The Robots of Gotham

The Robots of Gotham es la primera novela de Todd McAulty, que nos presenta un mundo muy atractivo donde las inteligencias artificiales están tomando el control, en algunos casos de forma violenta y en otros de forma democrática. Pueden ser tiranos benevolentes o maníacos, pero han llegado para quedarse.

La novela está situada unos sesenta años en el futuro, pero a pesar de este relativamente corto espacio de tiempo el mundo ha cambiado mucho. La irrupción de las primeras inteligencias artificiales y su pasmosa capacidad de expansión rompe con las reglas de juego que conocemos. En pocos años, la población de IAs ha igualado a la de los humanos y en muchos sitios tienen los mismos derechos. Existen varios tipos de IA, que he resumido en esta infografía (sí, las infografías han vuelto, no sé si para quedarse):

El punto de partida da mucho juego, porque es el momento en que se están asentando los distintos poderes. Los gobiernos humanos van cayendo como fichas de dominó en manos de las IAs, con algunos focos de resistencias que son objeto de cruentas guerras. La localización de la novela en sí es en la ciudad de Chicago, una zona que está en estado de excepción, ocupada por una “fuerza de paz” mientras se decide el futuro de unos Estados Unidos balcanizados y fragmentados. Este es el estado actual de la zona este del país:

El protagonista de la narración es Barry Simcoe, un contratista canadiense desplazado a la ciudad para finalizar un negocio que se ve envuelto en una serie de aventuras que no voy a desvelar. La forma elegida para la narración es un blog privado de Simcoe, donde va contando lo que le ocurre, aunque no tenga intención de acabar publicándolo. McAulty, en una elección bastante inteligente, incluye de vez en cuando post de un autor distinto, para realizar unos infodumps que se agradecen para contextualizar la situación, sin necesidad de cortar el ritmo de lectura y añadiendo profundidad al mundo. Y para añadir una nota de humor, cada post está patrocinado por algunas empresas que parecen el sueño de cualquier start up de hoy en día.

Las escenas de acción, que las hay y muy variadas, satisfarán a quien se acerque al libro buscando enfrentamiento entre robots, mechas, soldados y contratistas independientes canadienses. La supervisión constante mediante drones y cámaras es la realidad de hoy en día corregida y aumentada (realidad aumentada, see what I did here?).

Es una novela bastante larga pero en pocas ocasiones baja el ritmo. Es cierto que hay muchas casualidades que van preparando el terreno para los siguientes capítulos e incluso en algún momento las peripecias de Barry desafían nuestra incredulidad, pero si pasamos por alto esto (algo que puede costar trabajo) disfrutaremos de una aventura muy entretenida con un trasfondo que nos puede dar que pensar.

El optimismo crónico de Barry, que no puede ser mejor persona, también choca de pleno con los que nos tienen acostumbrados otras obras. Siempre tiene una palabra amable o un esfuerzo extra para ayudar a quien lo necesite, hasta el punto de colarse en un edificio abandonado y peligroso por rescatar a un perro o empatizar con un arma de destrucción masiva. El autor carga demasiado las tintas en esta bonhomía del protagonista, que no tiene grises. Es el yerno perfecto que sueña toda suegra (robótica o no).

A pesar de tratarse de un volumen autoconclusivo, algunos de los personajes que aparecen fugazmente parecen estar preparando el terreno para la siguiente entrega, que leeré con curiosidad, en espera de ampliar mi conocimiento sobre este interesante escenario y también de que McAulty haya pulido esos errores de principiante de los que adolece la obra.