Ether. La Muerte de la Última Llama Dorada

Ether ha sido una de mis pocas adquisiciones en el Salón del Cómic de Barcelona, pero he de reconocer que estoy muy contenta con haberla comprado.

La colaboración entre David Rubín y Matt Kindt da lugar a un tebeo vibrante y muy animado, aunque no sea excesivamente original en su concepción. ¿Es fantasía, es ciencia ficción? Hay que leerlo para formarse una opinión.

El protagonista es Boone, un explorador interdimensional obsesionado con aplicar el método científico a sus investigaciones de otro mundo, el famoso Ether. Como todo buen multiverso, hay aspectos que nos recuerdan a la Tierra y otros que le son completamente ajenos. En este aspecto, Kindt da rienda suelta a su imaginación, y ante nosotros veremos un desfile de seres extraños pero no por ello menos atrayentes. Es inevitable que vengan a la memoria otros exploradores (en este caso, espacio-temporales) como Valerian y Laureline, pero creo que Kindt consigue separarse de esta y otras ideas, aunque parta del mismo punto. Pero el escenario, aunque atrayente, no es lo más importante de la historia. Todo gira alrededor de la investigación de un asesinato, aplicando el método científico en un mundo mágico.

La paleta de colores utilizada en la parte gráfica para crear el necesario contraste entre la Tierra y Ether es acertada. Mientras que en el mundo alternativo todo son colores muy vivos, en la Tierra predomina la escala de grises. También es importante el hecho de que el tiempo no transcurre de forma similar en ambos mundos, lo que da lugar a desfases que son importantes para la narración. Esto, unido a cierta cantidad de flashbacks, ofrece una historia dilatada en el tiempo y, por tanto, compleja.

Me encanta el trabajo desarrollado por David Rubín, con una estética desenfadada por momentos que recuerda a los años mozos de Hércules en El Héroe, pero en la que se nota una evolución. Me parece muy acertada la inclusión de blueprints (por llamarlo de alguna manera) de algunos de los inventos o seres que aparecerán a lo largo de la historia.

A modo de curiosidad, en las notas finales se incluyen distintos bocetos conceptuales sobre los que Rubín trabajó el apartado gráfico, siempre teniendo en cuenta que Matt Kindt también es dibujante. Es apasionante tener acceso directo al proceso creativo de una obra de esta envergadura, me encantan sus comentarios sobre la simplificación de la imagen para no tener que estar dibujando detalles en cada momento, sobre todo teniendo en cuenta lo completas que resultan las escenas y los personajes. La capacidad de síntesis gráfica del autor es espectacular.

¿Se nota mucho que estoy deseando adquirir el siguiente tomo?

Esta obra ha sido traducida por Santiago García.

El Héroe (II)

heroe2PortadaAquí podéis leer la reseña del primer tomo.

Me sorprende cómo cambia el tono en esta entrega final de “El héroe”, mucho más oscuro y crepuscular. Sobre todo la escena de comienzo, cuando Heracles se vuelve loco y arremete contra sus hijos hace que se te encoja el corazón. La representación de esta pesada carga, con tres fantasmas que ha de arrastrar tras de sí durante las siguientes viñetas está repleta de simbolismo.

Tras esta barbaridad,  Heracles se retira a una  montaña en el confín del mundo (homenaje al homenaje de las 12 pruebas de Astérix) y el crimen campa a sus anchas por Grecia. Es curiosa la forma de contarlo de Rubín, con entrevistas de televisión a Euristeo e imágenes de las manifestaciones en la calle a favor de su regreso. Éste se produce cuando le encuentra Yolae, figura también importante en los mitos de Hércules, pero bajo el nombre de Yolao.

Euristeo está bajo la constante amenaza de Hera, que lo destruirá si en las últimas prueba no derrota a Heracles.

La historia es bien sabida, pero el diálogo de Heracles con Prometeo y con Atlas cuando busca las manzanas de las Hespérides nos deja muchos puntos para la reflexión. La historia de Prometeo es un homenaje en toda regla a Mr. Freeze de DC y sirve para enlazar con el final de la siguiente tarea.

El descenso de Heracles al inframundo para tomar al can Cerbero ocupa una parte destacada de este último tomo. Hermes le lleva al sitio de descenso en un coche deportivo, como cabría esperar del veloz mensajero de los dioses. Allí habrá de enfrentarse a Medusa, que no supone para nada un obstáculo en su camino y a otros héroes conocidos o no.

Heracles sale victorioso de todas estas pruebas como ya conocemos y la alegría inunda el mundo. Me gusta especialmente el anuncio tipo “Join the Army” para expedición de Jasón, los avances en la ciencia de Prometeo…

Toda esta felicidad es ínfima en comparación con la duración del relato ya que la traición acecha. Hera no está dispuesta a permitir que Heracles sea feliz y conspira desde las sombras para acabar con él.

Los homenajes están presentes en toda la obra, quizá el más claro son las seis viñetas tipo Snoopy de uno de los últimos capítulos, pero en una segunda o tercera lectura seguro que nos damos cuenta de más detalles. Y éste es un tebeo para releer con calma y ambos volúmenes seguidos, ya que la división en cierto modo perjudica a la primera entrega, la obra hay que contemplarla como un conjunto. La verdad es que me ha gustado mucho.

 La historia acaba siendo cíclica y todo fin puede dar lugar a un nuevo comienzo.

El héroe (I)

elheroeCuando acabé de leer Los Héroes de Abercrombie me di cuenta de que hacía tiempo que daba vueltas por mi casa este tebeo, y nunca acababa de encontrar tiempo para leérmelo, aunque la premisa era más que prometedora, ya que una revisitación de las pruebas de Hércules con algo de ciencia ficción parecía una historia hecha a medida para mí, que tanto me gustan los mitos griegos.

Así que ni corta ni perezosa me senté con este primer tomo entre las manos… y he de decir que no  me levanté hasta que me lo acabé, así de absorbente es la historia. Y no continué con el siguiente porque ya era bastante tarde y el despertador no perdona.

Para cualquier mínimo conocedor de las pruebas de Hércules el argumento no será ninguna sorpresa, el rey Euristeo manda a Heracles diversas tareas para demostrar su valía e intentar eliminarlo, pero nuestro héroe siempre sale exitoso. Hasta aquí todo conocido. Pero, ¿y si os digo que cuando a Euristeo le piden ayuda contra el león de Nemea le muestran la imagen del animal mediante un holograma? ¿Y que tras cortar las cabezas de la Hidra bombardean el lugar desde aviones? La cosa cambia un poco.

El dibujo es muy curioso, es una mezcla de manga con superhéroes que resulta muy adecuada para lo que se quiere narrar. Las referencias a los superhéroes son constantes, Euristeo juega con muñecos de la Liga de la Justicia y Diana de las amazonas es puramente Wonder Woman, por ejemplo.

La narración avanza a través del dibujo. Me parece muy llamativa la persecución de la cierva de Cerinia que en pocas viñetas consigue relatar el paso de las estaciones en la captura del animal. La distribución de las viñetas se ajusta perfectamente a lo que se cuenta y Rubín no pierde oportunidad de mostrarnos diversos encuadres para cada situación, como cuando Heracles y Teseo van en moto a la tierra de las amazonas.

Mención aparte merece el color de la obra. Los tonos vivos que se utilizan refuerzan la historia y permiten al autor jugar con el verde y el rojo como colores fundamentales de Hera y Euristeo y con otros para el resto de los personajes.

También conviene resaltar el uso del mito como producto de masas que se deja entrever en uno de los capítulos, con Heracles anunciando de todo, que creo que será el camino por el que seguirá la segunda entrega del cómic.

Tengo en casa esperándome el segundo tomo y o mucho se tuercen las cosas o va a caer enseguida.