Para mí, cada nuevo libro de ciencia ficción de Megan E. O’Keefe es una fiesta, desde que la conocí con Velocity Weapon y se reafirmó con la trilogía The Devoured Worlds. Además, The Two Lies of Faven Sythe era autoconclusiva, así que miel sobre hojuelas.
Empezando por el título que se sale un poco de lo normal pero está totalmente justificado tanto al comienzo como al final de la novela, este libro no es una space opera al uso. Si bien es cierto que hay naves espaciales, piratas y razas alienígenas, la historia que cuenta O’Keefe se sale de lo que estamos acostumbrados a leer, algo que agradezco muchísimo.
Los dos puntos de vista sobre los que se desarrolla The Two Lies of Faven Sythe son los de la pirata Bitter Amandine y la propia Faven Sythe del título. Tienen una dinámica muy curiosa estas dos, que da mucho juego al libro ya que Amandine es humana, pero Sythe, aunque tiene forma humanoide, es un extraño constructo de cristal. Y ahí reside la originalidad del libro, un misterio se irá desvelando conforme vayan avanzando los capítulos. La autora estadounidense se apunta a la exploración del universo limitada por las capacidades de los navegadores, siguiendo la estela de Herbert, Tchaikovsky, North… que describen el universo como un vacío infinito que solo se puede navegar con capacidades especiales. Diría incluso que esta novela tiene ciertos tintes lovecraftianos, pero mi inexperiencia en la materia me impide afirmarlo con total rotundidad.
El ritmo de la novela tiene algunos problemas en su parte central, pero cuando empieza a acelerar ya no hay quien la detenga. Las revelaciones se van sucediendo una tras otra y es muy difícil parar de leer, porque los sucesos del pasado se encadenan con lo que está sucediendo en el presente y las explicaciones que va recibiendo el lector configuran un futuro bastante incierto. Los personajes secundarios, aunque están bien descritos, palidecen un tanto ante la fuerza de la relación de las dos protagonistas. Mención especial merece la referencia a la sinestesia en la capacidad de crear rutas de Faven Sythe, muy relacionada con su origen cristalino. El libro tiene algunos pasajes de gran belleza descriptiva, pero en general la prosa es bastante asequible y funciona como un tiro para mantenernos enganchados a la lectura. Es una ciencia ficción con menos ciencia que sus libros anteriores, pero es perfectamente disfrutable.
Os recomiendo encarecidamente este libro, os va a gustar.


