Cubierta de The Trials of Empire

Aquí os traigo la espectacular portada de The Trials of Empire, la tercera entrega de la saga Empire of the Wolf de Richard Swan. Orbit publicará el libro el 6 de febrero.

Esta es la sinopsis:

THE TIME OF JUDGEMENT IS AT HAND

The Empire of the Wolf is on its knees, but there’s life in the great beast yet.

To save it, Sir Konrad Vonvalt and Helena must look beyond its borders for allies – to the wolfmen of the southern plains, and the pagan clans in the north. But old grievances run deep, and both factions would benefit from the fall of Sova.

Even these allies might not be enough. Their enemy, the zealot Bartholomew Claver, wields infernal powers bestowed on him by a mysterious demonic patron. If Vonvalt and Helena are to stand against him, they will need friends on both sides of the mortal plane—but such allegiances carry a heavy price.

As the battlelines are drawn in both Sova and the afterlife, the final reckoning draws close. Here, at the beating heart of the Empire, the two-headed wolf will be reborn in a blaze of justice . . . or crushed beneath the shadow of tyranny.

Mi traducción:

LA HORA DEL JUICIO HA LLEGADO

El Imperio del Lobo está de rodillas, pero todavía queda vida en la gran bestia.

Para salvarlo, Sir Konrad Vonvalt y Helena deberán buscar aliados más allá de sus fronteras entre los hombres lobo de las llanuras sureñas y los clanes paganos del norte. Pero las rencillas antiguas son profundas y ambas facciones se beneficiarían de la caída de Sova.

Incluso con estos aliados puede que no sea suficiente. Su enemigo, el fanático Bartholomew Claver, blande los poderes infernales con los que le ha investido su patrón demoníaco. Si Vonvalt y Helena le van a plantar cara, necesitarán amigos en ambos bando del plano mortal, pero esas alianzas conllevan un alto precio.

Conforme se dibujan las líneas de la batalla tanto en Sova como en el más allá, el enfrentamiento final se acerca. Aquí, en el corazón latente del Imperio, el lobo de dos cabeza renacerá en un fulgor de justicia… o perecerá bajo la sombra de la tiranía.

La cubierta tiene arte de Martina Fačková y diseño de Lauren Panepinto:

Cubierta de The Tiranny of Faith

La primera entrega de esta saga no me terminó de convencer, pero hay que reconocer que las portadas son realmente espectaculares. El arte es de Martina Fačková y el diseño de Lauren Panepinto.

Esta es la sinopsis:

A Justice’s work is never done.

The Battle of Galen’s Vale is over, but the war for the Empire’s future has just begun. Concerned by rumours that the Magistratum’s authority is waning, Sir Konrad Vonvalt returns to Sova to find the capital city gripped by intrigue and whispers of rebellion. In the Senate, patricians speak openly against the Emperor, while fanatics preach holy vengeance on the streets.

Yet facing down these threats to the throne will have to wait, for the Emperor’s grandson has been kidnapped – and Vonvalt is charged with rescuing the missing prince. His quest will lead Vonvalt – and his allies Helena, Bressinger and Sir Radomir – to the Empire’s southern frontier, where they will once again face the puritanical fury of Bartholomew Claver and his templar knights . . . and a dark power far more terrifying than they could have imagined.

Mi traducción:

El trabajo de un Justicia nunca termina.

La batalla de Galen’s Vale ha terminado, pero la guerra por el futuro del imperio no ha hecho más que empezar. Preocupado por los rumores sobre la debilidad de la autoridad del Magistratum, Sir Konrad Vonvalt vuelve a Sova para encontrarse la capital envuelta en rumores de intriga y rebelión. En el Senado, los patricios hablan abiertamente en contra del Emperador, mientras que en las calles los fanáticos predican la venganza sagrada.

Pero hacer frente a estas amenazas al trono tendrá que esperar, porque el nieto del emperador ha sido secuestro y sobre Vonvalt recae la responsabilidad del rescate. Él y sus aliados -Helena, Bressinger y Sir Radomir- irán a las fronteras sureñas del Imperio para enfrentarse de nuevo a la furia puritana de Bartholomew Claver y sus caballeros templarios… y a un poder aún más oscuro y terrorífico.

The Justice of Kings

The Justice of Kings no es una novela de fantasía al uso, pues aunque tiene magia e intrigas políticas, tiene un tono mucho más pausado que el habitual y está más centrado en la investigación y en el reparto de justicia que en otros tropos más utilizados en la fantasía. La relación entre la narradora y el personaje principal, se asemeja mucho a la de Adso y Guillermo de Baskerville en El nombre de la rosa, como investigador principal y aprendiz que cuenta sus vivencias con posterioridad, bajo el pesado velo de los años que han pasado y que tiñen sus experiencias con una pátina deslustrada y cínica.

Aunque el Justicia del Rey es Vonvalt, como toda la narración la vemos a través de los ojos de su secretaria Helena, este personaje que podría ser muy atractivo pierde gran parte de su fuerza. Sus poderes de nigromancia y de uso de la voz (como método de persuasión mágico), los vemos muy en segundo plano, como en general todas sus actuaciones. Aunque el ritmo es bastante correcto, la trama de fondo queda un poco en entredicho cuando todo pasa por el tamiz de una joven inexperta que duda de que su auténtico camino sea convertirse en Justicia, con una gran inocencia juvenil a pesar de la experiencia callejera que se le presupone por sus orígenes y que se pasa gran parte del libro replanteándose lo que creía conocer con antelación.

El trasfondo de libro es el enfrentamiento entre la moralidad y la justicia, con un conflicto entre los distintos poderes del reino que sin duda servirá de escenario para las siguientes entregas de la serie. Asistimos al avance de la corrupción en las fronteras, donde los más avariciosos no dejan pasar la oportunidad de enriquecerse a expensas del más débil.

Uno de los principales problemas de la historia es como he dicho con anterioridad el punto de vista escogido por el autor, que nos escamotea información y que supone un lastre durante la nada desdeñable longitud del libro.

Decir que lo más destacado de una novela sea la portada no es muy halagador para la obra en sí, pero merece la pena destacar el impresionante trabajo de Martina Fackova.