The Constant Rabbit

De nuevo tenemos el placer de contar con Antonio Díaz en nuestro blog, en esta reseña conjunta de la última publicación de Jasper Fforde. Como siempre, muchas gracias a Antonio por su ayuda.

Nunca sabes lo que te puedes encontrar en una novela de Jasper Fforde, lo mismo aparece un Neanderthal que te encuentras con un conejo antropomorfizado. O quizás la humanidad se enfrenta a unos inviernos larguísimos y se ceba en los breves veranos para poder hibernar. O incluso puede que clasifiquen a las personas en función de la cantidad de colores que pueden ver, siendo los que ven solo gris el tipo peor considerado.

Todo ello aderezado de ese humor británico que puede llegar a ser hilarante, pero también en ocasiones choca de manera frontal con nuestras expectativas. El humor es una de las formas de expresión más difíciles de traducir y de interpretar cuando los referentes no son comunes.

Sirva esto de advertencia al navegante. Se requiere un correo gusto por el humor típicamente británico para disfrutar plenamente de The Constant Rabbit.

Con esta advertencia en mente, la novela nos sitúa en un mundo donde hay conejos “humanizados” y también algún que otro animal de otra raza. Esto es consecuencia de un suceso del que no hay explicación alguna, pero que, lógicamente, cambia la historia.

Uno pensaría que un acontecimiento de esta magnitud que tuvo lugar en 1965 habría afectado a grandes decisiones políticas como el Brexit pero estaría equivocado. Los británicos se han ido Europa también en esta realidad. Y la reacción del público en general ante estos conejos no debería sorprendernos, por desgracia, se ven como parias que buscan arruinar la sociedad. El racismo impera por doquier.

Existe un miedo, que el autor deja claro que es infundado, a que la capacidad reproductiva de los conejos infle su población hasta superar la de los británicos. Es parte de una campaña de acoso y derribo esgrimida por UKARP (United Kingdom Anti-Rabbit Party), un trasunto de UKIP. Este partido ha logrado numerosas victorias contra los conejos, siendo la más relevante que no tengan la consideración de personas.

Las referencias a la desigualdad por parte del autor son constantes. Excepto algunos privilegiados, los conejos viven en colonias que asemejan campos de refugiados. No se les reconocen derechos pero sí que se les hace trabajar por un salario máximo (de hecho meten en la cárcel a empresarios si les pagan más). E incluso, en una de las acciones más odiosas del libro, está permitido su asesinato a manos de zorros antropomórficos si se cumplen unas determinadas cuotas.

No se puede decir que Fforde sea muy sutil en su comparación entre los conejos y la inmigración de países considerados como no deseables. Esta crítica salvaje se ve aderezada por una exploración de las costumbres de esta especie como los duelos, la necesidad de excavar para crear madrigueras, el veganismo radical y la asimilación del consumo de las zanahorias en exceso con el alcohol o las drogas, que proporciona un contrapunto divertido a un escenario bastante preocupante

Es un libro que denuncia desigualdades a través del humor, algo para nada fácil. Pero tampoco está exento de fallos, como la reiteración de tópicos y que el protagonista sea un pusilánime, algo que tampoco ayuda en la narración. La obsesión del protagonista con sus propios fallos y errores pasados y con la relación que tuvo en la universidad con una coneja, se mencionan con machacona insistencia durante la lectura. Y además el final va flojeando con una resolución que, si bien sorprendente, no resulta para nada satisfactoria.

En definitiva estamos hablando de una novela con una denuncia social a través del humor, pero es un humor específico que puede no ser de todos los gustos.

Early Riser

Me lo paso muy bien leyendo las novelas de Thursday Next, así que cuando vi que se publicaba una novela aislada de este mundo, decidí probar a ver qué nos ofrecía Jasper Fforde. Sus características habituales están ahí, ese humor británico que a veces puede llegar a resultar exasperante y una imaginación desbordada, pero la falta de un marco de referencia más grande quizá juegue en contra de Early Riser.

La raza humana hiberna para sobrevivir a los inviernos tremendamente fríos de la Tierra. No es una novedad que haya ocurrido por el cambio climático, si no que es así desde el principio de los tiempos. En este escenario tan novedoso, Fforde utiliza todo un nuevo vocabulario que juego con los términos invernales para contarnos la historia de Charlie, que protagoniza la novela y que formará parte del selecto grupo de humanos que no hiberna para que los demás puedan hacerlo sin temor.

El autor juega con el lenguaje con una habilidad sorprendente, siendo este quizá el aspecto más destacado de la novela o al menos el que más me ha llamado la atención. Por ejemplo, el término winsomniac hace referencia a las personas con dificultades para entrar en el largo sueño invernal. Pero hay muchas más que dejaré que vayáis descubriendo vosotros mismos.

Como ya digo, el trabajo de worldbuilding es muy atractivo, pero por desgracia la historia no lo es tanto. Se queda a medio camino entre el thriller de espionaje y una novela costumbrista sin acabar de decidirse por un camino u otro. Los personajes, necesariamente pocos por las características del mundo, son muy pero que muy peculiares, como los zombies que son reutilizados para realizar tareas repetitivas de forma muy competitiva y barata. Si, en la novela salen zombies, pero solo si no son atendidos adecuadamente recurren al canibalismo. En caso contrario, son dóciles y llevaderos. Esto puede parecer absurdo, pero dentro de la lógica interna de la novela es consistente. Del mismo modo, la remuneración de un trabajo no se mide solo en el sueldo, si no que se considera una mejora importante el hecho de disponer de doble ración de pudding para ir acumulando reservas para el invierno.

Como ya digo no me ha terminado de convencer la historia, pero eso no quiere decir que la novela no sea entretenida. Además, tiene un precio muy competitivo en formato electrónico, por si necesitabais un empujoncito que os animara a leerla.

The well of lost plots

wellHay cosas que no se le pueden negar a Jasper Fforde, entre ellas una imaginación desbordada y un extenso conocimiento de la literatura inglesa. Aunando estas características con el mundo alternativo creado alrededor de la figura de Thursday Next, nos encontramos ante una nueva entrega de una saga que tiene muchísimos seguidores en las Islas Británicas, pero que es quizás menos conocida por estos lares (aunque se hayan traducido cuatro libros en Nova).

En esta ocasión, la acción transcurre casi en su totalidad en el mundo de ficción al que Thursday se ha retirado tras los sucesos de Lost in a Good Book, para coger fuerzas, tener un embarazo tranquilo (¡ja!) y aclarar sus ideas para recuperar a su marido, erradicado de la existencia.

La trama es bastante animada y hay momentos realmente jocosos, como las preguntas de los personajes ficticios sobre el mundo real (“¿por qué el pegamento no se queda pegado dentro del bote?”), además de los habituales juegos de palabras (los personajes de los libros no tienen problemas para pronunciar los más enrevesados trabalenguas y Fforde hace uso intensivo de esta particularidad).

El autor no deja títere con cabeza en una crítica no muy disimulada a la burocracia excesiva, a la ceremonia de los Óscar, a las invenciones relacionadas con la literatura (no parece muy amigo del libro electrónico). Y ¿qué decir de la afirmación de que hace siglos que no existe un idea original en la ficción? Esto podría dar para un encendido debate.

Todo esto compensa en cierta medida el que The Well of Lost Plots sea un libro de transición, a la espera del último de la serie, ya que aunque el ritmo es trepidante, en ocasiones se llega a un cierto barullo. Es como si Fforde estuviera finalizando el libro y a su vez preparando el terreno para el siguiente.