Hace un tiempo leímos la primera entrega de la serie homónima Ríos de Londres, por eso nos hacemos eco de la noticia. Titan va a publicar una serie limitada de cinco tebeos en el mundo del detective Peter Grant.
Aquí tenéis la portada del primero:

Lecturas de ciencia ficción y fantasía
Hace un tiempo leímos la primera entrega de la serie homónima Ríos de Londres, por eso nos hacemos eco de la noticia. Titan va a publicar una serie limitada de cinco tebeos en el mundo del detective Peter Grant.
Aquí tenéis la portada del primero:
Max Gladstone está de enhorabuena. A la próxima publicación de Last First Snow, la que será cuarta entrega de su Craft Sequence (podéis leer las reseñas de las dos primeras aquí y aquí) se le añade el acuerdo alcanzado para escribir una novela basada en el juego de rol Pathfinder.
Según afirma el propio Max:
“I’m itching to do something fun with the Pathfinder world’s almost but not quite medieval modes of production, murder hobos, planar travel, elves, and sideways transhumanism, with mystically reified morality axes, Vance-adjacent magic, chance-dependent physics—god, consider the sheer potential for shenanigans, and that’s just talking about the ruleset!” he said. “Then we get into dead gods, kingdoms ruled by demonic contracts, undead stuff, yes yes yes. This gnarled conceptual space has so much storytelling potential—so many dark corners and intriguing tangles to explore, Planetary style.”
Me gusta que alguien tan majo como Max tenga nuevos proyectos ante él.
Aparentemente situada en el mismo universo que la imprescindible serie Revelation Space de Alastair Reynolds (aunque no estoy muy segura por la posibilidad de salto entre estrellas), esta novella transcurre después de una guerra interestelar que acaba con un tratado de paz entre los bandos combatientes.
Al contrario de lo que nos tiene acostumbrados el autor, el escenario en el que se desarrolla Slow Bullets es restringido, prácticamente la totalidad de la historia transcurre en una única nave espacial. Me gustaría decir que no, pero algo se nota. Quizá se pierde una de las mejores bazas de Alastair que son sus mundos y culturas. O quizá es solo cuestión de expectativas.
Resulta también muy curioso el concepto de slow bullet, que incluso da nombre al libro. Estos proyectiles inteligentes son capaces de almacenar información sobre los soldados que las llevan incrustradas y son la forma de obligarles a combatir, so pena de dirigirse al corazón y provocar la muerte. También se pueden utilizar como instrumentos de tortura o para otros fines más beneficiosos, que no desvelaré para no eliminar la “sorpresa”. Me gusta la forma de hablar sobre tecnología, que puede ser buena o no dependiendo del uso, muy en la línea de Ramez Naam con su Nexus.
El conflicto social con trasfondo religioso que se desarrolla en la novella critica de forma poco velada a las religiones, que luchan por la supremacía de sus ideas ignorando las similitudes con las otras creencias. Se habla de libros sagrados, que comparten profetas pero cuyas interpretaciones son diferentes. No es el tema principal de Slow Bullets, pero si el de mayor calado.
Lo que podría entenderse como una historia de venganza en realidad se transforma en una carrera por la supervivencia de la civilización que acaba resultando entretenida aunque en cierto modo previsible.
Guy Gavriel Kay ha anunciado en twitter el que será el título de su nueva novela, prevista para la primavera del año que viene. Se llamará Children of Earth and Sky y no sabemos más detalles al respecto. ¿Qué nos reservará el autor canadiense?
Para ir haciendo tiempo, podéis leer la reseña de Los caballos celestiales, su última obra traducida al español.
La lectura de Nexus me dejó muy buen sabor de boca, pero ha pasado bastante tiempo hasta que he podido leer Crux, la siguiente entrega de la serie con la que Ramez Naam está explorando el futuro cercano siguiendo la corriente del transhumanismo.
Los puntos fuertes de Nexus también están presentes en Crux, mezclando sabiamente la acción y el espionaje propios del technothriller con la especulación y las hipótesis sobre el cambio de la humanidad que distinguen a la buena ciencia ficción. Naam no necesita explicar ni las motivaciones de los personajes ni la situación mundial, que ya conocemos de nuestra lectura anterior. Libre de estas cargas expositivas, puede dar rienda suelta los múltiples puntos de vista desde los que narra la historia.
Este recurso, aunque sirve para acelerar de forma asombrosa el ritmo de la narración, también añade un poco de confusión al conjunto, siendo este el principal problema que le encuentro a la novela. Los múltiples hilos temporales que se desarrollan simultáneamente hacen que a veces dudemos de qué acciones suceden antes o después. Realmente no supone un gran obstáculo a la hora de la lectura, pero es cierto que se podría haber resuelto de forma más correcta.
Aunque el libro se puede disfrutar simplemente como una historia de espías, mis partes favoritas son aquellas en las que se pone en tela de juicio la capacidad de la humanidad para aceptar las mejoras que pueden llegar a crear una nueva clase de superhombres, con párrafos como estos:
Computer scientists, philosophers, futurists, writers of speculative fiction – they’d all written about the dangers of runaway superintelligence. If humanity ever created a being of radically increased mental capabilities, it placed itself at grave risk. That new being could be benevolent, of course. That would be the hope. Or it could be malicious, or simply indifferent to humans. It could seek to change the world in ways that it saw as improvements, but which were incompatible with the interest of its creators.
Dilemma, Mr. President. If you were a Neanderthal and could stop humans from coming into being, or stop them from getting a foothold, you might extend the life of your species, but leave the world a poorer place.
En definitiva, el punto fuerte de la ciencia ficción de este autor es la exposición de las ideas. Toda la serie pivota sobre una distinción, el hecho de que la tecnología puede ser utilizada para el bien o para el mal, puede ser desagradable o sublime. Este núcleo fundamental, que el egipcio adorna con una prosa eficiente y con mucha acción, constituye una lección de moralidad para todos los lectores de Crux. Espero que Apex, el desenlace de la trilogía, mantenga el nivel, porque nos encontraremos ante una serie imprescindible de llamada near-future science fiction.
Sean Wallace ha publicado los relatos que publicará en The mammoth book of Dieselpunk, su nueva recopilación. Son los siguientes:
“The Little Dog Ohori” de Anatoly Belilovsky
“In Lieu of a Thank You” de Gwynne Garfinkle
“Cosmobotica” de Costi Gurgu & Tony Pi
“Blood and Gold” de Erin M. Hartshorn
“Thief of Hearts” de Trent Hergenrader
“Rolling Steel: A Pre-Apocalyptic Love Story” de Jay Lake & Shannon Page
“Black Sunday” de Kim Lakin-Smith, Cyber Circus
“Act of Extermination” de Cirilo S. Lemos, traducido por Christopher Kastensmidt
“We Never Sleep” de Nick Mamatas
“Into the Sky” de Joseph Ng
“Tunnel Vision” de Rachel Nussbaum
“Dragonfire is Brighter than the Ten Thousand Stars” de Mark Philps
“Floodgate” de Dan Rabarts
“Mountains of Green” de Catherine Schaff-Stump
“Vast Wings Across Felonious Skies” de E. Catherine Tobler
“Instead of a Loving Heart” de Jeremiah Tolbert
“The Wings The Lungs, The Engine The Heart” de Laurie Tom
“Steel Dragons of a Luminous Sky” de Brian Trent
“This Evening’s Performance” de Genevieve Valentine
“Don Quixote” de Carrie Vaughn
“The Double Bind” de A.C. Wise
El libro se publicará el 14 de julio.
Subterranean Press ha anunciado los relatos que formarán parte de Can & Can’tankerous, con los siguientes relatos de Harlan Ellison:
Material adicional (Edición Limitada)
Durante el mes de abril estará disponible para su descarga en modalidad paga-lo-que-quieras el libro Code of the lifemaker de James P. Hogan.
Aquí os dejo la sinopsis:
Long ago, an alien “searcher” ship flew too close to a star gone nova. Though heavily damaged, the ship landed on one of Saturn’s moons, Titan.
Attempting to fulfill its original function of seeding suitable planets for exploitation, the ship creates a bewildering society of self-replicating machines that gives rise to a bizarre ecosystem and culture with intelligent beings and organically grown houses.
The intelligent beings are known as Taloids and they have developed their own brand of religion around a mythical figure, a creator of machines, and hence, life.
When humans descend from the sky, the Taloids see them as those creators.
However, powerful financial and industrial interests are all set to exploit the moon and the Taloids to maximize Titan’s vast production potential and the future for the Taloids looks grim.
But they find a champion from an unexpected source. Karl Zambendorf is a “psychic” who has wrangled a place aboard the human mission to Titan. And when all of man’s forces are conspiring to ruthlessly exploit Titan and the Taloids, Zambendorf becomes their champion and in the process challenges not only the religious imperatives of the Taloids, but the core of our own beliefs as well.
En fechas muy recientes nos dejó Sir Terry Pratchett, uno de los autores más populares de la fantasía y una gran influencia sobre otros escritores. En el aspecto personal, no he leído tantos libros suyos como quisiera, pero tengo el firme propósito de desfacer este entuerto. Valga esta relectura de El color de la magia como inicio de mi cruzada por el Mundo Disco.
En el El color de la magia se asientan las bases para la que será una de las cosmologías más originales de la fantasía, ya que conoceremos la disposición del Mundo Disco, un mundo plano que navega lentamente por el universo a lomos de unos elefantes que se aposientan sobre una tortuga gigante. ¿Improbable? Un poco. Pero incluso en una distribución normal es posible (aunque poco probable) que se den medidas muy alejadas de la media, que está en el centro. A’Tuin es el extremo de los extremos.
La trama es disparatada, con acontecimientos mágicos ocurriendo por doquier, pero no deja de tener cierta coherencia interna que es uno de los pilares de la obra de Pratchett. Su mundo es increíble, pero consistente.
El color de la magia es una lectura que se disfruta en muchos niveles, dotada de una profundidad que puede parecer sorprendente en una novela eminentemente humorística. Por poco que se conozca la obra de Pratchett, sin embargo, podemos ser testigos de la aguda crítica social que se desprende de sus libros no solo al mundo de la “fantasía clónica” si no a nuestra sociedad en general.
También en esta primera entrega de la saga de Mundo Disco conoceremos al que quizá sea su personaje más carismático: el Equipaje Rincewind. Este mago, que solo conoce un hechizo que es incapaz de pronunciar, tiene entre sus características más llamativas una velocidad pareja a la de Usain Bolt cuando se trata de huir del peligro. Rincewind aparecerá en muchas más entregas, pero Pratchett irá añadiendo poco a poco más personajes en el complejo entramado de Ankh-Morpork y aledaños, creando todo un muestrario de humanos, trolls, brujas y demás criaturas que darán profundidad a sus historias.
Su forma de narrar franca y directa nos permite disfrutar de una historia que es solo el preámbulo de las horas y horas de diversión que nos esperan gracias a su obra. Solo nos queda sumergirnos en ella y disfrutar.
A veces hay que darle oportunidades a historias que no sean novedades. En este caso opté por leer algo de Joe Haldeman. Tomé la decisión cuando vi que The Hemingway hoax había ganado varios premios y que su longitud no era excesiva tampoco, algo que se agradece.
La trama gira alrededor de los documentos
perdidos de Hemingway, que en un extraño incidente perdió toda su obra temprana. En el año 1996, John Baird, un estudioso del escritor, traba conocimiento con un timador que le embauca para falsificar estos documentos y hacerse ricos con su venta. Este hecho llamará la atención de unas entidades que controlan el flujo del tiempo para que la historia sea tal y como la conocemos (algo muy de actualidad con El Ministerio del Tiempo).
The Hemingway hoax se publicó originalmente en el año 1990 por lo que para empezar
tendremos que perdonar que alguno de los hechos que se supone ocurrirán en el futuro no hayan acontecido. Pero esto no es óbice para que disfrutemos de una muy bien hilada historia de viajes en el tiempo, mezclada con sexo y violencia expuestos con gran crudeza. La memoria eidética del protagonista le permite recordar todo lo que ha pasado
en su vida al detalle y desempeña un papel fundamental cuando entran en juego los agentes temporales.
No deja de resultar curiosa las innegables semejanzas entre
Haldeman y Baird, ambos veteranos del Vietnam de donde regresaron heridos, ambos expertos en Hemingway…
En definitiva, aunque hayan pasado 25 años desde su publicación The Hemingway hoax se lee con agrado y resulta recomendable.