Nominados a los premios Campbell 2013

Tras haber leído todo lo que venía en el Hugo Voter Packet para votar el premio John W. Campbell me he dado cuenta de dos cosas; hay mucho talento entre los escritores noveles y es muy difícil comparar trabajos de distinta extensión.

Esta segunda puntualización que hago es para aclarar que aunque me han gustado los relatos cortos que he leído de Zen Cho y Mur Lafferty, su longitud apenas permite vislumbrar su estilo o sus ideas, mientras que los nominados que ya tienen novelas parten con la ventaja de que la “muestra” de su trabajo es más extensa.

Es por esto que mi votaciones quedan así:

  1. Chuck Wendig, la fantasía cruda y descarnada que nos ofrece en “Blackbirds” me ha conquistado.
  2. Max Gladstone, espero con impaciencia su segundo libro “Two serpents rise” y si sigue la estela del anterior, lo nominaré al Campbell y quién sabe si algo más. Su “Three parts dead” es muy recomendable.
  3. Stina Leicht, leí el año pasado “Of blood and honey” y a pesar de ciertas inexactitudes históricas y algunos momentos de confusión en la narración, merece esta posición. Me hubiera gustado que se hubiera incluido “Blue skies from pain” para haber visto su evolución como escritora, pero no ha sido así.
  4. Zen Cho, dentro de la fantasía con toques orientales que parece que está en boga últimamente, Cho destaca por el delicado tratamiento de los sentimientos familiares.
  5. Mur Lafferty, es la que menos sobresale de todos los nominados, lo que no quiere decir que sea mala escritora. Su “The Shambling Guide to New York City” me llama la atención.

¿Habéis leído los Campbell? ¿Qué os han parecido?

Three parts dead

ThreepartsdeadLas mayores alegrías de las lecturas de los nominados a los Hugo me las estoy llevando con los Campbell. A la excelente “Blackbirds” se une esta entretenidísima obra de fantasía que es “Three parts dead” de Max Gladstone.

Una novela que empieza con un prólogo en el que muere un Dios (Kos Everburning) y que ya en los primeros párrafos del capítulo está a punto de matar a la protagonista lanzándola al vacío desde una ciudad flotante se puede decir que empieza fuerte. Y aunque hay algunos altibajos en el ritmo de la historia, por lo general es trepidante y el último tercio del libro te atrapa de tal forma que no puedes dejar de leer.

Aunque está narrado desde varios puntos de vista, el personaje principal es Tara Abernathy, una estudiante de magia (llamada Craft) que a pesar de ser expulsada (defenestrada) de las Hidden Schools recibe una oferta de trabajo de la firma Kelethras, Albretch y Ao para que trabaje para ellos. Su primera tarea: resucitar a un Dios.

Resulta muy curioso el sistema de magia que utiliza el autor en la novela, basado en transacciones de poder. Los cultos de cada Dios firman contratos con las partes interesadas de forma que “prestan” el poder y a cambio reciben de vuelta este mismo poder con intereses. Una visión muy mercantil de la adoración a los dioses, que puede causar problemas cuando se presta más de lo que se tiene. También me ha llamado la atención que se organice la información de estas transacciones en la tercera forma normal y que se hable de capas de abstracción para facilitar la consulta de estos datos mediante magia. Creo que es la primera vez que veo términos informáticos mezclados con la fantasía y la magia de esta manera (será que no he leído a Charles Stross y sus Atrocity Archives).

A pesar de que está claro quién es el personaje principal, también hay un reparto coral que añade profundidad a la historia con los que nos podemos sentir más identificados. Abelard es un monje del culto de Kos que estaba presente cuando su Dios murió y Cat es una amiga suya que sufre una extraña adicción. Ambos jugarán un papel fundamental en la historia aunque quizá la más interesante sea Lady Kevarian, que será la tutora de Tara en su primer encargo.

Me gustaría destacar también esa tendencia actual que se da en los libros de fantasía a dejar caer referencias de hechos pasados que no se explican pero que causan en el lector varios efectos que le interesan al autor; curiosidad por conocer estas historias, “sensación de profundidad” en el escenario, motivaciones de los personajes que no hay que explicar detalladamente…

El libro es autoconclusivo, pero deja abiertas las puertas a la continuación, que se publicará en octubre de este año bajo el título “Two serpents rise” y que tengo intención de leer.