El año pasado Emily Tesh apareció de manera fulgurante en el panorama de la ciencia ficción, con premio Hugo incluido. Aunque a mí Some Desperate Glory no me pareció tan redondo, no niego que había cierto interés en The Incandescent, englobado en la fantasía y con la etiqueta de moda, dark academy.
The Incandescent nos habla de la vida de la doctora Walden, directora de un internado inglés, con la peculiaridad de que los alumnos que allí estudian tienen facilidad para las artes mágicas, así que su formación incluye asignaturas de este tipo. Y claro, también las amenazas típicas de un lugar plagado de magia desde hace siglos, con demonios pululando en la sombra para tomar apetitosos bocados de adolescente macerado en su propio jugo.
La elección de la protagonista no es casual. Tesh se desmarca un poco del típico adolescente influido por sus hormonas para dar voz a una profesora joven, que ha antepuesto su carrera a su vida personal pero que no se arrepiente de sus actos. No es la primera en hacerlo, claro, ahí tenemos Magic for Liars de Sarah Gailey sin irnos muy lejos. Esta elección le sirve a la autora para cambiar un poco el foco del género, para ver desde una perspectiva más madura el mundo siempre cambiante de los adolescentes, que al tratarse de un internado ves crecer desde pequeños hasta mayores, siempre rodeado de la misma energía vital. Es una aproximación muy atractiva, que sin duda llamará la atención de los lectores dedicados a la enseñanza, que puede que vean reflejadas sus experiencias en estos capítulos. La bisexualidad de Walden también se trata con naturalidad, sin darle apenas importancia, aportando al libro variedad.
También el hecho de que en el internado se mezclen los alumnos de las familias más pudientes del Reino Unido y algunos casos de caridad nos hace ver el fuerte contraste de una sociedad clasista hasta la médula, donde solo los alumnos extremadamente brillantes pueden subir en el ascensor social mientras que los acomodados no tienen problema alguno. Y, ¡ay del que se le ocurra salirse del camino marcado!
En cuanto al ritmo, hay que reconocer que Tesh sabe cómo comenzar los libros de manera vertiginosa y, afortunadamente, en esta ocasión logra mantener el pulso a lo largo de casi toda la obra. El sistema mágico es el habitual de los tratos con las entidades mágicas, si bien la inclusión de la tecnología moderno ha variado un poco el sistema tradicional. Tesh también decide despachar la AMENAZA SUPREMA, bastante rápido, lo que nos da un idea de que el libro irá por otros derroteros.
Mi problema es que se trata de una novela bastante previsible, que está escrita con gran sentido del humor y que sin duda será muy bien recibida entre el público, pero a la que le falta algo más de enjundia para conseguir las cinco estrellas. No obstante, Tesh sigue en su camino para convertirse en una autora imprescindible.