The Hunger of Gods

Mira que me gustó la primera entrega de esta serie, The Shadow of the Gods, pero no me esperaba que la segunda entrega me gustara mucho más que la primera. Y es que Gwynne consigue introducir nuevos puntos de vista y personajes que dejan en agua de borrajas la épica del primer libro.

Ni síndrome del segundo libro ni nada, esta novela nórdica de aventuras, de intriga política, de rencores y amor consigue tenerte pegado a sus páginas a lo largo de sus casi 700 páginas. Es también muy de agradecer que el autor prepare un extenso resumen de lo que ha pasado hasta aquí para volver a situar al lector en el grandioso escenario que ha creado, pero cuando los filos de los seax y las hachas empiezan a brillar, no hay marcha atrás.

El libro continúa la acción donde la dejamos en la primera novela, pero añadiendo algunos personajes más que si bien ya aparecían ahora cobran mayor protagonismo. Es admirable la capacidad del autor para llevar adelante tantos hilos en el telar que se entrecruzan en algunas ocasiones pero que por lo general van por separado y ser capaz de mantener el interés en cada una de las líneas. Es que no hay punto de vista malo. Y dar voz también a los personajes despreciables le permite mostrarnos cómo la humanidad es eso, un conjunto de escalas de grises en la que nadie es solo bueno o solo malo, si no un compendio de características que nos podrán resultar más o menos interesantes. Hay ciertas constantes en la historia, en especial el amor maternal que es una fuerza poderosísima, pero también el honor, la avaricia o simplemente el instinto de supervivencia.

El ritmo de la novela es envidiable y creo que el autor lo consigue entre otras razones por la increíble cantidad de combates de los que seremos testigos y por cómo están narrados. Ya sea un duelo entre dos guerreros o una batalla campal entre ejércitos, en ningún momento cae en la confusión y el caos, no se esquivan los detalles sanguinolentos pero no se recrea en ellos y consigue un muy buen equilibrio entre el realismo sucio y la magia que cada vez tiene más relevancia.

También es cierto que hay algunas escenas o planteamientos de batalla que me chirrían, como cuando uno de los bandos coloca en primerísima fila a la bruja que con su magia puede desequilibrar la batalla en lo que a todas luces es una encerrona, dejándola a merced de la puntería de los arqueros. Pero, por lo general, es capaz de que te sumerjas en el frenesí de la batalla de una manera excepcional.

Hay muchas revelaciones a lo largo del libro en las que tampoco debemos entrar para evitar destripar tramas, pero me gustaría hacer hincapié en el aspecto politico de la historia, porque al fin y al cabo la recompensa de los luchadores serán riquezas y poder sin igual o verse subyugados por una fuerza muy superior.

Esto deseando que leáis este libro para poder comentarlo con vosotros y os podréis imagina el ansia viva que tengo por hacerme con la tercera entrega.

The Shadow of the Gods

Quizá la mejor manera de describir un libro de fantasía no sea hacer hincapié en la verosimilitud de sus batallas, pero no se puede negar que uno de los principales alicientes de la lectura de The Shadow of the Gods son precisamente estas escenas de enfrentamientos épicos, que parecen directamente sacadas de una recreación de la época. Al igual que en los más que recomendables vídeos de Miles Cameron, John Gwynne describe de forma totalmente inmersiva los movimientos de cada batalla, de forma que parece que estemos presentes en ese muro de escudos que choca con el enemigo o en esa escaramuza contra unos asaltantes. También es destacable la crudeza con que se describen los resultados de estos enfrentamientos, con más que considerable cantidad de casquería resultante. The Shadow of the Gods no es un libro para almas sensibles.

La ambientación nórdica también está muy conseguida, el autor consigue hacernos partícipes de la dureza de la vida en condiciones bastante extremas. No obstante, el principal motor de la parte fantástica de la historia es una mitología muy atractiva. Hace siglos hubo un gran enfrentamiento entre los dioses y acabaron todos muertos o desaparecidos. Sin embargo, sus descendientes humanos, los Tainted, siguen en el mundo, muchas veces perseguidos y esclavizados por sus características especiales, que les hacen valiosos a ojos de los poderosos. En esta parte más mágica de la narración cabe destacar la presencia de los vaesen, trolls y todo tipo de seres mágicos que pondrán a prueba a los humanos y sobre todo, sus capacidades de lucha.

Los diferentes puntos de vista de la obra están muy compensados y retienen el interés del lector de una forma bastante homogénea. Aunque cada hilo está condenado a encontrarse con los otros, es cierto que durante la mayor parte de la duración de la novela son independientes, pudiendo considerarse como relatos perfectamente válidos por sí mismos. No obstante, al verlos como un tapiz que se va desplegando ante nosotros, se puede apreciar el trabajo impecable realizado por el autor en la planificación de la obra.

También me parece importante destacar el papel de la mujer en esta sociedad de inspiración nórdica. Dos de los tres puntos de vista del libro son de mujeres, y además de mujeres de armas tomar que representan dos papeles muy distintos, la “ama de casa” que se ve obligada a retornar a un pasado que dejó atrás por amor a su familia y la “rica heredera” que renunció a todo por la fama y la gloria eterna. Pero no son solo estos dos personajes, es que hay muchas más que resultan fundamentales para el desarrollo de la historia. No parece que estén en el libro para cumplir una cuota, si no que se encuentran donde están por méritos propios.

Los personajes están muy bien trazados por Gwynne, que ha sido capaz de conjugar el desarrollo de los acontecimientos con la exposición de sus historias sin que en ningún momento tengamos sensación de infodump. Es verdad que al principio podemos andar algo perdidos mientras nos hacemos la composición de lugar y que los desplazamientos de cada grupo por el mundo a veces pueden resultar confusos, pero estos pequeños problemas se soslayan conformen vas avanzando en la lectura.

Recomiendo mucho la lectura de The Shadow of the Gods, a pesar de la magnífica y engañosa portada que nos había hecho suspirar con la presencia de dragones.

Ganadores David Gemmell Awards 2013

premioSe acaban de dar a conocer los ganadores de los premios David Gemmell. Aquí tenéis los nominados. Los afortunados son:

Legend Award  (Mejor novela)

Brent Weeks por “The Blinding Knife” (Orbit)

Morningstar Award  (Mejor novela de debú)

John Gwynne por “Malice” (Pan Macmillan UK)

¡Enhorabuena a los ganadores!

PS: la foto del hacha no la he puesto porque esté chula (que también) si no porque es el trofeo.

ACTUALIZACIÓN : Se me había pasado el ganador de Ravenheart Award (Mejor portada): Didier Graffet y Dave Senior por “Red Country” de Joe Abercrombie (Gollancz).