Rebellion publicará The Ten-Percent Thief 

En los mentideros de la ciencia ficción está empezando a sonar bastante el nombre de Lavanya Lakshminarayan, así que me alegra mucho saber que una de mis editoriales de cabecera va a publicar The Ten-Percent Thief, definida una novela mosaico cyberpunk.

El libro verá la luz en la primavera del año que viene y esta es la sinopis:

In a future where the world’s nations have collapsed and Bangalore has been rebranded as Apex City, the elite Virtuals and downtrodden Analogs live on either side of an electric shield that strikes through the city’s centre. Technology is the key to power, so when Analog thief Nāyaka steals a genetically-modified jacaranda bud, and plants it on the Analog side of the city, the tree that blossoms becomes a clarion call for rebellion.

Mi traducción:

En un futuro donde las naciones del mundo han colapsado y Bangalore se llama ahora Apex City, los Virtuals de la élite y los denostados Analogs viven en lados opuestos de un escudo eléctrico justo en medio de la ciudad. La tecnología es la llave para alcanzar el poder, así que cuando la ladrona Analog llamada Nāyaka roba un brote de jacaranda genéticamente modificado y lo planta en la parte Analog de la ciudad, el árbol floreciente es una llamada a la rebelión.

Cubierta y sinopsis de The Garden of Empire

Ya sabemos cuál será cubierta de The Garden of Empire, la segunda entrega de la serie Pact and Pattern, de J.T. Greathouse, que comenzó con The Hand of the Sun King.

Esta es la sinopsis:

WAR MAKES MONSTERS OF EVERYONE.

Foolish Cur, once named Wen Alder, finds that his allies in the rebellion might cross any line if it means freedom from the Empire. But he can’t overcome a foe as strong as Emperor Tenet alone.

REBELLION HAS UNINTENDED CONSEQUENCES.

Koro Ha, Foolish Cur’s former tutor, discovers the Empire is not so forgiving of those who raise a traitor. And their suspicion may cost him and his people more than he can imagine.

THE GODS ARE LURKING IN THE SHADOWS.

As war against the Empire rages, Foolish Cur knows there is a greater threat. The emperor plans his own coup against the gods, and they will wreak destruction if he tries. To stop him, Foolish Cur might have to risk everything – and resort to ancient magics that could tear the world apart.

Mi traducción:

LA GUERRA CONVIERTE EN MONSTRUOS A TODOS.

Foolish Cur, antes llamado Wen Alder, ve que sus aliados rebeldes están dispuestos a cualquier cosa en su lucha contra el imperio. Pero él no puede ganar a alguien tan poderoso como el emperador Tenet solo.

LA REBELIÓN TIENE CONSECUENCIAS INESPERADAS

Koro Ha, el antiguo tutor de Foolish Cur, descubre que el imperio no perdona a quienes criaron a un traidor. Y las sospechas pueden costarle a él y a su gente más de lo que puede imaginar.

LOS DIOSES ACECHAN EN LAS SOMBRAS

Mientras la guerra contra el imperio va creciendo, Foolish Cur sabe que hay una amenaza aún mayor. El emperador planea su propio golpe contra los dioses, que traerán destrucción si lo intenta. Para detenerle, Foolish Cur tendrá que jugarse el todo por el todo y recurrir a magia tan antigua que puede destruir el mundo.

Esta es la cubierta, obra de Patrick Knowles:

Sweep of Stars

Afronto la reseña de este libro con sensaciones contradictorias, ya que he de valorar por una parte el atractivo innegable de las ideas expuestas pero en el otro lado de la balanza he de situar la dificultad que he tenido para leerlo.

Sweep of Stars es un libro ambicioso, la primera parte de una trilogía de ciencia ficción escrita con unas raíces africanas muy presentes en toda la obra. El escenario es fascinante y la cultura que se nos describe no puede ser más atractiva. El problema, a mi entender, está en la ejecución.

Los numerosos puntos de vista están también escritos utilizando distintas personas, y aunque parece que la segunda persona del singular está de moda últimamente, hay que saber utilizarla muy bien, como por ejemplo en Ogres. No contento con esto, Maurice Broaddus también utiliza la segunda persona del plural en una nueva vuelta de tuerca que no parece del todo justificada. Las muchas voces utilizadas en la narración nos ofrecen la pluralidad de la que hace gala la organización espacial descrita en el libro, pero en ocasiones resulta confusa y hace perder un poco de coherencia a la historia. También es posible que este problema sea exclusivamente mío, ya que a estos cambios se añade el uso de terminología propia que me hacía tener que recurrir muy a menudo al glosario, por lo que se rompía un poco la continuidad de la lectura. De nuevo, esta puede ser mi percepción y que otra persona con mayores conocimientos de Diáspora africana no tuviera tanta necesidad de muletas como a mí me han hecho falta.

Los temas tratados son tan variados como interesantes. Desde el fanatismo religioso a las posibles organizaciones políticas, desde el recuerdo de la esclavitud a la exploración de agujeros de gusano, desde las conspiraciones políticas al amor y la preocupación de una madre por su hijo enfermo… Son temas universales, pero aún así el autor consigue añadirles una pátina de originalidad por la situación en la que se desarrollan.

Estamos hablando de una novela colosal que puede marcar un hito en el afrofuturismo, y de la que me gustaría leer la continuación, espero que con más conocimiento que me permita sumergirme con mayor facilidad en la lectura.

Cubierta de The Long Game

Gracias a Marcheto, del imprescindible Cuentos para Algernon, me he enterado de que ya hay cubierta para The Long Game, la tercera entrega de la “saga” que comenzó con Prosper’s Demon, recientemente publicado en España.

Esta es la sinopsis:

The unnamed narrator of The Long Game is an Adept, a member of an Ecclesiastical order charged, among other things, with opposing a race of immaterial demons, creatures capable of possessing and controlling human minds. Complicating the narrator’s life is the fact that, over time, he has developed a cordial “relationship” with one of the demons. Complicating matters further is the unexpected arrival of Amalasomtha, a young woman with impossible abilities who claims to have come from the remote—perhaps mythical—country of Idalia. She also claims that, for reasons she does not entirely understand, she has been tasked with capturing one such demon and returning with it to Idalia. The truth, it turns out, is considerably more complex.

Amalasomtha’s arrival sets in motion a chain of events encompassing murder, magic, deception, and an array of unintended consequences. By the story’s end, this consistently witty account of demonic possession, hidden agendas and Ecclesiastical politics has taken us to some unexpected places and given us a glimpse of a larger story still, the “long game” that lies at the heart of all human history. 

Mi traducción:

El anónimo narrador de The Long Game es un Adepto, un miembro de la orden eclesiástica que se encarga, entre otras cosas, de enfrentarse a una raza de demonios incorpóreos capaces de poseer y controlar a los humanos. Para complicar las cosas, a lo largo del tiempo el narrador ha cultivado una relación casi cordial con uno de estos demonios. Y para complicarlas aún más llega Amalasomtha, una joven con habilidades imposibles que dice venir de la remota y quizá inexistente ciudad de Idalia. También afirma que, por razones que no entiende bien, debe capturar a un demonio y llevarlo a Idalia. La verdad acaba siendo bastante más compleja.

La llegada de Amalasomtha desencadena una serie de acontecimientos que incluirán un asesinato, magia, traición y muchas consecuencias inesperadas. El final de la historia en este inteligentísimo relato de una posesión demoníaca, los intereses ocultos y las políticas eclesiásticas nos llevarán a lugares inesperados y nos dejarán entrever una historia aún mayor, el Long Game del título que yace en el corazón de la historia humana.

La ilustración es obra de Vincent Chong:

Roadmarks

La tiranía de las novedades es una expresión que se aplica bastante bien a la elección de mis lecturas, aunque algunas veces me rebelo contra ella para redescubrir algún libro que se pasó desapercibido en su momento, o directamente es más viejo que yo, como es el caso de Roadmarks, de Roger Zelazny. Aprovechando que existe versión en audiolibro, me puse con esta obra de ciencia ficción que podría estar escrita perfectamente en la actualidad, no ha envejecido casi nada.

Hace poco reseñé Last Exit y me ha llamado mucho la atención leer Roadmarks, que parece claramente una precursora de la nueva obra de Max Gladstone después y no antes.

La idea en la que se basa Roadmarks es una carretera en la que se viaja en el tiempo, hacia el futuro si vas en una dirección y hacia el pasado si vas en la contraria. Esta idea, escrita hace más de 40 años, ya debió de ser rompedora en su momento, pero si además le añadimos el carácter experimental del libro, del que hablaré a continuación, la mezcla es explosiva. Y hay dragones, por si faltaba algo.

Los capítulos de la novela se dividen en dos tipos: unos que siguen una narración más o menos lineal y otros que son tramas secundarias que influyen en la historia pero que están totalmente desordenadas, por lo que es labor del lector ver qué posición ocupan dentro de la línea del tiempo. Esta tarea, no es fácil, pero lo es aún menos con el formato audiolibro, ya que todo queda a merced de la memoria del lector, porque es más complicado ir saltando de capítulo y viendo donde encaja cada pieza con un audio que con un libro físico o digital.

La narración de Matt Godfrey es estupenda, te sumerge en la lectura y facilita la comprensión con su forma de interpretar a cada personaje. Pero, como ya he dicho antes, no me parece que Roadmarks sea un libro al que le favorezca especialmente el formato.

Zelazny también hace gala de su portentosa imaginación en cada capítulo del libro. Prácticamente en el comienzo nos encontramos con T-Rex teledirigido que simplemente está ahí porque supongo que le haría gracia en ese momento, no tiene más relevancia en la historia. Me gusta también cómo explica la posibilidad de que se altere la historia conocida hasta ahora como distintas salidas de la carretera y cómo las que se alteraron en su momento fueron quedando en desuso y ahora son prácticamente intransitables.

El nudo de la novela trata sobre Red Dorakeen, un viajero de esta autopista infinita que es incapaz de dejar de viajar porque tiene interés una búsqueda, aunque realmente no sabe lo que está buscando. Y, también por razones desconocidas, un antiguo socio lanza una compleja operación buscando su muerte, para lo cual dispone de 10 oportunidades. No quiero entrar más en la trama por no destripar el libro, aunque tratándose de Zelazny es difícil que se vea venir el desarrollo de la historia.

Una lectura entretenidísima y una justa reedición de un clásico de la ciencia ficción que sigue vigente hoy en día.

Gallant

Siempre que V.E. Schwab publica algo nuevo, estoy ojo avizor para ver cuándo puedo leerlo, aunque haya tenido algunos chascos, también me ha dado alegrías. La sinopsis de Gallant me hacía suponer que me sacaría de mi zona de confort pero he decir que a pesar de ser una historia de fantasmas no me ha asustado, me he sentido cómoda leyéndola.

El problema con Gallant es que es demasiado lenta en su primera parte, tanto que estos primeros capítulos se convierten en un lastre para el disfrute del resto del libro, que va remontando en interés pero no llega a compensar el principio. Es una lástima, porque la historia en sí es atractiva, pero la presentación es tan sosegada que llega a resultar parsimoniosa y mata el ritmo de lectura.

Al disponer de una versión electrónica del libro tampoco he podido disfrutar de las ilustraciones de  Manuel Sumberac que sin duda aportan mucho más al libro de lo que yo he podido ver, ya que son una parte fundamental de la trama.

A pesar de estos inconvenientes, no negaré que la segunda mitad del libro sí que consiguió interesarme, tras una “revelación” que da un vuelco a todo lo que conocíamos con anterioridad. Quizá este cambio haya llegado demasiado tarde para que la autora nos pudiera ofrecer una obra más redonda, pero sí que consigue enmendar parte de los errores iniciales.

La prosa de la Schwab es estupenda, como nos tiene acostumbrados, hilando de forma muy adecuada el ambiente opresivo del que escapa la protagonistas por casualidad con lo que se encuentra cuando llega a Gallant, que tampoco es el hogar acogedor que podría haber imaginado. Además, las descripciones de los ghouls que pueblan este mundo fantástico son bastante crudas, con miembros cercenados o rostros terriblemente deformados, pero en ningún momento llegan a ser desagradables. Son como uno espera que sean condenados al sufrimiento.

La representación del amor fraternal y de las relaciones familiares a través del espejo del sufrimiento y la entrega me resultan también muy atractivas, sobre todo desde la perspectiva de alguien que no las recuerda desde su infancia.

Si bien no puedo decir que sea una de las obras de la autora que más me hayan gustado, sí que es un libro correcto y disfrutable.

Gallant está publicado en español por Umbriel narrativa con traducción de Natalia Navarro Díaz.

Cubierta de Someone in Time

El plantel de autores que ha seleccionado Jonathan Strahan para su nueva recopilación de mano de Rebellion Publishing es apabullante. Autores como Alix E. Harrow, Zen Cho, Seanan McGuire, Sarah Gailey, Jeffrey Ford, Nina Allan, Elizabeth Hand, Lavanya Lakshminarayan, Catherynne M. Valente, Sam J. Miller, Rowan Coleman, Margo Lanagan, Sameem Siddiqui, Theodora Goss, Carrie Vaughn, Ellen Klages… son un sello de garantía de calidad.

El libro se titulará Someone in Time y esta será la portada:

La historia triste de un hombre justo

Los lanzamientos de la nueva editorial Red Key están siendo muy ilusionantes, así que cuando me brindaron la oportunidad de leer La historia triste de un hombre justo, no lo dudé.

Es cierto que recuerda un poco la ucronía de Eduardo Vaquerizo, pero mientras que esas novelas se pueden considerar ciencia ficción esto es fantasía en mundo secundario, aunque el siglo de oro español es claramente la inspiración de ambas. De hecho, quizá lo más llamativo sea ese sistema mágico que se basa en la música, muy bien pensado e hilado con la situación política de Ísbar, la tierra donde transcurren los acontecimientos.

El autor ha llenado de referencias a España las páginas del libro, levemente ocultas para todo aquel que sepa leer entre líneas. Es una auténtica gozada ir captando las referencias y aunque supongo que habrá más que se me habrán pasado por alto, la crítica es bastante acertada. Me gusta también ese ligero aire steampunk en la novela, aunque no se explique mucho el desarrollo de esa industria cuando la magia estaba tan a mano.

Es cierto que la longitud de la obra y el uso de un castellano antiguo plagado de expresiones particulares pueden resultar un impedimento a la hora del disfrute de la lectura, pero para eso también se ha incluido un glosario para consulta que puede servir de gran ayuda.

Otro tema que me ha dejado un poco perpleja es la forma de nombrar a los personajes, quizá buscando un sentimiento de extrañeza por parte del lector, porque algunos de ellos suenan como transcripciones de palabras en español mientras que otros parecen generados por una sopa de letras. Entiendo que el autor habrá desarrollado esta parte con tanto cuidado como los otros aspectos de la construcción del mundo en el que se desarrolla la novela, pero no deja de llamar la atención.

El protagonista indiscutible de la obra es Dragos Corneli, que tras el exilio provocado por sus actos hace más de una década vuelve a la ciudad que le vio nacer por llamamiento del propio emperador. Al llegar, se encontrará con una conspiración en la que se ve envuelto que poco a poco irá atenazándolo a pesar de sus dotes como bardo y su inteligencia. La primera persona escogida para llevar la narración (tan solo hay un capítulo desde otro punto de vista), hace que gran parte de la novela se fundamente en el carisma del personaje y por suerte Ángel González Olmedo sale totalmente airoso del envite.

Como ya no acostumbro a leer en formato físico, creo que también merece la pena comentar la edición de la novela. Es un libro bastante voluminoso, pero es cómodo de leer, con un tipo de letra que facilita la lectura y un gran cuidado en la edición propiamente dicha.

Así que no me queda más que dar la bienvenida tanto a este autor novel como a la editorial que lo ha publicado, de la que esperamos muchas cosas.