Under the Eye of the Big Bird

Under the Eye of the Big Bird es la nueva novela de Hiromi Kawakami, que ya ha visto sus textos volcados a nuestro idioma en varias ocasiones, así que no es de extrañar que este libro acabe también en nuestras estanterías. De momento, no he encontrado información sobre su traducción al español, pero no es para nada descartable. La traducción al inglés es obra de Asa Yoneda.

Under the Eye of the Big Bird es un libro difícil de clasificar, compuesto a modo de collage por varios relatos de interés variable, que como obras individuales en su mayoría no se sostienen, pero que como visiones de un futuro distópico si que van enlazándose entre ellos para describir el mundo en el que la humanidad está desapareciendo.

El tono de la obra es tremendamente melancólico, pausado y filosófico. Comentaba mientras lo estaba leyendo que la ciencia ficción japonesa tiene ese punto extraño para el lector occidental que aunque resulta atractivo, al menos a mí me impide sumergirme totalmente en la lectura, aunque reconozco que tampoco he leído lo suficiente como para que esta generalización deje de ser un poco vacía.

Kawakami comienza la narración in media res, dejando a los propios medios del lector la interpretación de la información que va ofreciendo en cada historia. Esto obliga a un esfuerzo extra para hacernos una composición de lugar algo a lo que también contribuye los cambios de perspectiva, tono y personajes de cada relato. Under the Eye of the Big Bird es un puzle de catorce piezas que hemos de ir componiendo paso a paso y aún así es posible que el resultado final no quede del todo fijo.

Algo que me ha gustado especialmente es cómo ha unido el primer y último relato para cerrar el círculo de historias. Una obra para reflexionar.

Station Eternity

Aviso a navegantes, cualquier parecido que esperarais entre Station Eternity y Six Wakes NO EXISTE, no os hagáis ilusiones. Mientras que la novela finalista de premios tan prestigiosos como el Hugo, el Nébula y Philip K. Dick es un mecanismo de relojería imbuido en un misterio de habitación cerrada, la primera entrega de la saga The Midsolar Murders es una obra que no se toma en serio a sí misma, que se ríe de los deus ex machina y que solo quiere hacernos pasar un buen rato sin necesidad de calentarse la cabeza. Y como entretenimiento, funciona perfectamente.

La acción se sitúa en la homónima Station Eternity, la primera estación espacial alienígena a la que tienen acceso los humanos. Allí solo viven tres miembros de nuestra especie, el embajador, un militar MIA y la protagonista de la historia, Mallory Viridian, recluida por iniciativa propia en un lugar donde no haya humanos (al menos, no muchos) por su extraña capacidad: a su alrededor, no dejan de producirse asesinatos, que ella misma se encarga de resolver. Un poco Jessica Fletcher, pero rejuvenecida y pasada por un tamiz de ciencia ficción.

Lafferty da rienda suelta a su imaginación con las especies alienígenas que conviven en la estación. Desde piedras sintientes a colmenas de abejas, todos los extraterrestres poseen una capacidad de la que carecen los humanos: viven en simbiosis con otra especie. Este es el principal obstáculo que impide que nos vean como una especie digna de expandirse por las estrellas. La primera parte de la obra se centra más en presentarnos a los habitantes de la estación y las peculiaridades de cada uno, mientras que en la segunda parte ya entramos en materia respecto a la especialidad de Mallory, cuando llega un transporte repleto de humanos y pasa lo que tiene que pasar. El desmadre está asegurado y la trama, que parecía estar bastante contenida hasta el momento, nos lleva por derroteros totalmente inesperados, que incluyen mechas, conciertos de violín y abuelitas que se dedican a taponar fugas de aire en una estación espacial.

El tono de Station Eternity es ligero y un tanto absurdo, y hay que dejarse llevar por él, so pena de llevarse una gran decepción.

The Sea Eternal

De verdad, quería que me gustar The Sea Eternal, sobre todo después del buen sabor de boca que me dejó The Stars Undying, pero es que se me ha hecho (guiño, guiño, codazo, codazo) eterno.

Con la muerte de Matheus Ceirran, todo el peso de la historia recae sobre Anita Decretan, el trasunto de Marco Antonio en este retelling de sus relaciones con Cleopatra. Aunque es un personaje muy atractivo, con sus idas y venidas, sus contradicciones y sus fuertes pasiones, no se puede negar que el relato se resiente por la ausencia de Julio César. Y el hecho de que el personaje que sabemos destinado a gobernar, Otávio Julhan se nos escamotee, dejándolo casi toda la novela como un personaje epistolar pero sin apenas presencia física es una tremenda decepción.

Las relaciones entre los personajes, tan fundamentales en la primera entrega de la saga, quedan aquí ocultas por la trama, una jungla narrativa tan enrevesada y misteriosa que ni con el machete más afilado se puede penetrar. Y lo que se va desenredando es apasionante, con referencias a viajes en el tiempo, inteligencias artificiales que requieren retroalimentación humana para seguir cuerdas, mentes colmenas… en fin, todo un compendio de tropos de ciencia ficción que deberían haber hecho las delicias de una admiradora del género como soy, pero que me ha sido imposible disfrutar.

The Sea Eternal es una novela muy densa de política ficción, tan ambiciosa en su planteamiento que a veces parece que se le escapa de las manos a Robin, con un uso indiscriminado del narrador no confiable y de los apodos y las abreviaturas para dificultar aún más la comprensión. No tengo duda de que el autor ha escrito un libro confiando en la inteligencia de sus lectores, pero quizá no todos estamos al nivel que se presuponía. Cada página traía un nuevo desafío y me temo que no he estado a la altura.

Cubierta y sinopsis de Your Behavior Will Be Monitored

Tachyon ha anunciado la publicación de Your Behavior Will Be Monitored en abril del año que viene, una novela de ciencia ficción ergódica de Justin Feinstein escrita completamente a través de correos, mensajes de chat…

Esta es la sinopsis:

Megacorporation UniView is poised to cement their reputation as “the most trusted name in AI.” After pioneering self-driving and HR bots, UniView is now barreling toward an audacious new launch. That is, if they can pull it off in time.

Enter Noah. A down-and-out copywriter reeling from a midlife crisis, he isn’t the typical hire for a groundbreaking tech company full of brilliant engineers and run by a cutthroat CEO. But Lex, UniView’s Head of HR and one of their greatest successes, makes no mistakes—her algorithm ensures it.

UniView’s latest venture—a bot named Quinn that creates revolutionary personalized advertising—needs expert training. Noah needs to teach Quinn—who is a much better student than he ever could have hoped for—the finer points of consumer motivation and the art of writing a catchy tagline. But when corporate competitors force UniView to accelerate their timeline to market, guardrails around the AI loosen just as Quinn seems to be learning a bit too much.

Mi traducción:

La Megacorporación Uniview cimenta su reputación en ser la más confiable en Inteligencia Artificial. Tras ser pionera en conducción autónoma y robots de recursos humanos, Uniview se propone lanzar otro audaz proyecto. Eso, si consiguen terminarlo a tiempo.

Te presentamos a Noah. Un redactor en decadencia, recuperándose de la crisis de la mediana edad, que no es el candidato típico para una empresa tecnológica pionera, llena de ingenieros brillantes y dirigida por un director ejecutivo implacable. Pero Lex, director de RR. HH. de UniView y uno de sus mayores éxitos, no comete errores: su algoritmo lo garantiza.

La última inversión de UniView —un bot llamado Quinn que crea publicidad personalizada revolucionaria— necesita formación especializada. Noah necesita enseñar a Quinn —quien es mucho mejor estudiante de lo que jamás hubiera imaginado— los detalles de la motivación del consumidor y el arte de escribir un eslogan atractivo. Pero cuando la competencia corporativa obliga a UniView a acelerar su plazo de comercialización, las barreras que rodean a la IA se relajan justo cuando Quinn parece estar aprendiendo demasiado.

Esta es la cubierta:

Cubiertas y sinopsis de The Republic of Memory

Este libro había pasado totalmente por debajo de mi radar, pero al verlo casi de refilón en las redes sociales, se ha convertido en uno de mis objetivos. The Republic of Memory, de Mahmud El Sayed, es una novela futurárabe con una nave generacional. Si esto no hace sonar vuestras alarmas, es que no estáis en el blog adecuado. Se publicará en mayo del año que viene.

Esta es la sinopsis:

The Safina is a city ship halfway through its four-hundred-year voyage from the ruins of Earth to a new colony world. Its crew maintain the ship, generation after generation, while protecting their ancestors in cryostasis so that one day they will be able to enjoy a fresh start under clear blue skies.

But when blackouts start, unrest follows.

The ship can only continue running smoothly with the cooperation of the crew. And the crew has had enough. As coordinated acts of resistance coincide with a much more complex conspiracy, a chain of events is set into motion that will change life on the Safina forever.

Inspired by the real-world events of the Arab Spring, The Republic of Memory is a bold interrogation of empire and an energizing portrait of revolution.

Mi traducción:

La Safina es una nave ciudad a mitad de camino es un viaje de cuatrocientos años desde las ruinas de la Tierra a un nuevo mundo. Su tripulación mantiene la nave, generación tras generación, mientras protege a sus ancestros criogenizados para que algún día puedan tener un nuevo comienzo bajo claros cielos azules.

Pero cuando empiezan los apagones la agitación los sigue.

La nave solo puede continuar su viaje con normalidad con la colaboración de la tripulación. Y la tripulación ya ha tenido suficiente. Actos de resistencia coordinados coinciden con una conspiración mucho más compleja, una cadena de acontecimientos que cambiará la vida de la Safina para siempre.

Inspirada por los acontecimientos de la Primavera Árabe, The Republic of Memory es una pregunta sobre los imperios y un retrato energizante de la revolución.

Estas son las cubiertas de la edición de Reino Unido y Estados Unidos:

Saltcrop

Ya había leído algunos libros de Yume Kitasei, pero creo que Saltcrop es su obra más redonda hasta la fecha. Una novela situada en un futuro cercano con un tono ciertamente melancólico que dedica mucho tiempo a explicar la relación entre tres hermanas que han tenido sus más y sus menos, con una infancia difícil pero un también con un amor inquebrantable entre ellas.

Lo primero que destaca en la obra es la creación del mundo, ya que a la autora japonesa-americana describe una distopía muy sólida con pocas herramientas en principio. Conforme va avanzando la novela se irán descubriendo nuevos matices, pero el tono de resignación algo desolado transpira cada página. La plaga que acecha las magras cosechas, la necesidad de utilizar productos químicos al por mayor para conseguir algo con lo que alimentarse, rebuscar entre la basura para encontrar recuerdos vendibles de un pasado mejor… El tono de la novela viene marcado desde un principio y desde luego, no es una lectura que se haya de afrontar con pesadez en el corazón.

Los personajes están muy bien caracterizados. La relación entre las tres hermanas, dos presentes y una ausente pero que influye en las demás desde la distancia es hermosa e hiriente a la vez, ya que vemos el punto de vista de cada una y cómo las cosas que no se dicen pueden tener consecuencias con posterioridad. Es encomiable el juego de distintos puntos de vista, cómo se ve cada hermana a una misma y a las demás, completando un puzle que sin esas aportaciones hubiera quedado incompleto.

Saltcrop es también una novela de aventuras marítimas, aunque la parte del viaje esté un poco descompensada, quizá por la propia naturaleza de los viajes en barco, ya que tiene muchas partes de calma chicha aderezadas por picos de gran tensión. A veces creo que la inocencia de las hermanas es pavorosa, pero quizá sea una consecuencia lógica de una vida apartada del mundo, donde las interacciones sociales están restringidas a un grupo pequeño de personas.

El libro está claramente dividido en partes que, si bien no son estancas, si que delimitan de forma estricta la narración, con cambios de escenarios bien marcados. La crítica social a las grandes corporaciones está presente a lo largo de toda la historia, pero se va acrecentando conforme van pasando las páginas. Además, es una lucha fútil, ya que por más que van descubriendo y consiguiendo avances, al final todo parece destinado al mismo sino que Sísifo.

Si os llama la atención una distopía ecológica, con su poco de misterio, viaje y crítica social, con una atmósfera opresiva por momentos, este es vuestro libro sin duda alguna.

Exo

Lo que me llamó la atención sobre Exo no fue ni su autor, Colin Brush, desconocido para mí, ni su cubierta, que tampoco es especialmente reseñable. Fue la sinopsis, que apuntaba a una mezcla entre John le Carré, John Scalzi y Kim Stanley Robinson. Aunque es cierto que esta primera novela no llega al nivel de estos autores, normal por otra parte, no es menos cierto que me ha tenido inmersa en la especulación de la que hace gala.

Por cierto, en esta ocasión el narrador del audiolibro, Gildart Jackson, ha influido negativamente en mi valoración. El ritmo de lectura era tan lento, que aún poniéndolo a 1,75x todavía me parecía demasiado pausado y eso que yo no soy mucho de acelerar los audiolibros. Para más inri, algunas de las voces de los personajes subían mucho el volumen en sus intervenciones (esto ya no sé si es cosa del lector o de la producción) por lo que te llevabas cada susto que no veas.

La Tierra se ha vuelto inhabitable por la presencia del Cauldron, un constructo topológico que se ha ido haciendo con los océanos y que es incompatible con la vida. La humanidad la dejó atrás y vive en estaciones y colonias espaciales donde buenamente puede, aunque algunos humanos todavía quedan en el planeta moribundo. En cuanto a la novela en sí, está formada por dos líneas temporales con algunos flashbacks en una de ella. Por un lado tenemos a la penitente Mae Jameson, una de las personas que sobreviven en la Tierra. Un día aciago encontrará a Siofra, la hija muda de uno de los investigadores del Cauldron, para luego dar con el cadáver del padre, en una escena de aparente suicidio que hace saltar todas las alarmas de su pasado como agente secreto. La otra línea temporal expone las páginas del diario de científico y su pareja, unos años antes de los hechos que narra Mae.

Tenemos entonces por una parte el misterio del asesinato del científico y por otro la investigación del ente, alienígena o no, que ha expulsado a la humanidad de su cuna. Existe cierta transferencia de información entre ambas líneas, lo que equilibra el distinto interés que nos pueda causar cada una de ellas. Mientras que en los diarios del científico vemos especulación científica con términos sobre hiperdimensiones y su topología, la parte dedicada a Mae y Siofra es más una historia de supervivencia y de investigación de las relaciones entre los personajes. La paranoia de los científicos con el Cauldron, cuya mera existencia les afecta tanto mentalmente como físicamente, está muy bien reflejada.

El relato es bastante desolador en ambos puntos de vista. Me atraía mucho la investigación sobre el Cauldron, que a mí me ha recordado en cierta forma a una amalgama entre los malabaristas de formas y el océano de Solaris. No estoy segura de haber interpretado correctamente todos los datos científicos, pero me ha parecido muy atractiva esta parte. Lo malo del libro o al menos lo que menos me ha gustado, es que se me hacía muy obvio qué iba a pasar a continuación, tanto en los orígenes de Xiofa como en la investigación de Mae. Y eso me ha sacado un poco del libro, que por otra parte es bastante deprimente. Colin Brush me parece un autor al que seguir, si pule un poco el estilo un tanto seco del que ha hecho gala en Exo y cierra mejor las tramas.

Cubierta y sinopsis de Green City Wars

Tenía que pasar. He parpadeado y, claro, han anunciado un libro nuevo de Adrian Tchaikovsky. En este caso se traga de Green City Wars, que Tor publicará el 23 de junio del año que viene.

Esta es la sinopsis:

Down these mean streets a beast must walk…

Meet Skotch. Racoon, P.I.—Yours for a few buttons as long as the job isn’t too illegal, whatever that means.

A mouse has gone missing. Normally this wouldn’t raise any hackles, nor any alarms, but this mouse has something that everyone seems to want, though nobody appears particularly eager to say what that something is.

The fee is good—perhaps too goodCertainly not something Skotch can easily turn down.

If only Skotch can work out where the mouse is hiding, what he’s hiding, and why his secrets are upsetting a lot of animals caught up in the Green City wars.

Mi traducción:

En estas malas calles una bestia debe andar…

Os presentamos a Skotch. Mapache, detective privado… vuestro por unos pocos botones mientras el trabajo no sea muy ilegal, sea lo que sea lo que signifique eso.

Se ha perdido un ratón. Normalmente esto no levantaría sospechas ni alarmas, pero este ratón tiene algo que todo el mundo quiere, aunque nadie parece especialmente deseoso de decir qué es ese algo.

La paga es buena, tal vez demasiado. Ciertamente no es algo a lo que Skotch pueda renunciar.

Si tan solo fuera capaz de saber dónde se está escondiendo, qué esconde y por qué sus secretos están enfadando a tantos animales atrapados en las guerras de la Ciudad Verde…

Esta es la cubierta con arte de Chris Koehler y diseño de Shreya Gupta:

Slow Gods

Claire North es la Curro Romero del fantástico, lo mismo te hace una faena memorable que un fiasco infumable. Así que comencé a leer Slow Gods con la precaución que ya me han enseñado los años, sin saber si me iba a encontrar un The Pursuit of William Abbey u otra cosa, pero con la esperanza de que volviera a la ciencia ficción y se dejara de mitos griegos.

Aunque el libro en general me ha gustado, Slow Gods está lleno de contradicciones, comenzando por un título que le da mucha importancia a unos personajes que no pasan de ser secundarios en el desarrollo de la novela pero que viene que ni pintado para recalcar uno de los defectos de los que adolece la novela, cierta lentitud en según qué tramos.

Estos dioses lentos aparecen un día para informar de la venidera implosión de una supernova, que en un tiempo determinado destruirá muchos mundos habitados. North vuelve a recurrir a algunos de sus métodos favoritos, como la inserción de listas en mitad de la lectura para dar rienda suelta a su imaginación en la creación de mundos. Los distintos métodos de gobierno, desde un capitalismo desaforado a la unión de mentes son quizá lo mejor de la novela, junto con un protagonista que no llegaríamos a definir como poco confiable, pero cuyas peculiares características así como su forma de afrontar la vida son de lo más original. Es tremendamente curioso como cada autor que utiliza los viajes espaciales imagina una forma distinta de llevarlos a cabo cuando no quieren una aproximación estrictamente científica, siempre hablando de la oscuridad del espacio, como Tchaikovsky en su saga de los arquitectos u O’Keefe en The Two Lies of Faven Sythe, por poner unos ejemplos recientes. North propone una dualidad biológica-mecánica siempre destinada a fallar por la propia naturaleza del reto, que destroza a la parte biológica como quien quema cerillas para iluminar su camino en el eternamente oscuro piélago estelar.

Creo que hay muchísimas lecturas posibles en este libro, desde una recreación de hechos históricos de nuestro mundo, como esa paz tensa y obligada por la amenaza nuclear que en esta ocasión viene dada por unas naves estelares colocadas estratégicamente a lo largo de la galaxia para poder destruir todos los mundos habitados, a una simulación de los trastornos del espectro autista a través de las dificultades de relación del personaje protagonista con el resto de elenco del libro, por su propia naturaleza. La obra no está exenta de crítica hacia el sistema de gobierno actual, pero a veces está tan pasada de rosca que pasa de la ironía al sarcasmo y a la bufa.

He de reconocer que la amalgama de pronombres también ha ralentizado un poco la lectura, cuando ya me había aprendido los que usa Benjanun Sriduangkaew llega ahora Catherine Webb con otra retahíla bajo el brazo. No sé cómo lo llevarán los lectores nativos pero a mí me cuesta hacerme con ellos.

Slow Gods es una space opera no exenta de defectos, pero muy recomendable.

The Two Lies of Faven Sythe

Para mí, cada nuevo libro de ciencia ficción de Megan E. O’Keefe es una fiesta, desde que la conocí con Velocity Weapon y se reafirmó con la trilogía The Devoured Worlds. Además, The Two Lies of Faven Sythe era autoconclusiva, así que miel sobre hojuelas.

Empezando por el título que se sale un poco de lo normal pero está totalmente justificado tanto al comienzo como al final de la novela, este libro no es una space opera al uso. Si bien es cierto que hay naves espaciales, piratas y razas alienígenas, la historia que cuenta O’Keefe se sale de lo que estamos acostumbrados a leer, algo que agradezco muchísimo.

Los dos puntos de vista sobre los que se desarrolla The Two Lies of Faven Sythe son los de la pirata  Bitter Amandine y la propia Faven Sythe del título. Tienen una dinámica muy curiosa estas dos, que da mucho juego al libro ya que Amandine es humana, pero Sythe, aunque tiene forma humanoide, es un extraño constructo de cristal. Y ahí reside la originalidad del libro, un misterio se irá desvelando conforme vayan avanzando los capítulos. La autora estadounidense se apunta a la exploración del universo limitada por las capacidades de los navegadores, siguiendo la estela de Herbert, Tchaikovsky, North… que describen el universo como un vacío infinito que solo se puede navegar con capacidades especiales. Diría incluso que esta novela tiene ciertos tintes lovecraftianos, pero mi inexperiencia en la materia me impide afirmarlo con total rotundidad.

El ritmo de la novela tiene algunos problemas en su parte central, pero cuando empieza a acelerar ya no hay quien la detenga. Las revelaciones se van sucediendo una tras otra y es muy difícil parar de leer, porque los sucesos del pasado se encadenan con lo que está sucediendo en el presente y las explicaciones que va recibiendo el lector configuran un futuro bastante incierto. Los personajes secundarios, aunque están bien descritos, palidecen un tanto ante la fuerza de la relación de las dos protagonistas. Mención especial merece la referencia a la sinestesia en la capacidad de crear rutas de Faven Sythe, muy relacionada con su origen cristalino. El libro tiene algunos pasajes de gran belleza descriptiva, pero en general la prosa es bastante asequible y funciona como un tiro para mantenernos enganchados a la lectura. Es una ciencia ficción con menos ciencia que sus libros anteriores, pero es perfectamente disfrutable.

Os recomiendo encarecidamente este libro, os va a gustar.