños, no vislumbra ningún hilo conductor de las muertes que entre dentro de lo plausible.

Reconozco que el libro está escrito con cierto humor, sobre todo en la forma de hablar de Abi que utiliza un slang bastante desfasado o en los problemas de comunicación entre los súbditos británicos y los americanos. Como buen thriller que se precie también tiene enfrentamientos, persecuciones y acción, muchas acción. El lector continúa atrapado en la lectura a la espera de la explicación que unirá a los dos personajes y justificará sus acciones, pero la verdad es la más que previsible razón de los asesinatos se nos desvela un tanto por birlibirloque y no llega a sorprendernos.

Mención aparte merece Hollie Rogers, la “compañera” que irá con Abi de aventuras y que le irá interpretando el mundo actual sobre la marcha. Vale que no tiene mucho arraigo en su comunidad y vale que gracias a Abi tendrá accesos a recursos que nunca podría haber imaginado, pero… en fin… ¿irse con alguien a quien acabas de conocer a Chicago tras ver cómo dejaba fuera de juego a un matón con una velocidad imperceptible por el ojo humano? ¿Creer que te vas a librar de tus deudas con el hampa local por la buena voluntad de una desconocida? Hay gente que confiada, muy confiada y luego está Hollie.

Adam Oyebanji nos ofrece con Esperance una novela entretenida pero de poca sustancia, con un toque sutil de ciencia ficción que la hace posible pero que destaca dentro del género.

Gifted & Talented

He tenido un problema muy grande mientras leía Gifted & Talented de Olivie Blake porque los personajes son odiosos. Están representados de tal manera que la primera reacción, muy visceral, es odiarles con todas tus ganas y encima desde ahí, ya solo puedes ir subiendo porque sus acciones tampoco es que desdigan la primera impresión.

La novela trata sobre tres hermanos, hijos de un poderoso magnate tecnomante, que a su muerte deberán resolver las rencillas y los años de problemas que se han ido enquistando en sus relaciones. Creo que Blake quería hacer uso del tropo de “pobre niño rico” pero en realidad le ha salido el de “estúpido niño rico insoportable apártate de mi vista”.

Meredith, Arthur y Eilidh, son harina de un costal bastante especial. Meredith, considerada un genio desde su más tierna infancia, decidida a crear una tecnología que haga feliz a la gente se vendió al mejor postor, que resultó ser un enemigo acérrimo de su padre. Y la jugada no le salió muy bien. Arthur, uno de los congresistas más jóvenes de la historia de EE.UU. dedica el tiempo que le queda entre orgía y orgía a fracasar con cada una de sus legislaciones. Y Eilidh, antaño una gran bailarina, sufrió el descenso a los infiernos de una lesión que truncó su carrera. No nos engañemos, Gifted & Talented es un culebrón de mucho cuidado con ciertos toques de magia para que sea encasillable como dentro del fantástico y también para que la autora pueda manejar las situaciones inverosímiles que se le vengan a la cabeza, como desencadenar miniplagas de Egipto en algunos momentos determinados o que la gente muera sin problemas para recuperarse después.

Hay que reconocer que la autora puede crear personajes fascinantes, aunque la trama luego vaya dejando cosas que desear. Mostrando las miserias de Los ricos también lloran, alcanza a un público cansado de ver cómo todos triunfan y prosperan a su alrededor, achacándolo a la cultura del esfuerzo cuando es evidente que no todos parten del mismo punto. En este sentido, la crítica de Blake es acerada, precisa e incluso divertida por momentos.

La elección del narrador es bastante retorcida y es uno de los alicientes de la lectura, ya que es omnisciente, pero a partir de cierto punto rompe contantemente la cuarta pared de una forma socarrona. Este es uno de los alicientes de la lectura, la verdad.

Supongo que pronto la veremos traducida a nuestro idioma.