Machine’s Last Testament

Esperaba con mucha curiosidad la primera novela “larga” de Benjanun Sriduangkaew. Sus novelas cortas como Scale-Bright o Mirrorstrike ya dejaban entrever que el resultado sería bueno, pero al final el salto de una extensión a otra conlleva riesgos.

Es innegable que la prosa de la autora sigue siendo una de las más cuidadas de la ciencia ficción. En esta ocasión, está acompañada de una trama política intrincada y absorbente, con planes que llevan décadas en ejecución para poder adelantarse a la vigilancia de una inteligencia artificial que todo lo controla, Samsara.

Me ha encantando el aspecto especulativo de la obra, investigando cómo podría ser el desarrollo de una inteligencia artificial que ha sido creada por humanos y que, por lo tanto, podría tener fallos desde su propio origen, heredados de sus creadores. El hecho de que el objetivo de Samsara sea proteger a los humanos y mejorar su vida no le impide atacar a aquellos que viven fuera de sus fronteras, dando lugar a una contradicción con la que hasta el más avanzado algoritmo tendría problemas. Benjanun maneja este dilema con maestría, dividiendo la propia psique (si esta es la palabra adecuada) de la inteligencia artificial.

Otro de los temas que el libro trata con descarnada dureza es el dilema de la inmigración. Los supervivientes de las purgas en sistemas remotos ansían llegar a Samsara, ese Edén donde la “benevolente” IA cuidará de tí y de tu familia para hacerte feliz. El proceso de admisión sin embargo es frío y aséptico y las posibilidades muy bajas a menos que tengas algo interesante que ofrecer. Y los campos de confinamiento no son mejores, donde los poderosos dan rienda suelta a sus bajas pasiones aprovechándose de los desesperados.

También podríamos hablar de la constante vigilancia y monitorización de todos los seres en el planeta, por su propio bien. Pero esto es algo que ya parece anecdótico e inevitable en una sociedad de este tipo.

Sriduangkaew no deja pasar la oportunidad para incluir las escenas de sexo explícito a las que también nos tiene acostumbradas, incluso con algo de sadomasoquismo para añadir a la mezcla. Pero me parece importante resaltar la aparición del consentimiento en estas relaciones. Y qué decir de la representación de las distintas sexualidades a lo largo del libro. El uso de pronombres variados que hace que el lector se tenga que plantear qué quiere decir exactamente un personaje que se autoproclama they o xe o cualquier otro. Una invitación a explorar un mundo quizá algo desconocido, pero sin duda a la orden del día.

Añadimos al conjunto algunas escenas de acción y peleas bastante bien narradas y tendremos una space opera de lectura muy entretenida aunque algo desafiante por momentos, ya que la forma de escribir de la autora no es un inglés muy asequible. El esfuerzo merecerá la pena.

Repo Virtual

Me habían gustado con algunas reservas las novelas cortas de Corey J. White, así que cuando vi que Repo Virtual estaba disponible en Scribd la verdad es que no lo pensé mucho y me la escuché en muy poco tiempo.

Es una novela cyberpunk, con su realidad virtual, sus críticas al sistema que condena casi a la indigencia a la mayoría de la población pero en este punto hay poca novedad. Esto ya lo hizo William Gibson hace muchos años y quizá esperaba algún cambio más, alguna diferencia. La típica corporación sin escrúpulos que explota a sus empleados, el líder mesiánico que no es trigo limpio aunque sus seguidores estén obnubilados por su presencia, son unos malvados de opereta bastante maniqueos. La novela no destaca en ese aspecto.

También es cierto que se vende como una novela en la que se llevará a cabo un timo, en plan The Quantum Magician, algo que podría también atraerme. Pero se salta el típico reclutamiento del equipo que tanto sirve para aportar profundidad a las historias personales de cada componente del grupo y el GRAN PLAN es bastante improvisado, por no decir totalmente aleatorio.

En cuanto a la narración de Stephen Walker, he tenido algún que otro problema con ella. Y es que por alguna razón que no alcanzo a entender, a uno de los personajes lo caracteriza con una voz que no para de soltar gallos. No es ninguno de los protagonistas, pero me ha resultado bastante molesto este detalle.

Lo que sí me gusta es el optimismo que rezuman las páginas, incluso en los momentos más tensos hay esperanza para los personajes, lo que quiere decir que hay esperanza para el ser humano. Ese tono es lo que más me ha convencido de la historia, junto con un postfacio atractivo, que da un final redondo a una novela que se puede calificar como pasable. No es mala y sería injusto calificarla de esa manera, pero es fácilmente olvidable.

The Eagle has Landed

Las antologías temáticas requieren mucho trabajo por parte del seleccionador y es encomiable la labor de Neil Clarke en este volumen dedicado a relatos relacionados con la Luna. La calidad de las historias es variable, con un gran variedad de autores y aproximaciones a cada tema. Pero en este caso me temo que Clarke no tenía mucho donde elegir y aunque hay algunos relatos muy buenos, la calidad media no es la misma que en otras de sus recopilaciones.

Bagatelle de John Varley

Un relato deudor de su tiempo, con una marcado tono pulp y ligero, un entretenimiento pasable.


The Eve of the Last Apollo de Carter Scholz

Esta historia gira en torno a cómo lidiar con las consecuencias humanas que para los primeros astronautas que pisaron la superficie lunar.


The Lunatics de Kim Stanley Robinson

Esperaba algo más de Kim Stanley Robinson, que solo nos muestra el devenir de unos mineros que se rebelan contra su labor en el satélite.


Griffin’s Egg de Michael Swanwick

Se me ha hecho larga esta historia de Swanwick, que parece más centrado en contar las aventuras sexuales del protagonista que en las consecuencias de un conato de guerra nuclear en la Tierra (si es posible semejante término). El final sí que me ha parecido interesante y la idea del experimento psicológico entre guardianes y presos está tratado de forma atractiva, pero le hace falta bastante poda.


A Walk in the Sun de Geoffrey A. Landis

Un relato de superación personal y lucha por la supervivencia huyendo de la cara oculta de la Luna.


Waging Good de Robert Reed

Un comienzo muy fuerte que genera muchísimas expectativas pero que luego se va diluyendo poco a poco. La sentencia por una travesura de juventud es el exilio a una Tierra devastada por las plagas en la que la tasa de supervivencia es ínfima.


How We Lost the Moon de Paul McAuley

Me fascina la ciencia que hay detrás de este relato, con un mini-agujero negro en el centro de un cuerpo celeste.


People Came From Earth de Stephen Baxter

Un relato sobre la recuperación de la civilización después del colapso en una Luna “terraformada”. Correcto pero no apasionante.


Ashes and Tombstones de Brian Stableford

Lo importante de este relato me parece que es el giro final pero como resulta algo que se ve venir, pierde mucha fuerza.


Sunday Night Yams at Minnie and Earl’s de Adam Troy Castro

Precioso cuento de Adam Troy Castro sobre la necesidad de mantener el sentido de la maravilla cuanto todo lo demás se banaliza.


Stories for Men de John Kessel

Entiendo que el orden correcto de lectura de las historias de John Kessel sobre la colonia lunar matriarcal debería haber sido primero este relato y después The Moon and the Other, pero como no ha sido así mi caso, lo cierto es que este relato me ha dejado mucha menos huella que The Moon and the Other, sea por que ya conocía la sociedad de los Cousins, sea porque parte de las sorpresas de la historia también las conocía. No obstante, reconozco que la discusión sobre el patriarcado sigue siendo candente.


The Clear Blue Seas of Luna de Gregory Benford

El punto de partida de este relato me ha resultado muy original ya que hablan de terraformar la Luna. Muchísimas historias tiene lugar en las colonias de la Luna, pero las características propias del asteroide parecen impedir su terraformación. La primera parte del relato me resulta más interesante por esto, pero el resto no me convence.


You Will Go to the Moon de William Preston

La Luna como destino para los ancianos mezclada con la necesidad de cumplir los sueños infantiles en la vida da lugar a un relato bastante olvidable.


SeniorSource de Kristine Kathryn Rusch

Una supuesta investigación policíaca que en realidad le sirve a la autora para explorar la injusticia de un sistema social en el que los baby boomers han asegurado su longevidad en la Luna a costa del trabajo de las generaciones posteriores, que nunca podrán disfrutar de las mismas oportunidades. Muy oportuno.


The Economy of Vacuum de Sarah Thomas

Un comienzo interesante para la historia de una colonizadora que quedará en la más absoluta soledad en la Luna, pero con un final que parece tomado de otro relato, que no resulta para nada satisfactorio y que parece una soflama contra ciertos regímenes políticos.


The Cassandra Project de Jack McDevitt

Me ha gustado más el proceso de investigación alrededor del clasificado proyecto Cassandra que la resolución final del relato, que se va desinflando conforme avanza.


Fly Me to the Moon de Marianne J. Dyson

Entrañable relato en el que un joven que visita a un anciano al que cree piloto en una residencia geriátrica, acaba descubriendo el relevante papel que desempeñó en la conquista de la Luna y como hay cosas que nunca se olvidan.


Tyche and the Ants de Hannu Rajaniemi


The Moon Belongs to Everyone de Michael Alexander y K.C. Ball

Un relato policial en un entorno lunar en una historia alternativa que tiene como trasfondo el lanzamiento de la primera misión tripulada a Marte, en 1980. La premisa era buena pero el desarrollo no lo es tanto.


The Fifth Dragon de Ian McDonald


Let Baser Things Devise de Berrien C. Henderson

Un llamativo relato sobre un chimpancé evolucionado que logra alcanzar el reconocimiento como persona. No pasa de ser anecdótico.


The Moon is Not a Battlefield de Indrapramit Das


Every Hour of Light and Dark de Nancy Kress

Muy curiosa este relato de Nancy Kress, que solo toca el tema lunar de forma tangencial, pero que habla sobre la pasión por el arte y su conservación con un oficio indiscutible.


In Event of Moon Disaster de Rich Larson

Un relato con tono humorístico sobre los problemas éticos derivados de la duplicación de seres.

No puedo recomendar esta recopilación porque varios de los relatos incluidos son flojos, escogidos por su característica lunar, pero sin la suficiente calidad como para hacerse valer por sí mismos.

Vagabonds

No sé si os pasará a vosotros, pero los ejemplos de ciencia ficción de origen chino que he leído, me traen un regusto a ciencia ficción clásica pero con algún cambio. He de reconocer que la muestra no es significativa, porque casi todo por no decir todo ha pasado por el filtro de Ken Liu, bien sea seleccionando los relatos de diversas recopilaciones o traduciendo obras como las de Cixin Liu.

Vagabonds no es una excepción. Está traducida por Ken y recuerda a la ciencia ficción clásica, especialmente a Los Desposeídos, con la que comparte más de una similitud. Es una novela situada en un futuro tras la guerra entre la Tierra y Marte, pero aparte del conflicto armado todavía sigue presente el conflicto ideológico, entre el capitalismo y una versión del comunismo sobre la que cabría hacer muchos comentarios. Como hilo conductor y como testigo de los hechos está la figura de Luo Ying, una joven marciana que formó parte de un programa de intercambio por el que pasó cinco años en la Tierra y que ahora vuelve a su lugar de origen. En su nave de regreso también viaja una delegación de la Tierra para negociar acuerdos, junto con un cineasta que tiene protagonismo en la primera parte del libro pero que luego apenas mantiene la importancia.

La especulación social que lleva a cabo la autora es apasionante. No es un libro para leer de forma atropellada, si no para ir reflexionando sobre lo que se propone y si cada sistema sería viable o no a largo plazo. Aunque Hao Jingfang se centra mucho más en la parte marciana, sí que veremos retazos de la vida en la Tierra. Los sistemas sociales que clasifican entre fluidos e inmóviles, la comparación entre ambos, la necesidad de revolución para acabar con las injusticias, el inmovilismo de los que en su momento fueron agentes de cambio pero ahora son escollos en el camino… Muchos temas tratados con sensibilidad.

En el aspecto formal de la escritura, sin embargo, hay algunos elementos que no me han gustado. La figura de Luo Ying parece novata en todo y se utiliza como recurso ese supuesto desconocimiento para tener conversaciones con su tutor que son un infodump en toda regla. También resulta un tanto extraño que mientras toda la novela ha estado basada en las intervenciones de Luo Ying y su entorno, al final se ceda el protagonismo a otros personajes que tienen intervenciones mínimas pero drásticamente influyentes en la toma de decisiones.

La narración de Emily Woo Zeller es correcta, pausada como el propio tono de la novela, pero tiene un defecto que me hace algo incómoda la audición cuando imposta las voces masculinas, ya que tiene un toque que suena a falso, a niño imitando a adulto.

Vagabundos está publicada en español con traducción de Agustín Alepuz Morales.

Fall, or Dodge in Hell

Neal Stephenson es un autor capaz de presentar una ideas apabullantes, con un conocimiento exhaustivo de la materia sobre la que desarrolla sus novelas y una capacidad de narrativa que puede trasnformar el infodump más árido en una entretenidísima charla TED en la que aprendes sin darte cuenta. Pero me temo que con sus últimos libros, está perdiendo esta capacidad, porque cada vez son más largos y pesados de leer.

Me ha costado mucho trabajo finalizar Fall, or Dodge in Hell. La premisa de la vida después de la muerte mediante la virtualización y la singularidad tecnológica es apasionante y algunos de los párrafos dedicados a esto en el libro son una maravilla especulativa, sobre todo la relación entre la capacidad de cálculo y las necesidades físicas de los servidores, en aspectos como la refrigeración y la propia energía eléctrica. Pero es que está rodeado de tanto relleno que la novela parece una muñeca pepona.

La parte dedicada a la propia “vida” en el mundo virtual es insufrible. Las descripciones de cómo se va decidiendo cómo funciona cada hoja, cada piedra, cada rayo del luz… no es que le haga falta tijera, es que ni con una motosierra se puede una adentrar en ese proceloso laberinto de palabras. Me gustan las referencias a la mitología clásica, pero en este caso la transposición de figuras tampoco me convence. Y qué decir de la parte final, en la que diversos personajes se van de “aventura” (a hacer una “quest”) con un regusto a RPG trasnochado que tira para atrás.

El narrador del audiolibro, Malcolm Hillgartner, que se ha ganado su salario bien ganado con las 32 horas que ha tenido que locutar, tiene una voz que me recuerda a los documentales doblados de la dos. Te envuelve y te acompaña, haciendo la escucha en sí una experiencia agradable.

Me resulta imposible recomendar esta obra. Neal Stephenson sin supervisión y con un procesador de texto es una de las mayores amenazas actuales para la selva amazónica.

El Laberinto Invisible

Leer la obra de Víctor Guisado no me ha resultado fácil. La he leído al principio del confinamiento y eso ha pesado gravemente en mi capacidad de concentración. A pesar de esta dificultad, he disfrutado enormemente con la bellísima prosa a la que nos tiene acostumbrados el autor. Mirad la primera frase del libro, para que sirva como ejemplo:

Mi hermano lleva enredados en su cabello cinco asteroides silenciosos, varias luciérnagas capitán y quién sabe cuántas metáforas de eco nulo.

No es fácil describir El Laberinto Invisible, ya que la originalidad de la propia obra impide clasificarla. Se puede decir que si te gustó Me tragó el igualma de seguro te encantará esta nueva novela, pero eso sería injusto para un lector que todavía no haya podido acercarse a su obra.

La historia que nos narra Víctor es la historia de dos hermanos mellizos, indisolublemente unidos por las circunstancias de su nacimiento pero también por las de su crianza, en un mundo aparentemente abandonado pero plagado de peligros y maravillas. La imaginación que desborda en cada página es trepidante y el lenguaje que utiliza para expresar sus ideas es aún más increíble.

El universo en el que se desarrolla esta huida hacia delante que tanto nos asombra está unido con los otros relatos del mismo autor, en un cosmos sorprendente que no deja de ampliarse ante nuestros ojos. Ver el mundo a través de los ojos de una niña nos permite asombrarnos con nuevos descubrimientos que quizá para otros fueran sucecos comunes, pero que se despliegan ante nosotros con apasionante detalle.

Se trata de un libro para leer de forma pausada e ir degustándola poco a poco, porque también es cierto que en ocasiones la prosa puede llegar a resultar agobiante, dependiendo del gusto de cada uno. Es una novela episódica, así que es recomendable espaciar cada capítulo para poder seguir disfrutando de la obra del autor extremeño.

Sixteenth Watch

Myke Cole es un autor inquieto, que va cambiando de género aunque su “especialidad” sea la ciencia ficción militar. Y Sixteenth Watch se puede enmarcar perfectamente en ese casillero, pero he quedado gratamente sorprendida con la protagonista, que rompe el molde que podríamos haber esperado para una novela de estas características. Y es extraño porque estamos hablando de una militar de carrera, de mediana edad, madre de dos hijos y viuda de un marine que precisamente pereció en una misión lunar. El contraste de este trasfondo familiar y el entorno militar es acusado pero totalmente creíble.

El autor formó parte en su momento de la Guardia Costera, un cuerpo del ejército de los EE.UU. que pasa bastante desapercibido entre otros más conocidos. Y esa experiencia vital así como la profunda huella que dejó en él se deja ver en cada una de las páginas del libro. Las escenas de acción, que son muchas y variadas, están descritas con un punto de verosimilitud que añade credibilidad al relato.

La tensión fronteriza en la Luna entre los EE.UU. y China está en niveles muy altos y parece que algunos intereses particulares pretenden forzar la que sería la Primera Guerra Lunar. En este sentido cobra especial importancia la labor de la patrulla fronteriza, pero sobre todo las relaciones públicas, la imagen externa. Es por esta causa que a Jane Oliver le ofrecen un puesto de instructora en la Luna para un equipo de especialistas de la Guardia Costera que participará en un concurso que crea muchísima expectación entre la audiencia. Puede parecer una excusa un tanto débil, pero es un buen comienzo para una novela que tomará otros derroteros.

Estamos ante un libro con mucha acción, pero con algo más de profundidad que una retahíla constante de enfrentamientos con la testoterona por los cielos. Un relato sobre cómo hacer trabajo en equipo, pero también sobre la cadena de mando, las decisiones políticas dictadas por intereses particulares o las relaciones familiares bajo presión así como las formas de afrontar el duelo. Me ha parecido muy completo y recomendable.

The Outside

He acabado gratamente sorprendida la lectura de The Outside, un libro que se sale claramente de mi zona de confort por sus referencias a horrores lovecraftianos, pero que trata temas de especulación muy interesantes y con una protagonista autista como en A las puertas de la nada de Corinne Duyvis. Y eso que la primera vez que empecé a leerla la tuve que dejar de lado porque no acababa de convencerme la lectura.

Sin embargo, una vez superada esa primera parte quizá de difícil comprensión (sin llegar a los niveles del primer libro del Hexarcado de Yoon Ha Lee, por ejemplo) el libro comienza a fluir. No digo que se convierta en un paseo por el campo, pero sí que comienza a tener una lógica interna que te permite disfrutar de una historia bastante dura con sus momentos de puro horror cósmico. Y eso es un gran mérito por parte de la autora, al menos para alguien como yo que no se acerca al terror muy a menudo.

En el universo que nos describe Ada Hoffman hay colonias humanas esparcidas por distintos mundos y estructuras orbitales, en cierto modo supeditadas a la voluntad de los dioses, que son computadores cuánticos evolucionados hasta ser prácticamente indistinguibles de los antiguos dioses. La estructura de poder de los dioses, apoyándose en arcángeles y otros humanos evolucionados con tecnología cuántica también resulta muy interesante.

Me gusta mucho la idea de que el desarrollo tecnológico que no cumple los estándares estipulados por los dioses se consideren herejías, como las afirmaciones de Servet o Galileo en su momento (se ve que aunque estemos en un futuro bastante lejano no hemos evolucionado tanto como especie). Aunque claro, cuando esta tecnología puntera puede dar rienda suelta a la presencia de horrores cósmicos en la puerta de al lado de tu casa, empieza a entenderse las restricciones a la investigación.

Es importante la especulación que realiza la autora, con ciencia ficción dura que se adentra en terrenos metafísicos, porque pone en juego la cordura del científico que osa andar esos caminos. Y qué maravilla que sea necesaria una estructura neuronal atípica para ser capaz de dar esos saltos intuitivos vetados al resto de los mortales. También es destacable la relación que la protagonista mantiene con su mentora, huida por sus ideas heréticas y también especial por esas mismas especulaciones. Vemos un juego del gato y el ratón, una persecución quizá ya dictada de antemano por fuerzas superiores que escapan a su comprensión pero que consigue mantener nuestra atención.

Quizá el punto débil del libro sea la relación amorosa en la que está inmersa la protagonista, que parece un poco de quita y pon, según la necesite o no la autora. También es posible que a mí no me haya parecido suficiente fascinada como estaba por los otros acontecimientos que se iban desplegando ante mí.

The Outside no es un para nada una lectura fácil, pero creo que si recompensa el esfuerzo invertido.

Do you dream of Terra-Two?

Do you dream of Terra-Two? no es un libro fácil. La premisa es apasionante, una misión que sirva como cabeza de puente para la colonización de un mundo a una distancia asequible para una nave espacial, ya que el tiempo de trayecto estimado es de 23 años. Para este fin, la tripulación estará compuesta de una mezcla entre astronautas veteranos y noveles, para que cuando estos últimos lleguen al nuevo planeta, estén en plenitud de condiciones, mientras que los más experimentados quizá no lleguen pero han conseguido transmitir su conocimiento a los jóvenes.

La parte en la que se habla someramente sobre el durísimo entrenamiento al que se ven sometidos los candidatos recuerda a En órbita con Thomas Pesquet, pero con muchísima menos incidencia en la parte técnica y casi sin humor. De hecho, el principal fuerte de la novela son las relaciones interpersonales entre los distintos miembros que forman parte de la misión. El hecho de que sea al agencia espacial del Reino Unido la responsable de la misión dota de cierto tono británico a todo el conjunto, un poco en estilo stiff upper lip y flema total que hace que no acabes desarrollando del todo la empatía que podrías sentir por los protagonistas.

Y es que es difícil creer que los aspectos psicológicos que se consideran fundamentales para la convivencia en una nave espacial, como tan claro nos ha dejado Mary Robinette Kowal en las entregas ya publicadas de su serie Lady Astronaut, y que forman una parte fundamental de esta narración, tengan un resultado tan catastrófico. Entiendo la competitividad inherente a la formación de los futuros astronautas en esa carrera por ser elegido, pero los perfiles que finalmente llegarán a la misión son incongruentes con lo que sería imprescindible para una misión de tan larga duración. Entiendo que la psicología no es una ciencia exacta pero parece que han seleccionado lo mejor de cada casa para provocar conflictos.

El uso de una tercera persona alejada de los personajes también influye en este distanciamiento percibido por el lector. A pesar de los constantes cambios de personaje, el tono es siempre el mismo y emite cierta frialdad que quizá no sea la que necesitaba el libro. Se trata de una lectura un tanto aséptica, si me permitís la expresión y la verdadera “acción” no llega hasta el último cuarto de la novela. Seguimos interesados en el transcurrir de la aventura, pero de un modo desapegado.

Se pasa de puntillas sobre los aspectos técnicos que permiten tanto la expedición como la exploración previa del planeta de destino, que se considera un Edén lejano. Existe cierto aire místico que rodea al libro, incluso en el título, que puede resultar decepcionante para quien buscara un relato sobre una nave generacional. Este no es el entorno en el que nos movemos.

La ubicación temporal de la novela hace que podamos pensar en ella como una historia alternativa, ya que el lanzamiento de la nave tiene lugar en el año 2012. Es este un detalle aparentemente nimio, pero que ayuda a que la autora contextualice la situación de los astronautas.

En definitiva, Do you dream of Terra-Two? es un libro para una lectura sosesagada y en cierto modo distanciada del propio relato. Es difícil recomendarlo sin poder ubicarlo con exactitud, pero espero haber despertado vuestra curiosidad con la reseña.

The Oracle Year

Charles Soule es conocido por su labor como guionista de cómics pero también ha hecho sus pinitos como escritor en otros formatos. The Oracle Year fue su primera novela, con un ingrediente fantástico sobre el que gira toda la trama.

Un joven residente en Nueva York recibe en sueños una serie de predicciones que resultarán ser reales punto por punto. Con parte de esta información decide instaurar un sitio en Internet donde hará públicar parte de estas predicciones y poco a poco veremos cómo van influyendo no solo en su vida y en la de sus allegados, si no a escala global.

The Oracle Year es una novela simple y centrada, que no se va por vericueto alguno a la hora de contar una historia directa. Está escrita con oficio, libre de polvo y paja, pero dando siempre la sensación de responder a un plan prefijado de antemano. Quizá esta sensación es a la vez la principal ventaja y el principal inconveniente de la lectura. No estamos ante una disquisición sobre el libre albedrío como podría parecernos y la utilización casi constante de deus ex machina a lo largo de la historia pero principalmente en la segunda mitad puede resultar exasperante. Sin embargo, una vez aceptadas las reglas del juego que nos propone el oráculo, la novela se convierte en un entretenido thriller de consumo rápido y satisfactorio. Tiene sus momentos de acción con persecuciones automovilísticas y viajes contrarreloj en helicóptero, y también sus momentos de reflexión sobre el devenir del mundo en manos de los poderosos. Que el malo más malo de todo el libro sea un reverendo también resulta irónico, aunque su fe sea solo una fachada para el entramado económico que hay detrás.

Los personajes son bastante planos, pero cumplen su función perfectamente. Como ya digo, la novela consigue mantener tu interés sin ser un dechado de originalidad. Y es que tampoco lo necesita, basta con entretener.