The Words of Kings and Prophets

Es un placer volver al mundo que Shauna Lawless ha creado en su saga Gael Song y que comenzó con The Children of Gods and Fighting Men y que ahora continúa con las mismas protagonistas y con algo más de magia, que era algo que eché de menos en la primera entrega.

Es una historia muy enraizada en la mitología y la historia irlandesa, con un ritmo pausado que se centra mucho en las intrigas políticas de los vikingos y los irlandeses, lo cual nos puede recordar a la fantasía de corte más clásico. Pero es muy importante el cambio de perspectiva que nos ofrecen las dos protagonistas de la novela, que aunque siguen siendo ninguneadas por ser mujeres vemos cómo poco a poco se van empoderando y tomando decisiones que no son las que esperan sus familiares varones, aunque tengan que hacerlo de tapadillo.

La autora también concede gran importancia a la controversia del tráfico de esclavos, generalizada entre los vikingos y supuestamente prohibida entre los irlandeses, pero cuando se centra la visión en el motor económico de los reinos es cuando se resquebrajan las costuras de la falsedad en la que están instalados estos últimos. Lawless ha decidido dejar un poco de lado el conflicto entre paganos y cristianos en esta segunda entrega, sigue estando presente pero no juega un papel fundamental. Digamos que ahora todo gira alrededor de quién se podrá proclamar rey de reyes, con las nuevas generaciones pisando fuerte.

También ha sido todo un acierto por parte de la escritora los nuevos personajes que va añadiendo a la saga y sobre todo la madurez que van alcanzando las voces principales, se nota una evolución causada por los acontecimientos en los que se ven envueltos y por su propia personalidad, generando una auténtica saga en el sentido más estricto de la palabra.

El tratamiento de las relaciones interpersonales y del amor juega un papel importante en la saga, desde matrimonios de conveniencia a amor verdadero por el que se está dispuesto a sacrificar incluso la inmortalidad. No es una novela romántica, pero el amor también está dentro de la balanza en la que se mide la valía de cada historia. Recomiendo esta lectura para quien esté buscando una fantasía pausada y feminista, no se arrepentirá.

The Children of Gods and Fighting Men

Shauna Lawless ha escrito una novela con mucho más énfasis en la parte histórica que en la fantástica, que aunque existe es bastante irrelevante en el desarrollo de la narración.

The Children of Gods and Fighting Men está situada en la Edad Media en el final del primer milenio y mezcla historia con mitología irlandesa. Como soy lega en ambas materias, no puedo juzgar si es fidedigno o no, pero sí que puedo decir que resulta totalmente verosímil la secuencia de pactos, traiciones y batallas que de forma convulsa fue forjando el país.

La narración tiene dos puntos de vista muy diferentes, pero ambos protagonizados por mujeres que no son humanas. De un lado tenemos a Gormflaith, joven viuda del rey de Dublín que no dudará en maniobrar para que su hijo acabe en el trono. Además, es una Fomorian, una raza inmortal que puede controlar el fuego, pero de la que apenas quedan supervivientes ya que hay otra raza de inmortales, los Tuatha Dé Danann que ha jurado acabar con ellos.

La otra narradora de la historia es Fódla, precisamente de los Tuatha Dé Danann, una sanadora que vive junto a su pueblo aislada de los mortales pero que ha de adentrarse como espía en los reinos irlandeses a petición de su rey.

El libro se basa mucho en el conflicto entre la vieja religión vikinga y el catolicismo, que ha llegado para quedarse. Lo que hace especial The Children of Gods and Fighting Men es el punto de vista femenino que ha decidido utilizar la autora para referir los hechos. A pesar de sus poderes, ni Gormflaith ni Fódla son libres de actuar como deseen, siempre deben supeditarse a lo que se espera de las mujeres, todavía más cuando deben ocultar su magia. El machismo y patriarcado de la sociedad es una constante, utilizando a las mujeres como moneda de cambio en el siguiente pacto para conseguir algo más de terreno. En este sentido, la novela es un campo plagado de intrigas y traiciones, de enfrentamientos y pactos, en un desequilibrio constante de poderes.

Me hubiera gustado que la existencia de la magia hubiera tenido algo más de preponderancia en la historia y quizá veamos algo más de eso en las futuras entregas, pero en este primer volumen nos encontramos ante una novela histórica al uso con levísimos toques de fantasía.