Estación Niebla

El cyberpunk es un movimiento que tuvo su momento álgido hace años, pero que tras esta época de esplendor se ha mantenido presente en la ciencia ficción, si bien no tan en boga como antes. Estación Niebla es una novela cyberpunk, escrita originalmente en catalán, pero afortunadamente traducida al castellano para que podamos disfrutarla.

Se podría decir que Enric Herce toca todos los puntos que se pueden considerar propios del género, como las drogas que alteran la conducta, las megacorporaciones que rigen los destinos de los seres humanos o las modificaciones biológicas que nos transforman en cyborgs. Creo que no se deja nada en el tintero. Y consigue ofrecerlo de una forma atractiva eligiendo el modo que mejor se adapta a este ritmo frenético para la exposición, en una novela sin capítulos que se condensa en una lectura sin pausas.

Enric aprovecha el libro para realizar una aguda crítica al futuro al que parece que estamos abocados, pero que le sirve como espejo para asistir sin tapujos a las injusticias de las sociedad actual. El mensaje antimilitarista quizá es demasiado contundente, poco sutil con sus referencias al enemigo y a los ataques terroristas indeterminados que llevan a una sociedad contradictoria a cargarse de cadenas en busca de la libertad, pero sin duda consigue su objetivo. También se ve reflejada la corrupción policial, aunque de una forma un tanto ingenua, justificada por las circunstancias.

Me gusta especialmente el tratamiento de la memoria de los humanos y la búsqueda de la trascendencia, exponiendo varios métodos que nos podrían llevar al transhumanismo, aunque también es cierto que se queda un poco en la orilla sin llegar a explorarlo exhaustivamente (quizá no era el objetivo del libro).

La utilización de flashbacks de la vida del protagonista nos sirve para ponernos en situación y entender cómo Max ha llegado a la situación en la que se encuentra en la actualidad. Tenemos atisbos del mundo actual gracias a transcripciones de noticias y telediarios, así que de una forma muy inteligente que soslaya el infodump el autor nos pone en situación.

Los personajes están bien construidos y la longitud de la obra favorece una lectura rápida y satisfactoria.

La novela se publicó originalmente en catalán y ha sido traducida por el propio autor. La edición de RedKey es muy buena, un libro ligero que se adapta a una lectura rápida.

Repo Virtual

Me habían gustado con algunas reservas las novelas cortas de Corey J. White, así que cuando vi que Repo Virtual estaba disponible en Scribd la verdad es que no lo pensé mucho y me la escuché en muy poco tiempo.

Es una novela cyberpunk, con su realidad virtual, sus críticas al sistema que condena casi a la indigencia a la mayoría de la población pero en este punto hay poca novedad. Esto ya lo hizo William Gibson hace muchos años y quizá esperaba algún cambio más, alguna diferencia. La típica corporación sin escrúpulos que explota a sus empleados, el líder mesiánico que no es trigo limpio aunque sus seguidores estén obnubilados por su presencia, son unos malvados de opereta bastante maniqueos. La novela no destaca en ese aspecto.

También es cierto que se vende como una novela en la que se llevará a cabo un timo, en plan The Quantum Magician, algo que podría también atraerme. Pero se salta el típico reclutamiento del equipo que tanto sirve para aportar profundidad a las historias personales de cada componente del grupo y el GRAN PLAN es bastante improvisado, por no decir totalmente aleatorio.

En cuanto a la narración de Stephen Walker, he tenido algún que otro problema con ella. Y es que por alguna razón que no alcanzo a entender, a uno de los personajes lo caracteriza con una voz que no para de soltar gallos. No es ninguno de los protagonistas, pero me ha resultado bastante molesto este detalle.

Lo que sí me gusta es el optimismo que rezuman las páginas, incluso en los momentos más tensos hay esperanza para los personajes, lo que quiere decir que hay esperanza para el ser humano. Ese tono es lo que más me ha convencido de la historia, junto con un postfacio atractivo, que da un final redondo a una novela que se puede calificar como pasable. No es mala y sería injusto calificarla de esa manera, pero es fácilmente olvidable.