Shall Machines Bite the Sun

Es muy complicado reseñar la última entrega de una saga sin caer en el spoiler y sin dejarla vacía de contenido. Lo intentaré hacer lo mejor posible para este estupendo final de una de las sagas más imaginativas que ha dado la space opera últimamente, injustamente desconocida por estos lares. Benjanun Sriduangkaew, aúna todos los personajes y las tramas en un fin de fiesta espectacular que consigue sorprender y cerrar todo lo que había ido formulando en las muchas entregas anteriores.

Al fin se desvela el plan secreto de las Inteligencias Artificiales, pero la clave está en el delicado equilibrio entre las pequeñas escenas domésticas, como preparar el desayuno y las escenas de mayor envergadura, como la destrucción de una armada invasora. Y es que ambas mantienen el interés, algo extremadamente complicado en un relato de ciencia ficción como este.

Benjanun vuelve a traernos a los personajes que fuimos conociendo en las entregas anteriores, como la parte humana de una haruspex fallida, los contendientes del torneo cuyo premio era su deseo más preciado o las intrigantes inteligencias artificiales que parecen estar orquestando todo desde las sombras.

Quizá la carga sexual de esta entrega es menor que las anteriores, pero el marchamo habitual de la escritora tailandesa sigue presente.

Se me acaban los epítetos para definir la prosa de la que hace gala Sriduangkaew, tal vez un poco más comedida en este final de saga, pero siempre preciosista e impactante. No creo que nunca la veamos traducida, ojalá me equivoque, pero ya os adelanto que sería un desafío mayor para cualquier profesional.

Además, como regalo final, la autora nos deja el primer capítulo de su nueva saga de ciencia ficción, algo que parece totalmente diferente a lo que nos ha ofrecido hasta ahora.

Future Artifacts

Kameron Hurley es una autora que se maneja muy bien tanto en las distancias cortas como en los relatos más largos. Ya tuvimos la oportunidad de reseñas una de sus recopilaciones con Meet Me in the Future y en esta ocasión vemos cómo se repiten algunas de sus obsesiones, aunque los relatos son distintos. Los escenarios distópicos que tan bien se le dan y la dualidad entre belicismo y pacifismo salpicado por manipulaciones genéticas también estarán presentes en estas historias, que recuerdan a God’s War.

Sky Boys

Reflexión sobre el trabajo esclavo y la maternidad con una fortísima crítica social.


Overdark

Hay que enfrentarse a lo desconocido sin miedo a lo que pueda pasar por que es la única forma de avanzar.


The Judgement of Gods and Monsters

Cuando una sociedad desea basarse en los principios pacifistas pero aún así sabe que periódicamente habrá de enzarzarse en guerras, puede dar lugar a contradicciones como las que se exponen en este juicio.


Broker of Souls

Relato ultracorto, con un final sorprendente.


The One We Feed

Me parece que en este cuento Hurley lleva demasiado lejos la dualidad entre guerra y paz y la metáfora del monstruo interior.


Corpse Soldier

Un soldado capaz de seguir peleando porque puede ocupar el cuerpo del enemigo justo antes de morir es un grandioso recurso para la guerra, pero su libertad individual queda en entredicho. Asistiremos a la búsqueda de un recurso que pueda hacer que esto cambie para el protagonista de la historia.


Levianthan

Me asombra mucho la capacidad de la autora para subvertir los temas más habituales de la ciencia ficción, en este caso, las naves generacionales, para usarlos como método de denuncia. Material para reflexionar.


Unblooded

Un vistazo a una futura sociedad matriarcal desértica dónde el poder se ejerce a través de la sangre.


The Skulls of Our Fathers

Este cuento nos muestra cómo se construye el relato por parte de los ganadores de la guerra y cómo difiere de la realidad con la connivencia de los oyentes.


Body Politic

La tortura como forma de obtener información del enemigo vuelve inhumano al propio torturador, una interesante mezcla con la presencia de inteligencias artificiales.


We Burn

El fuego como elemento purificador también en la guerra.


Antibodies

Dos enemigas condenadas a entenderse para sobrevivir con el trasfondo de la guerra bacteriológica.

The Traiter Lords

Quizá el más convencional de los relatos por su estructura episódica para narrar una historia de venganza.


Wonder Maul Doll

Una representación de la terrible indiferencia que causa la destrucción de una ciudad a un grupo curtido de soldados, casi un día más en la oficina.


Our Prisoners, the Stars

Muy pero muy atractivo este relato sobre una nave espacial habitada por clones que saliéndose de la norma crean un bebé humano en vez del clon de reemplazo correspondiente. La curiosidad innata de la niña hará que se enfrenten a un pasado que habían decidido olvidar.


The Body Remembers

La reintegración en la sociedad de los militares que han luchado en una guerra es el eje central de este relato, ya que aquellos en el poder quizá no desean la plena integración de un recurso que puede ser valioso en un nuevo conflicto.


Moontide

Un cuento muy corto sobre las mareas y su relación con un pueblo costero que vive de recoger los restos que las olas dejan en sus costas.


Citizens of Elsewhen

Un buen punto final para esta antología, con una historia sobre matronas que viajan en el tiempo para facilitar los partos complicados cuyo resultado puede cambiar la historia.

Si ya conoces la obra de Kameron Hurley y te gusta, disfrutarás de Future Artifacts. Sin embargo, si es tu primera aproximación, te recomendaría que espaciaras la lectura de los relatos porque puede ser contraproducente

Stars and Bones

La space opera es un género de plena actualidad, entre otras razones por que se presta con extrema facilidad a su conversión al medio audiovisual y muchos autores tienen puestas sus esperanzas en llamar la atención de algún estudio para que se adapten sus obras, en ser el próximo The Expanse.

Uno de estos autores que últimamente parece haberse especializado en este subgénero es Gareth L. Powell, con la maravillosa Light Chaser en colaboración con Peter F. Hamilton o la saga que comienza con Embers of War, de igual título.

Stars and Bones es del lectura independiente y aunque se anuncia como primera parte de una saga, es una lectura perfectamente completa que no necesita de más libros para dar un resultado apetecible. Un libro entretenido aunque no rompedor, que cumple perfectamente su función.

La premisa de la que parte es la siguiente: hace setenta y cinco años la humanidad estaba al borde de la autodestrucción, incluso se habían pulsado los botones para la “solución final” pero la intervención de una entidad alienígena impide que todas esas bombas atómicas alcancen su objetivo, aunque el precio a pagar es grande. Los humanos deberán abandonar la Tierra y se convertirán en nómadas de las estrellas, en un gran número de Arcas que actúan como planetas en sí mismos, como naves generacionales pero sin un destino. A pesar de no poder colonizar ningún mundo por las directivas de los Ángeles alienígenas, no es menos cierto que se llevan a cabo labores de investigación en algunos cuerpos celestes para expandir el conocimiento humano. Y es en uno de estos planetas (el Candidato 623) donde se descubre algo que pondrá en jaque la supervivencia de la especie.

Stars and Bones reutiliza conceptos que ya hemos visto en muchas novelas de género y los deja muy explicados para que la lectura en ningún momento sea desafiante (explica incluso lo que es una esfera de Dyson que no es un concepto especialmente complejo). La novela es una serie de aventuras y peripecias por un escenario tan bien preparado por el propio autor que le permite una diversidad entre capítulo que mantiene la atención del lector, ya que ni el carisma de los personajes ni el misterio en sí es tan atractivo como para llevar el peso de la novela por sí solo. Se trata de una lectura entretenida y facilona, que no pasará a los anales de la ciencia ficción pero que tampoco lo pretende. Me parece una elección veraniega perfecta para pasar un buen rato, divertirse con algunas escenas y pasar al siguiente libro.

Stealing Infinity

Siento especial debilidad por los libros que hacen uso de los viajes en el tiempo para contar su historia, pero que me gusten tanto estas novelas implica también que he leído bastante ejemplos de ellas y que me vuelva un poco exigente a la hora de disfrutarlas. Y, por desgracia, en Stealing Infinity el viaje en el tiempo es un elemento accesorio, inexplicado y decepcionante.

No es ni la primera ni la última novela que utiliza como entorno una exclusiva escuela que aísla a sus alumnos de la sociedad buscando explotar todo su potencial, aunque en este caso no se trata de magia como en la reciente The Atlas Six, libro con el que tiene algunas semejanzas. Los alumnos de la escuela en Stealing Infinity son más jóvenes, y durante el proceso de reclutamiento tampoco tienen muy claro que se espera de ellos.

El ritmo de la novela es bastante rápido, eso es algo que hay que concederle a Alyson Noël, que consigue presentarnos más de 100 capítulos en esta primera parte de una serie. Por desgracia, ese es uno de los escasos puntos favorables de la publicación.

La explicación de cómo se llevan a cabo los viajes en el tiempo es sencillamente inexistente, pero el por qué se realizan quizá sea que se lo esté guardando para los siguientes volúmenes, porque tras más de cuatrocientas páginas que sea por el capricho de tener objetos valiosos de un multimillonario se queda bastante coja. Deja entrever que hay otras razones, pero como deja entrever tantas otras cosas en una primera entrega que apenas tiene cohesión como obra independiente, dejando una gran cantidad de tramas abiertas con un final que te deja una sensación de incompletitud, como si la autora hubiera cortado en esa página porque la máquina de escribir se le quedó sin tinta, no porque fuera el final que había planeado.

Los personajes son bastante planos, entiendo que estamos ante una novela juvenil pero es que parecen arquetipos de instituto americano, la animadora con mal fondo, el amigo comprensivo secretamente enamorado de la protagonista… Como digo, todo demasiado previsible.

La recreación de las escenas históricas en las que interviene la protagonista es más plana que Castellón, y que cada vez que la protagonista se encuentre en una encrucijada le vengan recuerdos de su padre desaparecido que casualmente le explicaba lo que le hacía falta, es un insulto a la inteligencia del lector.

La interpretación en el audiolibro por parte de Suzy Jackson, Pete Bradbury y Julian Elfer es muy correcta, pero es que el material de partida ya era deficiente. No puedo recomendar esta lectura.

Cubierta de Where it Rains in Colors

Ya sabemos cuál será la cubierta de la primera novela de Denise Crittendon, una novela afrofuturista que tendrá como título Where it Rains in Colors.

Esta es la sinopsis:

Lileala has just been named the Rare Indigo – beauty among beauties – and is about to embrace her stardom, until something threatens to change her whole lifestyle and turn the planet of Swazembi upside down.

Swazembi is a blazing, color-rich utopia and the vacation center of the galaxy. This idyllic, peace-loving world is home to waterless seas, filled with cascading neon vapors. No one is used to serious trouble here, especially Lileala, a pampered, young fifty year-old whose radiance has just earned her the revered title of Rare Indigo, the highest and most sacred of honours.

But her perfect lifestyle is shattered when her skin becomes infected with a debilitating disease. The unthinkable happens – Lileala Walata Sundiata loses her ability to shimmer. Where her skin should glisten like diamonds mixed with coal, instead it dulls and forms scar tissue. On top of that, she starts to hear voices in her head, making her paranoid and confused.

But Lileala’s destiny goes far beyond her beauty. Soon, a new power awakens inside her and she realises her whole life, and the galaxy, is about to change…

Mi traducción:

Acaban de nombrar a Lileala Rare Indigo (bella entre las bellas) y está a punto de lanzarse al estrellato cuando algo amenaza con cambiar toda su vida y dar la vuelta del revés al planeta Swazembi.

Swazembi es un mundo utópico, lleno de texturas y colores y el centro vacacional de la galaxia. Este mundo idílico y pacifista es el hora de los océanos sin agua, llenos de cascadas de vapores de neón. Nadie está acostumbrado a tener problemas aquí y mucho menos Lileala, una consentida joven de cincuenta años cuya belleza le acaba de otorgar el título de Rare Indigo, el más alto de los honores.

Pero su estilo de vida se rompe en pedazos cuando cuando enferma y sucede lo impensable, Lileala Walata Sundiata pierde su capacidad para brillar. Cuando su piel debería brillar como diamantes mezclados con carbón, en realidad se convierte en tejido cicatricial sin brillo. Por si fuera poco, comienza a oír voces dentro de su cabeza, volviéndose paranoica y cada vez más confundida.

Pero el destino de Lileala va más allá de su belleza. Pronto, un nuevo poder surgirá de su interior y se dará cuenta de que su vida, y la galaxia están a punto de cambiar…

Esta es la cubierta:

Kingdoms of Death

Parece mentira que ya vayamos por la cuarta entrega de esta saga épica de space opera, cuya complejidad y atractivo hace que palidezcan otras en comparación. Aunque normalmente se habla de worldbuilding cuando mencionamos la creación de escenarios, ambientación y cultura que llevan a cabo los autores para dotar de contexto a sus libros, me parece que en el caso de Ruocchio vamos a tener que forjar un nuevo término, el universebuilding, así de grandiosa es la labor que está realizando.

Kingdoms of Death continúa la narración en primera persona de las andanzas de Hadrian Marlowe, pero con un tono mucho más oscuro que las anteriores entregas, con un desesperanza y una tristeza que impregnan cada una de las muchas páginas del libro. Se podría decir que es más comedido en el sentido de que gran parte de la trama transcurre en un solo lugar, aunque en periodo bastante prolongado de tiempo. Es muy difícil comentar una novela que continúa lo narrado en las tres anteriores sin destripar nada y sería injusto hacerlo porque gran parte del placer narrativo que tienen estos libros es ir conectado las piezas que el autor va mostrando poco a poco.

El libro tiene un comienzo que avasalla con una batalla muy bien narrada, pero pronto cambia de rumbo a una historia mucho más personal y triste, una descripción de cómo la tortura y la soledad pueden llegar a quebrantar la voluntad más férrea.

La prosa es maravillosa, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el autor, con sus sólidos conocimientos de cultura clásica reflejados en una sociedad situada miles de años en el futuro. Kingdoms of Death se centra mucho en los sacrificios que se han de realizar buscando un bien mayor, en la balanza moral entre lo que se ofrece y lo que se consigue. ¿Cuánto vale la vida de una persona? es una pregunta siempre presente en este libro.

Como en otras ocasiones he disfrutado de esta novela en formato audiolibro. La labor de Samuel Roukin es estupenda, aunque he de reconocer que en esta ocasión el tono escogido para el peor de los villanos que aparecen no me convence para nada. Me rechinaba que alguien capaz de aniquilar mundos enteros tuviera casi voz de pito, aunque esto como digo es una sensación muy personal que no sé si será compartida por los demás cuando escuchen el audiolibro.

Ya solo nos falta otra novela para poder contemplar esta obra como un ente completo, en ese futuro de dentro de 20000 años con la humanidad bajo la amenaza alienígena.

Eversion

Para mí, siempre es una buena noticia una nueva publicación de Alastair Reynolds, uno de mis escritores favoritos. Sin embargo, por la razón que sea Eversion no ha hecho demasiado ruido en las redes, así que aquí vengo yo dispuesta a subsanar este error.

La novela puede parecer confusa en un principio, por que una expedición marítima en un barco a vela no es un escenario muy habitual para la ciencia ficción. No obstante, poco a poco vamos viendo cosas extrañas que nos hacen pensar que no todo lo que le está sucediendo al doctor Silas Coade entra dentro de lo normal.

Creo que es importante mantener ese velo de misterio y no entrar mucho en la trama, porque parte del juego que propone el autor es ir hallando esas contradicciones y usarlas para hacer nuestras propias conjeturas. Lo cierto es que a mí me ha recordado en cierto modo a Diamond Dogs y eso son palabras mayores.

Ciertamente tiene un inicio lento, pero la tensión va en aumento conforme las situaciones inexplicables se van acumulando. Además, Reynolds utiliza como elemento en torno al que gira parte del misterio un divertimento topológico que es totalmente contraintuitivo, como el propio desarrollo del libro. Una broma de científico para desesperar a sus fans que no poseemos esos conocimientos matemáticos.

Otro tema muy relevante en la novela es el desarrollo de las inteligencias artificiales y en este aspecto resulta un poco raro que haga referencia a los sistemas expertos, que es una expresión bastante denostada hoy en día, justo cuando los padrinos del deep learning han sido premiados con el Princesa de Asturias.

Siempre me ha encantado la forma en la que Reynolds plasma sus vastos conocimientos en las páginas de una forma amena y cautivadora. Es uno de los grandes secretos de su ciencia ficción. También es muy de agradecer que sea un libro completamente autocontenido que por su propia naturaleza no puede tener continuación.

El carisma de los personajes también es uno de los pilares fundamentales de la novela, que nos ofrece un repertorio de miembros de la expedición que podría parecer arquetípico (el encargado de seguridad hercúleo y valiente, el patrocinador obstinado con dejar un recuerdo para la posteridad, el supuestamente inculto pero versado en las artes de la vida marinero…) a los que merece mucho la pena conocer.

Os recomiendo leer esta novela con el menor conocimiento previo posible para poder sorprendernos con el juego de espejos que nos propone el autor. Estoy segura de que no os decepcionará.

August Kitko and the Mechas from Space

Muchas veces nos pasa que ponemos demasiadas expectativas en nuestras lecturas, o que erróneamente pensamos que una novela va a seguir un camino y acaba yendo por otros derroteros. La verdad, cuando vi la cubierta y el propio título de August Kitko and the Mechas from Space, lo primero que se me vino a la cabeza fue David Bowie y la novela Space Opera de Catherynne M. Valente. Ninguna de estas referencias resultó ser válida, la primera porque aunque el libro está basado en la música los personajes ni se acercan en carisma a Ziggy Stardust (misión casi imposible) y la segunda porque Valente adopta como propia la tradición de Eurovisión y la lleva al espacio, elevando la mamarrachez a su máxima potencia y Alex White nos ofrece una obra mucho más comedida.

La Tierra está condenada, porque al igual que la práctica totalidad de las colonias humanas en el espacio está destinada a la destrucción por parte de unos mechas alienígenas de insuperable poder. El pianista de jazz Gus Kitko está pensando en el suicidio justo coincidiendo con la llegada de los Vanguards, pero una improvisación con su piano consigue lo impensable y se convierte en la esperanza de salvación de nuestro planeta.

El punto de partida es algo absurdo, por mucho que digan que la música amansa a las fieras (se ve que a los robots asesinos gigantes teledirigidos también) y hay que aceptar que ese será el tono del libro en general. Hay muchas escenas de acción bastante entretenidas y una historia de amor muy tierna que vemos cómo se va desarrollando poco a poco entre invasión, catástrofe y revelación inesperada. Pero el libro me parece muy descompensado y los protagonistas, bastante planos. Me gustaría que se hubiera explorado más la verdadera causa raíz de la llegada de los Vanguards, porque eso sí que es un tema que merece investigar en profundidad, pero le autore se pierde un poco entre sesiones jam y movimientos poco sutiles del fandom, lo cual me parece una pena.

Tampoco sabía que esta es solo la primera entrega de una serie, aunque la lectura está perfectamente contenida en un solo volumen. Me gusta la representación de la bisexualidad y la presencia de personajes no binarios, me parece que encaja perfectamente con la obra y con lo que resultará ser el futuro de la humanidad. Es solo que mis expectativas me han jugado una mala pasada al escuchar el audiolibro.

La narradora del audiolibro es Hayden Bishop y realiza una tarea muy adecuada al ritmo del libro, aunque su voz no me resulte especialmente musical, como sería lo lógico cuando estás representando a varios artistas de diversas extracciones. No obstante, su labor es muy buena.

No puedo recomendar el libro si no es sabiendo un poco de antemano lo que te vas a encontrar, para que no entres con una expectativas que no se podrán alcanzar.

Drunk on All Your Strange New Words

Tengo la impresión de que cada vez leo menos ciencia ficción a pesar de ser mi género favorito, no sé si porque se publica más fantasía o porque los libros de ciencia ficción que me interesan cada día escasean más. El caso es que con Drunk on All Your Strange New Words hice una apuesta para ver qué me encontraba, aunque la premisa podía dar lugar a un libro humorístico que otra cosa… y no salió bien.

La novela está situada en la Tierra en un futuro no demasiado lejano, donde tenemos que hacer frente a las consecuencias del cambio climático. Pero aunque esto sirve como escenario de la historia, lo verdaderamente importante es la presencia de los alienígenas en nuestro planeta, con delegaciones que se dedican a la investigación de nuestra cultura, muchas veces incomprensible para los Logi.

Drunk on All Your Strange New Words está protagonizada por Lydia, la intérprete humana de uno de estos Logi, con la particularidad de que este trabajo de interpretación (casi de telepatía) tiene como consecuencia que el humano acabe desarrollando unos síntomas muy parecidos a la borrachera. Pero aunque esto le sirve al autor para alguna que otra broma, en realidad parece que lo introdujo en la novela para el juego de palabras del título.

El libro pretende ser un thriller post-contacto, pero se queda a medio camino de todo. Lydia avanza a trompicones en una investigación de asesinato que realmente le viene muy grande y la continuidad de la narración se basa tanto en las casualidades que llega a resultar cargante. No quisiera entrar en el terreno del spoiler, pero los giros y vericuetos del libro aunque sean inesperados no lo son por su novedad, si no más bien por que llueven del cielo sin venir a cuento y sin haber preparado anteriormente el terreno.

En un mundo constantemente vigilado y supervisado, exige demasiada suspensión de la incredulidad las carambolas que hacen avanzar la trama. A lo mejor Lydia te puede llegar a caer simpática, pero todo lo que sucede a su alrededor no consigue mantener el interés. No puedo recomendar el libro.

Mil desiertos

Vaya por delante que la autora de esta recopilación, Cristina Jurado, es muy amiga mía así que es muy probable que esta amistad influya en la valoración del libro. No obstante, he intentado ser lo más imparcial posible en la valoración, porque creo que es lo justo para quien lea esta reseña buscando hacerse una idea sobre las virtudes y defectos de esta obra.

Mil desiertos es una recopilación de parte de la obra corta de Cristina Jurado, seleccionada por la propia prologuista de la obra, Teresa López-Pellisa. En un formato muy manejable recopilan 9 relatos que nos dan una idea de lo variada que es la producción de Jurado, ya que tenemos cuentos que se pueden enmarcar dentro del terror, el humor, ciencia ficción ecológica y varios más. Sabemos que la autora es muy polifacética y uno de los pilares de la difusión del género en España, pero quizá por su labor como editora se conoce menos su parte creativa, que como digo es envidiable.

Los cuentos que forman parte de la recopilación también nos permiten atisbar su evolución como escritora, aunque falten algunos de los más recientes como “Abrazar el movimiento”. Pero es que no estamos ante una recopilación exhaustiva, si no ante una selección que puede servir como carta de presentación de la obra de la autora.

“Hambre”

Un buen comienzo para la recopilación, un relato con ese tono de denuncia que puede ser el hilo conductor de toda la antología.

“Inchworm”

El mensaje no tan oculto de este relato es tan obsceno que te deja marcada tras su lectura.

“Vertedero”

Crítica social sobre un mundo al que nos estamos abocando inexorablemente, con un pequeño componente sobrenatural que compacta el relato y le da más empaque.

“Marea Verde”

El ecologismo ligado a la investigación científica con un añadido feminista que le sienta estupendamente.

“Un cuento de abducciones”

El “tapado” de esta antología, que nos muestra un característica apenas presente en el resto de su obra, pero que nos deja ver cómo Cristina es capaz de desenvolverse con el humor en la ciencia ficción de manera muy divertida. No es nada fácil tener tanta gracia sin caer en el esperpento o la burla, pero ella lo consigue.

“Huevos”

El relato que más me ha impactado, sin duda influida por el momento actual que estamos viviendo respecto a las leyes del aborto.

“La segunda muerte del padre”

Tan terrorífico que soy incapaz de leerlo sin descansar casi entre cada página.

“Vanth”

Me desagrada sobremanera el hilo conductor de esta historia, pero aún así me fascina el mensaje que transmite.

“Lamia”

Cuando la víctima se convierte en verdugo, aunque conozcamos las causas de sus acciones no por ellos se puede racionalizar el dolor que causa la venganza.

A pesar de que hay relatos que me cuesta sobremanera leer por mis propias carencias como lectora, hay que reconocer que Mil desiertos está destinado a ser un imprescindible para los lectores de género en español. Estás tardando en hacerte con esta obra si aún no se encuentra en tu estantería.