Ya sabemos cuál será la portada de The House of Styx, la precuela de la exitosa saga The Quantum Evolution de Derek Kunsken. El libro saldrá a la venta en formato electrónico en agosto y en tapa dura en abril de 2021.
Esta es la portada:


Lecturas de ciencia ficción y fantasía
Ya sabemos cuál será la portada de The House of Styx, la precuela de la exitosa saga The Quantum Evolution de Derek Kunsken. El libro saldrá a la venta en formato electrónico en agosto y en tapa dura en abril de 2021.
Esta es la portada:

Se acaban de anunciar los nominados a los premios Arthur C. Clarke de este año, son los siguientes:
– The City in the Middle of the Night – Charlie Jane Anders
– The Light Brigade – Kameron Hurley
– A Memory Called Empire – Arkady Martine
– The Old Drift – Namwali Serpell
– Cage of Souls – Adrian Tchaikovsky
– The Last Astronaut – David Wellington
¡Enhorabuena a los nominados!
Una vez más tenemos la fortuna de contar con la colaboración para una reseña de Antonio Díaz, con quien en esta ocasión he compartido la lectura de Network Effect. Ponga un @mertonio en su lecturas, descubrirá cosas que le habían pasado desapercibidas.
Se habían creado muchas expectativas respecto a la novela de Murderbot, tras cuatro novelas cortas sobre el personaje creado por Martha Wells de interés decreciente. La salud de la serie estaba garantizada por los premios cosechados por las dos primeras entregas. Sin embargo, no se puede negar que Wells estaba repitiendo demasiado la fórmula ganadora perdiendo frescura como resultado.

¿Cómo volver al exitoso camino marcado en un principio? La solución utilizada por Wells s sencilla y a prueba de errores: reutilizar los puntos fuertes de la historia de Murderbot volviendo a ponerlos en el centro de la narración.
Eso significa que nos encontramos ante una novela rebosante de acción frenética a varios niveles y tan detalladamente narrada como viene siendo habitual en nuestro reluctante héroe artificial. No solo la reaparición de algunos personajes conocidos si no la incorporación de otros nuevos pero también interesantes dota de gran humanidad a la historia de robot asesino adicto a las telenovelas. Combinado con el innegable oficio de una autora con tantas novelas en su bibliografia, da lugar a un producto perfectamente disfrutable.
La novela destaca por aquello que hizo tan popular a su primera entrega: el monólogo interior del protagonista. Murderbot intercala la narración de lo que ocurre con sus afiladas apreciaciones al respecto. Un humor negro que describe el comportamiento humano como absurdo y extraño, mientras el protagonista nos cuenta por qué no se puede dejar a los humanos a cargo de tareas importantes (como su propia seguridad). Dentro de los muchos diálogos que conforman la novela son especialmente memorables los que implican a Murderbot y ese personaje al que nos referíamos anteriormente recuperado de las primeras historias cortas.
La trama central corre alrededor de un misterio al que se le da demasiado bombo para lo que termina siendo, con una exposición que acaba siendo repetitiva, pero el viaje merece la pena.
En definitiva, una obra bastante sólida que volverá a atraer a los fans incondicionales pero que también puede convencer a los que quedaron algo decepcionados con las últimas entregas.
Network Effect es la primera novela de Murderbot pero no será la última. Ya está programada la publicación de su continuación en la primavera del 2021.
.
Está disponible para su descarga gratuita la antología Strangest of All, cortesía del European Astrobiology Institute.
Aquí tenéis los enlaces:
Estas son los relatos incluidos:

Gracias a Elías por el aviso.
Se han dado a conocer los finalistas de los premios Theodore Sturgeon, otorgados por el Gunn Center for the Study of Science Fiction. Son los siguientes, con su enlace correspondiente si están disponibles online:
¡Enhorabuena a los nominados!
Esperaba con mucha curiosidad la primera novela “larga” de Benjanun Sriduangkaew. Sus novelas cortas como Scale-Bright o Mirrorstrike ya dejaban entrever que el resultado sería bueno, pero al final el salto de una extensión a otra conlleva riesgos.

Es innegable que la prosa de la autora sigue siendo una de las más cuidadas de la ciencia ficción. En esta ocasión, está acompañada de una trama política intrincada y absorbente, con planes que llevan décadas en ejecución para poder adelantarse a la vigilancia de una inteligencia artificial que todo lo controla, Samsara.
Me ha encantando el aspecto especulativo de la obra, investigando cómo podría ser el desarrollo de una inteligencia artificial que ha sido creada por humanos y que, por lo tanto, podría tener fallos desde su propio origen, heredados de sus creadores. El hecho de que el objetivo de Samsara sea proteger a los humanos y mejorar su vida no le impide atacar a aquellos que viven fuera de sus fronteras, dando lugar a una contradicción con la que hasta el más avanzado algoritmo tendría problemas. Benjanun maneja este dilema con maestría, dividiendo la propia psique (si esta es la palabra adecuada) de la inteligencia artificial.
Otro de los temas que el libro trata con descarnada dureza es el dilema de la inmigración. Los supervivientes de las purgas en sistemas remotos ansían llegar a Samsara, ese Edén donde la “benevolente” IA cuidará de tí y de tu familia para hacerte feliz. El proceso de admisión sin embargo es frío y aséptico y las posibilidades muy bajas a menos que tengas algo interesante que ofrecer. Y los campos de confinamiento no son mejores, donde los poderosos dan rienda suelta a sus bajas pasiones aprovechándose de los desesperados.
También podríamos hablar de la constante vigilancia y monitorización de todos los seres en el planeta, por su propio bien. Pero esto es algo que ya parece anecdótico e inevitable en una sociedad de este tipo.
Sriduangkaew no deja pasar la oportunidad para incluir las escenas de sexo explícito a las que también nos tiene acostumbradas, incluso con algo de sadomasoquismo para añadir a la mezcla. Pero me parece importante resaltar la aparición del consentimiento en estas relaciones. Y qué decir de la representación de las distintas sexualidades a lo largo del libro. El uso de pronombres variados que hace que el lector se tenga que plantear qué quiere decir exactamente un personaje que se autoproclama they o xe o cualquier otro. Una invitación a explorar un mundo quizá algo desconocido, pero sin duda a la orden del día.
Añadimos al conjunto algunas escenas de acción y peleas bastante bien narradas y tendremos una space opera de lectura muy entretenida aunque algo desafiante por momentos, ya que la forma de escribir de la autora no es un inglés muy asequible. El esfuerzo merecerá la pena.
Quizá conozcais la sección que tuve el placer de escribir para la revista Supersonic, llamada Reconocimiento Digital. En ella intentaba descifrar las características definitorias de un autor en particular, repasando algunas de estas marcas registradas en relación con su obra. Era una labor trabajosa pero que me gustaba, ya que me servía para aclarar ideas respecto a los escritores y también para que tuvieran una carta de presentación ante el público que leyera la revista. No sé si cumplí mi objetivo, pero para este especial dedicado a K.J. Parker pensé que sería un buen colofón rematarlo con un reconocimiento digital dedicado a su obra.
K. J. Parker es el pseudónimo de Tom Holt, un autor con una considerable trayectoria a sus espaldas. Holt creó este alias para diferenciar sus obras algo más serias de su trayectoria habitual e incluso dos de sus novelas vieron la luz en España. Sin embargo, creo que sigue siendo un poco desconocido por estos lares, a pesar de la labor de divulgación que ha realizado Marcheto en Cuentos para Algernon, traduciendo algunas de sus obras.
La escritura de Parker tiene algunas características definitorias que lo hacen destacar y mucho en contraste con otras obras de fantasía, quizá más volcadas en la acción y la aventura que en la descripción y en la verosimilitud de los acontecimientos narrados. En este aspecto, se puede decir que la obra de Parker depende de las estructuras, tanto metafóricas como reales. Resulta apasionante ver volcados conocimientos de ingeniería y fabricación de la época antigua en una obra fantástica. Por ejemplo, en uno de sus títulos más recientes, Sixteen Ways to Defend a Walled City, el protagonista es un ingeniero que casi sin comerlo ni beberlo se encuentra al mando de la defensa de una ciudad amurallada ante el asedio de una fuerza eminentemente superior. Es sorprenderte el despliegue técnico de Parker, capaz de explicar el funcionamiento de un fundíbulo o las acciones de unos zapadores para poner en jaque el suministro de los acuíferos de la ciudad de una forma amena y me atrevería a decir incluso didáctica. En Prosper’s Demon, sin embargo, lo que nos fascinará será el desarrollo de una técnica de fundición para crear estatuas más grandes de lo que nunca se había conseguido, mediante el moldeo a la cera perdida. Y qué decir de los ensayos incluidos en Academic Exercises una auténtica maravilla de concisión y sabiduría. Excepto en estos últimos, que no son ficción, el aspecto técnico se apoya también en una estructura elaborada por el escritor que escoge el andamiaje más apropiado para cada historia que quiera contar, usando recursos narrativos por doquier que en otras manos menos diestras podrían dar lugar a confusión. Elipsis, narrador no confiable, cambios de punto de vista, ocultación de información… Toda una panoplia de herramientas para su uso y nuestro disfrute.
La mayoría, aunque no todas sus obras, están emplazadas en la denominada Parkerland, un mundo difuso con una cronología poco clara pero que sirve como perfecto escenario para sus personajes. Se puede discernir si una obra pertenece o no a este universo con la presencia o mención de su personaje favorito, el sabio Saloninus, arquetipo del narrador no confiable que mencionábamos con anterioridad y probablemente personificación del propio autor dentro de las publicaciones. Aunque no siempre protagoniza las historias, como en los relatos de Academic Exercises, es un placer encontrar alguna influencia o mención.
Los libros que no están relacionados con Parkerland, como The Downfall of the Gods, no desmerecen el resto de la obra. La ausencia de una marco prefijado hace que el autor tenga más libertad a la hora de introducir otros elementos, mitológicos en esta ocasión. Una de las características de su obra parece ser que conforme aumenta la longitud del libro disminuye la presencia de elemento mágico-fantástico en la lectura, en una suerte de relación inversa que el propio escritor ha hecho notar en algunas ocasiones.
A Parker tampoco le tiembla el pulso a la hora de escribir trilogías, desarrollando historias a lo largo de varios volúmenes. Mención especial en este aspecto quizá merezcaTwo of Swords, que en realidad es un fix-up de otros relatos publicados con anterioridad, pero que consigue hilar la historia del enfrentamiento entre un imperio dividido con todo el ingenio posible, sin escatimar apenas la crueldad inherente a estas batallas épicas. En esta serie de libros podremos disfrutar de una dualidad no solo presente en el propio título de la saga, si no en los personajes creados, asimilables en parejas, así como los contrastes entre ambos imperios, demasiado parecidos para acabar siendo absorbidos el uno por el otro. Una cualidad importante también en la obra de Parker es el hincapié que hace en la futilidad de la guerra, un empeño inane en el que se vuelcan recursos que no se podrán recuperar (especialmente interesante resulta en este sentido las empresas de recuperación de pertrechos de la mencionada Two of Swords). Aunque su principal obsesión parece ser hacernos conscientes de la cantidad de vidas humanas desperdiciadas para continuar en el mismo punto. Un alegato pacifista que también podemos ver en Sixteen Ways to Defend a Walled City y en otras de sus obras.
En este enlace podréis tener acceso a su extensa bibliografía, para escoger por dónde comenzar a conocer la obra de un autor más que recomendable. Dentro de lo que ha publicado si buscas algo en español “El matadragones de Merebarton” que es un comienzo estupendo, una novela corta con mucho humor es Downfall of the Gods y una curiosa comparativa de la esgrima y el fútbol con espionaje de fondo es Sharps. Espero que este artículo os haya servido de guía para que al menos sintáis curiosidad por sus libros. Os aseguro que no os arrepentiréis.
Espero que os lo hayais pasado bien con esta semana dedicada a K.J. Parker y sobre todo, que os haya picado la curiosidad para conocer la obra de un autor que merece mucha repercusión. Con eso, habremos cumplido nuestro objetivo.
Es todo un placer tener de nuevo por estos lares a Antonio Díaz, que como experto conocedor de la obra de Parker no podía faltar en esta semana dedicada al autor. En esta ocasión reseña una obra menos conocida de Parker, pero no por ello menos interesante.
K. J. Parker nos presenta una novela de fantasía autoconclusiva en Sharps, en la que dos naciones que han firmado una endeble tregua después de años de guerra se encuentran de nuevo al borde del enfretamiento. Un esfuerzo diplomático se materializa tomando como punto clave el pasatiempo común de ambos países: la esgrima.

Desde uno de los países se recluta a un equipo “olímpico” de esgrimistas para hacer un tour por el país vecino, enfrentándose en una especie de campeonato amistoso en un intento de rebajar tensiones y aunar ambos pueblos.
Uno no puede leer Sharps sin sentir que toda la novela hay una comparación entre la esgrima y el fútbol en nuestro mundo. La pasión con la que hablan los personajes que pueblan sus páginas es real. Parker hace gala de un conocimiento enciclopédico entre los diferentes estilos de lucha, tipos de espadas, ataques, fintas, etc. Se repiten discusiones sobre grandes combates del pasado, se trata a los espadachines como auténticas estrellas de rock (o jugadores de fútbol), hay coleccionistas que gastan fortunas en merchandising y los aficionados no dudan en agolparse para ver un buen combate y, si no están satisfechos, organizar una revuelta si es necesario.
La novela se desarrolla intercalando los puntos de vista de los miembros del equipo de espadachines visitante. Es una aproximación interesante que destaca las diferentes motivaciones que les han llevado a unirse al equipo y permite narrar los combates desde diversas perspectivas. Llama la atención que Parker no escriba en ningún momento desde un punto de vista de la nación visitada, entiendo que obra así para sorprender por las diferencias culturales de la nación.
El ritmo de Sharps es dinámico por el tema que trata y el ágil cambio de punto de vista. Esto unido a que no es una novela excesivamente larga (449 páginas en la edición de bolsillo de Orbit que yo tengo) hace que se lea con rapidez.
Está la novela ambientada en Parkerland, como la mayoría de sus obras, esa suerte de alternativa histórica y difusa que le permite citar pintores, religiones, filósofos, naciones vecinas e imperios del pasado todos ficticios. Ya en la primera página tenemos una mención a Saloninus, un filósofo y un truhán y uno de sus personajes más divertidos.
Sharps es una gran muestra de la capacidad de Parker de moverse en el formato largo, desarrollar ideas más complejas y profundizar en sus personajes a la vez que realiza comparaciones entre la novela y el mundo real (no sólo la evidente crítica a los deportes mayoritarios) si no también un alegato contra la guerra y un suspiro resignado ante la naturaleza humana (y su tendencia a la belicosidad).
Mañana daremos por finalizado esta serie de artículos dedicados al autor K. J. Parker con una sorpresa que solo reconocerán los lectores de Supersonic. Ahí lo dejo para que penséis un poco.
My Beatiful Life es una novela corta publicada en 2019 por Subterranean Press, así que es una muestra muy reciente de la obra del autor. En muy pocas páginas seremos testigos de muchas de las características de la escritura K.J. Parker, a través del relato de un pobre que por azares de la vida va subiendo por la escala social de la forma más meteórica.

Utilizando una primera persona que resulta divertidísima a pesar de narrar en su gran mayoría desgracias, veremos cómo trata la vida a tres hermanos de humildes orígenes. Se podria hacer un estudio sobre cómo se describe el trabajo de la madre, supuestamente el más antiguo del mundo, pero sobre todo cómo conforme van avanzando los años se dejan de lado los paños calientes y los eufemismos para acabar llamando a las cosas por su nombre. Resulta muy curiosa e incluso formativa esta variación de los términos utilizados, siendo una forma más de marcar el paso del tiempo sin necesidad de recurrir a calendarios ni otros adminículos. También asistimos al diferente tratamiento que recibe una joven heredera conforme va pasando el tiempo, así que se podría decir que uno de los ejes sobre los que pivota la historia es el paso del tiempo y cómo afecta a nuestras percepciones y creencias.
Es hilarante la descripción que el escritor nos brinda sobre la burocracia imperial, perfectamente asimilable a la que conocemos en la actualidad. Títulos rimbombantes que ocultan puestos vacíos mientras que los más humildes son los que en realidad manejan el cotarro. ¿Cómo sobrevivir a esa jungla de papeleo digna de una de las pruebas de Astérix? Todo resultará más fácil cuando no se tienen otras distracciones en la cabeza, aunque en ocasiones haya que cortar de cuajo el origen de los problemas, de forma muy literal y sangrienta.
La longitud de My Beatiful Life se adapta de forma perfecta a la historia que se quiere narrar. No sobran páginas ni tampoco se echa en falta una profundidad mayor en los temas tratados. Es una novela corta que se lee en un suspiro y que puede ser una más que adecuada puerta de entrada a la obra del autor.
My Beatiful Life se puede definir como un ejemplo perfecto de novela Parkeriana (y si queréis conocer las características definitorias de este término que me acabo de inventar os recomiendo visitar el blog el viernes).
Mañana podréis disfrutar de una reseña de una obra algo más antigua del autor a cargo de uno de los lectores más duchos en su obra que conozco.
Me complace abrir las puertas del blog a un nuevo colaborador, Esteve Torrents, al que quizá conozcáis por su actividad en Twitter bajo el alias El Commutador. Como entre las dos mentes pensantes de este especial le convencimos para empezar a leer a K.J. Parker, creo que es una buena idea conocer sus impresiones como lector primerizo con el autor.
Me hace mucha ilusión que Leticia me haya pedido colaborar en su blog, con esta reseña, dada la cantidad de buenas lecturas que he disfrutado a lo largo de los años, gracias a sus recomendaciones. Sin ir más lejos, Adrian Tchaikovsky se ha convertido en uno de mis autores preferidos, aunque no había leído nada de él hasta hace poco, cuando diversas reseñas de Leti me espolearon a hacerlo.

But I digress…
Escuchar el audiolibro de The Devil You Know, fue una doble recomendación de Leticia: “leer” algo de K. J. Parker, uno de sus autores preferidos, y recuperar la suscripción a Scribd, para los audiolibros.
¡Y qué recomendación!
Inicialmente, dudaba si escuchar este audiolibro de Parker, o elegir otro, por que por la sinopsis, parecía que el libro tendría mucho diálogo (un filósofo ateo y un demonio burócrata, no van a hablar precisamente poco), y el dia de autos, no tenía la mente demasiado preclara para diálogos en inglés, por lo que temía confundir a los protagonistas.
Finalmente, decidí escuchar este libro, por que tras oir los primeros minutos, me quedó claro que mi temor era infundado, ya que K.J. Parker diferencia claramente, en todo momento, la voz de los dos personajes, presentando sus motivaciones, sus dudas y sus intenciones parágrafo a parágrafo, en un fabuloso toma y daca en primera persona, un crescendo delicioso, que por momentos temí que llevaría a un final que no estaría a la altura.
Pero, para mí alegría, sí lo estuvo. El autor tiene, además de una indudable calidad literaria, oficio. Y eso se nota, porqué debajo de la primera capa de humor e ironía, Parker se marca algunas reflexiones interesantes sobre religiones y creencias, de manera totalmente fluida, integrando estas reflexiones en los diálogos y argumentaciones (¿o engaños?) de los protagonistas, hasta llegar a ese final donde todas las piezas encajan como han de encajar (teniendo en cuenta el tono del relato), lo que me dejó el resto de la tarde con una sonrisa de satisfacción.
A pesar de tratarse de una novella, los dos protagonistas, los mencionados filósofo ateo (que no es trigo limpio, precisamente) y burócrata del infierno (un tanto quemado por su trabajo y por la actitud de sus superiores), tienen personalidad. Parker no necesita demasiadas páginas, para darnos unas pinceladas sobre sus vidas y conseguir que empaticemos con ellos. Con ambos, de hecho. Ese es, a mi parecer, el gran éxito del autor: crea personas en tres dimensiones, con diferentes capas de gris; personajes con quienes nos podemos identificar, e ir a tomar una cerveza y charlar. No son peones al servicio de la historia, sino que ellos construyen la historia.
Porqué, por mucho worldbuilding que contenga un libro, y por bueno que este sea (si bien hay que reconocer que aquí no está muy desarrollado, más allá de unas pocas menciones, al servicio de los diálogos), al final son los personajes los que quedan en nuestra memoria lectora. Como en este caso.
Hay que añadir que Will Dameron, el narrador del audiolibro, es excelente y hace algo que no es nada facil: deja que sean las propias voces de los personajes, las que lleven el peso de su narración.
Con todo, una excelente primera lectura de K. J. Parker. Sin duda, no será la última.
Y por cierto, a partir de ahora me fijaré más cuando cierre contratos…
Muchas gracias a Esteve por su colaboración, esperemos que el especial sobre el autor os esté gustando. Mañana podremos disfrutar de la reseña de una de las obras más recientes del autor.