Soulstar

Por razones que espero que pronto se puedan hacer públicas, acabé leyendo Soulstar para documentarme sobre el subgénero fantástico llamado fantasy of manners. Ya había leído las dos primeras entregas del Kingston Cycle, pero la última se había quedado huérfana.

En este cierre de ciclo Polk se vuelca totalmente en el aspecto político de la narración, dejando bastante de lado la magia pero consiguiendo que crezca el interés por la resolución de la trama, porque nos encontramos al borde de un cambio de paradigma político, con lo que conlleva respecto a la estabilidad del reino. En este sentido me ha recordado un poco a A Declaration of the Rights of Magicians, pero muchísimo más diluida.

La protagonista es de una extracción social distinta a la de los dos primeros libros, es mayor y ha sufrido mucho más, por lo que el tono es más serio y pausado.

Es interesante el mensaje ecologista, que ya estaba presente en las entregas anteriores pero que ahora es menos velado, ya que se impulsa la creación de una fuente de energía que provea de éter al reino sin tener que recurrir a la esclavitud de la población con capacidades mágicas, en una clara referencia a nuestro mundo actual y su consumo de fuentes no renovables de energía. Esto fue el detonante de la rebelión social que ahora tiene lugar en Aeland, liderada a su pesar por la protagonista de la historia.

He tenido algunos problemas con el formato en audiolibro porque la narradora, Robin Miles, pronunciaba los pronombres de una forma muy marcada y algo extraña para mí . Achaco esto a mi falta de dominio del inglés. No es que me sacara de la lectura, pero me extrañaba esta pronunciación.

Con Soulstar, C.L. Polk consigue remontar el bache en el que a mi entender se metió la serie con la segunda entrega, rematando los hilos que quedaban sueltos para dar un final más que correcto a una serie que hará las delicias de los lectores de esta especie de fantasía costumbrista inglesa.

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