The Raven Scholar

No sé qué me hizo empezar The Raven Scholar, el nombre de Antonia Hodgson me era desconocido y aunque la sinopsis era atractiva, hace ya tiempo que aprendí a desconfiar del marketing encapsulado en cuatro frases. Pero tendré que darle las gracias a ese instinto, porque me he encontrado un libro que merece las cinco estrellas con las que lo he valorado.

The Raven Scholar mezcla la investigación de un asesinato con un mundo de fantasía apasionante, como The Tainted Cup de Robert Jackson Bennett. Y he de decir que esta mezcla de géneros, que no sé si hay un término que describa adecuadamente, al menos a mí me tiene encandilada. No es menos cierto que disfrutar de la lectura de un libro tan extenso gracias a la labor de narración Daphne Kouma lo convierte en una tarea exquisitamente agradable. Además, los valores de producción que incorpora el libro, con ecos y cambios en la grabación en determinados momentos clave de intervención de los personajes no hace si no añadirle valor a esta versión en audio.

La construcción de mundo sobre la que se sustenta The Raven Scholar es excelsa. Tanto el sistema de elección del emperador basado en pruebas que enfrentan a los mejores representantes de las ocho casas de saber, como el hecho de que los dioses sean más temidos que venerados le da muchísimo juego a Hodgson. El torneo que se desarrolla durante las 700 páginas del libro recuerda un poco al de los tres magos en Hogwarts pero vitaminado y supermineralizado. Y aún con todas las bondades que muestra, no tiene por qué ser lo más destacado del volumen, porque el elenco de personajes, su profundidad, su historia pasada y sus relaciones también son un pilar en el que basar el éxito del libro. No me extrañaría verlo enmarcado como dark academy, aunque creo que el volumen ofrece mucho más. También he visto que lo llamaban fantasía épica y tampoco es desacertado, pero sigo pensando que hace falta una definición distinta para algunos libros.

Hodgson también aprovecha para meter ciertas dosis de humor que alivian la tensión in crescendo a lo largo de la lectura. El humor en la fantasía es un tema delicado, no es fácil que salga fluido pero la británica sale bastante airosa de este envite, de mí al menos ha conseguido alguna carcajada y, por lo general, la lectura ha sido con una sonrisa en los labios. Es un recurso muy bueno para contrarrestar los momentos más duros del libro, que también los tiene. Y es que, como la vida misma, The Raven Scholar puede provocar sonrisas y lágrimas al más pintado. La trama es aparentemente enrevesada y algo exigente con el lector, en parte por la gran cantidad de personajes que tienen un papel más o menos relevante en la historia y sobre todo por los vericuetos que los conspiradores y los investigadores deberán recorrer para revelar la verdad, pero, sinceramente, creo que el esfuerzo merece la pena.

Lo más frustrante para mí es ver que se trata solo de la primera entrega de una trilogía y que queda mucho por descubrir, a pesar de la gran longitud de la obra. Pero no me cabe duda de que en cuanto que esté disponible la siguiente entrega me haré con ella, para seguir disfrutando de lo que escribe Antonia Hodgson.

Floating Hotel

La verdad, lo de cozy science fiction fue lo que me atrajo en primer lugar de Floating Hotel, porque sentía mucha curiosidad sobre cómo se iban a articular dos tendencias que parecen dispares (luego descubrí que también hay obras de cozy horror, lo que convierte las acrobacias mentales de la cozy science fiction en un paseo por el parque).

Floating Hotel es una novela coral, es un slice of life pero situado en una nave espacial que navega en una ruta circular por el sistema solar y ese es el componente de ciencia ficción. Por lo demás, se podría situar perfectamente en un crucero de lujo y la historia se podría mantener (más o menos) igual. Por lo tanto, cuando nos adentramos en esta novela, partimos de la base de que ciencia ficción tiene más bien poca, lo que no quita que sea una lectura agradable y simpática.

La plétora de personajes que habitan el Grand Abeona Hotel son el principal interés de la obra. Desde el manager que gestiona de manera impecable el hotel, habiendo aprendido el oficio desde pequeño pasando por los científicos que están allí de simposio, llegando a los espías que parecen medrar en sus habitaciones. Como novela con múltiples puntos de vista que es, al principio cuesta un poco seguir el hilo de lo que Grace Curtis nos tiene preparado, pero una vez que llegamos a la velocidad de crucero, no hay grandes escollos en nuestra ruta.

Como trasfondo, un malvado Imperio Galáctico (¿habrá alguna vez un Imperio Galáctico benevolente?) que nos acaba importando poco porque lo mejor son las historias de cada personaje. Es cierto que hay tantos que a veces algunos están mejor posicionados que otros, con una exposición más atractiva o simplemente un pasado mejor explicado, pero en general para tratarse de una novela de personajes, el equilibrio entre todos está bastante bien llevado. ¿Se podrían haber quitado algunos? Seguramente sí y hubiera habido un poco más de espacio para que los demás personajes pudieran dejarnos más huella.

La narración del audiolibro de Lauryn Allman es impecable, con una entonación sensual que se ajusta como anillo al dedo al tono de la novela, enhorabuena por este casting tan acertado. Es cierto que tuve un pequeño problema técnico con la reproducción del audiolibro, ya que el tanto por ciento de avance de la lectura estaba mal calculado, así que acabé el libro llegando al 110% del mismo, pero es un problema menor aunque curioso.

En definitiva se trata de una novela muy en la línea de las últimas publicaciones de Becky Chambers, como The Galaxy, and the Ground Within .

The City of Stardust

Me está costando encontrar últimamente novelas de fantasía que no tengan un fuerte componente romántico y aunque The City of Stardust lo tiene más atenuado que otras, también está presente.

La novela sigue los pasos de Violet, la última descendiente de la familia Everly, criada por sus tíos ya que su madre desapareció siendo ella niña para intentar romper la maldición que pesa sobre la familia, ya que un miembro de cada generación desaparece por razones que no quedan muy claras. Violet, criada entre misterios, se empeñará en descubrir dónde está su madre y también cuáles son las causas de su futura perdición.

Georgia Summers utiliza de una manera muy inteligente la figura maternal ausente como un constante acicate para la curiosidad e incluso el instinto de supervivencia de Violet, pero descubre bastante pronto cuál es el juego de Penélope, la causa de todas sus desdichas. Que su supuesta salvación dependa de una persona que prácticamente no aparece en todo el libro mientras que su “torturadora” sí que se mantiene cerca, es una dualidad muy interesante y bien estudiada. Los típicos plazos de un año y un día que solemos relacionar con los pactos feéricos también están presentes en el libro, junto con un grupo de estudiosos que solo ansían conseguir más poder y que tendrán un papel decisivo en el devenir de la novela.

La narradora del audiolibro es Kitty Parker y realiza una muy buena labor sobre todo en la creación de ambientes decadentes con sus tonos velados y sugerentes. Su labor se ha visto sin duda favorecida por el uso elegante de la prosa del que hace gala Georgia Summers, que para ofrecernos su primera novela parece más veterana en estas lides.

Ahora bien, existen otros problemas durante la lectura. El ritmo desfallece en variadas ocasiones y parece que se estiran algunos capítulos innecesariamente. La definición de los personajes tampoco es el punto fuerte de la novela, porque aparte de Violet y Penelope, los demás quedan bastante difusos, incluso el interés romántico del que hacía mención en el primer párrafo, que es que casi ni me acuerdo de cómo se llamaba (Aleksander, pero he hecho trampa y he ido a consultarlo).

The City of Stardust es un libro que puede recordar algo a una fantasía de hace unas décadas, pero con una pátina de modernidad que si bien no lo convierte en una lectura imprescindible, sí que lo hace entretenido.