The Isle in the Silver Sea

Había mucha expectación con el nuevo lanzamiento de Tasha Suri, un romantasy sáfico autoconclusivo que prometía hacer las delicias de sus fans. The Isle in the Silver Sea tiene tantas capas de lectura como prendas de ropa hacen falta en un invierno crudo y no se lo pone nada fácil al lector en la interpretación de estas, con unos conceptos fascinantes y una prosa muy elaborada, tanto que a veces no fluye con facilidad.

Lavie Tidhar escribió varias novelas en su ciclo Anti-Matter of Britain y Suri también hace un uso extensivo del folklore de la pérfida Albión para crear la base de este libro. El ciclo eterno y la recreación en avatares de los mitos más populares son la base para la existencia mágica de Londres, con los bibliotecarios buscando fijar el lore que peligra por las acciones de un asesino despiadado que va destruyendo historias. The Isle in the Silver Sea se puede leer en clave de cómo el cambio afecta a nuestra identidad cultural y cómo afrontar la inevitable llegada de la entropía: aceptando las influencias externas o pretendiendo mantener una pureza que puede llevar al anquilosamiento. No es para nada velada la referencia constante a la “contaminación cultural” que provoca la llegada de nuevas influencias a la isla, pero también representa la constante lucha entre el supuesto libre albedrío de los humanos y el destino manifiesto de las encarnaciones de los mitos más enraizados en la cultura popular. Suri transita una fina línea entre la importancia de los personajes y la del mundo en el que habitan, perdiéndose algunas veces en la propia complejidad que ha creado.

El sistema mágico tampoco queda meridianamente claro, diluyéndose las explicaciones en una alta concentración de romance y necesidad pura, con un poco de exceso de Deus ex Machina. La autora retuerce un tanto las posibilidades de la magia para que se ajuste a lo que la historia requiere en cada momento, cuando quizá hubiera sido mejor dejar claras las reglas del juego desde un principio para saber qué se puede esperar. Este es un eterno debate en la fantasía, que no creo que vayamos a zanjar en esta clarilla.

La narración del audiolibro por parte de Shiromi Arserio se ajusta perfectamente a lo esperado, con una gran capacidad para que con su voz aterciopelada nos dejemos llevar por la parte más emocional del libro, incluso en las escenas elocuentemente sexuales.

Esta obra es tan ambiciosa y pretende cubrir tanto terreno que, a pesar de no ser excesivamente larga con sus casi 400 páginas, sí que se puede hacer un tanto pesada en algunos tramos. Me encantará comentarla con vosotros cuando hayáis tenido la oportunidad de leerla.

Cubierta y sinopsis de The Lotus Empire

Aquí os traigo información sobre el esperadísimo final de la trilogía The Burning Kingdoms, que se titulará The Lotus Empire y que Orbit tiene previsto publicar en noviembre.

Esta es la sinopsis:

As an ancient magic returns to Ahiranya and threatens its very foundations, Empress Malini and priestess Priya will stop at nothing to save their kingdoms—even if it means they must destroy each other.

Malini has claimed her rightful throne as the empress of Parijatdvipa, just as the nameless gods prophesied. Now, in order to gain the support of the priesthood who remain loyal to the fallen emperor, she must consider a terrible bargain: Claim her throne and burn in order to seal her legacy—or find another willing to take her place on the pyre.

Priya has survived the deathless waters and now their magic runs in her veins. But a mysterious yaksa with flowering eyes and a mouth of thorns lies beneath the waters. The yaksa promises protection for Ahiranya. But in exchange, she needs a sacrifice. And she’s chosen Priya as the one to offer it.

Two women once entwined by fate now stand against each other. But when an ancient enemy rises to threaten their world, Priya and Malini will find themselves fighting together once more—to prevent their kingdoms, and their futures, from burning to ash.

Mi traducción:

Conforme una magia antigua vuelve a Ahiranya y amenaza sus cimientos, la emperatriz Malini y la sacerdotisa Priya no se detendrán ante nada para salvar sus reinos, incluso si eso implica destruirse entre ellas.

Malina ha reclamado su trono como emperatriz de Parijatdvipa, tal y como los dioses sin nombre profetizaron. Ahora, para obtener el soporte de los prelados todavía leales al emperador caído, deberá considerar un terrible acuerdo: reclamar el trono y arder para sellar su legado o encontrar a otra persona que desee aceptar su puesto en la pira.

Priya ha sobrevivido a las aguas inmortales y ahora la magia corre por sus venas. Pero una misteriosa yaksa con ojos florecientes y boca de mentiras espinosas yace bajo las aguas. La yaksa le promete protección para Ahiranya, pero a cambio necesita un sacrificio. Y ha elegido a Priya.

Dos mujeres con sus destino entrelazados ahora enfrentadas. Pero cuando un antiguo enemigo emerge para amenazar su mundo, Priya y Malini volverán a luchar unidas, para evitar que sus reinos y sus futuros, se transformen en cenizas.

Esta es la cubierta, con diseño de Lauren Panepinto e ilustración de Micah Epstein:

El trono de jazmín

Menudo acierto el de Gamon al traer al español El trono de jazmín de Tasha Suri con traducción de María Inés Linares. Es un libro bastante largo al que le cuesta un poco entrar en faena, pero una vez que coge carrerilla, no para.

Me encanta la ambientación oriental del mundo creado por la autora, con sus reinos sometidos a vasallaje del emperador y sobre todo, con las distintas religiones y magia que vamos descubriendo a lo largo de las páginas. Pero creo que lo que más se recordará de la obra son sus protagonistas, porque están muy bien escritas, con una moralidad ambigua que sirve como eje a toda la novela. La relación entre ambas también irá evolucionando, desde una atracción puramente física a algo más.

La autora utiliza paralelismos en la vida de las protagonistas, Malini y Priya. Que ambas hayan sido instrumentos en manos de sus hermanos no es baladí, en una sociedad patriarcal que sin embargo nos dicen que fue fundada por el sacrificio de las Madres. Las religiones y sus sacrificios tienen una importancia fundamental en la trama, pero es la ambición y el hecho de intentar deconstruir el orden establecido lo que dota de un potente mensaje a la novela.

Es cierto que la obra tiene un problema de ritmo en su primer tercio, probablemente debido al interés de la escritora por ir centrando las bases sobre las que construirá el armazón de la estructura narrativa. Este comienzo lento y cachazudo puede echar para atrás a algún lector, pero, si es capaz de sobreponerse, descubrirá que la lectura ha merecido la pena.

Resulta también muy interesante la irrupción de la podredumbre, una enfermedad que mata lentamente a las personas, transformando su cuerpo en madera. A pesar de no ser infecciosa entre humanos, el temor al contagio está exquisitamente narrado, pero también el valor de Priya cuando ayuda a los afectados. Este es casi el primer rasgo que conoceremos de una de las dos protagonistas y nos servirá para construir ese primer lazo empático que nos unirá a ella el resto de la obra. No se nos escapa que la podredumbre es un trasunto de los males del mundo, pero diría que Tasha Suri se tiene guardado algún que otro as bajo la manga al respecto.

El racismo es un tema también muy presente, ya sea entre las distintas clases de la sociedad o entre los distintos reinos. Que el principal reclamo del reino de Priya sean sus prostíbulos no es si no una señal indicativa más del distinto rasero con el que se mide el valor de la persona según su lugar de origen, como el tono de piel.

En resumen, se trata de una lectura muy recomendable, pero que nos deja con muchas ganas de saber qué les depara el futuro a ambas protagonistas.

Empire of Sand

Hace un tiempo hubo una oferta de Orbit que ponía a un precio muy atractivo algunos novelas de debut. Entre otras, me hice con Empire of Sand, atraída por la promesa de una historia fantástica en una ambientación distinta de la habitual.

Ciertamente, la ambientación cumple lo que promete. Basado en una parte de la historia de la India desconocida para mí (el imperio mogol) nos encontramos ante una época de excepcional expansión del imperio con un sistema mágico basado en el control a través de la danza de los sueños de los dioses durmientes. Por esa parte, poco hay que objetar.

Por desgracia, la novela no funciona en la lectura. El ritmo es exasperantemente lento, parsimonioso hasta decir basta. Los capítulos pasan por delante de nuestros ojos a cámara lenta, mientras la protagonista practica y practica los movimientos necesarios para perpetuar en el poder al líder religioso del imperio. Si al menos hubiera alguna intriga palaciega podría aumentar mi interés, pero no es así, porque todo el personal adora al líder.

El problema no es solo la forma en qué está contada la novela, si no también lo que se cuenta, que despierta muy poco interés. Se podría haber explorado el conflicto de castas entre los nobles y los Amrithi pero solo sabemos que los segundos están oprimidos y están dejando de aparecer por las ciudades. La descripción del mundo no tiene profundidad, solo hay unas cuantas ciudades que merecen mención y lo demás parece un vacío impenetrable.

Además, hacia el final del libro la trama avanza a base de casualidades y el final es tan previsible como aburrido. Y los personajes no se salvan de la quema. Al principio pudiera parecer que la protagonista va a ser una mujer fuerte a pesar de haber sido criada en el privilegio, pero esto es solo un espejismo. El resto del libro se deja llevar de un lado a otro y se convierte en un cascarón hueco, como el resto de los personajes.

Un libro decepcionante.