Adrift

No tenía muchas referencias sobre esta novela ni sobre el autor, así que claramente nos encontramos ante un caso de “la compré por la portada” de esos que se dan algunas veces. Pero, ¿mereció la pena dejarse llevar por el impulso? Ahora lo veremos.

Adrift es una aventura espacial con un variopinto grupo de viajeros que se encuentran inesperadamente en una situación límite.  Mientras están haciendo una pequeña visita turística a una estación espacial en una nave que es poco más que un motor y una cabina, la colonia de la que parten es víctima de un devastador ataque que acaba prácticamente con todos los humanos allí presentes.

Ante esta tesitura, aflora lo peor y lo mejor de la raza humana, personificada en la decena y pico de personas que sobreviven al ataque. En este sentido, la novela es un claro ejemplo de la “literatura de desastres” que tiene su público propio.

La aventura no pretende ser aleccionadora y como tal hay que leerla. Es innegable que alguna de las situaciones por las que pasa el grupo merecen el calificativo de rocambolescas y que la suerte es un factor primordial en el desarrollo de la historia, pero la suerte siempre ha sido determinante para sobrevivir a una catástrofe y el autor no hace si no ahondar en este hecho.

La composición del grupo está muy bien pensada. Pertenecen a un amplio espectro de edades, profesiones, extracción social… Y aunque por supuesto nada es tan simple como pudiera parecer en un principio se les acaba cogiendo cariño. Se intercalan episodios “actuales” con flashbacks y reflexiones sobre el pasado que nos ayudan a entender mejor las motivaciones y las decisiones que tomarán los supervivientes.

La prosa es bastante funcional, con predilección por los diálogos bastante fluidos para hacer avanzar la narración. El comienzo es un poco lento pero luego toma una velocidad de crucero más que adecuada.

Llega un momento en el que el “misterio” del ataque acaba resultando bastante obvio y también me sobra un poco de la moralina final de la novela, pero si se lee como un entretenimiento ligero y con algún que otro toque juvenil, no se acaba defraudado.