Ya sabemos cuál será la portada de The Helm of Midnight, el inicio de una nueva trilogía fantástica de Marina Lostetter.
Esta es la sinopsis:
In a daring and deadly heist, thieves have made away with an artifact of terrible power—the death mask of Louis Charbon. Made by a master craftsman, it is imbued with the spirit of a monster from history, a serial murderer who terrorized the city with a series of gruesome murders.
Now Charbon is loose once more, killing from beyond the grave. But these murders are different from before, not simply random but the work of a deliberate mind probing for answers to a sinister question.
It is up to Krona Hirvath and her fellow Regulators to enter the mind of madness to stop this insatiable killer while facing the terrible truths left in his wake.
Mi traducción:
En un timo mortal, los ladrones se hacen con un artefacto de terrible poder, la más mortuoria de Louis Charbon. Creada por una maestro artesano, está imbuida con el espíritu de un monstruo histórico, un asesino en serie que aterrorizó a la ciudad con unos asesinatos horripilantes.
Ahora Charbon vuelve a estar libre, matando desde más allá de la tumba. Pero estos asesinatos son diferentes, no son aleatorios si no el fruto de un mente que busca deliberadamente respuestas para una pregunta siniestra.
Krona Hirvath y sus compañeros Reguladores deberán entran en la propia locura para detener a este asesino insaciable mientras hacen frente a las terribles verdades que su resurrección ha desvelado.
Esta es la portada:






Últimamente no hago más que tropezarme con novelas o historias que se basan de una forma u otra en el mundo de los sueños. No sé si hay una conspiración secreta entre los autores de género fantástico para crear el dreampunk. Deben creer, no sé, que hay que poner remedio a la escasez de etiquetas que caracteriza a la literatura fantástica y, je, como el ciberpunk ya estaba inventado pues se cambia el ciberespacio por el mundo de los sueños y ¡voilà! La combinación perfecta entre ciencia ficción y fantasía. Ja. En sus sueños.


De Joe Abercrombie he leído sus primeras tres novelas (la trilogía de La Primera Ley, protagonistas de esta especie de reseña) y la última (la novela juvenil Half a King, reseñada recientemente por mi compañero Elías, que realiza una valoración diametralmente opuesta a la que yo haría). A lo largo de su recorrido como autor entre estos dos puntos y, según oigo, en el resto de su obra, el autor británico demuestra una gran versatilidad y la capacidad de observar su propia obra y aprender de lo que ha hecho. Su leit-motiv parece ser no repetirse, a pesar de lo cual ha conseguido crear una obra con una gran consistencia interna (con la excepción de Half a King, todas sus novelas transcurren en un mismo mundo secundario y comparten algunos personajes). Se le ha considerado uno de los principales adalides del Grimdark, ese movimiento de la fantasía épica interesado en explorar el género a través del realismo y la verosimilitud, en el sentido de huir de maniqueismos y tratar de imaginar la suciedad, la violencia y la amoralidad que la fantasía heroíca a menudo ha rechazado. El propio Abercrombie trató de explicar