Infinity Wars

Aunque en general la serie Infinity de Jonathan Strahan me gusta, esta última entrega me ha parecido bastante floja. Veamos por qué.

Evening of the Span of Their Days, Carrie Vaughn

Los inicios de la guerra desde la perspectiva de un taller de reparación espacial. Flojo.

The Last Broadcasts, An Owomoyela

Con una interesante premisa sobre el control de la información en un conflicto bélico y una protagonista “particular”, creo que esta historia podría haber dado más de sí, pero se queda en poco.

Faceless Soldiers, Patchwork Ship, Caroline M Yoachim

Utilizando como base una de las paradojas que tanto interesan a la autora, pero con cierto toque pulp descerebrado, este relato celebra las diferencias y se postula como mensajero de las buenas relaciones entre especies.

Dear Sarah, Nancy Kress

Interesante relato sobre cómo afecta a los más desfavorecidos la adquisción de nuevas tecnologías. En este caso, llegan de la mano de los extraterrestres, pero el problema de fondo no es ese. Kress nos hace reflexionar sobre los cambios y cómo afrontarlos.

The Moon is Not a Battlefield, Indrapramit Das

Este relato mezcla la cultura india con una narración realista de combates lunares en una guerra fría que se desarrolla principalmente en nuestro satélite. Más que recomendable.

Perfect Gun, Elizabeth Bear

La antropomorfización de los objetos llevada a un límite obsesivo. Olvidable.

Oracle, Dominica Phettaplace

Inocente y divertida aproximación al nacimiento de una IA omnisciente. Al principio parece un relato premonitorio sobre la pérdida de privacidad, pero pronto deriva a un alegato pacifista.

In Everlasting Wisdom, Aliette de Bodard

En este relato, Aliette pervierte una de las ideas fundamentales del universo de Xuya, la concepción de las Mentes en un cuerpo humano. La perversión viene de introducir aliens en el cuerpo para controlar la mente, subyugada al eterno emperador. Inquietante.

Command and Control, David D. Levine

Un conflicto enquistado por un territorio con recursos eternamente en disputa, una nueva tecnología que podría cambiar el curso de la guerra pero que queda en nada y una idea original para buscar una solución al conflicto. Demasiadas casualidades sustentan este relato como para resultar creíble.

Conversations with an Armory, Garth Nix

Pasatiempo humorístico sobre la burocracia obsoleta que te arrancará una sonrisa.

Heavies, Rich Larson

Un lugar aparentemente idílico pero con un pasado reciente de rebelión visto a través de los ojos del encargado de vigilar que todo siga pacífico. El giro final es bastante previsible, la verdad.

Overburden, Genevieve Valentine

Aburrido y lento. No ha conseguido interesarme este relato repleto de traiciones.

Weather Girl, E.J. Swift

Partiendo de una base parecida al relato de An Owomoyela incluído en esta misma antología, este relato sobre el cambio climático y el manejo de información resulta atractivo y preocupante, por lo realista que es.

Mines, Eleanor Arnason

Aunque los elementos que utilizar Arnason para crear estos relatos son interesantes, como una guerra por colonizar un planeta con recursos y el uso de animales modificados para comunicarse telepáticamente con los soldados, el resultado final no es muy destacable.

ZeroS, Peter Watts

Complejo relato con algunos de los temas que se repiten periódicamente en la obra de Watts, como la compartimentación mental o la “zombificación” para usos militares. Aunque es interesante la aproximación científica a la posibilidad de que varias mentes compartan el mismo cuerpo, al final el relato no conduce nada.

En resumen, aunque hay algunos relatos llamativos, el nivel general de la recopilación es bastante decepcionante. Espero que la siguiente entrega del proyecto Infinity nos traiga una selección más atractiva.

Sellos de Star Wars

Los fans de Star Wars del Royal Mail o sus sagaces expertos en marketing han decidido producir una serie de sellos postales dedicada a Star Wars,  con motivo del lanzamiento a finales de año de Star Wars : The Last Jedi.

Las ilustraciones son del artista Malcolm Tween y al parecer algunas tienen detalles que solo se pueden ver con luz ultravioleta.

Los sellos vienen en varias presentaciones, aunque a mi personalmente me gusta esta:

Finalistas de los premios WSFA Small Press Award

Aquí os traigo los finalistas de los WSFA Small Press Award dedicado a la publicación de relatos por parte de pequeñas editoriales.

  • “Foxfire, Foxfire,” de Yoon Ha Lee, publicado en Beneath Ceaseless Skies, ed. por Scott H. Andrews, (marzo 2016);
  • “Jupiter or Bust,” de Brad R. Torgersen, publicado en Orson Scott Card’s Intergalactic Medicine Show, ed. por Edmund Schubert, (marzo / abril 2016);
  • “The Mytilenian Delay,” de Neil James Hudson, en Hyperpowers, ed. por Bascombe James, publicado en Third Flatiron Publishing (mayo 2016);
  • “Only Their Shining Beauty Was Left,” de Fran Wilde, publicado en Shimmer Magazine, ed. por E. Catherine Tobler, (Septiembre 2016);
  • “Radio Silence,” de Walter H. Hunt en Alien Artifacts, ed. por Joshua Palmatier y Patricia Bray, publicado por Zombies Need Brains, (2016);
  • “A Salvaging of Ghosts,” de Aliette de Bodard, publicado en Beneath Ceaseless Skies, ed. por Scott H. Andrews, (marzo 2016);
  • “The Tomato Thief,” de Ursula Vernon, publicado en Apex Magazine, ed. por Jason Sizemore, (enero 2016);
  • “Vengence Sewn With A Fey Cord,” de Christine Lucas, publicado en The Future Fire, ed. por Djibril al-Ayad, (Abril 2016);
  • “The Witch’s Knives,” de Margaret Ronald, publicado en Strange Horizons, ed. por Niall Harrison, Jane Crowley, Kate Dollarhyde, Lila Garrott, Catherine Krahe, An Owomoyela, y Vajra Chandrasekera, (octubre 2016).

¡Enhorabuena a los nominados!

The Liberation

Gracias a mi gran amigo @mertonio finalmente pude leer la entrega final de la trilogía The Alchemy Wars, de Ian Tregillis. Después de la excelente primera entrega y la algo más endeble segunda parte, con The Liberation Tregillis consigue cerrar el ciclo de una forma estupenda y plenamente satisfactoria.

Para rematar el círculo del viaje que comenzó en Europa para continuar en el Nuevo Mundo, de nuevo los capítulos que se desarrollan en el Viejo Continente cobran más importancia que los americanos, que también siguen presentes. Me parece una forma muy inteligente de equilibrar los distintos puntos de vista, desplazando el foco de interés al mismo tiempo que el de la acción.

Los personajes siguen siendo casi los mismos que en los libros anteriores (los que sobreviven) pero han cambiado profundamente. Las vicisitudes por las que ha pasado Daniel le convierten en un ser casi místico para sus congéneres, mientras que las damas de las potencias enfrentadas prosiguen con sus maquinaciones, pero con el miedo en el cuerpo, ya que la balanza se ha desequilibrado definitivamente.

Narrativamente, el ritmo sigue un crescendo envidiable, con ese toque rozando el gore que tanto gusta al autor y dejando quizá un poco de lado el discurso sobre el libre albedrío que fue fundamental para The Mechanical. En este sentido, el discurso vira hacia la esclavitud y la liberación de los seres mecánicos, con las consecuencias que puede traer para un mundo cuya economía y forma de vida está basada en el trabajo forzado. El alzamiento de los robots es un tema muy manido en la ciencia ficción, pero el autor de Minnesota consigue darle un aire de novedad con el escenario ucrónico utilizado. Todo un acierto.

Tampoco es una novela perfecta. Una planificación de siglos, como aquella a la que se hace referencia en la segunda parte del libro, no debería depender de tantas casualidades para llegar a su fin. Los remordimientos de algunos de los protagonistas son tardíos y suenan falsos. Algunos personajes aparecen y desaparecen en la nada para hacer su pequeña contribución a la trama pero sin aportar nada más.

Pero estos fallos son prácticamente despreciables. A la sombra de otras trilogías mucho más famosas, The Alchemy Wars ha pasado injustamente desapercibida y ya es hora de que se hable más de ella.

Null States

La ciencia ficción es, por definición, un campo abierto a la especulación. Aplicada en el campo de la política, la ciencia ficción ha dado lugar a obras singulares como Ex-machina, de Brian K. Vaughan y Tony Harris. Otro título que se salió  de lo corriente, fue Infomocracy.

Null States es la continuación de Infomocracy, y ahonda sobre las ideas políticas de la primera entrega. Es importante comprender que el sistema de microdemocracias en el que se sustentan estas obras, ni es omnisciente ni es universal, por que existen estos estados que siguen siendo naciones (Rusia, China, la siempre imperturbable Suiza…) que son como agujeros negros para Information. Cada uno de estos estados lo es por sus propias razones, tales como aislacionismo, protección de la privacidad o simple despotismo. Esta novela explora la influencia de estos puntos ciegos para el sistema de microdemocracias postulado por Older, que al contrario que otros autores se centra en la implantación de un sistema, no en su desarrollo cuando ya está en funcionamiento. Y los comienzos nunca son sencillos.

La acción se basa en una zona de Sudán que ha adoptado recientemente el nuevo sistema político y que requiere un seguimiento más personalizado para llevar la transición a buen cauce. Aparece sin embargo un elemento disruptivo, un asesinato que pone patas arribas un sistema de por sí débil en su concepción.

La narración toma dos vías, por una parte la que se desarrolla en Sudán, con una investigación de asesinato un tanto chapucera porque si todo depende de la información que obtienes de las fuentes automatizadas y NO hay fuentes automatizadas apenas, poco podrás rascar. Esta parte de la novela me ha resultado fallida, por la falta de recursos de los protagonistas y por el bloqueo que les supone no disponer de sus herramientas habituales. La otra parte es una trama de espionaje apasionante, aunque breve, con escenas de acción, persecuciones, infiltración… lo tiene todo. Muy inmersiva y bien narrada.

¿Por qué este contraste tan exagerado? Supongo que Older no quería escribir un thriller de espionaje sin más y quería seguir explorando la microdemocracia, solo que… no ha conseguido equilibrar la narración.

Lo mismo pasa con los personajes. Mishima, a quien ya conocíamos con anterioridad, protagoniza las escenas más interesantes de la novela, persiguiendo a los autores de un atentado o infiltrándose en una antigua superpotencia gracias a los culebrones a los que es adicta (no es broma). Pero los personajes de la otra parte de la historia parecen sombras, no desarrollan una historia propia. Roz se salva un poco, pero no mucho, de esta generalización apabullante.

A pesar de estos aspectos negativos, sigo con curiosidad por saber cómo se desarrollará la tercera novela, porque en el final de Null States aparece un nuevo jugador que promete emociones fuertes.

Libro gratis : Seven Views of Olduvai Gorge

El libro Phoenix Pick de este mes, disponible para su descarga en la modalidad paga-lo-que-quieras, es Seven Views of Olduvai Gorge de Mike Resnick.

Os pongo la sinopsis y la portada:

In the far future, eons after the demise of Humanity and its far-flung galactic empire, a group of alien archeologists visits Earth to uncover the secret of the dead race’s initial overwhelming success and its ultimate death.

Digging through layers of archeological strata at Olduvai Gorge, they discover seven unique artifacts, each related to a different era of humanity’s history and each telling a unique story about humankind’s strengths and weaknesses. But are they prepared for their final discovery, which will change their worlds forever?

Seven Views of Olduvai Gorge is one of the most celebrated novellas ever written. It not only won both the Hugo and Nebula, but also the HOMer award and the SF Chronicle Poll and was a nominee for the Locus Award and the Sturgeon Award. It was also nominated for a number of international awards, winning the Ignotus and the Universitat Polytechnica Awards in Spain, the Prix Ozone Award in France and the Futura Award in Croatia.

The Stone Sky

La esperadísima finalización de la trilogía The Broken Earth de N.K. Jemisin apareció un día en mi lector de libros electrónico y no pude dejarla de lado mucho tiempo, porque tenía unas enormes ganas de saber cómo había acabado la autora una serie tan laureada. Si bien tiene algunos fallos y para mí no llega a brillar tanto como sus antecesoras, nos encontramos ante un libro sólido que cierra la historia de forma satisfactoria.

El pilar principal de la novela son los personajes. Exquisitamente desarrollados y con múltiples escalas de grises, vemos como sus relaciones varían del amor al odio o a la indiferencia, en una suerte de entramado dotado de vida propia. Me encanta como Jemisin ha conseguido dotar a cada uno de ellos de su voz propia y cómo se reponen de los avatares a los que se ven expuestos.

Especialmente interesantes son los capítulos de Hoa, situados en el pasado, que aportan muchísima información que desconocíamos. A veces me atrevería a decir que demasiada, porque llega a saturar.

La autora ha conseguido dar una nueva vuelta de tuerca al tema del racismo, esta vez sin tapujos ni cortapisas. Ya no es solo que a ciertas personas se las considere inferiores, la apropiación cultural también está representada en The Stone Sky.

En la parte negativa cabe destacar los cambios de escenario, que no acaban de sentarle bien a la narración, atascándose más de una vez. El ritmo se ve influenciado por estos cambios y en algunos capítulos tarda en remontar. En ocasiones, la autora está a punto de caer en el infodump, conforme la historia se va volviendo más de ciencia ficción y menos de fantasía. Realmente, la historia nunca termina de encasillarse en ninguno de los dos géneros, pero la deriva hacia la ciencia ficción es manifiesta en esta última entrega.

Por contra, la prosa sigue siendo espectacular. El uso de la segunda persona del singular en uno de los puntos de vista sigue siendo un recurso válido, difícil de llevar a cabo pero resuelto con soltura. Algunas de las nuevas palabras forjadas para The Stone Sky son aparentemente sencillas pero definen los nuevos términos de forma tan clara que ni siquiera hace falta explicarlas. Formar nuevos vocablos no es baladí, pero la neoyorquina hace que suenen como si fueran habituales en nuestros oídos.

¿Y vosotros? ¿Habéis terminado ya la trilogía? ¿Qué os ha parecido?