Ashes of Man

No me cabe duda de que la saga de The Sun Eater de Christopher Ruocchio es una de las mejores spaces operas del siglo, pero por la razón que sea está pasando bastante desapercibida en España. Con Ashes of Man todavía no llega a su final, con un protagonista ya mayor que sigue sirviendo a su emperador pero que ya no cuenta ni con la fuerza y el entusiasmo de la juventud ni con el apoyo de sus compañeros que han ido cayendo por el camino. El enemigo sigue insaciable en su proyecto de acabar con la Humanidad, de devorarla, aunque eso ni siquiera es lo más terrible que desean hacer.

Hablar de la quinta entrega de una saga sin entrar en el cenagoso terreno del destripe es una misión muy complicada, así que me temo que mi reseña sobre Ashes of Man estará más orientada a mis sensaciones durante la lectura que al análisis de la propia obra. Nos encontramos ante una novela profundamente pesimista, con un protagonista destrozado por las pérdidas y el dolor acumulado a través de décadas y décadas de deambular por el espacio. Ruocchio sigue utilizando su conocimiento de la cultura clásica para apuntillar muchas de las reflexiones que trufan el libro, lo que nos hace pensar que la historia siempre está condenada a repetirse y que los Imperios acaban cayendo, ya sea a manos de los bárbaros venidos del norte o de los codiciosos alienígenas que nos consideran alimento.

¿Quedan cosas sin explicar? Sí, pero por esa misma razón tiene mucho mérito el colofón que nos ofrece el autor, centrado más en las reflexiones de un héroe destrozado, en increíble contraste con el joven inocente que conocimos en la primera entrega, al que las mareas del tiempo han ido agostando, que nos transmite su herencia aún a sabiendas de la inutilidad del gesto. Un joven que aún recuerda las lecciones de Gibson, el tutor que guio sus pasos desde el comienzo cual Aristóteles con Alejandro Magno, pero que se ve aún más marcado por su relación con Valka, su verdadero amor.

Es cierto que originalmente Ashes of Man y la entrega anterior, Kingdoms of Death, se iban a publicar como un solo volumen pero hubo que partirlos por su tamaño, como las últimas entregas de la saga de Ken Liu. Lo cierto es que no he notado problemas con el ritmo y el autor se ha cuidado de dar relevancia a los personajes secundarios para que no nos cansemos de una historia que podía estar centrada única y exclusivamente en Hadrian Marlowe. La presentación de un nuevo personaje nos da una idea de hacia dónde pueden ir encaminados los tiros en las siguientes entregas, pero la imaginación desbordante de Ruocchio hace que ni siquiera me atreva a intuir qué es lo que puede pasar a continuación.

Ojalá algún día podamos disfrutar de la saga en español.

Kingdoms of Death

Parece mentira que ya vayamos por la cuarta entrega de esta saga épica de space opera, cuya complejidad y atractivo hace que palidezcan otras en comparación. Aunque normalmente se habla de worldbuilding cuando mencionamos la creación de escenarios, ambientación y cultura que llevan a cabo los autores para dotar de contexto a sus libros, me parece que en el caso de Ruocchio vamos a tener que forjar un nuevo término, el universebuilding, así de grandiosa es la labor que está realizando.

Kingdoms of Death continúa la narración en primera persona de las andanzas de Hadrian Marlowe, pero con un tono mucho más oscuro que las anteriores entregas, con un desesperanza y una tristeza que impregnan cada una de las muchas páginas del libro. Se podría decir que es más comedido en el sentido de que gran parte de la trama transcurre en un solo lugar, aunque en periodo bastante prolongado de tiempo. Es muy difícil comentar una novela que continúa lo narrado en las tres anteriores sin destripar nada y sería injusto hacerlo porque gran parte del placer narrativo que tienen estos libros es ir conectado las piezas que el autor va mostrando poco a poco.

El libro tiene un comienzo que avasalla con una batalla muy bien narrada, pero pronto cambia de rumbo a una historia mucho más personal y triste, una descripción de cómo la tortura y la soledad pueden llegar a quebrantar la voluntad más férrea.

La prosa es maravillosa, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el autor, con sus sólidos conocimientos de cultura clásica reflejados en una sociedad situada miles de años en el futuro. Kingdoms of Death se centra mucho en los sacrificios que se han de realizar buscando un bien mayor, en la balanza moral entre lo que se ofrece y lo que se consigue. ¿Cuánto vale la vida de una persona? es una pregunta siempre presente en este libro.

Como en otras ocasiones he disfrutado de esta novela en formato audiolibro. La labor de Samuel Roukin es estupenda, aunque he de reconocer que en esta ocasión el tono escogido para el peor de los villanos que aparecen no me convence para nada. Me rechinaba que alguien capaz de aniquilar mundos enteros tuviera casi voz de pito, aunque esto como digo es una sensación muy personal que no sé si será compartida por los demás cuando escuchen el audiolibro.

Ya solo nos falta otra novela para poder contemplar esta obra como un ente completo, en ese futuro de dentro de 20000 años con la humanidad bajo la amenaza alienígena.

Demon in White

Creo sinceramente que la saga Sun Eater, de la que este Demon in White es la última entrega por el momento, está pasando injustamente desapercibida entre los amantes de la space opera y la fantasía épica y no sé la razón. Entiendo que son unos libros de un volumen realmente considerable, pero si estás muy entretenido mientras los lees, ¿qué más da?

En esta tercera entrega, Christopher Ruocchio es capaz de establecer cuatro partes bastante bien diferencias en el libro de las que seguramente otro autor habría sacado otras tantas novelas, pero él las condensa en una sola. Y aún así, es capaz también de llevar a cabo una de las elipsis más traicioneras que recuerdo haber leído, robándonos una operación de infiltración increíblemente arriesgada y atractiva con un comentario tipo: “Si todo ha salido bien, ¿para qué quieres que te cuente cómo lo he hecho?” Si lo hubiera tenido a mano en ese momento, no puedo asegurar que hubiera salido bien librado.

Hadrian Marlowe, el protagonista supremo de toda la saga y narrador de sus hazañas, sigue acrecentando su leyenda venciendo en una batalla tras otra a los Cielcin (también nos las escamotea Ruocchio, pero esto se lo perdono porque en este libro hay batallas y enfrentamientos para dar y repartir). Se va creando a su alrededor un culto casi mesiánico, algo que se veía venir desde el principio, pero que puede suponer una amenaza contra el Emperador de la Humanidad. Aplicando la máxima de tener a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca, Hadrian es llamado a la corte, donde tendrá que navegar entre un mar de intrigas y adulaciones que puede poner en peligro su verdadera misión, su búsqueda de los secretos de los Quiet.

No es fácil comentar el libro sin hacer ninguna revelación sobre su contenido y tampoco sobre las dos anteriores entregas, pero sí que puedo decir que una buena parte de la novela transcurre en unos archivos, en un biblioteca tan magna que guarda secretos en sí misma y que habrá revelaciones que nos harán dudar de lo que sabíamos hasta el momento. Me gusta mucho como el autor enhebra referencias a la cultura “antigua” de la humanidad con la situación en la que se encuentra Hadrian, como una historia continuada.

En esta ocasión también tiene gran importancia el aspecto de ciencia ficción más especulativa con la relación con otras razas alienígenas y la comprensión de que el tiempo no transcurre de igual forma para todos. Esta parte resulta especialmente atractiva enlazándola con uno de los momentos cumbre de la segunda novela, explicando de forma muy reveladora el cambio al que se vio sometido su cuerpo a manos de la avanzadísima tecnología extraterrestre.

He comentado anteriormente que las batallas y los enfrentamientos también tienen una gran relevancia en esta tercera entrega, ya que podemos disfrutar de batallas espaciales, de luchas muy desiguales contra enemigos gargantuescos y tecnologías prohibidas. Estas escenas son muy atractivas e incluso cinematográficas, pero siguen siendo mis preferidas las revelaciones sobre la historia que se desconocía hasta ahora, la rebelión de las máquinas y su influencia en el devenir del Imperio. Todas estas referencias puede que os suenen a Dune ya que realmente no se puede negar que la influencia de esta obra se pude percibir en muchos de los pasajes del libro.

Si con estas alabanzas no os he convencido, ya no se me ocurre qué más hacer para que le deis una oportunidad a esta saga. Supongo que ayudaría que alguna editorial española se interesara por la obra, así que lo mismo hay que empezar una campaña de marketing…

Howling Dark

Llevaba tiempo detrás de leer Howling Dark de Christopher Ruocchio la segunda entrega de la saga Sun Eater, pero he de reconocer que la extensión de la obra me echaba para atrás. Saber que es un libro largo influye, pero intuir que se te puede “hacer” largo es aún peor, al entrar en el terreno de lo subjetivo.

En la primera entrega el autor soslayaba este problema con acción e intriga, desplegando un espectacular escenario con cambios de planetas y de situación, desde la infancia privilegiada del protagonista hasta su caída en desgracia como gladiador pasando por su labor como tutor, que no te dejaba distraerte en ningún momento. Sin embargo, en esta segunda entrega no ha optado por este camino. Ruocchio decide que la acción esté mucho más comedida, aunque la haya y se lo juega todo a la baza del sentido de la maravilla, a la exposición de variantes humanas que se encuentran tan alejadas de la línea base que prácticamente son una escisión. El despliegue de imaginación es apabullante y las revelaciones que tienen lugar sobre todo en el último tercio de la novela despiertan el interés del autor, pero hay que decir que algunos tramos no mantienen el nivel de atractivo que los demás. Algo normal en un libro de esta extensión, pero que con la primera entrega al menos a mí no me sucedió.

El protagonista de la historia continúa siendo Hadrian Marlowe, empecinado en su idea de llegar a entablar conversaciones de paz con los aliens Cielcin, esta vez en su papel de capitán mercenario. El comienzo de la historia puede resultar algo confuso porque han pasado varios años desde el final de Empire of Silence y el autor hace referencias a estos hechos pasados de los que no tenemos conocimiento. Pero una vez que pasamos esta confusión inicial, ya nos encontramos totalmente en situación para esta fantasía épica en un entorno espacial.

La novela tiene algo también de primer contacto, sobre la imposibilidad de entender a otras criaturas que han evolucionado de forma distinta a la nuestra. De hecho, en un momento de la narración se menciona que el hecho de poder hablar y comunicarse con los Cielcin es más un accidente casual que una característica normal en las relaciones con alienígenas. Esta idea me recordó, salvando muchísimo las distancias, a Solaris o Visión Ciega.

La comparación entre Hadrian, prácticamente un recién llegado al mundo y otro personaje con quince mil años de vida a sus espaldas es tan contrastada que resulta dolorosa, pero sin embargo, aún tienen un nexo en común: la curiosidad, la necesidad de saber. Me gusta mucho que se haga hincapié en este aspecto, en un libro que es más oscuro que el anterior y que no deja mucho lugar a la esperanza.

La relación amorosa que tiene lugar en la novela se me antoja un tanto superflua, pero quizá sea necesaria para la evolución del personaje. Lo que si me parece que está magistralmente reflejado es la historia de traición que se despliega ante nuestros ojos, cómo las maniobras políticas y la búsqueda de una ventaja temporal puede dar al traste con una posibilidad de entendimiento. El universo es cruel y aquí se refleja muy bien.

Creo que tendré que volver a reunir fuerzas y tiempo para acometer la lectura de la tercera entrega de la saga, ya que requiere mucha implicación por mi parte. Pero también pienso que merece mucho la pena.

The Lesser Devil

Me topé con The Lesser Devil de casualidad, mientras buscaba por enésima vez la siguiente entrega de la saga de Christopher Ruocchio en Scribd. Pero hete aquí que había una obra intermedia de la que desconocía su existencia y que podría calmar el gusanillo durante un rato, así que me puse de inmediato con ella.

The Lesser Devil está pensado para ser una lectura independiente, para acercar la obra de Ruocchio a un lector que no se atreva de primeras con los mastodónticos libros de The Sun Eater. En este sentido, lo cierto es que se queda bastante corto, porque quizá uno de los mayores alicientes de Empire of Silence es precisamente el enorme despliegue de escenografía que el autor hace desfilar ante nuestros ojos. Así que, a pesar de estar concebido como una lectura independiente, algo que cumple sobradamente, su otra idea de enganchar con el resto de la serie no consigue su objetivo por ser una muestra demasiado exigua.

Tampoco ayuda que el principal protagonista sea Crispin, el hermano de Hadrian, que es un personaje mucho menos carismático y atractivo. En muchas ocasiones Crispin cree que no le llega a la suela del zapato a su desaparecido hermano y casi llega a autoconvencerse de su ausencia de valía. Quizá The Lesser Devil estuviera dirigido a convertirse en una alabanza a la autosuperación, pero se queda corta en este aspecto.

Lo que sí que tiene es mucha acción. El ritmo es trepidante desde un principio, ya que asistiremos a una persecución, una caza al hombre por uno de los lugares más recónditos del planeta. Los enfrentamientos no escatiman los miembros cercenados (gracias a las espadas de antimateria) y esa curiosa mezcla entre feudalismo y alta tecnología que sirve de base para el universo está muy bien representado.

Pero el detalle que más me gusta es el protagonismo de una secta religiosa, que vive en un pueblo-museo como una recreación de los cultos de la antigua Tierra. Ver cómo la fe cristiana ha perdurado casi impasible al paso del tiempo y cómo sus valores afectan a la vida de los lugareños es el eje central de la historia. Hay muchos libros de ciencia ficción con un fuerte componente religioso, como Pavana o la saga de Hyperion, pero en este relato tiene un efecto curioso sobre Crispin.

No puedo recomendar la lectura de The Lesser Devil como introducción a la obra de Ruocchio, pero si como un entremés curioso para completar una historia ya de por sí amplia. Y ahora perdonadme, que voy a refrescar Scribd a ver si les ha dado por subir la segunda entrega de la saga.

Portada de Demon in White

El nueve de julio de 2020 se publicará Demon in White, la tercera entrega de la saga Sun Eater de Christopher Ruocchio, que comenzó con Empire of Silence y continuó con Howling Dark.

El diseño de la portada es de Patrick Knowles y sigue la misma línea que los anteriores.

Portada de Howling Dark

Se ha hablado bastante de Empire of Silence, la primera novela de Christopher Ruocchio, y ya tenemos aquí cuál será la portada de la segunda entrega de esta historia más grande que la vida.

La novela se llamará Howling Dark  y podremos seguir conociendo las peripecias de la vida de Hadrian Marlowe. El libro se publicará el 4 de julio de la mano de Gollancz.

La portada ha sido diseñada por Patrick Knowles.

Portada de Empire of Silence

Se ha desvelado la portada de Empire of Silence, la primera novela de Christopher Ruocchio, que promete ser cuando menos llamativa.

Esta es la sinopsis:

Meet Hadrian Marlow.

Hadrian Marlowe, a man revered as a hero and despised as a murderer, chronicles his tale in the galaxy-spanning debut of the Sun Eater series, merging the best of space opera and epic fantasy.

It was not his war.

On the wrong planet, at the right time, for the best reasons, Hadrian Marlowe started down a path that could only end in fire. The galaxy remembers him as a hero: the man who burned every last alien Cielcin from the sky. They remember him as a monster: the devil who destroyed a sun, casually annihilating four billion human lives–even the Emperor himself–against Imperial orders.

But Hadrian was not a hero. He was not a monster. He was not even a soldier.

Fleeing his father and a future as a torturer, Hadrian finds himself stranded on a strange, backwater world. Forced to fight as a gladiator and navigate the intrigues of a foreign planetary court, he will find himself fighting a war he did not start, for an Empire he does not love, against an enemy he will never understand.

La portada es obra de Patrick Knowles.