Cubierta y sinopsis de Green City Wars

Tenía que pasar. He parpadeado y, claro, han anunciado un libro nuevo de Adrian Tchaikovsky. En este caso se traga de Green City Wars, que Tor publicará el 23 de junio del año que viene.

Esta es la sinopsis:

Down these mean streets a beast must walk…

Meet Skotch. Racoon, P.I.—Yours for a few buttons as long as the job isn’t too illegal, whatever that means.

A mouse has gone missing. Normally this wouldn’t raise any hackles, nor any alarms, but this mouse has something that everyone seems to want, though nobody appears particularly eager to say what that something is.

The fee is good—perhaps too goodCertainly not something Skotch can easily turn down.

If only Skotch can work out where the mouse is hiding, what he’s hiding, and why his secrets are upsetting a lot of animals caught up in the Green City wars.

Mi traducción:

En estas malas calles una bestia debe andar…

Os presentamos a Skotch. Mapache, detective privado… vuestro por unos pocos botones mientras el trabajo no sea muy ilegal, sea lo que sea lo que signifique eso.

Se ha perdido un ratón. Normalmente esto no levantaría sospechas ni alarmas, pero este ratón tiene algo que todo el mundo quiere, aunque nadie parece especialmente deseoso de decir qué es ese algo.

La paga es buena, tal vez demasiado. Ciertamente no es algo a lo que Skotch pueda renunciar.

Si tan solo fuera capaz de saber dónde se está escondiendo, qué esconde y por qué sus secretos están enfadando a tantos animales atrapados en las guerras de la Ciudad Verde…

Esta es la cubierta con arte de Chris Koehler y diseño de Shreya Gupta:

The Hungry Gods

Conforme escuchaba The Hungry Gods en m mente la estaba encuadrando en la serie de novelas cortas Terrible Worlds, aunque el estilo de la cubierta recuerda más a Saturation Point que creo que no se circunscribe a esta recopilación. Ya sabéis que es muy difícil seguirle el ritmo de publicación a AdrianTchaikovsky, así que no creo que merezca la pena perder el tiempo discutiendo sobre en qué serie encaja o no una de sus obras.

La versión en audiolibro está locutada por Emma Newman, que es una de mis lectoras favoritas, con obras encomiables como Guns of Dawn. En esta ocasión nos vuelve a dejar un trabajo buenísimo, encarnando de manera perfecta la personalidad de Amri, la protagonista de la historia.

El libro se sitúa en un futuro muy lejano, en una Tierra donde los restos de la humanidad sobreviven a duras penas asimilados en tribus que asemejan comportamiento de animales. Amri pertenece a la de los conejos, pero todo este equilibrio sumamente inestable se verá destrozado por la aparición de los dioses, los humanos que dejaron la Tierra atrás hace siglos para crear su propia utopia espacial y que ahora vuelven con objetivos poco claros y enfrentados. ¿Escenario postapocalíptico en el que se liberan nuevas tecnologías? ¡Póngame dos!

A partir de ahí, el autor inglés aprovecha para ir proponiendo “soluciones” bastante supremacistas para la Tierra, para a continuación ir desmontándolas una por una con cierto toque gore y bastante mala idea, algo que parece ser una tendencia en sus publicaciones.

Algunos puntos más débiles de la obra son que las ideas de cada dios ya las hemos visto en otras obras del mismo autor, aunque claro, con una producción tan elevada es normal repetir algún que otro tema. Es también mi impresión que los personajes de The Hungry Gods no están tan bien definidos como los de otras obras del autor y no precisamente por falta de longitud en la publicación, una novela corta de casi 200 páginas, si no porque la idiosincrasia de la tribu a la que pertenece Amri le hace ser olvidable.

Ahora bien, como historia de venganza, me parece una obra redonda y no puedo dejar de recomendarla.

Cubierta de Pretenders to the Throne of God

Aquí os traigo la cubierta de Pretenders to the Throne of God, la cuarta entrega de la saga The Tyrant Philosophers de nuestro estimadísimo Adrian Tchaikovsky. El libro verá la luz el 12 de febrero del año que viene.

Esta es su sinopsis:

Eres Ffenegh – “the City on the Back of a Crab” – is the next state slated for conquest by the Palleseen, but its citizens won’t give up sovereignty easily, and the siege has now dragged into the harsh Eresi winter. The defenders – both locals and Pal renegades – hold an uneasy alliance against the enemy at the gates, while the Pal army is constantly looking over its shoulder for the next self-destructive dictate of their government back home.

Within the city, Devil Jack is the apprentice to the notorious conjurer and bawd known as the Widow, a good man driven to bargaining with hell to get back what he’s lost. Meanwhile Kiffel ea Leachan is the city’s champion, a child of privilege who’s just lost everything to the invaders. We follow the ups and downs of both as they try to survive the siege and make their own destinies in a world that’s cut them loose.

Outside the city, the Pals have been desperately waiting for reinforcements so they can finally take the city, but when new soldiers finally march in with the winter it’s the worst kind of help, enough to damn the entire army.

Mi traducción:

Eres Ffenegh (la ciudad a la espalda de un cangrejo) es el siguiente objetivo de la conquista de los Palleseen, pero sus ciudadanos no rendirán su soberanía con facilidad y el sitio se ha demorado hasta llegar al duro invierno Eresi. Los defensores, tanto locales como Pal renegados, mantienen una inquieta vigilancia de enemigo a sus puertas, mientras que el ejército Pal vigila constantemente sus espaldas esperando la próxima orden autodestructiva de su gobierno.

Dentro de la ciudad, Devil Jack es aprendiz del famoso conjurador conocido como el Viudo, un buen hombre que ha tenido que negociar con el infierno para recuperar lo que ha perdido. Mientras tanto Kiffel ea Leachan es el campeón de la ciudad, un hijo del privilegio que ha perdido todo a manos de los invasores. Seguiremos las idas y venidas de ambos mientras intentan sobrevivir al asedio y buscar su propio destino en un mundo que les ha olvidado.

Fuera de la ciudad, los Pals esperan desesperadamente refuerzos para tomar la ciudad, pero cuando los nuevos soldados llegan con el invierno es la peor ayuda que podían recibir, suficiente como para maldecir a todo un ejército.

Esta es la cubierta:

The Tiger and the Wolf

Hace ya tiempo que di por imposible ponerme al día con toda la obra de Adrian Tchaikovsky, si a duras penas soy capaz de seguir su producción actual, ¿cómo podría leerme todos sus libros más antiguos? Pero a veces los astros se alinean y, con la excusa de la publicación en español de The Tiger and the Wolf, con traducción de Núria Gres Llort, ya me falta uno menos de su catálogo por leer.

Vaya por delante que The Tiger and the Wolf es un libro muy largo, por lo que comprometerá bastante tiempo de nuestra lectura. Sus casi seiscientas páginas esconden una construcción de mundo sencillamente epatante, con todos sus personajes cambiaformas. Dependiendo de la tribu a la que pertenezcan pueden mutar en un animal determinado. Pero claro, cada una de estas tribus y de estas transformaciones tienen también sus peculiaridades, lo que da un juego maravilloso a un autor tan versado como Tchaikovsky en la exploración de las diversas posibilidades de un sistema mágico. Oro puro para engarzar pequeñas joyas fantásticas. Las peculiares características de cada animal influyen también en la idiosincrasia de cada tribu, afectando a sus costumbres y desarrollo. Terreno sembrado para el conflicto, pero también para acrecentar nuestro interés por la historia.

La protagonista de la historia es Maniye, cuya herencia mixta entre lobo y tigre la marca como alguien diferente en quien quizá su tribu no pueda confiar. Al autor le gustan estos espacios liminales, como el bosque mágico de City of Last Chances y se mueve como pez en el agua en estas zonas con contrastes tan exagerados. El elenco de personajes a su alrededor es muy rico y variado y desempeñan un papel muy importante en la novela, e imagino que también en las siguientes entregas, que tengo bastante interés en leer.

La novela también tiene algunos problemas, principalmente su longitud, a pesar de la fama que me precede sobre leer tochos (ejem, Marcheto, ejem) no es menos cierto que tantas páginas con bastante problemas de ritmo requieren bastante tiempo para leerlas. Creo que el autor ha ido afinando su sentido del ritmo conforme ha ido publicando más, no olvidemos que esta novela es de 2016.

Bee Speaker

Este es el primer libro de Adrian Tchaikovsky que he leído este año, seguramente no será el último, pero nunca dejará de sorprenderme la extraordinaria capacidad de este autor para publicar de forma constante y con un nivel medio de calidad bastante elevado. Bee Speaker es la tercera parte de la serie Dogs of War, de la que ya comentamos la homónima Dogs of War y Bear Head.

El autor decide volver a poner el foco en la Tierra, ofreciéndonos una mezcla entre Cántico por Leibowitz y Fallout, exponiendo el ocaso de la civilización, donde solo en pequeños reductos se guarda todavía algo de la tecnología de antaño. Es un libro eminentemente pesimista, que juega con distintos puntos de vista y que puede llegar a resultar confuso en ocasiones, pero creo que esto es un efecto buscado por el escritor para exponer de forma cruda el funcionamiento de una inteligencia distribuida en ciernes, un poco como Elly Bangs en Unity.

En un tono más serio que en las entregas anteriores, veremos cómo las bioformas se han de adaptar a un mundo decadente, donde la supervivencia no está para nada garantizada. Me gusta muchísimo cómo habla de los bunkers de los preparacionistas multimillonarios, cuya principal preocupación no era solo sobrevivir, si no conseguir que la subyugación de los guardaespaldas a los que contrataron como protección sea indiscutible, de forma que no quepa el menor atisbo de rebelión. La “solución” que ofrece Adrian es algo previsible, pero no por ello deja de tener consecuencias desastrosas. Recuerda, ligeramente, a la idea de Derek Kunsken y sus homo puppets. Tampoco se queda corto con su crítica al machismo recalcitrante que parece el inevitable destino de la humanidad, controlada por la testosterona.

La nueva bioforma basada en los animales de sangre fría me parece todo un descubrimiento, con su capacidad para regular la temperatura que la hace tan versátil como imprevisible, y sus diálogos interiores tan volubles como variable es su carácter. Es un elemento desequilibrante en la narrativa que aporta los mejores momentos de la novela.

Definitivamente, la serie va mejorando conforme vamos teniendo nuevas entregas. No sé si Tchaikovsky tiene intención de continuarla, pero desde luego que estaré la primera de la fila para leerlo si decide hacerlo.

Shroud

Es prácticamente imposible ir al día con todo lo que publica Adrian Tchaikovsky pero lo que es más difícil todavía es entender cómo puede mantener el listón tan alto en sus publicaciones. Con Shroud nos vuelve a sorprender y deleitar con una obra de ciencia ficción especulativa de primer contacto, aunque si bien es cierto que el alien resulta ser demasiado humano, no por ello deja de ser una novela estupenda.

La humanidad se ha salvado por los pelos de la extinción provocada por el cambio climático, “gracias” a las grandes corporaciones que ahora controlan todas nuestras vidas. El Concern sigue aplicando las reglas del capitalismo extremo y como el crecimiento constante es uno de sus axiomas, la exploración espacial es la vía hacia el futuro, siempre que sea rentable. Los humanos especializados en diversos campos del saber permanecen en hibernación (almacenaje barato) hasta que se requieren sus peculiares características para exprimir hasta el tuétano cada recurso. Este tema, algo recurrente en la obra del autor de Lincolnshire, también tiene su importancia en Shroud aunque a mí sinceramente me parece que se ha quedado un poco en la superficie, en el mensaje de “qué malas son las corporaciones que me mandan a hibernar en cuanto que no les sale bien la cuenta de resultados”. En Alien Clay, por ejemplo, el mensaje era mucho más contundente.

Shroud es una luna con mucho potencial, pero con unas condiciones eclécticas que hacen que sea bastante difícil la exploración del terreno para establecer cabezas de puente para la colonización. Y es que está emitiendo constantemente en todas las frecuencias posibles, como si la luna le estuviera chillando al universo sin pausa. Esta metáfora de las dificultades en la comunicación si uno no se para o no sabe escuchar es la base de todo el subgénero de primer contacto y Tchaikovsky sabe utilizarlo para su propio beneficio.

Lo que comienza siendo una misión relativamente rutinaria se transforma en una lucha por la supervivencia de los enviados a Shroud. En este sentido, se conserva bastante bien la tensión a lo largo de las páginas del libro, si bien tiene algunos momentos de bajón y una coda final que creo que podría haber estado bastante más refinada.

El principal problema que le veo a la obra y que se puede atisbar en esta reseña es la “humanidad” del alienígena, que a pesar de sus diferencias entra dentro de lo que el ser humano puede llegar a comprender, lo cual creo que le hace perder algo de credibilidad a la historia. El escritor ha rebajado un poco la complejidad del encuentro de forma gradual, para adaptar el conocimiento de otro mundo y otra especie no humana al marco temporal en el que se desarrolla la novela, que es muy corto. No es que sea poco creíble, porque no sabemos qué nos podemos encontrar ahí afuera, pero si resulta conveniente en exceso.

Las protagonistas humanas de la novela también tienen algunos fallos, no sé si por que Adrian pretendía hacer más hincapié en el alien o porque son el fruto de un sistema extremo, pero es que resultan demasiado frías en general, haciendo bastante difícil que despierten la empatía del lector. Esto, por supuesto, no es algo imprescindible, pero sin duda ayuda a que el nivel de compromiso del lector con la obra aumente.

Nos encontramos ante un obra que me ha gustado mucho y que recomiendo sinceramente a pesar de los problemas que he encontrado por el camino, provocados quizá más por mi bagaje lector y mis expectativas que por la obra en sí.

Days of Shattered Faith

Creo que llevo como seis libros de Adrian Tchaikovsky este año, impresiona mucho su facilidad para escribir y publicar, pero más aún el alto nivel que tienen prácticamente todas sus obras. Con Days of Shattered Faith, la tercera entrega de la saga The Tyrant Philosophers, el autor decide dar algo más de cohesión a la serie y transformarla en eso, una serie. Los dos primeros volúmenes eran prácticamente de lectura independiente pero este tercero ya repite personajes, consolida el mundo y, en definitiva, serializa la historia dándole tejido conectivo. No sé si me alegra o no el cambio, porque bastantes series llevamos ya en marcha ahora mismo, pero no deja de ser verdad que sarna con gusto no pica y que mientras mantenga el nivel no me importará que siga sacando volúmenes como le apetezca.

Days of Shattered Faith recuerda y mucho a la historia del colonialismo británico de la India, pero claro, todo pasado por el tamiz de fantasía al que el autor nos tiene acostumbrados. Me gusta mucho la intrahistoria de los dos hermanos que se enfrentan por la sucesión del trono, aún a sabiendas que los Palleseen esperan a la vuelta de la esquina para exprimir todas las riquezas de la Joya de las Aguas hasta que quede más seca que el ojo de un tuerto.

Es cierto que el libro es bastante largo y en este sentido creo que juega un poco en su contra y en contra del narrador del audiolibro, David Thorpe, que aunque realiza una muy buena labor a veces no es capaz de mantener el tono narrativo o esa es mi impresión. Más de 20 horas de audio requieren un esfuerzo de atención por parte del que escucha que necesita también ayuda para engancharse por parte del que lee.

Es loable la titánica labor que lleva a cabo Tchaikovsky para enfrentarnos constantemente a dilemas morales en los que no es nada fácil tomar una decisión. Lo que quizá falla algo en esta ocasión es que los personajes nuevos no son capaces de robarles el protagonismo a los antiguos, bien sea porque a los de las entregas anteriores los conocemos más en profundidad y nos caen mejor, bien sea porque la caracterización de los nuevos adolece de falta de vigor y algo de interés. No me cabe duda de que en las siguientes entregas profundizaremos más en sus relaciones. Por cierto que no había visto por ningún lado anunciada la siguiente entrega, pero ahí está Lives of Bitter Rain preparada para octubre del año que viene.

Las historias secundarias siguen dejando el terreno preparado para las bifurcaciones que decida crear Adrian en el futuro, aunque seguramente ya las tenga más que planificadas y precisamente por eso vaya dejando comentarios y detalles a suerte de huevos de pascua para los lectores más avezados.

Days of Shattered Faith tiene el dudoso honor de parecerme el volumen más flojo de la saga y a la vez haberme tenido enganchada durante toda su lectura, con lo cual quiero decir que vayáis corriendo a haceros con él en cuanto se pueda.

Saturation Point

Tras disfrutar de la siempre estupenda charla de Adrian Tchaikovsky en el Celsius, de la mano del acertado Borja Bilbao, me di cuenta de que me faltaba por leer uno de sus libros publicados este año. Y digo uno porque es muy difícil estar al día con la cantidad de cosas que publica, así que ya ni os cuento cómo sería recuperar su obra menos reciente.

Saturation Point es una novela corta que habla de muchos temas desde una perspectiva biológica, cada uno más interesante y, por desgracia, pesimista que el anterior. El libro se narra desde el punto de vista de la doctora Jasmine Marks, que dos décadas atrás sobrevivió a un estudio en la Zona, una creciente extensión de terreno en el ecuador con unas condiciones de humedad y calor tan extremas que imposibilitan la vida de cualquier animal de sangre caliente. Tras esta traumática experiencia, vuelven a requerir sus servicios en una misión de rescate en la Zona.

Creo que he disfrutado tanto de la obra ayudada por la narración impecable de Emma Newman, que ya ha colaborado con Tchaikovsky en otros audiolibros como Guns of Dawn y que sin duda se perfila como una de las narradoras más atractivas del mundillo. La elección de la voz y el tono, la emulación de situaciones reales como un ataque de ansiedad y en general, su desempeño en la interpretación, sitúa la producción del audiolibro en un nivel muy alto.

En cuanto a los temas que trata el autor en el libro, quizá el más evidente es el cambio climático y cómo la adaptación al medio puede llegar a resultar insuficiente. Y la evolución, forzada o no, siempre se ha caracterizado por dejar atrás los experimentos fallidos. Es por esto que Saturation Point recuerda a otras obras como To be Taught, if Fortunate aunque con una aproximación muchísimo más pesimista y no sé si sería justo decir realista. También tiene ciertas similitudes con la obra de Derek Künsken, que explora las posibles evoluciones del ser humano con sus homo quantum, homo eridanis

Otra cosa que hace Tchaikovsky tiene mucho mérito también, pues en apenas 5 horas de audiolibro es capaz de explicarnos de una manera amena y educativa el funcionamiento de los sistemas de liberación del calor en los animales y la posible evolución de la creación de proteínas en los incorrectamente nombrados seres de sangre fría, sin por ello sobrecargar el ritmo de la historia.

Aunque la elección del punto de vista y del narrador me parece acertada, es cierto que a veces se nota cierto apresuramiento en el relato, como si de repente el escritor se diera cuenta de que lo que tiene que presentar es una novela corta y no un tocho de 1000 páginas. Esto ocurre solo en momentos puntuales y es fácilmente perdonable. Me cuesta más aceptar la perfecta intercambiabilidad de los personajes secundarios, diseminados al azar por la Zona para dejar patente el nivel de amenaza de la propia naturaleza. Supongo que esto está directamente relacionado con la longitud de la obra. No es un impedimento para el disfrute y ni siquiera llegar a ser una crítica es tan solo un comentario.

En definitiva, creo que el audiolibro Saturation Point es una lectura estupenda, pero también reconozco que quizá leerlo en plena ola de calor no fue la decisión más acertada. A lo mejor en otoño hubiera sido menos asfixiante.

Service Model

Creo que una de las razones por la que la ciencia ficción es mi género favorito es por su capacidad de denuncia del mundo actual, exponiendo situaciones que en principio parecen extremadamente exageradas, pero que no son más que extrapolaciones del estado actual de las cosas. También por el sentido de la maravilla que encuentras en cada página, por la imaginación desbordada de los autores… y paro porque si no, no hablo de Service Model hasta el año que viene.

En esta ocasión Adrian Tchaikovsky utiliza la figura del narrador demasiado confiable, en contraposición del no confiable, dándole al recurso una vuelta de tuerca. Charles es un robot ayuda de cámara y como tal está preparado para llevar a cabo una cierta lista de tareas para su señor, sin salirse de ellas ni razonar si son necesarias o no. Como toda la novela está pasada por el tamiz de sus ojos (lentes) y sus sentidos, el libro tiene cierta lógica interna que acaba resultando exasperante para un lector que ve las contradicciones de esta forma de vida. El escritor utiliza una y otra vez este recurso para exponer de forma descarnada los problemas de una sociedad que ha caído en el ombliguismo, siendo desesperante en general y en ocasiones incluso diría que tedioso. Pienso que un poco de recorte en las páginas le hubiera venido bien a la novela, que remacha en demasía su mensaje, como un brazo robótico mal calibrado que acaba destrozando su banco de trabajo por exceso de celo (más bien, por mala programación).

La serie de situaciones por las que va pasando Charles una vez se ve obligado a salir de su zona de confort son cada vez más rocambolescas, pero la progresión aritmética con la que van avanzando resulta tranquilizadora, como la lenta subida de la temperatura del agua en la que acabarán muriendo las proverbiales ranas. El humor de Tchaikovsky es bastante seco en este viaje iniciático, pero afortunadamente está presente, con momentos memorables como el uso del brazo para indicar las figuras retóricas a los robots, incapaces de comprender cuándo una pregunta necesita respuesta y cuándo no.

El británico no se esconde a la hora de mostrar los referentes en los que se ha basado para algunos capítulos, o al menos no se esconde “mucho”. KR15-T, K4FK-R, 4W-L, 80RH-5 y D4NT-A son anagramas fácilmente reconocibles para cualquier lector que quiera entrar en el juego.

Recomiendo encarecidamente esta crítica social envuelta en ciencia ficción de futuro cercano, si bien la forma elegida para narra la historia puede llegar a ser cansada en ciertas ocasiones.

Cubierta y sinopsis de Shroud

En el mercado anglosajón, AdrianTchaikovsky es más reconocido por su obra de ciencia ficción que de fantasía. Así que no es de extrañar que se haya anunciado la publicación de Shroud, una novela de primer encuentro y supervivencia que Tor publicará el 27 de febrero del año que viene.

Esta es la sinopsis:

New planets are fair game to asset strippers and interplanetary opportunists – and a commercial mission to a distant star system discovers a moon that is pitch black, but alive with radio activity. Its high-gravity, high-pressure, zero-oxygen environment is anathema to human life, but ripe for exploitation. They named it Shroud.

Under no circumstances should a human end up on Shroud’s inhospitable surface. Except a catastrophic accident sees Juna Ceelander and Mai Ste Etienne doing just that. Forced to stage an emergency landing, in a small, barely adequate vehicle, they are unable to contact their ship and are running out of time. What follows is a gruelling journey across land, sea and air. During this time, Juna and Mai begin to understand Shroud’s dominant species. It also begins to understand them . . .

If they escape Shroud, they’ll face a crew only interested in profiteering from this extraordinary world. They’ll somehow have to explain the impossible and translate the incredible. That is, if they make it back at all.

Mi traducción:

Los nuevos planetas son terreno abonado para los aprovechados y los oportunistas interplanetarios así que cuando una misión comercial a una estrella distante descubre una luna totalmente negra, pero plena de radioactividad, junto con su alta gravedad, alta presión y cero oxígeno la convierten en terreno vedado para la vida humana, pero perfecto para explotarlo. La llaman Shroud.

Bajo ninguna circunstancia un humano debería acabar en la inhóspita superficie de Shroud. Excepto un accidente catastrófico como el que sufren Juna Ceelander y Mai Ste Etienne. Forzadas a un aterrizaje de emergencia en un vehículo pequeño apenas adecuado, no pueden contactar con su nave y se les agota el tiempo. Lo que seguirá a continuación es un agotador viaje a través de tierra, mar y aire. Durante este tiempo Juna y Mai empiezan a comprender a la especie dominante de Shroud, que también comienza a entenderlas a ellas…

Si escapan de Shroud se enfrentarán a una tripulación interesada tan solo en aprovecharse de este mundo extraordinario. De alguna tendrán que explicar lo imposible y traducir lo increíble. Por supuesto, si consiguen salir vivas.

Esta es la cubierta: